¿es posible la Paz en Colombia, y en el Continente?
Asturias ha tenido y tiene una larga tradición de apoyo a la Paz en Colombia. Gente asturiana participó como curiosa y observadora en el anterior intento de paz en el Caguán, en el que jugó un papel muy importante el entonces embajador español, de origen asturiano Yago Pico de Coaña.
Desde que en 2001 el gobierno asturiano acogió un programa de protección temporal para sindicalistas y defensoras de ddhh, la apuesta por construir paz ha estado entre las propuestas permanentes y llevaron también a organizar desde el ejecutivo dos encuentros para la paz, Oviedo 2006 (con participación del propio Yago Pico de Coaña) 430 , y Oviedo 2010 en el colegio de abogados 429 .
Las continuadas visitas de verificación al terreno, 14 sucesivas, han permitido también constatar los anhelos de las organizaciones sociales por conseguir una paz esquiva, y de nuevo se han propiciado debates y documentos de apoyo a la paz como en Oviedo jornada paz en el Ridea 19 octubre 2015 413 y declaración en el Pleno enero 2016 205 , en Gijón jornada propaz septiembre 2016, y aprobación de documento de apoyo a la paz en el Pleno 15 septiembre 2016 428 . Igual ha ocurrido en terrenos declarativos en otros Aytos asturianos. 442
En las dos últimas delegaciones asturianas el año pasado rubrique54 y este rubrique70 , se ha podido ya entrevistar y conocer las opiniones directas de integrantes de la insurgencia, en tránsito de negociación y Acuerdos, y entre un año y otro comprobar las insuficiencias e incumplimientos de los pactado, que parecen poner en grave riesgo lo logrado en la Habana, como atestigua el último Informe de la ONU presentado ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por su secretario general el 2 de abril, porque precisamente forma parte de los Acuerdos el que la ONU tenga Dos Misiones en Colombia relacionadas con la Paz, más otra de la Oficina del Alto Comisionado para los DDHH.
68 exguerrilleros y familiares reporta la ONU como asesinados desde que la paz fue firmada. «15 meses después de promulgada la Ley de Amnistía, una cuarta parte de los exmiembros de las FARC-EP siguen presos», dice la ONU en su Informe de abril, y que la no aplicación plena de la Ley de Amnistía afecta de forma negativa el proceso de reincorporación. Y sigue diciendo NNUU: «Al propio tiempo, seis meses después de concluido el proceso de dejación de armas urge que los exmiembros de las FARC-EP vean que existen vías reales para su reincorporación a mediano y a largo plazo. En gran medida, la falta de progresos en esta cuestión ha llevado a que algunos exmiembros de las FARC-EP hayan abandonado los espacios territoriales. De ahí la importancia creciente que revisten el acceso a la tierra; la elaboración, financiación y ejecución de proyectos productivos viables, vinculados al desarrollo local; y la creación de cooperativas para que esas iniciativas se lleven a la práctica.»
En dicho Informe la ONU reporta 121 líderes sociales y comunitarios asesinados en 2017… y constata “la inseguridad, la violencia y el retraso en la reintegración de los exinsurgentes ponen en vilo el proceso de paz”.
En cambio el Informe de la Oficina del Alto Comisionado para los DDHH, tal como se preveía, tal como se lo anunciaron previamente a la XIVª delegación asturiana en entrevista con la Misión de la ONU en Colombia, es más contundente: el Informe.. describe las cloacas de un estado secuestrado.. por los guerreristas.
Estos informes como el que recientemente se conoció alertando por el asesinato de líderes sociales resultan incómodos para el gobierno.
El último informe de Todd Howland, representante en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y figura clave desde 2012 en los esfuerzos de paz, es un retrato hablado de un país cuya sociedad civil sufre la indolencia del Estado, la incapacidad de imaginar una nueva forma de hacer las cosas, la ambición de empresas legales e ilegales, la corrupción, la impunidad y la actitud de élites más obsesionadas con la politiquería que con la paz o la calidad de vida de los habitantes.
La oficina del Alto Comisionado “documentó 11 casos de supuestas ejecuciones extrajudiciales en 2017, en Arauca, Bolívar, Cesar, Córdoba, Cundinamarca, Norte de Santander y Tolima. Ocho fueron presuntamente cometidos por miembros del Ejército y tres por la Policía”. Y a esta realidad no ayuda la impunidad enquistada que afecta a los casos actuales y a los miles de ejecuciones extrajudiciales que se amontonan bajo ese eufemismo gerencial de “falsos positivos”.
