El jardinero infiel: experimentos con transgénicos en bebés..
Silvia Ribeiro
1/8/06
ALAI . Fabrizio y Jordano, dos de los 140 bebés peruanos que fueron sometidos a un experimento de la empresa Ventria Biosciences con sustancias derivadas de arroz transgénico, muestran alergias desde entonces, según declararon sus madres a la prensa (La República, Perú, 20/7/06).
Según el testimonio de Diana Canessa Garay, madre de 24 años, el año pasado llevó a su bebé de ocho meses al Hospital del Niño, en Lima, con un cuadro de diarrea severa. Una médica le ofreció entonces administrarle un «suero de arroz», lo que la joven de 24 años aceptó ya que no tenía razones para desconfiar de la «autoridad médica», y le preocupaba lograr la pronta recuperación de su único hijo. Firmó entonces la autorización que le pedían para poder administrarle el medicamento, sin comprender realmente las consecuencias que podría tener.
Diana no sabía entonces que su hijo, que ahora tiene dos años, pasó a ser objeto de un experimento de una empresa biotecnológica estadunidense que no estaba autorizado en el país sede de la empresa, con sustancias no aprobadas para el consumo en ninguna parte del mundo.
Según la madre, luego de que le dieron este suero, el bebé comenzó a manifestar alergias y actualmente es «enfermizo, delicado, alérgico a todo». Agrega «me engañaron, sólo querían experimentar con mi bebito».
El experimento, que ahora ha sido denunciado por varias organizaciones internacionales y peruanas de derechos humanos, consumidores, ambientalistas y la Asociación Médica Peruana, consistió en administrarle a un grupo de bebés con diarrea, un suero de arroz con las proteínas recombinantes lactoferrina y lisozima, producidas en Estados Unidos en arroz transgénico modificado con genes humanos sintetizados. (para más detalles ver artículo «Bebés como conejillos de indias», La Jornada, México, 1/7/06)
Justamente, la posibilidad de provocar alergias de los fármacos recombinantes producidos en plantas transgénicas, es uno de los riesgos que varias organizaciones estadunidenses, incluyendo el Center for Food Safety (Centro para la Seguridad de los Alimentos), habían alertado a las autoridades de su país cuando Ventria solicitó aprobación para cultivar este tipo de arroz en California.
Según el informe de ésta y otras organizaciones, sustentado con numerosas referencias científicas, las proteínas recombinantes – derivadas de organismos transgénicos- no son idénticas a las producidas naturalmente. Las diferencias pueden ser tan sutiles que en laboratorio pueden ser difíciles de detectar. Sin embargo, el sistema inmunológico de los seres humanos sí es sensible a estas diferencias y puede generar anticuerpos, que en algunos casos llevan a la reacción crónica a muchos otros alimentos o sustancias a los que antes el paciente no era alérgico.
En la respuesta que emitió a los cuestionamientos de Asociación Pro Derechos Humanos de Perú, el director del Instituto Especializado en la Salud de Niño, doctor Dante Figueroa Quintanilla, uno de los responsables del experimento, argumenta, entre otras cosas, que «en la medicina moderna se emplean lícitamente proteínas recombinantes para mejorar la salud de las personas, por ejemplo insulina, hormona del crecimiento, factores de coagulación y hematopóyeticos».
Justamente, en todo los casos citados por Figueroa Quintanilla han habido problemas de algún tipo, pero como ya es común en el caso de los transgénicos, la poderosa industria biotecnológica se ha ocupado de que sean escasamente difundidos y poco conocidos. Es inexcusable que un director de hospital, que firma su acuerdo para exponer a bebés a un experimento con proteínas recombinantes, no las conociera, o peor aún, no las tomara en cuenta.
Por ejemplo, la insulina recombinante, uno de los ejemplos más usados por los promotores de los transgénicos para señalar los supuestos beneficios de estos productos, conlleva una historia de ocultamiento y manipulación sobre sus efectos dañinos. En 1999, la Asociación Diabética Británica, dio a conocer un extenso informe -que había ocultado varios años debido a las «donaciones» que reciben de empresas farmacéuticas y de edulcorantes que también contienen transgénicos- según el cual, habían recibido quejas de casi el 10 por ciento de sus miembros (equivalente a 15 mil personas), directamente asociados con el cambio de la insulina animal a la insulina transgénica.
Los daños reportados iban desde malestares leves hasta la ausencia de síntomas previos al coma diabético, que es muy grave porque puede llevar al paciente a la muerte, al no tomar medidas para enfrentarlo. Se ha documentado también la generación de anticuerpos en el caso del uso de factores de coagulación y hormonas de crecimiento. En un caso particular (MGDF) fue retirado de las pruebas clínicas porque la formación de anticuerpos provocaba hemorragias. En otros casos, siguen en circulación pese a que se conocen sus efectos dañinos, en parte porque las empresas los ocultan o minimizan, en parte porque eliminan otras alternativas o cuentan con poderosos cabilderos para impedir que se conozca la verdad y se tomen acciones consecuentes.
Igual que con los transgénicos agrícolas, son abultados los expedientes ocultos de los transgénicos de uso farmacéutico, ya que si se conocieran en totalidad, no habría justificación para que estuvieran en el mercado.
En el caso de Ventria en Perú, parece que, además, están dispuestos a seguir el triste camino que han recorrido muchas empresas farmacéuticas de usar a las poblaciones del tercer mundo para hacer experimentos no autorizados en su país.
– Silvia Ribeiro es investigadora del Grupo ETC
El ministerio de agricultura pretende legalizar la contaminación transgénica generalizada
21 diciembre 2004
COAG, SEAE, Amigos de la Tierra, Ecologistas en acción y otras organizaciones, integradas también en la Plataforma Rural, junto con Greenpeace e Intereco piden al Gobierno que no apruebe este texto de Real Decreto sobre coexistencia entre cultivos transgénicos y cultivos convencionales y ecológicos.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG, Plataforma Rural, Greenpeace e Intereco han exigido hoy al Gobierno que retire el proyecto de Real Decreto sobre coexistencia entre cultivos transgénicos y no transgénicos, ya que consideran que el texto propuesto por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación legalizará una contaminación genética generalizada en lugar de proteger los cultivos y los alimentos convencionales y ecológicos de los transgénicos.
Las organizaciones han pedido al ejecutivo que abra un proceso legislativo democrático que culmine con la aprobación de una legislación de coexistencia, en la que se garantice la permanencia de una agricultura convencional y ecológica libres de organismos modificados genéticamente (OMG), amparando el derecho prioritario de los agricultores ecológicos y convencionales a no sufrir contaminación genética y estableciendo un régimen de responsabilidad civil en el que los daños ambientales, sociales y económicos derivados de los OMG, incluyendo la contaminación genética, recaiga sobre los titulares de las autorizaciones de su liberación al medio.
Dado el rechazo de los consumidores a los alimentos transgénicos y teniendo en cuenta los potenciales efectos adversos de estos productos sobre la salud y el medio ambiente, resulta de especial importancia que España se dote de los mecanismos para que sea posible mantener una agricultura libre de transgénicos.
