de Asturias el misionero que araba sobre el mar.
Dice la canción de
CARLOS MEJÍA GODOY
Gaspar García Laviana,
sacerdote de la cuenca minera, misionero en Nicaragua durante la dictadura somocista, impactado por el nivel de violencia y pobreza impuesto en el país, se involucró con las actividades de sus feligreses, se comprometió con el sandinismo, y murió combatiendo en diciembre de 1978.
Una avenida de Xixón , una calle de Oviedo llevan su nombre, lo mismo que numerosos hospitales, escuelas, centros culturales , y hasta una Orden o Reconocimiento en Tola, de Nicaragua, donde es considerado héroe popular y se siente y manifiesta un gran respeto por su ejemplo.
La repercusión de su muerte en Asturias dio origen a los comités de solidaridad, (COSAL) que realizaron una intensa campaña durante más de una década, relacionada con las instituciones, con envío de materiales , llegada de cantantes y activistas, y viaje de numerosas brigadas de trabajo a Nicaragua.
Al cumplirse 30 años de su fallecimiento, resulta oportuno un recordatorio pedagógico
Que trate de acercar a la población asturiana la figura del padre Gaspar, de familia minera.
-Carlos Mejía Godoy: la misa campesina, y canción dedicada a Gaspar :Martín.. … de Asturias el misionero / que araba sobre la mar..
-Rubén Blades compone la canción “El padre Antonio y su monaguillo Andrés”, canción que bien podría ser la fusión de tres historias: la de un cura que llega de España y en lugar de irse a un templo bonito se mezcla con la gente humilde y lucha junto a ella ( Gaspar García Laviana), un cura asesinado junto a un niño ( Rutilio Grande, Alfonso Navarro y Luisito Torres) y un obispo muerto en el altar mientras oficia misa ( Oscar Romero).
COSAL. Hace 30 años.
Los Comités de Solidaridad con América Latina (COSAL) de Asturies venimos preparando una serie de actividades de cara a celebrar el treinta aniversario de nuestro surgimiento. Tenemos mucha historia que contar.
Siguiendo la senda que Gaspar trazara:
Los Comités de Solidaridad se crearon en Asturies a partir de diciembre de 1978 coincidiendo con la caída en combate en Nicaragua del sacerdote asturiano Gaspar García Laviana, en aquellos momentos incorporado al FSLN, donde era conocido como Comandante Martín. Su muerte, en pleno proceso insurreccional, causó un fuerte impacto hasta el extremo de que un grupo de personas con fuertes convicciones solidarias y revolucionarias decidió potenciar unos grupos de apoyo a la Revolución Sandinista, embriones de los actuales COSAL.
Durante todos estos años hemos venido trabajando de manera ininterrumpida en el campo de la solidaridad y el antimperialismo. De este modo acompañamos al pueblo de Nicaragua durante el período de la revolución y la agresión yanqui. Igualmente desarrollamos el movimiento de solidaridad con el pueblo salvadoreño y guatemalteco, al tiempo que, en la medida de nuestras fuerzas y posibilidades, fuimos solidarios con las Madres de Plaza de Mayo, pueblo palestino y saharaui, Campaña de los 500 años de Resistencia, militantes anti-pinochetistas, causa zapatista, etc.
Las convicciones antimperialistas nos llevaron a trabajar activamente en la campaña en contra de la incorporación del estado español a la OTAN en los años ochenta y a denunciar las guerras de agresión como la del Golfo a principios de los noventa. La derrota sandinista en Nicaragua fue un duro golpe, pero nuestro trabajo continuó en esa nueva fase neoliberal.
Durante estos años hemos seguido siendo solidarios, antimperialistas y comprometidos con las luchas populares de nuestro propio pueblo. Hemos conocido al MST de Brasil, trabajamos la solidaridad con Kurdistán, denunciando las implicaciones de la OTAN en el genocidio kurdo, seguimos reclamando con las Madres de Mayo el castigo a los culpables, acompañamos demandas de los Pueblos Indígenas, como los zapatistas y otros, denunciamos la guerra andino-amazónica liderada por el presidente genocida de Colombia..
