
18 marzo

Prisioneras en Bogotá.

La cárcel de mujeres más presentable a las visitas es la del Buen Pastor en Bogotá.
La delegación asturiana la visita el mismo día “cívico” convocado por el gobierno para incentivar una reforma laboral más ventajosa a la clase trabajadora, y proponer una consulta popular a la ciudadanía, pero en la prisión lo utilizan como excusa para no dejar entrar a la delegación (¿acaso van las presas a manifestarse en las calles?) por lo que el CSPP que ha tramitado con tiempo la visita ha de utilizar toda su capacidad de convencimiento y recursos de sentencias, para conseguir que la entrada finalmente se produzca (lo cual hay que compaginarlo con el hecho negativo de que en Cúcuta negaran la entrada a la cárcel, y que al día siguiente asimismo fuera negada la entrada a la cárcel de la Picota).

1.197 condenadas, 540 sindicadas, es decir a la espera de juicio, 19 niñas, niños de 0 a 3 años..

Comida escasa en proteína, con verduras en mal estado, vaivenes alimentarios en dependencia de la empresa que la suministra, hacinamiento en la mayoría de patios, segregación en clases y en recursos d las presas, tráfico de pastillas en siquiatría, abundancia de bazuco en algunos módulos, visitas cada 20 días pese a estar estipuladas como semanales, 80% de reclusas que son madres y solo pueden ver a sus hijos media hora por los turnos establecidos, trabajo intensivo en el asadero para recibir 70 euros al mes, abundancia de presas venezolanas en absoluta soledad y abandono..

Y frente a ello el “Mal Rebaño” del Buen Pastor, grupo en rebeldía que auspicia la dignidad de las personas sin libertad, y el cuidado de la salud mental para tratar de evitar los numerosos suicidios.

Las presas políticas entrevistadas (condenadas como de ser del ELN) han perdido la esperanza de que su libertad se produzca por acuerdos de paz, dado el distanciamiento actual de tal posibilidad, en tanto que el Movimiento Nacional Carcelario mantiene su coordinación en aras de mejorar la condición de las presas y auspiciar la defensa de sus derechos como personas.

Tras salir de la cárcel la delegación asturiana tiene espacio justo para acercarse a la gran movilización del 18 de marzo, recorriendo buena parte de la carrera séptima hasta la repleta plaza Bolívar, y testimoniar la masividad de la marcha, con marcada presencia y protagonismo de numerosos pueblos indígenas y sectores sociales diversos.

Y en la tarde la reunión en sede de la ONU sirve para contrastar datos y valoraciones en torno a la situación de los ddhh y las expectativas de lograr mayores avances en materia de Paz.






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