El Proyecto de Real Decreto que el MAPA se dispone a presentar al Consejo de Ministros ha sido valorado muy negativamente por las organizaciones firmantes de este comunicado, y así se lo han hecho saber a este ministerio y al de Medio Ambiente mediante el envío de un completo dosier de crítica, por las siguientes razones:
– Se basa en la aceptación de la contaminación genética generalizada, tomando como referencia los umbrales de presencia adventicia de OMG por debajo de los cuales un alimento no necesita ser etiquetado como «modificado genéticamente» (umbral fijado en 0,9%). Esta visión es ilegal en el marco de la legislación europea dado que los reglamentos sobre trazabilidad y etiquetado dejan claro que la presencia de OMG en alimentos y piensos no transgénicos se tolera sólo si es «accidental o técnicamente inevitable». Por lo tanto legaliza la contaminación en lugar de establecer medidas para evitarla, cortando de raíz la libre elección de los productores convencionales y ecológicos a ofrecer alimentos totalmente libres de transgénicos.
Además, la normativa europea relativa a la agricultura ecológica no permite la presencia de transgénicos en los productos.
-El borrador no establece un régimen de responsabilidad en caso de contaminación u otros daños causados por los OMG. De esta forma, deja totalmente desprotegidos a los agricultores y consumidores y con toda probabilidad se reproducirán en el futuro situaciones donde los agricultores convencionales o ecológicos afectados por contaminaciones -con las consiguientes pérdidas económicas – estén totalmente desamparados. Para que la coexistencia sea efectiva, la responsabilidad civil por los daños económicos, ambientales y sanitarios provocados por la introducción de OMG en la agricultura y alimentación debe recaer sobre las empresas productoras de estas semillas y sobre los agricultores que las cultivan, según el principio de «quien contamina paga».
-Los apartados relativos a los registros de campos cultivados con OMG son muy deficientes. De acuerdo con la legislación europea, este registro debería existir desde hace varios años y estar a disposición del público. Es de especial importancia para que los agricultores que no cultivan variedades transgénicas puedan preservarse de las contaminaciones. En este sentido, es imprescindible que los agricultores que empleen variedades MG declaren con suficiente antelación sus intenciones de siembra, que el público en general tenga acceso a una información precisa sobre las localizaciones exactas de estos cultivos y que la administración se reserve el derecho de prohibir estos cultivos en determinados casos.
-En el caso del maíz, el Proyecto propone medidas técnicas insuficientes basadas en una base experimental deficiente. La distancia de 25 metros de separación entre el maíz MG y el convencional es irrisoria para prevenir contaminaciones entre campos (existe una amplia bibliografía de estudios científicos sobre el tema en los que se especifica que el polen puede viajar y contaminar a varios miles de metros). Esta medida corrobora que este Proyecto está más bien diseñado para legalizar la contaminación y no para proteger a los productores y a los consumidores, además no plantea una visión a largo plazo, cuando el nivel de contaminación aumente exponencialmente, sobre todo en aquellos casos en los que los agricultores producen su propia semilla.
Hay que destacar que algunas iniciativas legislativas en países europeos como Alemania y Austria se acercan al nivel de protección deseable de la producción no transgénica y de los agricultores que eligen no cultivar OMG. Las organizaciones firmantes creen que España debería inspirar su legislación de coexistencia en la de éstos.
Por último, las organizaciones firmantes consideran que en tanto no se disponga de un sistema de coexistencia eficaz que recoja correctamente los puntos anteriormente mencionados y el resto de aspectos que se detallan en los informes entregados hoy a los responsables de ambos ministerios, el Gobierno debería decretar una moratoria sobre la aprobación de nuevas variedades MG para su liberación al medio ambiente y la suspensión de las ya permitidas por los graves impactos ambientales y sociales que están generando este tipo de cultivos en el campo español.
Liliane Spendeler, Amigos de la tierra 91 847 92 48
Juan-Felipe Carrasco, Greenpeace 91 444 14 00
Isabel Bermejo, Ecologistas en Acción 942 706 370
COAG 91 534 63 91
Victor Gonzalvez, SEAE 96 126 72 00
Opinión de la Vía Campesina brasileña
MST INFORMA
20 de septiembre de 2004
Ya que el tema de los transgénicos volvió a ser debatido, en la votación del Senado, queremos compartir con vosotros la opinión de la Vía Campesina brasileña, en ese artículo firmado por Frei Sérgio Görgen, dirigente del MPA (Movimiento de los Pequeños Agricultores y diputado estatal del PT-RS –Partido de los Trabajadores por el estado de Rio Grande do Sul):
¿A quién le interesan los transgénicos?
La cuestión de los transgénicos vuelve a ser el centro de los debates nacionales con la proximidad de la época de plantío de la soja y de la votación de la Ley de Bio-seguridad en el Senado de la República de Brasil. Es importante volver a estar en el centro del debate.
El proyecto de ley que está en debate en el senado no es contrario a la liberación de los transgénicos ni mucho menos limita la continuidad de las investigaciones sobre ellos. Tan sólo crea y garantiza las condiciones básicas de bio-seguridad -salvaguardas de protección de la salud humana y del medio ambiente- como condición para la liberación comercial o normas de uso para cuando sean aptos y liberados para su uso comercial.
El lobby de las grandes industrias multinacionales como apoyo de algunos ingenuos haciendo guardia (acompañados por otros también de guardia pero nada ingenuos), es para liberar los transgénicos sin ningún tipo de control.
Con este objetivo, defienden que:
- Todos los poderes sean adjudicados a la CTNBio;
- No se haga ningún análisis de campo en suelo nacional;
- Se anulen las funciones legales de la ANVISA (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) y del IBAMA (Instituto Brasileño del Medio Ambiente);
- No haya ninguna rotulación del cointenido transgénico de los productos comerciales;
- Se liberalice el cobro de royalties sin ningún control;
- Se abran las puertas a las multinacionales para que monopolicen las semillas e insumos agrícolas.
Los Poderes de la CTNBio
La CTNBio (Comisión Técnica Nacional de Bio-seguridad) es un grupo de científicos que se reúne esporádicamente para dar su parecer y emitir decisiones sobre la autorización de investigaciones y liberalizaciones comerciales de organismos genéticamente modificados (OGM), entre los que se encuentran los transgénicos.
Es una Comisión Técnica, sin estructura orgánica ni administrativa cuyo objetivo es seguir y evaluar los resultados de los análisis que se realicen o bien simplemente comprobar si sus indicaciones están siendo correctamente llevadas a cabo. Sus miembros no son remunerados ni profesionalizados para el cumplimiento de estas tareas a tiempo completo. Como un Comité que reúne a científicos y especialistas en varias áreas del conocimiento relacionadas con la cuestión, su parecer es muy importante para que los conocimientos disponibles en cada momento sean utilizados en la definición de normas.
Sin embargo, transferirles poderes absolutos para decisiones definitivas sobre una tecnología tan controvertida como la de los transgénicos, sin una mínima estructura de seguimiento, evaluación y fiscalización de campo (análisis), es una aventura y una temeridad, incluso para los científicos que la componen.
El Miedo a los Análisis
Los transgénicos que hoy se quieren liberalizar en Brasil fueron «ingenierizados» (producidos en laboratorio con técnicas de ingeniería genética) en países del norte del planeta, la mayoría en los Estados Unidos, en regiones de climas fríos y poca variedad biológica y utilizando material genético de bacterias y virus adaptados a tales ambientes. Pero nuestro clima es tropical y subtropical, nuestra biodiversidad es enorme, la microbiología de nuestros suelos es diferente y la interacción entre los microorganismos también es diversa. Por eso estos productos necesitan ser testados aquí, con análisis serios e independientes y evaluados con todo el paquete tecnológico y tratos culturales a que serán sometidos en estado real cuando sean cultivados en el campo.