Mantenemos nuestra convicción de que es necesario organizarse y luchar por un modelo diferente de sociedad, creemos fundamental desarrollar entre la gente una conciencia de internacionalismo solidario. Por ello seguimos trabajando y nos preparamos para celebrar treinta años de actividad.
La próxima celebración del 30 Aniversario de la muerte de Gaspar García Laviana, y pocos meses después del triunfo de la Revolución sandinista, nos parecen buenos pretextos para intentar reflexionar sobre nuestro trabajo, las perspectivas del mismo, conocer la amplitud de los cambios ocurridos en América Latina y en el mundo en estos últimos años, hacer un balance de los cambios, de las necesidades pendientes…; en definitiva, buen momento para reflexionar en común.
Para ello hemos comenzado a preparar una serie de actividades en las que invitamos a participar:
-un Homenaje popular en Tuilla.
-un Concierto Homenaje en Xixón
-un recordatorio a vecinas y vecinos de las Celles que llevan el nombre de Gaspar, en Otero-Oviedo, en Gijón..
Un solidario saludo,
Comité de Solidaridad con América Latina (COSAL) Asturies
DATOS BIOGRÁFICOS DE GASPAR GARCÍA LAVIANA.
Gaspar García Laviana nació en el año 1941 en Les Roces (SMRA) y se trasladó a Tuilla (Langreo-Asturies). Sus padres, Silverio García , minero y Enriqueta Laviana. Era el mayor de tres hermanos, Silverio, y Marisa.
Estudió bachillerato en Valladolid, Filosofía y Teología en Logroño, donde se ordenó sacerdote en la orden del Sagrado Corazón. Celebra su primera misa en el año 1966 en la parroquia de su pueblo natal. Posteriormente se traslada a Madrid donde terminó un cursillo de sociología; aquí mismo hizo compatible su sacerdocio, en la parroquia de San Federico, con el trabajo de obrero en una carpintería del barrio. Durante los tres años que permaneció en Madrid trabajó mucho con la juventud y con grupos de sacerdotes obreros, en un afán de implicarse cristianamente en la marcha social y política del país.
Cuando la congregación a la que pertenecía pidió voluntarios para ir a trabajar a Nicaragua, se ofreció con la única motivación de que «ahí hacen falta sacerdotes», según sus propias palabras. Marcha a Nicaragua en 1969 siendo destinado a la parroquia de San Juan del Sur, departamento de Rivas, donde la mayor parte de los feligreses eran campesinos; «todos analfabetos, sin escuelas, traté de enseñarles las técnicas agrarias, pero no tenían tierras…, así durante cuatro años».
Quienes le conocieron coinciden en señalarle como un hombre idealista de gran calidad humana, profundamente identificado con la gente explotada y una inmensa sensibilidad a los problemas que vive Nicaragua: » donde el hambre y la sed de justicia del pueblo oprimido reclama, mas que el consuelo de las palabras, el consuelo de la acción». Estas palabras están contenidas en su carta-testimonio que leyó a los feligreses explicando su decisión de ingresar en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
La permanencia en San Juan del Sur le llevó a conocer toda la situación de explotación e injusticia en que se encontraban los campesinos, vivía con indignación los abusos que se sucedían a su alrededor:» he sido testigo del inmundo tráfico carnal al que se somete a las jóvenes humildes, entregadas a la prostitución por los poderosos; y he tocado con mis manos la vileza, el escarnio, el engaño, el latrocinio representado por el dominio de la familia Somoza en el poder».
La gran sensibilidad de Gaspar lo llevó a utilizar la pluma como otra forma pacífica de lucha; sus poemas y cuentos son una forma de poder desahogar todo ese sentimiento humanitario de alguien decidido a luchar por las clases explotadas, reflejan también ese potencial revolucionario que más tarde lo llevaría a asumir un compromiso de lucha diferente, una militancia en el Frente Sandinista. «Un día me di cuenta de que yo era un servidor mas de la tiranía somocista».
