El autor explica cómo la in-justicia cometida contra los cinco anti-terroristas cubanos es similar a la aplicada a las naciones originarias en el actual territorio de yanquilandia.
En la reciente burla seudojusticiera que ha dejado otra vez libre al terrorista confeso Posada Carriles, bueno es no olvidar el contexto de sometimiento imperial, que niega tratados firmados con los Pueblos, y vulnera por la fuerza militar leyes internacionales como las de la Corte Penal Internacional «no aplicable a soldados norteamericanos».