Han pasado doce años desde que se organizaba en Siero un Tribunal de Justicia Climática, presidido por un juez emérito del Tribunal Supremo español, Martín Pallín.
En 12 años han pasado diversos gobiernos por Siero y por Asturias: Noval, Guillermo, Llosa, Cepi, en el concejo, Areces, Cascos, Fernández, Barbón, por el autonómico.. algunas de las personas participantes en el TJC tuvieron protagonismo inesperado en lo político, otras han fallecido, los estudiantes de derecho que ejercieron la defensa de las transnacionales son ahora profesionales, pero las más de las numerosas personas, peritos, testigos, activistas, autoridades indígenas, siguen en la defensa consecuente de los territorios, de la naturaleza.
http://archivo.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2011_1/x-clima-alegato-final.html
¿Y el asunto del clima, como está una docena de años después?
¿No habría que hacer 100, MIL, tribunales similares, ambientales y climáticos, para ejercer la Justicia necesaria contra los desaguisados gigantes, para encauzar en el buen sentido las políticas de DEFENSA de la Tierra Madre?
Doce años atrás se juntaron en Siero representaciones de países diversos como El Salvador, Brasil, Colombia, Perú, Chile, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Túnez, Palestina, Asturias.
Doce años después y tras otras 12 Cumbres del Clima auspiciadas por la ONU, la gravedad del desastre climático ha pasado a riesgo extremo sin que las medidas efectivas y urgentes, que se anunciaban hayan sido tomadas, todavía.
Muchas movilizaciones, por el clima o por los territorios, se han producido en el mundo entero, muchas de ellas con nuevo protagonismo juvenil. Muchas personas defensoras de la naturaleza, del medio ambiente, han sido premiadas por los Goldman y muchas más han sido asesinadas.
Pero los asesinos de la Pachamama.. siguen sin ser enjuiciados.
En Siero, aunque fuera parcialmente, salieron a relucir prontuarios perversos de corporaciones como Repsol, Syngenta, Cargill, Banco Santander, British Petrolium, Monsanto, Texaco y otras.
El TJC de Siero se realizaba, además, pocas semanas después de la ocurrencia del desastre ocasionado por la central nuclear de Fukushima, cuyos efectos en aquel momento no se conocían en toda su tremenda dimensión.
“Pachakuti:- el desarrollo del juicio en Siero, con apretada síntesis de testigos y peritajes, de abogados defensores y acusadores, de jurado popular, y el propio Tribunal del que formaste parte, ¿consideras que ha sido adecuado, que «ha salido bien» en lo formal?
Pablo Gutierrez Vega (Universidad de Sevilla):- Creo que el tribunal y las partes (acusación, defensa, testigos, peritos, jurado) han/ hemos hecho un esfuerzo para brindar a los asistentes a la audiencia la experiencia de un foro en el que se señalan y se exigen responsabilidades. En el que: se acusa, se prueba (o no), se delibera y se juzga. Queríamos, sobre todo, ésto. Y el resultado no se ha apartado demasiado de esta lógica. El Tribunal no ha sesionado con la vana pretensión de constituir una referencia (internacional) inexcusable pero todas las partes, las personas, se han vaciado para dejar constancia de cómo puede hacerse, con rigor y sin limitaciones, justicia climática. Creemos en este modelo.”
