
1-5-2025

Puxa el primeru de mayo. Que Viva el primero de mayo.
Y que vivan las trabajadoras, los obreros. Pero que vivan con dignidad, no en precariedad. Sin miedo.

Con De-re-chos, no sometidos a la insaciable avaricia de los capitalistas.
Este domingo pasado en la emotiva actividad poético-musical en el paseo Begoña de Xixón se recordaba cómo a primeros de siglo, y en particular en la primera gran guerra mundial, fueron muchas las voces, las escritoras, los poetas, y el movimiento obrero, que se expresó CONTRA la Guerra y por la PAZ.
Ahora que llegó el Primero de Mayo, recordamos que desde su origen, el 1º de Mayo ha sido más que una jornada laboral: ha sido una trinchera de lucha por los derechos de quienes producen la riqueza del mundo. También ha sido una fecha para levantar la voz contra las guerras, el autoritarismo y el militarismo. Y hoy, en 2025, ese espíritu combativo y ético es más necesario que nunca.

Hoy con 42 guerras activas y 54 conflictos armados, ¿no se hace más necesario y urgente Trabajar para la Paz?
Por un primero de mayo en PAZ. Honor a los mártires de Chicago.
Como en los inicios del movimiento obrero. Como en las movilizaciones contra la guerra de Cuba o contra la invasión a Marruecos, que se llevaban a los soldaditos a morir como moscas por el colonialismo, por la insaciable avaricia de los ricachones de la época.
Apelamos a las potentes movilizaciones contra la primera gran guerra mundial, con la clase obrera, precaria pero con sabiduría del horror que vendría, con las gentes de la cultura que señalaron la barbarie de la guerra.
En ese tiempo, cuenta la historia, algunos sectores de la socialdemocracia ya votaron a favor de los presupuestos de guerra, fragmentando al movimiento obrero.
¿se parece en algo a lo que está ocurriendo en este tiempo de anuncios de guerra, de belicismo galopante, de sometimiento y arrodillamiento a los dictados del yanqui?.
No a la guerra, sí a la paz. No nos resignamos al rearme y la guerra.

Rechazamos el genocidio sionista en Palestina. Solidaridad con las y los trabajadores palestinos.
Bajen las armas, aumenten los salarios y pensiones.

Menos armas, más futuro.
Queremos paz y cooperación, no queremos ser carne de cañón.
¡Es urgente poner fin a la guerra! ¡Es urgente defender la Paz!
Abolir la guerra. Paz, equidad, educación. El derecho de vivir en Paz.
UHP: Uníos Hermanos Proletarios en defensa de la Paz. Uníos hermanas proletarias en la defensa potente de la PAZ.

Gastos militares: para pensiones, escuelas y hospitales.
Bases militares: para viviendas sociales.
Don Antonio Machado nos lo dejó dicho:
¡Señor! La guerra es mala y bárbara; la guerra,
odiada por las madres, las almas entigrece;
mientras la guerra pasa, ¿quién sembrará la tierra?
¿Quién segará la espiga que junio amarillece?

Es bárbara la guerra y torpe y regresiva;
¿Por qué otra vez a Europa esta sangrienta racha
que siega el alma y esta locura acometida?
¿Por qué otra vez el hombre de sangre se emborracha?
Y Suheir Hammad:
No bailaré al ritmo de su tambor de guerra.
No prestaré mi alma y mis huesos a su tambor / de guerra.
No bailaré a su ritmo. / Conozco ese ritmo, es un ritmo sin vida.
Conozco muy bien esa piel que usted golpea.
Estuvo viva aún después de cazada, robada, / expandida.
No bailaré al ritmo de su tambor de guerra.
Yo no voy a estallar por usted. / Yo no voy a odiar por usted,
ni siquiera voy a odiarlo a usted. / No voy a matar por usted.
Especialmente, no moriré por usted.
No voy a llorar la muerte con asesinato ni suicidio.
No me pondré de su lado ni bailaré con bombas
porque todos los demás están bailando. / Todos pueden estar equivocados.
La vida es un derecho, no un daño colateral / o casual.
No olvidaré de dónde vengo. / Yo tocaré mi propio tambor.
Reuniré a mis amados cercanos y nuestro / canto será danza.
Nuestro zumbido será el ritmo.
No seré engañada. / No prestaré mi nombre ni mi ritmo a su sonido.
Yo bailaré y resistiré y bailaré y persistiré y bailaré.
Este latido de mi corazón suena más alto que / la muerte.
Su tambor de guerra no sonará más alto que / mi aliento.