No bastan los informes de allí y no bastan las informaciones de la empresa interesada. Son insuficientes las informaciones de los científicos pagados por las empresas dueñas de la tecnología. Han de ser testados por quien tiene la atribución legal para hacerlo y que además se responsabilice judicialmente de lo que escribe en los informes oficiales. Y esto concierne, según la legislación brasileña, a la ANVISA (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) en lo que atañe a la Salud; al IBAMA (Instituto Brasileño del Medio Ambiente) en lo que atañe a los efectos en el suelo, en el agua y la naturaleza en general; al Ministerio de Agricultura en lo que atañe a la certificación de las semillas y al Ministerio de Pesca en lo que atañe a la reproducción de peces transgénicos.
Es difícil entender por qué hay tanto miedo a los análisis en suelo, clima y medio ambiente brasileño. ¿Será porque los propios promotores de los transgénicos ya saben que hay serios problemas, incluso ya alertados por innúmeros científicos independientes de diversas partes del mundo?
Quien no debe, no teme. Y donde hay humo, hay fuego.
El Fin del Primer Encantamiento
Ya no hay más grandes entusiasmos con la soja transgénica en el estado de Rio Grande do Sul. Todavía no ha comenzado el desencanto, pero ya no se observa aquel encanto inicial. Los costes han subido. Hay barcos que han sido devueltos a casa. Los precios han caído. La eficacia del roundup (tipo de semillas transgénicas) disminuye año a año. Nuevas plagas han aparecido. Los frutales y huertas próximos a la soja envenenada menguan. El cultivo transgénico sufrió más con el estío. El cobro de royalties era verdad y no un invento de los enemigos de la tecnología.
La ola de fanatismo que cegó a tantos está dando lugar a una evaluación más serena y más con los pies en el suelo. Algunas multinacionales quieren monopolizar las principales cadenas productivas de alimentos de punta a punta. El control de la industria de semillas y de insumos es estratégico para alcanzar este objetivo.
En el polo opuesto de la dialéctica, una nación con un enorme potencial agrícola como Brasil, tiene que planificar su desarrollo rural sobre las potencialidades de su enorme agro-biodiversidad, en sus sistemas campesinos de producción y convivencia con los agro-ecosistemas locales y en la independencia tecnológica, científica, industrial y comercial de esta área vital para nuestra soberanía y nuestro desarrollo.
El Pavor al Rótulo
Parte de la industria de alimentos se declara favorable a los transgénicos, pero huye del rótulo como el diablo de la cruz. Pero si los transgénicos son tan buenos y seguros, ¿por qué tanto miedo al rótulo? ¿Por qué no hacen de ésto un eslogan propagandístico: «coma transgénico, es seguro, sabroso y barato?»
La rotulación todavía no ha llegado a las estanterías de los supermercados brasileños, a pesar de haber sido transformada en ley hace más de un año.
Lo que está en disputa son dos modelos de desarrollo rural: uno centrado en el latifundio, controlado por los grandes grupos multinacionales y basado en los monocultivos dependientes de los insumos químicos y el otro centrado en las pequeñas y medias unidades de producción agropecuaria, organizado en redes de cooperativas, agroindustrias locales, empresas nacionales, empresas públicas estratégicas y basado en la diversificación productiva y en las tecnologías orgánicas y agro-ecológicas.
Esta discusión de fondo es la que guía las discusiones inmediatas. Las multinacionales del agro-negocio saben lo que quieren y donde quieren llegar. Para ellas, los transgénicos son un importante frente de batalla, pero tan sólo uno más, y para los que quieren un Brasil soberano, con una agricultura campesina fuerte produciendo alimentos saludables y variados en gran cantidad para nuestra población y para el mundo.
*Frei Sérgio Antônio Gorjeen
¡Un fuerte abrazo a todos y a todas!
Secretaría Nacional del MST
Carta enviada a Lula por varias entidades del movimiento popular
Exmo. Sr. Presidente de la República,
Las entidades y movimientos abajo firmantes asistieron sorprendidos a las negociaciones ocurridas en el Senado Federal entre el Ministro Aldo Rebelo y el líder del gobierno, senador Aloízio Mercadante, y los grupos de base y de oposición para votar el proyecto de ley de Bioseguridad enviado por V.Ex.a y aprobado, en su essência, por la Cámara de Diputados.
A pesar de la manifesta oposición de la Ministra Marina Silva y de la sociedad civil organizada, los representantes del gobierno aprobaron en las comisiones del Senado un sustitutivo que contraria totalmente el proyecto de ley enviado por V.Ex.a, y que viola de forma flagrante varios preceptos constitucionales. Es imprescindíble que los Estados de l a Federación tengan el derecho y la autonomía para establecer sus propias legislaciones sobre los organismos transgénicos, asi como ya lo hicieran en Paraná, Pará, Santa Catarina, Goiás y Rio de Janeiro.
Más perplejos quedaron aun los firmantes con la noticia de prensa que indica que V.Ex.a se prepara para enviar al Congreso una Medida Provisória incorporando este mismo sustitutivo inconstitucional y opuesto al proyecto que V.Ex.a inicialmente firmó, sin dar margen a la Cámara de Diputados para corregir las modificaciones introducidas por el Senado y que lo desfiguraron totalmente.
La propuesta aprobada en las Comisiones del Senado y que al parecer V.Ex.a asume viola el Principio de la Precaución de la Convención de la Biodiversidad, convención firmada por Brasil. Ella prefigura la liberación de los transgénicos sin ningún estudio previo de impacto ambiental y de riesgo para la salud de los consumidores sin que tales productos traigan ningún beneficio para los productores y exportadores brasileiros.
V.Ex.a aceptó, sin tener en cuenta las opiniones contradictorias, la propaganda pró transgénicos de algunos funcionarios de Embrapa, de las empresas multinacionales de biotecnologia y de los productores de soja de Rio Grande do Sul, estos últimos ilusionados por resultados aparentes y de corto plazo.
Esperamos todavia que V.Ex.a no amplie la liberación indiscriminada de los transgénicos por medida provisória y que el gobierno recupere la coherencia, defendiendo el texto original presentado por V.Ex.a a la Cámara de Diputados y garantizando la seguridad ambiental, de los consumidores y la soberania nacional, heridas de muerte por el sustitutivo mencionado. En este sentido, exigimos que el rotulado de los productos transgénicos sea de hecho implementado.
Las espantosas incorrecciones y equívocos del gobierno de V.Ex.a en este tema colocan a la sociedad civil organizada en posición0 de profunda frustración con su gobierno y desilusionan a los que, en Brasil y en el exterior, aplaudieron la nominación de la Ministra Marina Silva como una garantía de que, finalmente, las cuestiones ambientales y de sustentabilidad del desarrollo serian asumidas por un gobierno brasileiro.
Todavía con las últimas esperanzas:
Brasil, 21 de setiembre de 2004.
Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra– MST
IDEC – Instituto Brasileiro de Defensa del Consumidor
FNECDC – Foro Nacional de las Entidades Civiles de Defensa del Consumidor
AS-PTA Asesoria e Servicios a los Proyectos e Agricultura Alternativa
Inesc
Esplar – Centro de Investigación y Asesoriá
Red Ecovida de Agroecologia
ActionAid Brasil
Movimiento de los Pequeños Agricultores- MPA
Movimiento de Mujeres Campesinas – MMC
Movimiento de Afectados por las Represas- MAB
Con la comida no se juega (Versión actualizada 2004)
Mariano Cereijo Gelo
El debate y la controversia de los transgénicos es interminable. Auténtica olla a presión, que da cabida a políticos, corporaciones, organizaciones sociales, investigadores y científicos. Dudas, casos y estudios se cruzan de un lado a otro. Nada del otro mundo, si se tratara de determinar el sexo de los ángeles o descifrar qué fue antes: el huevo o la gallina. Pero la cosa es seria. En la olla se habla de alimentos y cultivos que ya están en nuestros platos y campos. Parece ser que vendieron la piel del oso sin cazarlo. Es decir, alguien garantizó nuestra seguridad alimenticia, sin demostrarla al 100%.