Inició sus primeros contactos y decidió colaborar sin reservas, posteriormente pasó a clandestinidad donde estuvo por espacio de tres años. A finales de 1977 logra escapar de la Guardia Nacional nicaragüense y pasa a Guatemala, desde donde regresa a España. Aquí logra exponer a los superiores de la orden del Sagrado Corazón su decisión de ingresar directamente como soldado del Frente Sandinista. Su postura fue tan firme y responsable que logró conquistar el respeto de sus superiores, quienes jamás intentaron persuadirle de su retorno a la vida de la parroquia. Algunos discrepaban políticamente con él, otros le pusieron ante el dilema de abandonar los hábitos o continuar en la guerrilla.
En Navidad de 1977, decide al fin poner en práctica la idea que había venido meditando durante algunos meses e ingresa como militante en el Frente Sandinista (FSLN).
La vida de «Martín», ese fue su nombre de guerra, dentro de la organización está llena de grandes momentos con sus compañeros; como él dijo una vez «aquí he encontrado a los grandes amigos del alma». Recibió cursos de entrenamiento como comando especial durante seis meses. Posteriormente se le encargó dirigir los entrenamientos en el campamento. Participó en numerosos combates, en los cuales siempre se distinguió por su arrojo, decisión y valentía. En una ocasión se dijo de él «es el primero en el combate y el último que se retira».
Gaspar logró ganarse el grado de comandante, lo cual implica cierto nivel de desarrollo político y militar; su decidida participación en el combate y la habilidad de conjugar inteligencia y arrojo lo llevaron a obtener un gran prestigio dentro de las filas sandinistas. En el momento de su muerte, a los 37 años, dirigía una de las columnas que operaban en la zona sur del país y formaba parte del Estado Mayor del Frente Sur «Benjamín Zeledón».
Nora Astorga, comandante sandinista, abogada, viceministra y representante de Nicaragua en la ONU, que murío a los 39 años, decía que:
Más que maestra yo fui allí una alumna y quienes más me enseñaron fueron los campesinos. Lo que yo sabía en teoría en ellos era vigencia. Resultaba una experiencia extraordinaria ver cómo se llegaban a fusionar las experiencias de cada uno y desaparecían las diferencias. Compartir con alguien el no comer, la lluvia, el peligro, la posibilidad de la muerte, te va dando un sentido de grupo muy fuerte, un sentido de solidaridad humana que yo no he vuelto ha sentir en ninguna otra época de mi vida.
En ese tiempo me tocó compartir la covacha con Gaspar García Laviana. Yo no lo conocí hasta entonces, cuando ya era cura-militar, cura-guerrillero. para mí fue un compañero, un amigo; tuve con él una relación inolvidable. Yo estaba entonces embarazada de mi tercer hijo. Hacía todo, como todos, pero me cuidaban. Sin paternalismos, pero me cuidaban. Me buscaban guayabas, por ejemplo, y si aparecía una fruta siempre me la daban a mí. Gaspar me cuidaba mucho también, por el niño que iba a nacer. Recuerdo que una vez me dijo: «Puede que yo no llegue al triunfo. Pero si vos llegás a llorar cuando yo me muera, me voy a poner molestísimo. Lo más que te permito es que me llevés alguna que otra vez unas florcitas, pero que sean del campo. Y nada de andar llorando, que yo voy a estar siempre metido en esto».
Tanto me impresionó la muerte de Gaspar que no pude llorar. Cuando me lo dijeron me quedé impasible y todo el mundo que sabía el gran cariño que yo le tenía me preguntaban por qué no lloraba. Cuando después del triunfo vinieron sus papás aquí a Nicaragua yo no fui a verlos. No tenía fuerza. Realmente, yo no pude digerir la muerte de «Martín».
