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* Raquel Gutierrez Aguilar: Matemática mexicana comprometida con las luchas del pueblo boliviano desde hace más de dos décadas. Maestra en Filosofía y Doctora en Sociología. Colaboró con gran entusiasmo en la Guerra del Agua y participó en el primer «equipo técnico de apoyo» a la Coordinadora del Agua que se conformó tras la des-privatización de SEMAPA. Actualmente es investigadora del Centro de Estudios Andinos y Mesoamericanos A.C., México D.F. y su publicación más reciente lleva por título Los ritmos del Pachakuti. Movilización y levantamiento indígena-popular en Bolivia (2000-2005).
LOS RITMOS DEL PACHAKUTI, Movilización y levantamiento indígena-popular en Bolivia desde la perspectiva de la emancipación (2000-2005)
Presentación en el Alcuentru Guardianas de la Pachamama.
Editorial Textos Rebeldes. Primera Edición en Bolivia. Segunda Edición en México.
Subtítulo: Movilización y Levantamiento Indigena-Popular en Bolivia (2000.2005)
Prólogo de Luis A. Gómez:
«la dificil relación entre sociedad y Estado, entre gobierno y gobernados…que está muy lejos de haberse modificado en esencia, pese a que un indígena despacha en palacio.
El orden social de explotación y exclusión económica y política sigue en pie, así que la tarea de construcción colectiva de un tiempo distinto no se ha terminado».Con análisis de La Guerra del Agua de Cochabamba.
Levantamiento y cerco a La Paz.
Chapare, territorios en disputa.
«Somos Pueblo. Somos MAS». La experiencia electoral.
2003 el año rebelde. «El gas no se vende». El Alto de pie.
Pachakuti in crescendo.
En el Prefacio del libro, la Autora comienza diciendo:
En Bolivia, principalmente en el agreste y portentoso Altiplano paceño, en la ciudad de Cochabamba y sus amables valles aledaños y en los exuberantes y húmedos terrenos del Chapare, miles y miles de hombres y mujeres protagonizaron, entre 2000 y 2005, una oleada de movilizaciones y levantamientos que quebraron la hasta entonces hegemónica trayectoria neoliberal de reorganización de la vida y la producción, estableciendo un enérgico límite a la continuación del despliegue de dicho itinerario.
Esa vigorosa ola de capacidad social de intervenir en los asuntos públicos de múltiples y polifónicas maneras abrió un espacio-tiempo de Pachakuti; esto es, configuró una situación social de trastocamiento de lo que hasta entonces había sido admitido como normal y cotidiano: la prerrogativa de unos hombres y mujeres, de cierta condición social y adscripción étnica, a mandar y decidir sobre el destino y suerte de todos los demás; la facultad, admitida como legítima hasta entonces, de usufructuar y gestionar la riqueza social de manera depredadora, selectiva y, sobre todo, privada; es decir, sólo para beneficio de unos cuantos, de esos mismos que durante décadas se han regodeado en su capacidad de mando y en su díscola posibilidad de disfrute. A partir de centenares de acciones colectivas de deliberación y toma de acuerdo, de organización y construcción de confianza recíproca, de lucha y defensa de lo que es común y que debiera ser gestionado y disfrutado también colectivamente,
PREFACIO
18 Los ritmos del Pachakuti
se produjeron diversas situaciones en las cuales, el antagonismo étnico y social que atraviesa y fragmenta a la sociedad boliviana se iluminó con la claridad que ofrecen los relámpagos en las noches obscuras(1). La visibilización y rechazo crecientemente colectivo de los variados mecanismos de la dominación política y social que aseguran la capacidad ajena de explotación de la Pachamama y de sus hijos e hijas, habilitó la multitudinaria participación de miles y miles de hombres y mujeres, organizados en sus comunidades, en sus sindicatos, en sus juntas vecinales, en sus federaciones, confederaciones y coordinadoras, para trastocar y modificar ese conjunto de opresivas e injustas relaciones sociales. En esto consistió la apertura de una temporada de Pachakuti.
En la investigación que está detrás de este trabajo, me propuse un objetivo doble. Por un lado, volver inteligible el conjunto de sucesos que pautaron y dieron forma, sentido y cuerpo a la tumultuosa participación social de comunarios aymaras, de vecinos de El Alto y Cochabamba, de cocaleros del Chapare y, en general, de población urbana y rural sencilla y trabajadora en Bolivia. Es decir, me propuse escuchar y entender los ritmos del Pachakuti en la medida en la que se iban produciendo.
Al hacerlo, encontré que a la base de cada una de las cadencias que pude percibir están la dignidad recuperada en las contundentes acciones de rechazo a lo injusto e inadmisible; la autonomía ejercida en la deliberación y en la ejecución de lo decidido, en la confrontación al poder instituido y en la pelea por la legitimidad de lo propio; y la capacidad de cooperar entre distintos en condiciones más o menos paritarias jamás exentas de tensión. Dignidad, autonomía y capacidad de cooperación, como notas fundamentales de una sinfonía in crescendo son los hilos que he rastreado en los pasos y caminos de cada cuerpo social movilizado.
