en el museo Barjola de Xixón.
Inauguración con el autor y visita guiada. Museo Barjola Xixón.
Del 12 de junio al 30 de julio del 2025 en el Museo Barjola:
GIJÓN LANZA UNA GRAN EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA SOBRE LAS PERSONAS DESTERRADAS
Han sido 10 años de trabajo en 10 países de África, Europa, Asia y América lo que ha necesitado el fotógrafo Unai Aranzadi para terminar su gran obra sobre las personas sin tierra del Siglo XXI.
Viajando en solitario con su estudio portátil, el fotógrafo y cineasta nacido en Bilbao (1975) ha visitado la República Democrática del Congo, Palestina, Brasil, Kosovo, Macedonia del Norte, Japón, Honduras, Mozambique y Filipinas, lugares en los que por muy diversos motivos, viven personas que, o bien han perdido su tierra, o simplemente jamás la tuvieron.
De la situación de los indígenas en las selvas de Colombia, pasando por los desplazados a causa de la guerra en el Este del Congo, los gitanos refugiados en Macedonia del Norte o la situación de los japoneses que fueron evacuados tras el desastre nuclear de Fukushima, la cámara de Aranzadi pone rostro y nombre a 50 personas a través de 50 retratos de gran calidad artística. Divididos por países a lo largo de diez secciones, las obras incluyen declaraciones de todas las personas retratadas, hilando una historia común en las que las mujeres destacan por su amplia presencia.
El proyecto ha llegado a Gijón de la mano de la ONG asturiana, SoldePaz Pachakuti, la cual también impulsó la versión audiovisual del proyecto DESTERRADAS. Dicha producción, de 28 minutos de duración, obtuvo el premio a la mejor película en el Festival de Cine y Derechos Humanos de Madrid, así como premio del jurado en el Festival Diversidarte, celebrado en la Filmoteca de Galicia. https://youtu.be/LEhbvN4Dl3U
Unai Aranzadi estará en Gijón del 10 al 13 de junio, disponible para atender a los medios de comunicación. Igualmente, puede responder a preguntas vía telefónica (677420553) o correo electrónico (unai@independentdocs.com)
A continuación se adjuntan algunas reflexiones del fotógrafo acerca de su proyecto: DESTERRADAS, «Las personas sin tierra en el Siglo XXI», el cual ha contado con el apoyo de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, el Gobierno del Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Gijón.
Reflexiones del autor acerca de lo que significa fotografiar a las personas desterradas:
«Retratar a las personas que han perdido su tierra o jamás la tuvieron. Ponerles rostro, mirarlas y dejar que nos miren. Que nos miren desde territorios de los que apenas sabemos nada, y si algo conocemos, lo será por noticias trágicas y confusas, de las que éstas son víctimas.
¿Tienen las víctimas singularidad propia?
¿Proyectos?
¿Derechos?
Viajando con mi estudio portátil allí donde ellas subsisten, quise primero escucharlas y luego fotografiarlas. Dignas, de frente, tal y como son en su vida diaria, apelando directamente a quien las mira a través de mi objetivo desde otro lugar y tiempo…
Con ese fin, el de ser vistas y escuchadas, todas acudieron a mi set de forma voluntaria. La mayoría quiso dar sus nombres y hablar de sus casos particulares, mientras que unas pocas prefirieron ofrecer su rostro y denunciar la problemática de su colectivo sin entrar en detalles acerca de su propia vida.
Levantando un gran fondo blanco, e iluminando la escena con dos potentes flashes, creé un estudio improvisado en selvas remotas, campamentos guerrilleros o sobre la cima de pobrísimas favelas.
La elección de luz artificial sobre telón blanco se hizo con la intención de producir un tipo de retrato en el que se sublima la condición individual de la persona, lo cual es necesario cuando nos referimos a este colectivo, a menudo imaginado desde el norte como una masa homogénea sin diversidad propia.
Mirándonos fijamente, ni forzadas a gratificarnos, ni tampoco intimidadas por la cámara o en posición de inferioridad frente a esta, las personas desterradas del SigloXXI se nos revelan tal cual son para poner rostro a su historia«.
Reflexiones del autor sobre quiénes son las personas desterradas:
«Tener un lugar, sea una casa o país, es algo más que un espacio que habitar. Más allá del hecho geográfico, el lugar en el que se vive constituye un territorio en el que desarrollar nuestra dignidad como personas.
En éste, se deben dar una serie de condiciones a las cuales nos referimos como derechos universales.
La paz, salud, educación, un medioambiente saludable o el acceso a la tierra y sus recursos, son algunos de los ejes fundamentales sobre los que se sustenta el buen vivir al que aspiran todos los pueblos y personas del mundo.
Sin embargo, y por motivos muy diferentes, hay gentes que no tienen garantizada la permanencia en sus lugares de origen. Son personas desterradas. Mujeres y hombres, niñas y ancianos, que victimizadas por guerras, desastres medioambientales o la simple codicia de unos pocos, viven al paso, fuera de donde lo hacían, o aún en su casa, bajo la amenaza de quienes pretenden expulsarlas.
Así las cosas, lejos de tener unas características determinadas, las personas desterradas son diversas en su aspecto, lengua, religión o cultura. No en vano, las hay en todos los continentes, y su número, que ya supera los 100 millones, no hace más que seguir aumentando»
Unai Aranzadi (Bilbao, 1975) es un fotógrafo, cineasta y periodista especializado en conflictos armados, memoria y derechos humanos.
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