Señores:
JUAN CARLOS JARAMILLO
Presidente de Coca Cola Colombia
JUAN MANUEL ARBELAEZ
Director de Recursos Humanos
ARMANDO GOMEZ
Jefe Relaciones Laborales
Bogotá D.C.
Algunas de las personas que suscribimos la presente carta fuimos consumidores de Coca Cola, hasta hoy, al entender que no podemos seguir comprando productos de una empresa que niega la libertad de los obreros a organizarse y a tener un sindicato, una empresa que miente a los consumidores en materias tan sensibles como el respeto de los derechos humanos y la calidad de sus productos.
Es impresentable que Coca Cola en Colombia sólo se pueda sentar a oír a sus obreros bajo la presión de una huelga de hambre, tanto como que recurra al despido de muchos trabajadores en Colombia mientras se llenan los bolsillos con las utilidades obtenidas en el resto del mundo.
Es repugnante que Coca Cola persiga judicialmente a los representantes de los trabajadores y a las familias de las víctimas por denunciar hechos reales muy graves, como son los asesinatos de ocho (8) de sus compañeros sindicalistas de Coca Cola en los últimos nueve años.
Es muy comprometedor para Coca Cola que sus intereses sean defendidos por los grupos terroristas paramilitares mediante amenazas de muerte contra los sindicalistas en varias plantas de la empresa en los últimos meses.
Es repudiable que Coca Cola que se precia de ser símbolo de una cultura respetuosa de la libertad persiga a los obreros por hacer uso de su libertad de organización alrededor de SINALTRAINAL.
Y es asqueroso que por ánimo de mayor lucro mediante reducciones de gastos y despidos masivos de trabajadores Coca Cola afecte el control de calidad y atente contra la salud pública vendiendo bebidas contaminadas, como lo demostró en Colombia un Tribunal de Popayán en 1991, o en el resto del mundo -y en presente año- en Gran Bretaña con el agua contaminada con altos niveles de sales de bromuro, o en 1999 en Francia y Bélgica donde vendieron Coca Cola, Fanta, Sprite, Coca Cola Ligth y Cherry Coke contaminadas con raticidas y dióxido de carbono en mal estado.
Señores de Coca Cola: Uds. no respetan a los trabajadores de la empresa ni a nosotros los consumidores de sus productos. Uds. no merecen nuestra confianza.
Por eso les comunicamos que hemos decidido NO CONSUMIR MAS SUS BEBIDAS CONTAMINADAS Y MANCHADAS CON SANGRE OBRERA DE TRABAJADORES COLOMBIANOS.
Pero aún hay muchas personas que no saben estas cosas.
Estaremos atentos a los resultados de los diálogos que se emprenden en estos días con SINALTRAINAL, y exigimos que COCA COLA cuyos directivos deben saber quiénes matan, amenazan y aterrorizan en su defensa, haga respetar de inmediato la vida de los sindicalistas y el derecho al trabajo de los obreros colombianos, pues estamos dispuestos a ampliar nuestra denuncia y nuestra decisión a otras comunidades.
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