Fue hasta dos años después que fui con mi hijo a Tola, en donde él fue párroco. Llegué, me senté en la iglesia y me empecé a imaginar a Gaspar allí, en su iglesia, de sacerdote… Es una iglesia tan bonita, toda encaladita. Después salí a ver su tumba, que está allí mismo. Y lloré. Lloré no sé cuantas horas. Mi hijo me decía: «¿Por qué lloras, mamá?» Le dije que estaban llorando a un amigo que había muerto hacía dos años y que hasta entonces no había podido hacerlo. Y es que cuando tenés un sentimiento muy fuerte no encontrás la forma de expresión. El dolor lo llevás ahí y te sale sólo cuando ya sos capaz de enfrentar el dolor. Yo sé que a Gaspar no le hubiera gustado que yo llorara, pero… ¡También fue muy injusto de parte de él el darme esa orden!
Creo que soy la única nicaragüense que no ha hecho un poema en su vida. Lo cual me da un enorme complejo. Yo tengo sensibilidad para el arte, para la literatura, la poesía, la pintura, para la música. pero no tengo nada de poeta. ¿Si me pusiera a escribir un poema?..Me inspiraría nuestro pueblo. El pueblo de Nicaragua es mi fuente constante de inspiración. Cuando me siento cansada o me siento impaciente, entonces me pongo a pensar en los cachorros de Sandino que están en las montañas, en las mamás que están con sus hijos movilizados, en tantos compañeros que han muerto, en todo lo que hace cada uno aquí, en esa fuerza vital que tiene esta revolución para ir adelante, para resistir, y termino diciéndome: no tengo derecho a cansarme.
Yo he sido una privilegiada. Nací donde nací, en este país único. Encontré a la gente que me ayudó a crecer. Tuve la oportunidad de participar en la lucha contra la dictadura y ahora en la reconstrucción y en la creación de una nueva sociedad. ¿Qué más? Creo que no existe hoy otra realidad como la nuestra, en la que con limitaciones tan serias, cada uno de nosotros siente que tiene una obligación hacia la sociedad y la trata de cumplir con imaginación y con sentido del humor. ¡Que si no tenemos con qué, ya buscamos cómo! El espíritu que existe aquí de superación, de defender lo poquito que tenemos en medio de condiciones tan duras, ese espíritu de lucha de la gente, esa generosidad, esa fraternidad, me dan el orgullo de ser nicaragüense».
2007:
HACE 40 años era asesinado Ernesto Guevara de la Serna. Algunos dicen que ‘fríamente’, aunque en verdad el sargento que asumió la orden dictada por la CIA no estaba nada ‘frío’, sino que más bien tuvo que acudir al alcohol para «enfrentar a un hombre», como él mismo testimonió. Le cortaron las manos, le inyectaron formalina, trasladaron su cuerpo en helicóptero a Vallegrande, le hicieron fotos en una lavandería, enterraron en secreto ése y otros cuerpos y la noticia se extendió por el mundo entero.
Hace pocos días trascendió la noticia de que médicos cubanos, en la llamada ‘operación milagro’, atendieron y curaron los ojos al ejecutor material del asesinato del Che. Una noticia sobre los círculos recurrentes de la historia: guerrilleros cubanos acompañaban al Che en Bolivia. Médicos cubanos curan a miles de enfermos en varios países de Latinoamérica y África, entre ellos, Bolivia y entre ellos al ahora anciano y miserable asesino del Che.
En la inauguración de la gran Escola Nacional del Movimiento de los Sin Tierra, un ex-soviético, Kiva Maidanik, admirador de la revolución asturiana de Octubre del 34, nos decía: «De las figuras históricas de la izquierda del siglo XX, ¿cuáles son las que trascienden? ¿Rosa Luxemburgo, Marx, Lenin, Stalin…? Solamente el Che. ¿Por qué? ¿Por el ejemplo… o porque renunció al poder?».
