9-D

Este 9 diciembre, según la ONU, es el Día Internacional de las Personas Defensoras de los Derechos Humanos.
Y el 27 aniversario de la Declaración sobre Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Es poco conocido que la ONU dedica “un día” a las personas defensoras, y que hay una DECLARACIÓN específica para “defender a los defensores”: son los gobiernos los que deberían cumplir y hacer cumplir lo que Naciones Unidas orienta.
¿NO son acaso estas Personas Defensoras de los DDHH “pilares de la democracia”?
Pero al recordar a las autoridades (y a las poderosas élites políticas, militares y económicas) sus obligaciones en materia de derechos humanos, los defensores y defensoras asumen serios riesgos.
En Asturias desde hace 25 años hay un programa específico de protección a personas defensoras, temporal y limitado (PAV-DDHH https://pachakuti.org/programa-asturiano-atencion-victimas-violencia-en-colombia/ . Este año ha tenido a 6 personas defensoras.

Dice la ONU que:
“Los alarmantes niveles de violencia en contra de personas defensoras, incluyendo el mayor número de asesinatos a nivel mundial, son una clara muestra de los riesgos que enfrentan por ejercer su labor.

Es también preocupante el incremento de la criminalización y el hostigamiento de los cuales son víctimas a través de acciones judiciales infundadas que buscan obstaculizar su labor y que representan una grave amenaza a su libertad personal, su integridad psicológica y la seguridad de sus familias. La instrumentalización de procesos legales bajo cargos infundados, en algunos casos utilizando tipos penales ambiguos como medio de intimidación y represión, es una práctica cada vez más recurrente, que socava gravemente el Estado de derecho y los principios democráticos. Estas prácticas también envían un mensaje disuasivo y amedrentador hacia activistas y la comunidad de defensores en general.

Este panorama se ve exacerbado por la falta de mecanismos efectivos para investigar, sancionar y prevenir estos actos. La impunidad sobre los delitos cometidos contra personas defensoras sigue siendo un desafío importante, perpetuando la violencia, la represión y creando un clima de miedo y vulnerabilidad.
La situación de personas defensoras pertenecientes a grupos en situación de vulnerabilidad, como mujeres, pueblos indígenas, afrodescendientes y personas LGTBI+, es particularmente preocupante. La normalización de la violencia en su contra a través de discursos misóginos y homofóbicos ha contribuido al problema. Además, la falta de un enfoque diferenciado en la investigación de los delitos en su contra agrava la discriminación.

Observamos con preocupación una tendencia creciente de políticas regresivas que socavan el derecho a defender derechos. Esto se manifiesta en restricciones a la libertad de expresión y asociación con el cierre de organizaciones no gubernamentales, adopción de leyes que limitan u obstaculizan sus actividades, así como afectaciones al derecho a la protesta pacífica, y el uso desproporcionado de la fuerza contra manifestantes.

Se observa también que persisten discursos estigmatizantes que buscan desacreditar la labor de defensa de derechos humanos. Preocupa especialmente aquellos que provienen desde las más altas autoridades de los Estados. Los pronunciamientos públicos por parte de funcionarios del Estado generan una estigmatización y promueven un clima de hostilidad e intolerancia por parte de distintos sectores de la población.

Por otra parte, aunque la esfera digital ofrece nuevas plataformas para la promoción de los derechos humanos y la participación en los asuntos públicos, también han permitido la proliferación de amenazas, intimidación, estigmatización y actos de acoso. De igual modo, la expansión de las herramientas digitales ha permitido nuevas dinámicas de vigilancia selectiva de personas defensoras y otros actores del espacio cívico.
La defensa de los derechos humanos es fundamental para el desarrollo de sociedades justas, inclusivas y democráticas, y las personas defensoras deben ser apoyadas y protegidas en el ejercicio y desarrollo de su labor”.

Asturias, con el apoyo de 16 organizaciones locales de apoyo y 9 organizaciones colombianas de “selección”, seguirá el año entrante acogiendo a la dirigencia social colombiana en riesgo y apoyando los procesos sociales que impulsan la paz con justicia social, objetivo inalcanzable si no se preserva la vida de quienes exponen su integridad para dar voz a las comunidades que se debaten defendiendo el derecho a vivir con dignidad, en paz, en un ambiente sano y en los territorios.

En el estado español, los programas de protección temporal, que conforman la red pro TEJER, se reunían en Galiza: https://pachakuti.org/pro-tejer-en-galiza/
La Declaración-Defensores de 1998: https://www.ohchr.org/es/special-procedures/sr-human-rights-defenders/declaration-human-rights-defenders
El Estado Colombiano pidió perdón al CAJAR: https://pachakuti.org/el-cajar/
El Estado Colombiano pidió perdón por espionaje, en Madrid: https://indixenas.org/2025/10/18/reparacion-a-espionaje-colombiano-en-espana/


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