Primero: Existe un desconocimiento preocupante acerca de los genesi. El genoma no es constante e invariable como se pensaba, sino fluido y dinámicoii. Los genes pueden tener varias funciones, interactuar entre ellos y depender de muchos factores. Pero todo se complica en la transgénesis, ya que es difícil predecir, dominar y controlar, el comportamiento de los genes de otras especies, que se insertan a un determinado ser vivo, para proporcionarle nuevas propiedades y características. Además, un gen con una función en un ser, no tiene porque repetirla idénticamente en otroiii.
Por todo esto, recientes estudios advierten ya de “inactividad”iv, “inestabilidad”v, “alteraciones imprevistas”vi e “integración al azar”vii, de la secuencia transgénica en el ser vivo receptor. El resultado puede ser un organismo “deformado”viii y/o alterado en su funcionamiento y comportamiento. Las consecuencias podrán ser más o menos graves, dependiendo del gen o genes afectados y de su manifestación posterior.
Carlos de Prada -escritor y periodista- dice que “…los manipuladores, no sólo de genes, sino también, con frecuencia, de verdades, no conocen cómo aparecen los cambios “genéticos” en la Naturaleza, y sin embargo se atreven a producirlos ellos en sus laboratorios con impredecibles consecuencias”ix.
Segundo: No existe voluntad política ni corporativa en realizar estudios intensos, serios, rigurosos e independientes, sobre las consecuencias de los transgénicos en la salud humana.
El Dr. Domingo Roig, toxicólogo de la Universidad de Tarragona (España), advirtió que “No se han realizado los suficientes estudios experimentales sobre los potenciales efectos adversos de los alimentos modificados genéticamente en la salud animal ni, por supuesto, en la humana, que puedan servir de base para justificar la seguridad de estos productos”x. Belinda Martineau, creadora del tomate transgénico Flarv Savr de Calgene, señaló que “Proclamar de manera tan simple que estos alimentos son seguros porque no existe evidencia científica que pruebe lo contrario, no es lo mismo que decir que se han realizado extensos estudios y aquí están los resultados”xi. La Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de los Alimentos (AFSSA, por sus siglas en francés) indicó que “son necesarios estudios de toxicidad sobre animales de laboratorio para evaluar los efectos de una exposición prolongada a pequeñas dosis de OMG (Organismos Modificados Genéticamente) sobre sistemas vitales…”xii.
Michael Meacher, ex ministro de Medio Ambiente en Reino Unidoxiii, también destacó la carencia de investigación y advirtió posibles presiones a científicos, con posiciones incómodas para el gobierno y la industria biotecnológica. Al Prof. Ignacio Chapela, hasta el momento se le ha denegado su titularidad en la Universidad de Berkeley en California, a pesar de la mayoría aplastante de expertos y compañeros que la apoyan. Este hecho podría tener su origen, en sus hallazgos de contaminación genética en México -ocasionada por maíz transgénico- que han originado una preocupación mundial sobre la seguridad de estos cultivos, que evidentemente no agrada a la industria. Esta hipótesis, se refuerza ante la turbiedad del proceso que vive el Prof. Chapela y ante el acuerdoxiv de 25 millones de dólares, entre la Universidad de Berkeley y la conocida multinacional biotecnológica Novartis (Ahora Sygenta)xv.
Fenómeno similar, fue reconocido por el Grupo de Ciencia Independiente (ISP, por sus siglas en inglés), cuando denunció, que existe un patrón sistemático de supresión y tergiversación de datos científicos, adversos a la industria biotecnológicaxvi.
Y es que las aprobaciones, se basan en la denominada “equivalencia substancial” de la variedad transgénica, respecto a su contraparte no transgénica; y existe cuando ambas son parecidas en las características generales (metabolismo, grasas, composición, etc…). Para el Dr. Arpand Pusztai, este método es absurdo ya que “…una vaca alcanzada por el BSE (la enfermedad conocida como “el mal de las vacas locas”) es equivalente a una vaca sana por el hecho de que el 99,999% de sus proteínas, grasas, etc… tienen una composición idéntica”xvii.
La “equivalencia substancial” facilita la aprobación de un alimento transgénico, ya que suele evitar estudios pormenorizados, rigurosos e individuales, que desentrañe posibles efectos adversos a largo plazo. De los estudios que hay, algunos son financiados por las multinacionales y los resultados son dudosos, limitados y podrían estar manipulados a favor de éstas. Al respecto, Amigos de la Tierra realizó un informe sobre la aprobación en Reino Unido, del maíz transgénico T25 de la compañía Aventis (Actualmente Bayer). En el mismo se observan diversas opiniones cualificadas, que denuncian irregularidades en el informe presentado por la compañíaxviii. En Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), no exige en los estudios de las empresas, ciertos parámetros para medir posibles alergiasxix. Y en un informe fechado en febrero de 2002, la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, reclamó al Departamento de Agricultura, un proceso de evaluación de transgénicos “sustancialmente más riguroso y transparente”xx.
La Dra. Mae-Wan Ho, realizó un informe sobre el maíz híbrido NK603xMon810, cuestionando el estudio efectuado por el Comité Asesor del Reino Unido sobre Liberaciones al Medio Ambiente (ACRE, por sus siglas en inglés), que concluyó que dicho maíz transgénico no planteaba riesgos en la salud humana y en el medio ambiente. La Dra. Ho, contradijo la seguridad del maíz y observó numerosos vacíos, como la falta de estudios toxicológicos y alergénicos, falta de pruebas en vacas o cerdos, etc…xxi Este caso abre otra dimensión al debate. Según descubrió Amigos de la Tierra, 8 de los 13 miembros de ACRE tenían vínculos con la industria y 6 estaban a sueldo con entidades que cultivaban transgénicos. Esta sospechosa conexión gobierno-empresas, se hace más visible en Estados Unidos, donde la bibliografía consultada establecía lazos entre multinacionales y funcionarios del gobierno y de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus sigla en inglés)xxii.
Sobre el maíz dulce transgénico Bt11 de la compañía Sygenta -aprobado recientemente en la Unión Europea- en un comunicado de Ecologistas en Acciónxxiii, se leía que el gobierno de Austria no estaba conforme con los informes aportados por la empresa, ya que hay “carencia de análisis toxicológicos, de pruebas sobre los efectos a largo plazo del consumo de la proteína transgénica y de pruebas alergénicas adecuadas”. En Francia, la AFSSA rechazó por tercera vez el Bt11 y subrayó la falta de pruebas en animales de laboratorio. En Bélgica, el Conseil Consultatif Belge de Biosécurité, determinó que Sygenta no había proporcionado suficientes datosxxiv. El Comité Científico para los Alimentos Europeo, afirmó que la compañía aportó “…una evidencia escasa sobre la seguridad del producto”xxv. La Dra. Ho y el Prof. Joe Cummins, denunciaron que las pruebas en el Bt 11, se realizaron con toxinas naturales y no con las producidas por las plantas transgénicasxxvi. Y el Institute of Science in Society, expuso que en generaciones de seis variedades transgénicasxxvii (incluida el Bt 11), los fragmentos insertados se habían fraccionado y habían cambiado de posición. Dicha inestabilidad, contradice los análisis de riesgo iniciales, establecidos en la Directiva 2001/18/CE, sobre la liberación intencional en el medio ambiente de organismos modificados genéticamentexxviii.
