30 de enero, día escolar de paz y no violencia,
y oportuno es volver a presentar las “Acciones, escolares, por la Justicia Climática”
que sin duda tienen repercusión decisiva en la construcción de la Paz.
30 enero: Esta jornada se celebra desde 1964 y está reconocida por la ONU desde 1993. En esa fecha se conmemora la muerte de Mahatma Gandhi líder de la Independencia de la India.
El Día Escolar de la No-violencia y la Paz fue reconocido por el Ministerio de Educación y Ciencia en 1976. La formación para la paz, la cooperación y la solidaridad entre los pueblos es una de las finalidades que se plantea el sistema educativo. Esta celebración es, por tanto, una oportunidad más de contribuir a que los centros se conviertan en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión.
Este día tendría como objetivos:
a) fomentar los valores de convivencia, reconocimiento del valor de los otros y las otras, generosidad, solidaridad, cooperación y no competitividad, diálogo y resolución pacífica de los conflictos, etc.,
b) acercar al alumnado (adaptado a cada nivel educativo) a los conflictos reales (conflictos sociales, conflictos armados, conflictos en el aula, etc.) y a las opciones que existen para su resolución pacífica.
www.justiclima.org
El secretario general de la ONU ha manifestado que la paz duradera y el desarrollo después de los conflictos dependen de la protección ambiental y del buen manejo de los recursos naturales. En tal sentido, Ban Ki-moon ha indicado que no puede haber paz si la fuente de los recursos de la que depende la gente para su sustento queda dañada o destruida, o si su explotación ilegal financia o provoca conflictos, y ha instado a la comunidad internacional a hacer más por prevenir los conflictos por recursos naturales y maximizar los beneficios derivados de estos para mantener y consolidar la paz.
En el seno de la ONU los gobiernos del mundo aprobaron los ODS http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/ que comenzaron a aplicarse (¿) el primero de enero de este año. “17 objetivos para transformar nuestro mundo”.
Todos los 17 tienen que ver con la paz, y el objetivo 16 se anuncia como “ la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, la provisión de acceso a la justicia para todos y la construcción de instituciones responsables y eficaces a todos los niveles”. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan reducir sustancialmente todas las formas de violencia y trabajan con los gobiernos y las comunidades para encontrar soluciones duraderas a los conflictos e inseguridad. El fortalecimiento del Estado de derecho y la promoción de los derechos humanos es fundamental en este proceso, así como la reducción del flujo de armas ilícitas y la consolidación de la participación de los países en desarrollo en las instituciones de gobernabilidad mundial.
El 30 de enero, es el día escolar de la paz y no violencia,
y oportuna es la propuesta de debate para un proceso en los coles en que se pueda llegar a consensuar el refuerzo de los valores de la Paz, y por lo mismo la inconveniencia de que los ejércitos lleguen allá a hacer sus propagandas e incluso sus reclutamientos.
Al dirigirse a todos los estamentos educativos recabando que haya Paz en los colegios, y por lo mismo que no exista propaganda militar, ni abierta ni encubierta, ni por acción ni por omisión, las Ampas, los Claustros, los sindicatos de enseñantes y las autoridades educativas, asumen su responsabilidad concreta en la defensa de los valores pacifistas..
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Es momento también para reflexionar sobre la importancia de un crecimiento en inversiones en educación y decrecimiento en lo militar. Una apuesta decidida por la noviolencia.
Animar a declararse CENTRO EDUCATIVO OBJETOR DE CONCIENCIA A LA PROPAGANDA MILITAR a través de posicionamientos de claustros y consejos escolares donde quede claro que los centros no deben ser objeto de adoctrinamiento, enrolamiento de jóvenes, etc., por parte de los ejércitos y los intereses bélicos.
PAZ EN LAS ESCUELAS : LA MENTE DE L@S NIÑ@S NO ES UN OBJETIVO MILITAR
Para evitar las guerras no solo es necesaria la acción colectiva a favor de la paz, el desarme y la justicia social, sino que también se requiere un compromiso de las personas con conciencia pacifista. Por ello, junto a la crítica a las instituciones y los ámbitos de la sociedad en los que se toman decisiones para la preparación de la guerra y la participación en agresiones militares contra otros países (gobiernos, parlamentos, fuerzas armadas, industrias de armas, partidos políticos…), convendría poner un mayor énfasis en la responsabilidad personal que tienen los ciudadanos en la preparación de la guerra, en la medida en que se desentienden de problemas como los siguientes: una parte de las aportaciones que se hacen a través del impuesto sobre la renta se destina a gastos militares; se compran acciones, se realizan planes de pensiones o se depositan ahorros en empresas vinculadas a la industria de armas; se vota a grupos que apoyan intervenciones militares contra otros países, aprueban gastos militares o potencian el comercio de armas. Y, en consecuencia, las organizaciones que estiman la paz deberían hacer un llamamiento a la población para que no colabore en la preparación de las guerras, ofreciéndole diversas propuestas de actuación: no votar a quienes sostienen el militarismo; objeción fiscal, científica, laboral y financiera (no invertir ni depositar ahorros en empresas vinculadas a la industria y el comercio de armas); declarar los centros educativos Libres de la presencia militar.
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