Una Respuesta unitaria.
¿Está enferma Europa?
El aumento significativo de las opciones electorales de la derecha extrema (por no decir de la vuelta del nazismo, de momento sin uniformes..) en la vieja Europa que presume de los valores humanos, tendrá que tener ¿no? una RESPUESTA adecuada de las instancias, organizaciones y colectivos y personas, a las que tal reguero de votos nos está alarmando.
Mientras llegan los rigurosos análisis de los porqués. De por qué tantas personas pueden asumir opciones negacionistas del desastre climático, cuando éste resulta tan evidente por cualquier esquina.
De por qué los servicios públicos hayan sido tan poco valorados por tanta gente, y en su lugar hayan optado por los privados, como si todas fuésemos millonarias.
De por qué los elementales lazos entre trabajadores, y en particular derechos laborales, pueden ser tan poco apreciados por los propios trabajadores, incluso en situaciones de aumento del esclavismo laboral.
Qué tipo de enfermedad se nos puede presuponer, para renunciar a los valores sagrados de los derechos esenciales, para abrazar a los antiderechos, que en resumidas cuentas es una sumisión a los ricachones y sus aumentadas prebendas.
Del porqué el voto rampante más machista y racista contrario a las igualdades se va apoderando de los territorios europeos.
Y entre esos porqués, la más que preocupante opción por los guerreristas y por los genocidas, como en el caso estrepitoso de justificar y apoyar el exterminio sionista y a sus perpetradores, ahora, 80 años después de la derrota del nazismo, con una novedosa y perversa alianza entre neonazismo y sionismo, criminales ambos ahora, cuando hace 80 años uno era el victimario y el otro la víctima.
Desde Soldepaz.Pachakuti, modesta organización internacionalista, sin embargo, no dejaremos de recordar que los DERECHOS, los humanos y los de la Tierra Madre, no están en discusión por los votos ni por las opciones extremistas o extremadamente sumisas a los depredadores del planeta, sino que esos Derechos, en buena parte reconocidos y recogidos en diversas declaraciones, constituyen eje y centralidad de las luchas de los pueblos, para su propia sobrevivencia y para la sobrevivencia del planeta.
Y sí, para ello harán falta muchas alianzas, muchas fraternidades, mucho más espíritu y acción unitaria, muchísima construcción solidaria, entre las diversidades que conformamos las clases populares de estos tiempos.
Va a hacer falta mucho más pachakuti, en su significado de “voltear la tortilla”, de tiempos y ciclo de transformaciones profundas, que logre, de nuevo, superar al neofascismo.
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