http://archivo.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2011_1/x-clima-deliberacion.html
JM Martín Pallín, juez que presidió el TJC:
“.. estos Tribunales incorporan el derecho existente que es útil para la defensa de los pueblos y de la humanidad en su conjunto, derecho que suele ser violado por los Estados y por poderosos agentes económicos, pero también estos tribunales éticos inspiran y renuevan tareas para nuevas reglas, las que no se establecen oficialmente pero deberían constituir nuevas declaraciones y garantías…. Estos tribunales que reconocen el bien común de la justicia, y no conciben ésta como patrimonio de unos pocos, tienen todo lo que tiene un Tribunal según los órdenes de derecho nacional e internacional, menos una cosa. Hay jueces, hay conocimiento del derecho, hay unas normas, unos medios, unos recursos, unas formas, unos testigos, pruebas diversas, informes de expertos, documentos demostrativos, investigación previa, instrucción, espacios de debate y conclusión, dictámenes, juicios o sentencias, responsabilidades señaladas, sanciones a aplicar. Pero precisamente lo que no tiene es cómo aplicarlas, porque, yendo al inicio, a su naturaleza u origen, este tipo de Tribunales no son vinculantes jurídicamente, en tanto no emanan sus poderes de rituales oficiales con sus policías, ejércitos y cárceles como respaldo. No, sus funciones no nacen de repartos y tramas de poderes estatales o supraestatales que son de los que derivan elementos de coerción, de fuerza, de coercibilidad, de forzoso cumplimiento de las penas…. a nuestro modo buscamos contribuir a las luchas de los que buscan transformar las condiciones de injusticia de este mundo, para, desde una revuelta moral y material, hacer que cambie, que se hunda lo injusto, que efectivamente el mundo sea mejor, y la forma de nuestro habitar en él sea respetuosa, siendo capaces de dejar un mejor camino a las generaciones por venir y sus derechos….. el cambio climático constituye por tanto una amenaza contra los elementos básicos de la vida humana en distintas partes del mundo: acceso a suministro de agua, producción de alimentos, salud, uso de las tierras, medio ambiente. El propósito es entonces visibilizar las causas del cambio climático y juzgar casos relacionados con el calentamiento global, situando en primera línea los agrocarburantes y los combustibles fósiles. Este Tribunal es una herramienta más en el límite. Un instrumento del que nos hemos dotado con derecho por supervivencia, para elevar como derecho de los pueblos la aspiración de construir juntos la justicia climática…”
En lo local doce años después la alcaldía de Cepi en Siero ha dado un giro irracional al eliminar las políticas de cooperación que pusieron al municipio en el mapa mundial de los derechos esenciales. También ha fulminado por voluntad personal el premio de DDHH, y sus políticas en relación al medio ambiente y a la dependencia de corporaciones extranjeras bien las podría avalar (y las avala) la ultraderecha.
En lo autonómico, el “paraíso industrial” que se proyectaba en la Casa de Cultura, ha sido cambiado por las circunstancias globales, forzada y drásticamente rebajada la extracción y consumo de carbón autóctono, y deslocalizadas algunas de las empresas que habían sido anteriormente privatizadas y vendidas al extranjero.
En medio “nos han caído” los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, que hasta el momento no se concretan sino en puras retóricas sin componentes desarrollados para hacer cumplir esas “metas”, que, en la lógica presentada, influirían en el clima de manera positiva.
Mucha importancia le están dando algunas alianzas de organizaciones sociales el debate largo en la ONU para crear un “instrumento vinculante” en materia de empresas y derechos humanos. Tenga o no resultado final favorable para hacer justicia, el tema está bien planteado, aunque frágil a las múltiples y poderosas capacidades de las corporaciones para eliminar sus aspectos más sensibles y efectivos.
Se ha aprobado, también gracias a muchos esfuerzos y movilizaciones, la Declaración de Derechos del campesinado, a final de 2018, que indicaría también modos y maneras respetuosas con la naturaleza, en el accionar del mundo campesino que nos alimenta.
Y han seguido mostrando caminos, formas y métodos “sustentables”, las relaciones de los pueblos, nacionalidades y comunidades indígenas con los territorios, con la Madre Tierra, que de ser considerados y repetidos en otros territorios podrían ser la forma más efectiva y eficiente para “enfriar” el planeta.
PERO el nudo gordiano, el quid central de todas las cuestiones, siguen padeciéndola a diario muchos miles de pueblos y comunidades: las políticas extractivistas. La avaricia empresarial sin límite que hace peligrar la vida, que sigue produciendo alteraciones muy graves en la salud de la Tierra.
Y frente a ello “los” tribunales, la justicia ambiental y climática, persiste como alternativa concreta, pedagógica y actualísima, 10 años después del TJC de Siero, que sentenció a varias de las corporaciones empresariales que destrozan y saquean nuestro mundo.
http://archivo.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2011_1/x-clima-inaugurando.html
http://archivo.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2011_1/x-clima-sigue-juicio.html
http://archivo.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2011_1/x-clima-energia-ast.html
http://archivo.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2011_1/x-clima-entrevista-pablo-g-v.html
http://archivo.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2011_1/x-clima-comenzo-juicio.html
http://www.justiclima.org/spip.php?article18
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