
16 marzo

Bucaramanga. La ciudad bonita, capital de Santander.
En verdad el recorrido de la delegación asturiana por Bucaramanga ha tenido por protagonismo principal los murales de la Puerta del Sol, lugar donde la misión dio comienzo a su visita en domingo.

Rueda de prensa con abundantes medios locales, y audiencia con las organizaciones sociales del departamento con denuncias muy concretas de las víctimas, y reunión en la alcaldía de especial significación por las autoridades militares, civiles y la delegación ONU allí presente.
Pero, incluso en esta cita institucional, los murales han vuelto a la palestra.

Se trata de un hecho simple. Las víctimas del conflicto pintaron murales, la alcaldía los mandó borrar (con ex militares), se volvieron a reivindicar y pintar los murales, y la alcaldía “dio la orden” de borrarlos.

¿De qué temática, o cuál es el mensaje de los citados murales del arte popular?.. pues son similares o casi los mismos que hay en todas las ciudades colombianas y que se han replicado en varias ciudades europeas: “Las cuchas tenían razón”. Las cuchas son las viejas, las señoras que persistieron en indicar dónde había fosas (en concreto en Medellín) y que finalmente quedó demostrado. Y otros que se relacionan con las ejecuciones extrajudiciales o las desapariciones en las que la fuerza pública tiene responsabilidad. Y los taparon con colores grises.

Se considera que hay muchos derechos vulnerados, de las víctimas, de la democracia, y que hay un intento de borrar hechos y memoria.
Si a ello se le añade que la acción de censura fue acompañada de una amenaza para que “no se meten en problemas”, que en la reunión de la alcaldía consideran un error desafortunado, y en las organizaciones una amenaza directa de la alcaldía, la cosa asciende de grado.

Las abundantes organizaciones, en la sede y auditorio de la CUT valoran que Santander estaría en condiciones de mostrarse como el departamento más a la extrema derecha de Colombia, con un gobernador ex militar al que en su ámbito cercano le tratan como “mi general”, y con un alcalde de confesión evangélica que presume de ser “el Bukele colombiano”, amigo del sionismo, a cuyo embajador abraza e invita a asesorar en materia de seguridad (¿probada en combate contra los palestinos?).
Una situación nada propicia para los derechos de las mujeres, desconocidos en la estructura patriarcal-religiosa de estas autoridades, y para los derechos laborales, o los ambientales de las plataformas que quieren conservar sin destrozo los estratégicos páramos que dan sustento a la enorme riqueza hídrica de la zona.

El encuentro en sede de alcaldía con las autoridades sirve asimismo para contrastar datos y cifras, o para valorar interpretaciones sobre si hay más o menos o ninguno de los actores armados en la zona, y si no los hubiera como aseguran, a qué se debe la alta cifra de homicidios, la persecución a las defensoras, o dónde provienen (y quien investiga) las graves amenazas contra los liderazgos sociales.
Como muestra de ello, ayer mismo, el crimen en Barranca de un integrante de FUDE Colombia, una asociación de víctimas y desapariciones: la policía se desentiende porque ocurrió fuera de Bucaramanga, el ejército sí tiene el dato, la gobernación también y dice que se inicia investigación, la asociación buscando amparo y reparo ante las revictimizaciones, y desde luego una flagrante contradicción entre el Informe de Somos Defensores que sitúa a Santander como el tercer departamento en persecución y agresiones a defensores (después del Cauca y Antioquia), y el negacionismo de algunas autoridades.

O también, en modo ejemplo, el caso de Adriana Lizarazo, abogada, victima de desaparición forzada, activista social comprometida que hubiera de estar un tiempo en protección en Asturias, y ahora con varias personas en funciones de escolta, y con interceptaciones descaradas de sus comunicaciones, de las que las autoridades dicen que también inician investigación (y a las que se les exige favorecer la protección de su integridad sin subterfugios ni excusas, como refuerza la voz de la Misión de la ONU ).

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