Tercero: El procedimiento de aprobación de los transgénicos en algunos países, está hecho a medida de las multinacionales.
En Estados Unidos, los alimentos transgénicos aprobados por la FDA, no pasan por una evaluación sensata y rigurosa. Dicha aprobación se caracteriza por: 1-La consulta es voluntaria y no obligatoria; 2-La FDA no analiza los estudios originales, sino el resumen de evaluación presentado por la empresa; 3-“Las empresas pueden y muchas veces no responden a la solicitud de la FDA de datos adicionales”; 4-Se desestiman errores que podrían haber sido detectados con análisis más cuidadosos; 5-La FDA avala con la “equivalencia substancial” del alimento, afirmando que han sido informados por la multinacional sobre la inocuidad del alimento, pero sin arriesgarse a emitir un pronunciamiento claro y serio sobre las consecuencias del alimentoxxix.
En Europa, en la reciente aprobación del maíz Bt11, fue la empresa quién presentó sus estudios que se discutieron y se contrastaron con otros, para luego votar. En el Consejo de Ministros de Agricultura, seis países se opusieron, seis votaron a favor y tres se abstuvieron. Sin embargo, la Comisión lo aprobó a pesar de las dudas y de la fuerte división existente, mostrando el favoritismo a las empresas y la irresponsabilidad hacia la ciudadanía.
El Lic. Jorge Linares, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (México DF), afirma que los transgénicos deberían basarse en cuatro principios éticos: responsabilidad colectiva, precaución, protección de la autonomía y justicia distributivaxxx. Por supuesto, ninguno se respeta hoy.
Cuarto: Proliferación anárquica y enmascarada. El alimento transgénico ya ha sido aprobado. No existe etiquetado que lo diferencie del resto. Casi 70 millones de hectáreas transgénicas en el mundoxxxi, pero ningún sistema fiel de información, seguimiento y control.
Estados Unidos, con el 63% del total de cultivos transgénicos en el mundo, firma acuerdos de libre comercio (:- o) que facilitan sus exportaciones, invaden mercados y benefician a sus empresas. Como no existen métodos de control ni de elección, los consumidores de otros países también se exponen a los transgénicos sin percatarsexxxii. Por otro lado, la contaminación genética es un hecho constatado y real, que conlleva la dispersión silenciosa de los transgenes a otras variedades y alimentos normales. En otros lugares del mundo, contrabando y plantaciones transgénicas ilegales. Vista gorda. Primero expandir de cualquier forma. Luego legislar, legalizar y finalmente monopolizar.
En la solidaridad se esconde otra forma de propagación muy peligrosa. En varios países se ha detectado ayuda alimenticia con porcentajes transgénicosxxxiii. En Nicaragua, una ONG llamada “Soy Nica”, promociona el uso de la soja, incluso como sustituto del vaso de leche en niños de preescolar. Dispone de una microempresa de productos derivados de la soja, que fue financiada por la Fundación Interamericana-IAFxxxiv. Basta un pequeño paseo por la webxxxv, para descubrir que “La Fundación Interamericana (IAF) está gobernada por un Consejo Directivo integrado por nueve miembros designados por el Presidente de EE.UU…”.
En Argentina, con el “Plan de Soja Solidaria” de telón de fondo, la diputada María E. Talotti elaboró una ley que pretende imponer la soja, obligando su inclusión en comedores, colegios, hogares y jardines maternos de Buenos Aires, alegando que se está “…contribuyendo a mejorar la situación de muchos niños, adolescentes y adultos que por distintas razones no reciben la alimentación adecuada.”xxxvi. Mientras, numerosos expertos desaconsejan la soja, especialmente en niños menores de cinco años y sobretodo en menores de dosxxxvii.
Y este amor platónico a la soja ¿A qué se debe?. Es muy sencillo y a la vez monstruoso. Si se analiza que el 61% de la soja en el mundo es transgénica y patentada, se deduce el interés que tienen algunos en inventar nuevo hábitos alimenticios y de esta forma abrir mercados.
Quinto: Los OMG no entienden ni obedecen las normas burocráticas y administrativas que el humano crea. Carecen de ética y moral. Un OMG no para cuando el semáforo está en rojo, no va a la iglesia, ni tampoco se indigna, al ver las fotos de presos torturados en Irak. Un transgénico, no sabe ni entiende si es de consumo humano o no. Unos los pueden comer las personas y otros no. Pero él desconoce esa clasificación humana. El se rige por otras leyes muy diferentes.
Es así, como genes que no son aptos para consumo humano, ya se han filtrado en la dieta humanaxxxviii. El caso más conocido fue el del maíz transgénico Starlinkxxxix. No es apto para el humano, pero logró contaminar maíz normal que si lo era. Luego, se filtró a los “Taco Bell” de la marca Kraft, hasta que se detectó. Para ese entonces, muchas personas ya lo habían ingerido, y hoy se cree que podía ser la causa de decenas de alergias, en ciudadanos estadounidenses.
Este caso deja clara una cosa: Las normas humanas no valen y la inocuidad de los transgénicos pasa por domarlos. Algo imposible hoy en día. Los manuales, los paquetes tecnológicos, la lógica y el saber científico se quedan en papel mojado, ante la cantidad y complejidad de fenómenos y procesos, que puede sufrir el ADN manipulado y el OMG dentro del ecosistema. Creemos conocer el universo y a duras penas llegamos a Marte.
Sexto: Dijeron que no pasaría, pero parece que ya está pasando.
El estudio más importante, para determinar las consecuencias en la salud y el medio ambiente de un alimento transgénico, fue efectuado por el Dr. Arpand Pusztai, en el Instituto Rowett de Escocia. Las pruebas de laboratorio en ratas alimentadas con patatas transgénicas, mostraron debilitamiento del sistema inmunológico, desarreglos en el desarrollo de órganos internos, interferencia en el crecimiento de ratas jóvenes y cambios en la estructura y función intestinalxl.
El Dr. Stanley Ewen, histopatólogo consultante en el Grampian University Hospitals Trust (Aberdeen – Escocia), citó información que profundiza en las consecuencias gastrointestinales de ratas alimentadas con patatas transgénicas y narró efectos en el hígado de ratas femeninas, alimentadas con soja transgénicaxli. Pruebas en ratones con patatas transgénicas portadoras de la toxina Bt, revelaron problemas en la parte inferior del intestino delgado (ileón)xlii. Un informe presentado a la FDA, anterior al año 1999, descubría daños en el estómago de ratones femeninos, alimentados con tomates transgénicos Flavr Savsxliii. En pruebas efectuadas a la soja transgénica RR, se detectó una reducción considerable de fitoestrógenosxliv. Y en los estudios del maíz transgénico Chardon LL, se observaron diferencias significativas en grasa, fibras y proteínas, respecto a la contraparte naturalxlv.
Patrice Courvalin, Director de la Unidad de Agentes Antibacterianos del Instituto Pasteurxlvi, se adentra en otro de los riesgos: resistencia a antibióticos. El problema médico sería grave. Muchos antibióticos podrían quedar neutralizados por las bacterias patógenas. Advierte que las posibilidades y mecanismos de intercambio de material genético entre organismos es inmensa. Bacterias patógenas podrían asimilar el gen transgénico de resistencia, en el aparato digestivo, a través de un alimento transgénico que lo contenga. También por las bacterias de los campos, una vez la planta transgénica se descompone. Courvalin cita genes de resistencia, utilizados ya por las multinacionales. El gen blaTEM-1, se inserta en un maíz transgénico de la empresa Novartis y es capaz de generar la penicilinasa, que puede degradar las penicilinas (penicilina G, ampicilina, amoxicilina, etc…).