Y sin embargo el belicismo, la enormidad de los Gastos Militares, y la militarización obscena de las sociedades muestran un camino de peligro para la humanidad. El récord en gasto militar mundial contrasta con el deterioro de las condiciones de vida. Esta lógica de guerra no es un accidente, sino una estrategia de control, dominación y negocio que erosiona la democracia, normaliza el autoritarismo y somete las economías al poder armamentístico.
Palestina no es solo un símbolo de resistencia, sino un espejo de la hipocresía internacional: se permite el castigo colectivo, la ocupación y el racismo estructural, mientras se invoca el derecho internacional de forma selectiva. Para millones de personas en el Sur Global, esta impunidad confirma la existencia de una geopolítica de dos velocidades, donde los derechos humanos solo valen si se alinean con los intereses de las potencias dominantes, y en ese caso con el sionismo más criminal.

El presidente yanqui promete el mayor presupuesto militar de la historia, con expansión del arsenal nuclear y tecnología armamentística.
Siguiéndole el juego (asumiendo sumisamente sus órdenes) las élites europeas impulsan también el rearme y la lógica militarista: en 2024, el gasto militar mundial superó los 2,2 billones de dólares. La industria armamentística crece mientras los servicios públicos se deterioran. La guerra se normaliza no solo con armas, sino con narrativas de miedo, vigilancia, represión y odio institucionalizado. En este modelo, la diplomacia muere y la fuerza se convierte en lenguaje común.
En sentido contrario actúan, todavía con debilidad, las resistencias. Movimientos feministas, ecologistas, sindicales y antirracistas denuncian la guerra como lógica de dominación patriarcal, colonial, extractivista y de clase. Desde las mujeres palestinas hasta las huelgas climáticas o los movimientos de desobediencia civil, emerge una resistencia global, diversa y creativa, que defiende la paz con justicia.
La guerra tiene un precio: lo pagan las clases trabajadoras. La transferencia de recursos desde lo social a lo militar es cada vez más evidente. Alemania, Francia y el Estado español han duplicado su gasto en defensa, mientras aumentan la precariedad, los desahucios y la pobreza. Y anuncian nuevas subidas justificando necesidades defensivas y jugando con anuncios de posibles vueltas al servicio militar obligatorio.

La guerra mata, destruye, pero también empobrece, divide y liquida derechos, sus consecuencias concretas se sienten cada día.
En semejante escenario, el Primero de Mayo debe recuperar su fuerza originaria, como reivindicación integral frente a la barbarie, con un NO rotundo al militarismo, a las potencias agresoras, a la industria bélica y a la captura del poder por intereses corporativos.
Este Primero de Mayo debe ser un día de afirmación de la paz con justicia, de dignidad obrera, de soberanía de los pueblos, de defensa del derecho a no ser carne de cañón.
Desde Palestina hasta Asturias, desde las calles europeas hasta los barrios empobrecidos del Sur Global, se tejen redes que dicen: ¡Basta de guerras! ¡Pan, salud, educación, cultura y paz!
Reivindicar la paz el 1º de Mayo es honrar la memoria obrera, las luchas feministas, el internacionalismo y la vida misma.
Por un Primero de Mayo por la Paz. UHP.