El escritor y periodista uruguayo Raúl Zibechi ha estado preguntando a los jóvenes sobre el significado, para ellos, de llevar una imagen del Che en sus camisetas y ha recogido respuestas sorprendentes, del grado de apropiación de los valores del Che en la juventud actual. La hija del Che ha llamado a rescatar esa simbología, para que no sea para algunos sólo un icono pegado a la pared. Pero, ¿pertenece la imagen del Che solamente a los rojos y medio rojos del mundo o es un «patrimonio de la humanidad», como escribe Alfonso Gumucio desde Bolivia?
¿Vive el Che hoy?: Jamaica, Bolivia, Venezuela, Haití, USA-Nueva Orleans, Nicaragua, Honduras, Ecuador… reciben doctoras y doctores cubanos por miles, y a la Escuela Latinoamericana de Medicina llegan estudiantes de todos los movimientos populares de América, incluida USA, como muestra la película de Stone…, siguiendo la senda del Che. En Brasil, el Movimiento de los Sin Tierra tiene entre sus materiales básicos los cursos de formación sobre el Che, y un indio, al que vimos en la Higuera hace diez años, en el 30 aniversario del Che, preside ahora el país donde murió Guevara y donde los campesinos de la Higuera le llaman ‘San Ernesto de la Higuera’.
Volviendo a Kiva Maidanik («soy soviético, un país que ya no existe desde hace 16 años, e hijo político de la influencia de la revolución española del 34 y 36»), decía que «estamos en un momento histórico: con la existencia de una vanguardia nueva del movimiento mundial de solidaridad, de renovación, en América Latina, al igual que hace cien años en Rusia. «Al escuchar que en el escenario se decían nombres como Langreo, Asturias, Oviedo, Gijón…, me venían a la memoria gestas de la revolución española, y me emocioné pensando que las mismas banderas, de otras formas diferentes, se estaban reproduciendo en el presente, en el marco de la solidaridad y la lucha del MST», decía Kiva. «Pertenezco al siglo XX con todas las tripas, y reconozco que el siglo XXI recupera valores y actitudes nuevas, con un elemento de unión que puede ser el Che, con una esperanza en la globalización, que es el movimiento altermundista».
Un asturiano, de cuya muerte en combate contra otra tiranía se cumple el año próximo el 30 aniversario, Gaspar García Laviana, también siguió la senda del Che, apropiada y actualizada en una guerrilla sandinista. Hace diez años, el sacerdote que atendía Vallegrande y la Higuera era un francés de la orden de los redentoristas: no tenía empacho en comparar al Che con Cristo, y sacarle una mayoría de parecidos en sus valores. Gaspar, como sacerdote; Evo Morales, desde el mundo indígena, y «los pobres del mundo», desde su opción de clase, traen al presente para aportar modelos alternos a las contradiciones del capitalismo que nos depreda: y, en efecto, en esas luchas el Che vive.
Poemas
Como un vuelo cortado por la muerte
Igual que un crucifijo en carne viva,
Como un abrazo extremo, que me llama,
Me ha cercado tu nombre,
Gaspar, hermano mío.
Asturiano, justicia de minero,
Bronco acantilado,
Corazón de Jesús en pura llaga.
Tola y sus montes callarán ahora,
-verdes la guerra y la arboleda verde-
Mientras hablamos,
Mientras el Pueblo vela, todavía junto al Dios que escucha,
La Paz del Reino que se aplaza tanto.
Hablaremos tú y yo, Gaspar, a solas.
Al contraluz de mi anhelante fiebre.
Como si aún no fueras un glorioso llegado.
A corazón abierto,
Gaspar,
Sin más testigo
Que el Amor que ya vives cara a cara.
Terratenientes eran
Los que ahogaban tus pobres,
Los que ahogan mis gentes.
Y es el mismo Evangelio
Que te ardía en las manos
Más que el fusil inhóspito,
Amor exasperado, hermano mío:
Tus manos bajo el óleo
Sangrándote,
Llorándote los ojos cielo arriba.
Dime, Gaspar,
¿qué harías
Si volvieras?