En el año 2002, en la Universidad de Newcastle se realizaron las primeras pruebas en humanos, demostrando que después de una sola comida, material transgénico había sido adquirido por las bacterias del intestino, en tres de las siete personas con colostomíaxlvii que participaron del ensayoxlviii. Contrariamente a lo que dice la ciencia corporativa y privada, el material transgénico no pudo ser eliminado en el aparato digestivo humano. Dicha persistencia, también permitiría que los genes transgénicos se pudieran transferir a la sangre y al genoma de células de mamíferos, con el riesgo de cáncerxlix.
En Filipinas, personas que viven cerca de campos de maíz transgénico, tuvieron diversos problemas, coincidiendo con la época de mayor presencia de polen en el ambiente. Terje Traavik, director del Norwegian Institute for Gene Ecology, detectó que las muestras de sangre contenían los anticuerpos que el organismo genera, ante la presencia de la toxina Bt, que es la que contiene el maíz transgénico Bt11l. En Reino Unido, el York Nutritional Laboratory denunció año atrás, un aumento del 50% de alergias relacionadas a la sojali. En Irlanda, el Irish Doctors’ Environmental Association, detectó un incremento de alergias en niños, también relacionadas con la sojalii. En los tres casos expuestos, no hay pruebas exactas de que el maíz y la soja transgénica, sean la causa de afectaciones y alergias; pero existen sospechas, que deberían inducir medidas preventivas e investigaciones profundas. Sobretodo, porque investigaciones realizadas por Tayabali y Seligy, detectaron que la toxina Bt11 y sus subespecies, producían toxicidad en células humanas expuestasliii. Algunos tecnócratas, alegarán que el aerosol Bt utilizado en agricultura biológica, también produce dicha toxicidad. Pero omiten que solo puede afectar a quién lo aplica, si éste no toma las precauciones adecuadas. Y si se limpia bien la cosecha que se roció con Bt, se eliminarán las bacterias y sus esporas. Sin embargo, las cosechas transgénicas, llevan las toxinas Bt en cada una de sus células, por lo que la ingestión de éstas es inevitable. Además, se pueden propagar con el polen, contaminar otras cosechas y plantas silvestres y acabar filtradas en nuestra dieta, sin enterarnos (claro ejemplo, el del maíz Starlink)liv.
Otro riesgo, es el consumo de alimentos transgénicos atiborrados con químicos. En Estados Unidos, según el Departamento de Agricultura, ha existido un aumento neto de 50 millones de libras de pesticidas, coincidiendo con el ascenso de los cultivos transgénicoslv. En Argentina, en seis años se ha multiplicado por diez, la cantidad de Roundup (Glifosato) aplicado en los campos, debido al incremento de cultivos de soja transgénica que lo requierenlvi. El glifosato es peligroso, puede provocar diversos problemas en la salud humana y como todos los agroquímicos, desarrolla un impacto negativo en el medio ambientelvii.
Existen otros factores de riesgo menos conocidos, como la alimentación de animales de granja, con forraje transgénico, o la proliferación en el ambiente, transferencia y posible recombinación, del transgén barnasa, utilizado para obtener la esterilidad en la planta.
Durante la fase de creación del OMG, también pueden surgir potenciales riesgos para la salud de las personas. La ingeniería genética permite crear rápidamente en un laboratorio, millones de recombinaciones genéticas inéditas, entre ADN de distintas especies, que no podrían ocasionarse en la naturaleza. Como se decía antes, los organismos transgénicos son altamente inestables, por lo que pueden fragmentarse, produciendo efectos inesperados y transfiriendo genes a otras especies cercanas (transferencia horizontal). Por si fuera poco, los virus y bacterias son manipulados genéticamente y sirven de banco de genes para otras modificaciones. Por eso, en el año 2003, el Grupo de Ciencia Independiente advirtió que estos productos no son seguros y que sus peligros son inherentes al proceso mismo de ingeniería genética, afirmando que manejar genes puede causar la creación accidental de supervirus, secuencias transgénicas que pueden inducir cáncer o acelerar el desarrollo de bacterias resistentes a antibióticoslviii.
Conclusión: Dudas, anomalías, bacterias patógenas, falta de transparencia, incertidumbre, favoritismo, secretismo, virus, estudios incompletos, recombinaciones, científicos presionados, dólares, administración corrupta, riesgos, sospechas, química, debate, alergias, confrontación, laboratorios, falta de voluntad, informes defectuosos, procedimientos inadecuados, presiones, desinformación, equivalencias, cáncer, desconocimiento, interrogantes, etc… Creo que se me quitó el apetito, ¿y a usted? (:-(
iMás información en mi artículo “No, no y no” . Año 2003. En http://www.biodiversidadla.org/article/articleview/3016/1/10 entre otros.
iiObtenido del texto, del llamamiento de algunos científicos para una moratoria en los transgénicos. En la Revista Vivat (Grupo de reflexión de la Universidad de Alcalá), Nº 10, 1999.
iiiFUKUYAMA F.:”En defensa de la naturaleza humana y no humana”, en World Watch, Madrid, España, Nº 16, Año 2002, Edita Gaia Proyecto 2050, pag. 30-31.
ivISP Press: “The Case for A GM-Free Sustainable World – Executive Summary”, 27 de mayo de 2004, en www.i-sis.org.uk
vSOIL ASSOCIATION: “GM maize – the risks”, 31 de Marzo de 2004, http://www.soilassociation.org/web/sa/saweb.nsf/848d689047cb466780256a6b00298980/df621b9257d4bb9a80256e68003c03f6!OpenDocument
viRIBEIRO S.: “Transgénicos: víctimas y pruebas”, en ALAI – AMLATINA, México, 7 de abril 2004. La referencia expuesta pertenece a Ricarda Steinbrecher, Allison Wilson y Jonathan Latham. Genome Scrambling, Myth or reality?, Econexus, UK, febrero de 2004.
viiHO M-W. y CUMMINS J.: “GM food & feed not fit for “man or beast””, Institute of Science in Society, en www.i-sis.org.uk
viiiSOIL ASSOCIATION: “GM Food: Scientific Evidence of Health Risks”, 19 de mayo de 2004, en http://www.soilassociation.org/web/sa/saweb.nsf/0/fd2ef501948c472480256e990060ed71?OpenDocument
ixDE PRADA, C.: “Los nuevos “Dioses” del génesis”, en The Ecologist en castellano, Nº 17, Barcelona, España, abril-junio 2004, pag. 9. Carlos de Prada, es autor de varios libros, periodista medioambiental, Premio Global 500 (ONU) y conferenciante.
x“Riesgos sobre la salud de los alimentos modificados genéticamente: una revisión bibliográfica” – José L. Domingo Rig et al. Revista Española de Salud Pública vol 74 ndº3 – 05-06/2000. Esta cita se puede obtener el documento de Amigos de la Tierra “Riesgos potenciales de los organismos modificados genéticamente en la agricultura y la alimentación”, en www.tierra.org/transgenicos/transgenicos.htm
xiVILLAVERDE H.: “Maíz transgénico: riesgos y sociedad”, en www.ecoportal.net. Cita obtenida según el autor, del libro de Belinda Martineau “Primeros frutos: la creación del tomate Flavr Savr y el nacimiento de los alimentos biotecnológicos”.