1 de mayo: Memoria para Nico Neira.
Nicolás, 20 años, las calles aún gritan tu nombre.
Hoy 1° de mayo de 2025 se cumplen 20 años del asesinato de Nicolás, quien con tan solo 15 años participaba en la manifestación pacífica del Primero de mayo en Bogotá cuando fue brutalmente agredido por miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD).
En estado de coma, días después falleció producto de las graves lesiones sufridas. Con dolor nos solidarizamos con todas las víctimas que han caído en manos del ESMAD y la Policía.
Yuri, el padre de Nicolás, por buscar justicia frente a este crimen fue perseguido, detenido 25 veces, amenazado, sufrió cuatro atentados, y exiliado en Chile y en el programa de protección de Asturias.
“Las calles aún gritan su nombre”. Por todas ellas y su memoria, nuestra acción colectiva; por todas ellas y su memoria, nuestra acción permanente; por todas ellas, por nuestros hijxs y las generaciones venideras, hoy alzamos nuestros corazones en una sola voz que grita ¡No más brutalidad policial!»

El policía Néstor Julio Rodríguez Rúa, fue condenado en dos ocasiones por la muerte del joven.
También fueron declarados culpables dos ex policías, Fabián Mauricio Infante y Julio César Torrijos, por su participación en el encubrimiento de un crimen y la obstrucción de la investigación relacionada con el incidente en el que Nicolás Neira perdió la vida. Los exagentes intentaron hacer creer que Neira simplemente se tropezó con un bolardo, ocultando el verdadero móvil del hecho.
En la investigación también estaban vinculados los uniformados Humberto Daza y Edgar Fontalvo, señalados de haber golpeado brutalmente a la víctima, cuando esta ya se encontraba tendida en el piso, tras ser impactada con un arma lanzagases.
DH Colombia indica que el ESMAD se ha visto envuelto en grandes polémicas que involucra a agresiones a los manifestantes, con el afán de “neutralizar e impedir, mediante el uso de la fuerza, cualquier manifestación de inconformidad de la población, siendo su víctima directa, jóvenes”. “Existe una clara sistematicidad en la violencia contra quienes ejercen el derecho a la manifestación pública, y en importante medida en contra de los jóvenes en las edades de 14 a 28 años, quienes representan el 70% de víctimas de la violencia policial en el marco de la protesta”

Para honrar la memoria de Nicolás,
han organizado una jornada conmemorativa el 1° de mayo de 2025,
a la cual se han sumado diversas organizaciones de todo el país.
Esta iniciativa busca no solo amplificar la voz de quienes recordamos a Nico, sino también a Jhonny Silva, Oscar Salas y decenas de otros compañeros y compañeras asesinados y desaparecidos por la Policía Nacional.

Estos casos evidencian un patrón sistemático de violencia contra la población civil, confirmado durante el Estallido Social, cuando el gobierno de Duque desplegó todo su aparato represivo contra las juventudes y comunidades del país.
Son 20 años de lucha contra la impunidad, contra la amnesia colectiva y el olvido.

20 años de exponer y denunciar la brutalidad policial, por parte del Esmad (Hoy UNDMO), la policía nacional y los agentes de Estado.
Han sido 20 años tejiendo estrategias para visibilizar las más de 100 víctimas mortales y más de 120 víctimas oculares, por parte de este escuadrón de la muerte en 20 años de funcionamiento.


No es suficiente con cambiar el nombre de una estructura de terror y pintar sus tanquetas y gases de blanco, para que sigan dañando a la población civil.
Nico Vive y la LUCHA Sigue y Sigue.
#20añoslascallesaungritantunombre
#NosVemosEnLasCalles !!!!
#NicoVive!!!