La OACNUDH dice estar preocupada por “la impunidad selectiva en casos de ejecuciones extrajudiciales cometidas por miembros de las fuerzas armadas que involucran a Generales, y señala que esto pone en riesgo los derechos de las víctimas a la justicia y a la verdad.
La ONU constató que mientras las FARC han cumplido en su mayoría los acuerdos firmados, el Estado ha mostrado una ineficacia lacerante a la hora de acompañar el proceso de reintegración de sus miembros. Señaló que casi un año y medio después de la firma de los acuerdos “aún no están disponibles los recursos anunciados por el gobierno en el marco de la Estrategia de Respuesta Rápida para generar impactos inmediatos en las antiguas zonas de influencia de las FARC-EP”.
Que la antigua guerrilla y actual partido Del Común ha cumplido, lo atestiguan numerosas verificaciones oficiales. Que el gobierno ni ha cumplido ni está cumpliendo con aspectos fundamentales de los pactado, también es de sobra conocido, pero escasamente divulgado: las elecciones, las pasadas del 11 de marzo, las siguientes de mayo y junio, se entremezclan negativamente con el proceso hacia la paz, que pasa a un plano relegado.
Y nosotras, activistas proddhh, instituciones Asturias y europeas.. ¿qué debemos hacer en esta tesitura de vulneraciones..? ¿cómo tendremos que colaborar a que la paz pueda construirse en Colombia y en el continente?..
La llegada de Manuela, Olga, a Asturias es inédita, como primera exguerrillera que llega a nuestra tierra, y ha costado: no la dejaron salir en noviembre, y ha habido muchos impedimentos, en Bogotá y en Madrid para que hoy esté aquí: dificultades todas derivadas del “plan tortuga” que las autoridades colombianas han impuesto al acuerdo para la paz, con el objetivo evidente de entorpecerlo, quebrar la moral de insurgentes y familiares, y tratar de dinamitar su organización, en contra de lo Pactado y ratificado.
Pero es un logro: recuerde la gente veterana la facilidad y la cantidad de veces que se pudieron hacer actividades y presencia institucional con guerrilleras y combatientes salvadoreños, guatemaltecas, 25-30 años atrás.
Manuela-Olga, además de sus 18 años de militancia guerrillera, aporta su testimonio como mujer y activista por los derechos de las mujeres, que han sido trasladados al parecer de forma muy novedosa a los Acuerdos para la paz. Desde luego para que se cumplan, como todos los demás.
¿Se están cumpliendo en verdad?. Vamos a ver qué opina y cuáles son sus valoraciones: téngase en cuenta que hablamos de un aspecto de los Acuerdos muy significativo, pero que ha sido utilizado perversamente desde el primer momento por la extrema derecha y por las iglesias fundamentalistas para desvirtuar los Acuerdos acusándolos de “ideología de género” que obligarían a desestructurar a las familias: propaganda que ha sido determinante para el plebiscito unilateral e innecesario encargado por Santos en octubre 2016, cuya pérdida propició una rebaja sustancial de los contenidos de lo pactado en la Habana. Pero es más: son representantes de esa extrema derecha y de ideologías evangélicas quienes con formato de ONGs se están haciendo con los recursos (¿españoles, europeos?) destinados a desarrollar los elementos postAcuerdo, inundando de nuevas publicidades negativas el desarrollo de la necesaria paz colombiana.
Así que.. Mujeres del Mundo, Muyeres d´Asturies.. mientras se desarrollan movilizaciones tan potentes como la del reciente 8 de marzo… en Colombia, con un fuerte movimiento de mujeres por la paz… con un enfoque de equidad en los Acuerdos para la Paz… resulta que son elementos fundamentalistas, con recursos propios y con financiamiento extranjero, quienes también pretenden eliminar Derechos de las mujeres, hayan sido o no insurgentes.
EXIGIR que se honre lo pactado parece elemental reclamo. Y entre lo pactado el desmantelamiento del paramilitarismo, como herramienta funcional de la guerra sucia que sigue exterminando a mansalva al liderazgo social y comunitario, elemental para construir la paz futura.
http://www.atlanticaxxii.com/manuela-marin-las-mujeres-de-las-farc-no-queremos-volver-a-los-roles-tradicionales-como-el-resto-de-las-insurgencias/