xiiAgence Francaise de Securité Sanitaire des Aliments – Evaluation des risques relaifs à la consommation de produits alimentaires composés ou issus d’organismes génétiquement modifiés – 01 / 02 www.afssa.fr
xiiiDesde mayo de 1997 hasta junio de 2003.
xivEn parte, el objetivo de este acuerdo, permite a Novartis gozar de las innovaciones de la universidad, en materia de seres vivos con propiedades y posibilidades comerciales, para luego establecer patentes y vender el producto. Lo que se viene llamando biopiratería, ya que la mayoría de dichos seres vivos provienen de países del sur, y su conservación ha sido gracias a la armoniosa relación entre el medio ambiente y el humano, fundamentalmente indígena. Las propiedades de dichos seres, se conocen gracias a la sapiencia de pueblos indígenas, que verán sus alimentos, medicinas, etc… patentados por grandes corporaciones multinacionales.
xvDALTON, R.: “Berkeley accused of biotech bias as ecologist is denied tenure”, en Nature, San Francisco, USA, pag. 591, Vol. 426, 11 de diciembre de 2003; ISP News: “Meacher calls for enquiry into GM safety”, Comunicado de prensa 5 de mayo de 2004, en www.i-sis.org.uk; DELGADO G.C.: La amenaza biológica, México DF, Editorial Plaza and Janés, 2002, pag. 391, nota 97
xviRUIZ C.: “El abecé de los transgénicos. La comida terminator”, en La Jornada Masionare, México DF, Nº 335, 23 de mayo de 2004. Obtenido en www.biodiversidadla.org
xviiPUSZTAI A.: “No hay pruebas contundentes de su presunta inocuidad”, en The Ecologist en castellano, Nº 17, Barcelona, España, abril-junio 2004, pag. 12
xviiiAMIGOS DE LA TIERRA: “El caso del maíz T25 de Aventis”, en www.tierra.org/transgenicos/transgenicos.htm
xixFREESE B.: “Genetically Engineered Crop Health Impacts Evaluation – GAPS Analysis”, Amigos de la Tierra, Julio 2003, en www.foe.org/safefood/gapseval.pdf
xxGRUPO DE CIENCIA INDEPENDIENTE (ISP): “En defensa de un mundo sustentable sin transgénicos”, Londres, Reino Unido, 15 de julio de 2003, en www.choike.org/documentos/transgenicos.pdf título original: “The Case For A GM-Free Sustainable World”, en www.indsp.org/ISPreportSummary.php
xxiHO M-W: “Comment on assessment report C/GB/02/M3/03 (herbicide tolerant and insect resistant hybrid maize NK603xMON810)”, Comunicado de Prensa del Institute of Science in Society, en www.i-sis.org.uk
xxiiFERRARA J.: “Puertas giratorias: Monsanto y la administración”, en The Ecologist en castellano, Vol 28 Nº 5, Madrid, Septiembre/octubre de 1998
xxiiiECOLOGISTAS EN ACCION: “EEUU quiere acabar con la moratoria europea a los transgénicos”, en www.rebelion.org, 5 de mayo de 2004.
xxivKEMPF, H.: “L’Afssa désapprouve un OGM que Bruxelles veut autoriser”, en Le Monde, Paris, Francia, 24 de abril de 2004, www.lemonde.fr/web/recherche_resumedoc/1,13-0,37-851206,0.html obtenido en www.blauen-institut.ch/Tx/tM/tm_nov/tm932.html
xxvECOLOGISTAS EN ACCION: “EEUU quiere acabar con la moratoria europea a los transgénicos”, en www.rebelion.org, 5 de mayo de 2004.
xxviHO M-W. y CUMMINS J.: “GM food & feed not fit for “man or beast””, Institute of Science in Society, en www.i-sis.org.uk
xxviiMaíz Mon 810 de Monsanto, Soja Roundup Ready de Monsanto, Maíz GA 21 de Monsanto, Maíz T25 de Bayer, Maíz Bt176 de Sygenta y Maíz Bt11 de Sygenta.
xxviiiINSTITUTE OF SCIENCE IN SOCIETY: “DNA in GM food and feed”, 17 de junio de 2004, en www.i-sis.org.uk; HO M-W. y CUMMINS J.: “GM food & feed not fit for “man or beast””, Institute of Science in Society, en www.i-sis.org.uk; HO M-W: “Approval of Bt 11 Maize Endangers Humans and Livestock”, Institute of Science in Society, 24 de mayo de 2004, en www.i-sis.org.uk
xxixVILLAVERDE H.: “Maíz transgénico: riesgos y sociedad”, en www.ecoportal.net Más información al respecto en http://www.cspinet.org/new/200301071.html y www.foe.org/safefood/gapseval.pdf
xxxRelatoria de conferencias y mesas redondas de las jornadas: “La revolución de los transgénicos: certezas e incertidumbres”. 21 y 22 de abril de 2004. Organizadas por el Programa de Medio Ambiente de la Universidad Iberoamericana de México DF.
xxxiBERMEJO I.: “Los cultivos transgénicos en elmundo”, 14 de mayo de 2004, en www.rebelion.org, Ecologistas en Acción. Algunos datos más que aparecen en el texto, han sido recogidos de este trabajo.
xxxiiMás información en mi artículo “(transgenicos)2 + (nuevo orden)2 = (miseria)2”. Año 2004. En http://www.elcorreo.eu.org/esp/article.php3?id_article=2990
xxxiiiMás información en mi artículo “Cuando los diccionarios se quedan sin palabras”. Año 2003. En http://www.mapuexpress.net/publicaciones/transgrenicos-alimentos2.htm entre otros.
xxxivInformación obtenida en www.sdnnic.org.ni/soynica/la_empresa_nutrem.htm
xxxvwww.iaf.gov
xxxviProyecto de Ley Obligatoriedad de incluir la soja en todos los planes alimentarios de la ciudad. Presentada el 16 de marzo de 2004.
xxxviiSABINI L.: “De frente march… ¡Sojaún!¡sojado!”, en http://www.biodiversidadla.org/article/articleview/5022/1/15/. Del mismo autor, recomendable la lectura de “Soja solidaria y sometimiento”: http://www.grain.org/biodiversidad/?id=169 y “soja en folleto anónimo”: http://www.proyectoconosur.com.ar/Noticias/NoticiaMuestra.asp?Id=3040, para entender el fenómeno de la soja en Argentina.
xxxviiiMás información en mi artículo “No, no y no” . Año 2003., http://www.biodiversidadla.org/article/articleview/3016/1/10 entre otros.
xxxixLÓPEZ J.: “Contaminación genética”, Amigos de la Tierra Internacional, en www.tierra.org/transgenicos/transgenicos.htm , octubre de 2001.