Por otro lado, también he buscado entender los contenidos y anhelos políticos sumergidos y no completamente explícitos, anidados en las más íntimas profundidades de las formas antiguas y modernas de organización de la vida social, que se volvieron intermitentemente visibles durante la ola de movilizaciones y levantamientos. Esos contenidos y esos anhelos son los que pueden ayudarnos a imaginar y producir un por-venir distinto y un presente aceptable. Sólo desde ahí es posible hacerse la pregunta de cómo avanzar en las tareas del Pachakuti.
Entrevista a Raquel Gutierrez Aguilar.
Raquel Gutierrez Aguilar, mexicana, matemática y doctora en sociología por la Universidad Autónoma de Puebla, México, activista social en México y Bolivia. Profesora-investigadora del Centro de Estudios Andinos y Mesoamericanos, A.C. (CEAM).
Ella estará participando en un encuentro en torno a Derechos de los Pueblos Indígenas, en Asturias,
y allí presentará también su nuevo libro: Los Ritmos del Pachakuti..
Pacha-k: Raquel, de tu referencia vivencial, aunque no se pueda sintetizar, cuéntanos un poquito: México, El Salvador, Bolivia, México..
Raquel: Yo he intentado -y sigo haciéndolo- participar y contribuir a las luchas de los pueblos de América Latina desde que era muy joven. Eso me llevó a El Salvador a comienzos de los 80`s y, después, a Bolivia. Allá viví casi 20 años. Ahora vivo en México. Debido a este itinerario he conocido muy diversas formas de lucha: desde la guerra civil en CentroAmérica post-Revolución Sandinista, hasta las luchas indígenas de Bolivia que, con base en un largo proceso de acumulación, abrieron la temporada de sublevaciones y levantamientos de 2000 a 2005. Conozco bastante el movimiento indígena de América Latina y, a lo largo de los años, he ido documentando las luchas, las dificultades políticas que enfrentan y las posibilidades de transformación social y política.
Pacha-k: ¿Se podría afirmar que tu experiencia boliviana ha sido y es intensa, militancia, activismo, reflexión, cárcel… ?
Raquel: Si, la vida en Bolivia fue muy buena y muy dura. Conocí el entramado comunitario andino, principalmente aymara y las formas de lucha y organización minera. Contribuí en una experiencia guerrillera entre 85 y 92 y después estuve 5 años presa, sin juicio y sin sentencia, en la Cárcel de Mujeres de Obrajes, en La Paz. Además, me gusta mucho escribir, por lo que durante todos estos años he escrito distintas cosas; entre las que más me gustan están una reflexión crítica sobre el formato «guerrillero» de las luchas, sobre sus límites y dificultades. También tengo un libro, que me sigue gustando mucho, sobre la experiencia de ser mujer en las luchas y en la cotidianidad de América Latina. Ahora terminé una especie de reconstrucción histórica de los cinco años de rebeliones y levantamientos en Bolivia, sobre lo que hicieron, dijeron y buscaron tres torrentes de la lucha social en ese país entre 2000 y 2005.
Pacha-k: El libro, recién presentado en Bolivia en agosto, ¿recoge un tiempo de construcción, de sublevaciones, de poder comunitario..?
RGA- Si… te decía, es una reconstrucción, ensayando una forma de acercamiento más allá de la «teoría de los movimientos sociales». Durante el doctorado -que hice recientemente aquí en México- tuve oportunidad de conocer con más rigor las discusiones del marxismo crítico, abierto, la escuela de Frankfurt, etc. En el texto sobre el Pachakuti, lo que trato de desentrañar son, por un lado los universos de significado que abrieron y construyeron las luchas recientes y, dentro de ellos, me pregunto sobre los horizontes de sentido, sobre las posibilidades anidadas en las luchas y sus esperanzas de fluir contra y más allá de formatos estatales y gubernamentales -sin ignorarlos, claro. Es un libro que, en un nivel, puede ser visto como una historia reciente de Bolivia; en otro, quiere ser una reflexión más amplia sobre la Revolución Social y las posibilidades, caminos y dificultades de transformación de las relaciones sociales.
P–Tus reflexiones, el analisis de un periodo de cinco años de la historia de Bolivia, ¿ inducen a pensar que el actual presidente, Evo, es fruto legítimo de los movimientos sociales, o esto hay que matizarlo..?
RGA:- Evo es fruto legítimo de la movilización. Aunque no sólo es eso. Representa también una posibilidad de estabilización de la relación estatal, incluyendo ciertas concesiones y modificaciones, en un momento de desborde intenso de todo lo instituido. Por ejemplo, una de las principales reivindicaciones de las luchas bolivianas recientes: la reapropiación social de los hidrocarburos, bajo el gobierno del MAS se ha convertido en un proceso de nacionalización acotada y de modificación de los términos de relación entre el estado boliviano y las transnacionales. Entonces, Evo es claramente producto de las luchas, pero no sólo es eso: se abrió el juego electoral en 2005, por la presión de abajo, pero también como manera de contener lo que amenazaba con trastocarlo todo: una energía y una creatividad social en ascenso creciente.
continuará…
crónicas de la Lucha Social, BoliviaIII.
http://www.ircamericas.org/esp/5550