Y cuida bien de Tola,
Cuida de Nicaragua, todavía en combate,
No dejes que tu sangre se marchite
En el cáliz (rajado) de su Iglesia.
Don Quijote es un iluso
A caballo de ilusiones.
¡Quiere quitar los abusos
Predicándoles sermones¡
Adormece a la gente
Con su plan de caridad
Mas no quiere ir al frente
A morir por la verdad.
Nuestra gente está muriendo,
Don Quijote, de opresión,
No la estés entreteniendo
Que va a la Revolución.
Entre los cafetales
Y los bosques abiertos en flor y paraíso
Juega sola una niña
Con la estatura frágil de la América Nueva.
Se han dicho sus padres:
Cuando caiga la noche te vienes: merodea
El águila del Norte y la pantera yakee.
Juega sola una niña.
Se llama Nicaragua y debe crecer libre.
El Tiempo Nuevo.
Oye mi consejo:
Preparate para la lucha
Edifica la iglesia
Con piedras que no teman la muerte,
Que no usen parapetos
De sofismas cobardes.
Que sea profetica
Que grite sin desmayo
La llegada del anticristo
El oro y el poder
De la sinagoga.
Amigo,
Te darán muerte
Como en los tiempos del Romano Imperio
Serás triturado como trigo.
Carta a Sandino.
Sandino estaba en el silencio,
En la plaza del Pueblo, en todas
Partes estaba Sandino,
Matando norteamericanos,
Ajusticiando invasores.
Pablo Neruda.
General de hombres libres Sandino piedra angular libertadora Nicaragua
General de hombres libres Sandino
Batalla asonante recargada de tiros de silencio de amor de patria
Batalla del augusto corcel de la vida liberada
Enceguecida la hora del desparpajo inerte ante la muerte
programada y traicionera
Hacia la efervescente sonrisa de Sandino
Elevaban las armas cetrinos barbudos barbilampiños anónimos
Que quemaban traidores y asesinos pensando que un país no es una
Finca arrendada por los yanquis
Ni mucho menos el feudo de un señor ni siervos d ela gleba
Ni esclavos, por supuesto, ni dolor, ni nada que se le parezca
¡Pueblo¡
Gritaron al unísono gargantas cansadas, irritadas, curtidas,
Pensando que nada iba a detener el mar surgiente que hacía
Entonces
Y en olas con tu ejemplo Sandino salieron a la calle
A la montaña a los campos vinieron volando por el cielo como
Palomas de libertad
Y expulsaron al tirano y te vengaron Sandino y vengaron a tu pueblo
General de hombres libres
Cayeron algunos, fue necesario
Hubo héroes, valientes, muertos, heridos o vivos que aún restan
Y con justeza gobiernan el país
Hay todavía héroes, héroes que se enfrentan como pueblo que son
Al impasible imposible violador de siempre y gritando como
Aquellos remotos años en España
¡No pasarán¡ Fusil rabia la apisonadora de la razón de un pueblo
Y Sandino ellos, que son tus herederos, también sufren, lloran,
Luchan y ¡saben quién fuiste¡
Y siguiendo irguiendo todavía la bandera de tu pueblo
Intentarán de nuevo que les dejen en paz labrarse su futuro.
..quise apagar
Tu pobreza
Con justicia legalista:
Al no poder
Me convertí en guerrillero…
Nicaragua Ska
Téo veinte segundos pa una revolución
Téo un segundu pa beber venti cerveces
Marriellu como un llimón pintau de mariello
Roxu como el culo un mandril pintau de rozo
Escuru como un home na llinterna ´l policía
La xaronca blincaba de fuera en fuera de calva en calva
Cuspiendo milenta banderes d´España
Risa de paisano satisfechu
Versu
Popular y Gayasperu
Barra llibre pa toos los llimiagos uniformaos
Esta ye la mio manera de querete
Llagartesa
Píntame ´l Land Rover de mariello-llimón y roxo-culo-mandril
Bailemos una ská nel campu batalla
Quiero una chupa del Frente Sandinista verde paragües rosa
Cullebra hortera
Nadie galaya dos vegaes el mio nome soi un guxarapu
Y lo mesmo me dá.