Memoria para Walberto Quintero.
Walberto Quintero Medina, de la dirección del sindicato de la alimentación Sinaltrainal, fue asesinado en Valledupar hace dos días.
Al parecer el sicario motorizado que le siguió y le disparó por la espalda, fue capturado por la comunidad.
Es el mismo sindicato, la misma ciudad, y la misma empresa transnacional, Nestlé.. que en el crimen de Luciano Romero hace 20 años.
En marzo la delegación asturiana número 21 había estado con el sindicato, en Valledupar, y con la familia de Luciano.
El homicidio de Walberto Quintero Medina revive el fantasma de los asesinatos de líderes sindicales en El Cesar, y particularmente en la empresa Dairy Partners of America (DPA), que antiguamente respondía a la razón social de CICOLAC. Cabe recordar que 20 años atrás, exactamente el 11 de septiembre de 2005 apareció a pocos metros del Batallón La Popa en Valledupar el cuerpo de Luciano Romero Molina, quien para esa época era miembro activo del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema Agroalimentario, Sinaltrainal y secretario de derechos Humanos de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), a pesar de que en 2002 fue despedido de la empresa Cicolac, filial de Nestle, en Valledupar. Su cuerpo tenía cincuenta puñaladas y registraba signos de tortura.

Luciano había estado protegido medio año en Asturias.
Dicho crimen fue declarado de lesa humanidad por el Juzgado 56 Penal de Bogotá.
También la Delegación Asturiana de Derechos Humanos y Paz ha rechazado este crimen.
Un asesinato que le da continuidad a un ciclo de violencia que condenamos enérgicamente y que este año ya ha costado la vida a 56 personas de la dirigencia social colombiana.
Hace un mes dirigentes de SINALTRAINAL y de la CUT Cesar se reunían en Valledupar con la XXI Delegación Asturiana de Derechos Humanos y Paz en un acto en memoria de LUCIANO ROMERO MOLINA sindicalista de Nestlé, retenido, torturado y asesinado hace veinte años -al regreso del refugio asturiano- por agentes del Estado y por paramilitares al servicio de la multinacional.

Ese mismo día recibíamos más denuncias por nuevas amenazas de muerte contra SINALTRAINAL en medio de un conflicto laboral y honrábamos la memoria de VICTOR ELOY MIELES -compañero del sindicato de Luciano en Nestlé- y la de su esposa ELVIRA RAMÍREZ sindicalista de la educación, ambos desaparecidos y asesinados en 1994.
Estos crímenes contra la dirigencia sindical de la Nestlé han sido calificados por la justicia como crímenes de lesa humanidad y constituyen una agresión sistemática, porque pasa de cuarenta el número de obreros de esa empresa asesinados en Colombia, país en el que también se persigue a muerte a los sindicalistas de SINALTRAINAL en Coca Cola.
El pasado 24 de abril -tres días antes del crimen contra WALBERTO- la asamblea general de SINALTRAINAL advertía en un comunicado del riesgo que corre su dirigencia amenazada y exigían investigación y protección.
Este asesinato es la continuidad de la violencia letal, sistemática e impune contra los sindicalistas de la Nestlé organizados en SINALTRAINAL y en la CUT, central obrera que ha enterrado más de cuatro mil de sus afiliados y dirigentes desde su creación en 1986.

En el día mundial de los trabajadores-as expresamos nuestra solidaridad a la familia de WALBERTO, a SINALTRAINAL y a la CUT.
El genocidio contra el sindicalismo colombiano debe terminar y las empresas beneficiarias del terrorismo antisindical deben responder ante la justicia.
Exigimos de la fiscalía colombiana la identificación y la sanción a los autores materiales y a los determinadores de este crimen y del genocidio sindical contra SINALTRAINAL y contra la CUT de Colombia.
Exigimos del gobierno nacional otorgar garantías efectivas para que la defensa de los derechos laborales y sindicales no siga costando la vida de la valiente clase obrera colombiana.
XXI Delegación Asturiana de Derechos Humanos y Paz. Xixón, 30 de abril del 2025.
Miguel: https://vimeo.com/1080628249
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