
Pere Ortega

La contaminación de las Fuerzas Armadas españolas ha aumentado un 46% en cuatro años.
El sector militar mundial fue responsable de alrededor del 6% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) en 2023.
El sector militar (fuerzas armadas e industria militar) es un gran consumidor de energÃa, la mayorÃa fósil y, por tanto, emisor de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Para evaluar su huella de carbono es necesario contemplar todas las fases del ciclo de producción, desde la extracción de materias primas necesarias para la fabricación de las armas y equipos militares, hasta la utilización de estas armas y la gestión de los residuos que todo ello genera. Los ejércitos, por su parte, además de cuarteles, instalaciones y bases militares, tienen campos de entrenamiento donde realizan maniobras y prácticas de tiro, todo ello genera residuos, como los generados por las municiones explosionadas o sin detonar que degradan suelos, aguas marÃtimas y los ecosistemas donde se llevan a cabo ejercicios y maniobra. Los conflictos armados y guerras además de causar muertes y mucho sufrimiento, destrucción y miseria entre la población que las padece, contaminan suelos y acuÃferos, destruyen hábitats y biodiversidad y, por supuesto, emiten enormes cantidades de GEI a la atmósfera aumentando el calentamiento del planeta.
Sin embargo, las fuerzas armadas y el sector industrial militar no están obligados a informar de sus emisiones GEI. En el Protocolo de la COP de Kioto de 1997, las emisiones militares quedaron exentas. En el Acuerdo de la COP de ParÃs de 2015, se suprimió esta exención, pero se consideró voluntaria la aportación de información sobre emisiones militares, a criterio de cada paÃs.
Este informe ofrece una estimación de las emisiones GEI de la industria militar y las Fuerzas Armadas españolas y defiende la urgencia de conseguir transparencia y control en las emisiones del sector militar, añadiéndose a la demanda de que los gobiernos de los estados informen de las emisiones militares y se comprometan a reducirlas, siendo uno de los sectores con mayor responsabilidad en la crisis.
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