SKA
SKA
SKA.
Se moría José Pçerez
Vestido de hambre diaria
El me miraba a los ojos
Y yo le miraba el alma;
Yo le hablaba al oido
Y él me gritaba al alma,
Él me cogía la mano
Y yo le entregaba el alma..
La Contra toma una ciudad.
Salimos a la calle como si tal cosa
Y las aceras eran espesos ríos rojos
Y la avenidas zanjas de donde emergía
Somoza resucitado al fascismo más impío.
Cundo ganemos la guerra
No vengais compungidos a mi tumba
Con rosas y claveles
Rojos como mi sangre derramada.
Os juro que me levantaré
Y os azotaré con ellos.
Sólo admitiré violetas
Como mi carne macerada
Como el dolor de mi madre
Como el hambre campesina
De mi América Latina..
Cada Mañana.
Para que esa lucha admirable
Tallando el trigo caliente para el futuro
No se desperdicie, se hace necesario
No sólo hoy gritar consignas:
-adelante camaradas, venceremos
Y no pasarán-,
Sino también cada mañana
Perpetuar los gestos en la memoria
No arrinconar los recuerdos en una esquina
Y pensar que ellos ya se han ido.
Pues ellos son como los gatos y las salamandras:
Negros, rabiosos y feos
Con el pelo recogido detrás de las orejas
Para que no se les note las caspa del imperialismo,
Como café sin azucar
Que trae regustos amargos al paladar,
Y sobre todo
Tienen la piel empalidecida
De tanto mentir y morir mintiendo.
Por eso
Después de derrotarlos con las armas
De escupirles en la cara todo el desprecio
Se hace imprescindible recordar
Que a veces
(y sobre todo si no se les mutila
Totalmente)
Suelen escapar de sus osarios
Y convertirse en
Cariñosos
Inocentes
Amigos
¿verdad que les resultan familiares
Esas siglas?
Cuando muera,
No quiero que sollocen mentiras
Las sanguijuelas del pueblo.
………..
Yo vi sus lágrimas
Consolando las viudas de los campesinos
Para luego matarlas
De hambre.
Y les vi matar a los líderes de los pobres
-pobres como ellos-
Para luego llorarlos en entierros suntuosos.
Yo vi a los trabajadores sufrir accidentes
Por falta de seguridad
Yo ví las caras de estos perros gordos compungidas,
Vi sus lágrimas saladas,
Y los vi más tarde
Rematarlos,
Con el hambre y el despido,
Rematarlos a patadas
Como a perros flacos.
No ¡que no me lloren ellos¡
Carta.
Si usted va un día a mi tierra, compañero
Salúdeme al gigante Momotombo
Calladito y orillero en el espejo azul
Del Managua.
Tráigame un puñadito de nuez de coco
Y no se olvide agradecer tanto bueno
Por sus cedros, guayaco y palo rosa.
Recuérdese caminar sin prisas
Por las amables calles de León
Y Chinadega. Tómese café,
Cuénteme después que han dejado en paz
A los nicas, que no queda un solo yanqui
Acechando entre algodones
Y a la palabra belicoso está creciéndole
El musgo del olvido
Estaré esperando sus noticias.
Si no vienes a dar
el corazón la vida
no te molestes en entrar
porque a tu entrada
comienza la salida
Si tu vienes a buscar
un lecho, la ocasión
mullida
no te molestes en entrar
donde la flor más bellas
es una herida
Este es un lugar propicio
tan solo para el sacrificio
Aqui tienes que ser:
El último en comer
El último en tener
El último en dormir
Y el primero en morir.
Pablo Neruda.
poemas: Libro Homenaje Poético a Gaspar. El Fusil de la Ternura. COSAL. Valle del Nalón 1986.
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