xlTHIRD WORLD NETWORK BIOSAFETY INFORMATION SERVICE: “RE: Pusztai’s review enforces warnings on GE foods”, 15 de septiembre de 2003, http://www.twnside.org.sg/title/service75.htm. Traducido por acción Ecológica, en www.ecoportal.net y en GRUPO DE CIENCIA INDEPENDIENTE (ISP): “En defensa de un mundo sustentable sin transgénicos”, Londres, Reino Unido, 15 de julio de 2003, en www.choike.org/documentos/transgenicos.pdf título original: “The Case For A GM-Free Sustainable World”, en www.indsp.org/ISPreportSummary.php
xliISP News: “Meacher calls for enquiry into GM safety”, Comunicado de prensa 5 de mayo de 2004, en www.i-sis.org.uk
xliiPUSZTAI A.: “No hay pruebas contundentes de su presunta inocuidad”, en The Ecologist en castellano, Nº 17, Barcelona, España, abril-junio 2004, pag. 15
xliiiGRUPO DE CIENCIA INDEPENDIENTE (ISP): “En defensa de un mundo sustentable sin transgénicos”, Londres, Reino Unido, 15 de julio de 2003, en www.choike.org/documentos/transgenicos.pdf título original: “The Case For A GM-Free Sustainable World”, en www.indsp.org/ISPreportSummary.php
xlivLappé, M.A., Bailey, E.B., Childress, C.C. & Setchell, K.D.R.: “Alterations in Clinically Important Phytoestrogens in Genetically Modified, Herbicide-Tolerant Soybeans”, Journal of Medicinal Food, 1:241-245. (1998/1999), en http://www.mindfully.org/GE/Phytoestrogen-Alteration-GM-Soybeans1jul99.htm
xlvSOIL ASSOCIATION: “GM Food: Scientific Evidence of Health Risks”, 19 de mayo de 2004, en http://www.soilassociation.org/web/sa/saweb.nsf/0/fd2ef501948c472480256e990060ed71?OpenDocument
xlviCOURVALIN P.: “Plantas transgénicas y antibióticos”, traducción efectuada por Greenpeace, 1998, www.sodepaz.org
xlviiColostomía: Extracción del colon por razones médicas.
xlviiiSOIL ASSOCIATION: “GM Food: Scientific Evidence of Health Risks”, 19 de mayo de 2004, en http://www.soilassociation.org/web/sa/saweb.nsf/0/fd2ef501948c472480256e990060ed71?OpenDocument
xlixGRUPO DE CIENCIA INDEPENDIENTE (ISP): “En defensa de un mundo sustentable sin transgénicos”, Londres, Reino Unido, 15 de julio de 2003, en www.choike.org/documentos/transgenicos.pdf título original: “The Case For A GM-Free Sustainable World”, en www.indsp.org/ISPreportSummary.php y INSTITUTE OF SCIENCE IN SOCIETY: “DNA in GM food and feed”, 17 de junio de 2004, en www.i-sis.org.uk
lRIBEIRO S.: “Transgénicos, salud y contaminación”, artículo obtenido de La Jornada (México), 23 de marzo de 2004, en www.rebelion.org.
liTOWNSEND M.: “Why soya is a hidden destroyer”, en Daily Express, 12 de marzo de 1999, Reino Unido, obtenido en http://www.ethicalinvesting.com/monsanto/news/10037.htm
liiNI CHEALLAIGH, G.: “Doctors criticise report on GM foods”, en Irish Times, Irlanda, 13 de marzo de 2001, en http://www.ireland.com/newspaper/ireland/2001/0313/archive.01031300007.html Obtenido en http://www.mindfully.org/GE/GE2/Irish-Docs-Criticise.htm
liiiTAYABALI, A F. and SELIGY V. L.: “Production of Bacillus cereus-Like Cytolytic Effects from Outgrowth of Spores”, en Environmental Health Perspectives V.108, N. 10, Octubre 2000, http://www.mindfully.org/GE/Bt-Human-Cell-Exp.htm y DELGADO G.C.: “Campaña de The Ecologist: ¡no necesitamos alimentos transgénicos! Contra la confusión mediática y la manipulación genética”, en http://www.theecologist.net/especiales/cartadelmes/index11.asp, 22 de enero de 2004.
livCUMMINS J.: “Witness Statement”, en http://www.i-sis.org.uk/witness2.php , enero, 2001.
lvSTEPHENS A.: “Puncturing the GM Myths”, entrevista a Mae-Wan Ho, Comunicado de prensa del Institute of Science in Society, 8 de abril de 2004, en www.i-sis.org.uk
lviECOLOGISTAS EN ACCION: “Monsanto retira el trigo transgénico”, en www.ecoportal.net, mayo de 2004. Datos de Walter Alberto Pengue.
lviiISP Press: “The Case for A GM-Free Sustainable World – Executive Summary”, 27 de mayo de 2004, en www.i-sis.org.uk
lviiiRUIZ C.: “El abecé de los transgénicos. La comida terminator”, en La Jornada Masionare, México DF, Nº 335 23 de mayo de 2004. Obtenido en www.biodiversidadla.org y GRUPO DE CIENCIA INDEPENDIENTE (ISP): “En defensa de un mundo sustentable sin transgénicos”, Londres, Reino Unido, 15 de julio de 2003, en www.choike.org/documentos/transgenicos.pdf título original: “The Case For A GM-Free Sustainable World”, en www.indsp.org/ISPreportSummary.php
Transgénicos: Víctimas y pruebas
Silvia Ribeiro
ALAI 07/04/2004, México.- Si usted fuera a una tienda y viera un anuncio de galletas que dice «no hay pruebas de que sean malas para la salud», ¿las compraría? Yo no. Y creo que nadie más.
Sin embargo, este es el argumento que utilizan las multinacionales productoras de transgénicos y los científicos que los defienden, para decir que quienes se oponen a esos productos no son racionales. Y los gobiernos de varios países latinoamericanos compran esas «galletas» (sepa usted a qué precio y con qué dinero) y para justificarse hacen leyes que paradójicamente llaman de «bioseguridad», en teoría para regular los transgénicos, pero que la única seguridad que protegen es la de la inversión de las multinacionales.
Por ejemplo, en Estados Unidos -el mayor productor de transgénicos en el mundo- los estudios y evaluación para decidir si se permite un cultivo transgénico los hace la propia empresa que los produce. Con estas leyes en la práctica todos estaremos obligados -o al menos expuestos- a comer esos productos que nadie puede afirmar que sean sanos, sino solamente que no hay pruebas de que sean malos. Como las empresas no están precisamente buscando esas pruebas, somos las víctimas entonces las que tenemos que demostrar que hay problemas, en lugar de que el puñado de inescrupulosas multinacionales que producen transgénicos y los políticos que las protegen tengan que asumir su responsabilidad por poner en circulación productos potencialmente dañinos.
Hay poquísimos científicos estudiando los posibles impactos de los transgénicos sobre la salud y el ambiente, y los que lo hacen, no vinculados con la industria, son calumniados y atacados ferozmente por una comunidad «científica» de biotecnólogos y afines, en su mayoría financiados directa o indirectamente por las trasnacionales biotecnológicas.
A contrapelo de esta realidad, científicos que trabajan en forma independiente, como el doctor Terje Traavik, de Noruega, han encontrado en 2004 resultados alarmantes: alergias en campesinos debido al polen del maíz transgénico;
recombinaciones de virus contenidos en vacunas transgénicas, en células animales y humanas que ocasionan híbridos de virus con efectos impredecibles, así como actividad del gen de virus contenido en los promotores de los transgénicos, sobre células animales, que puede activar o desactivar otros genes dentro de los organismos, con efectos desconocidos.
La contaminación de los cultivos es inevitable una vez que los transgénicos llegan al campo, ya que los cultivos se cruzan abiertamente, emiten polen, entran en contacto con insectos, viento, etc. Sin embargo, de nuevo son las víctimas las que tienen que probar que hay contaminación y correr con los gastos y problemas que esto implica.
Por ejemplo, para poder detectar si hay contaminación transgénica en un cultivo dependemos de que las compañías que los producen entreguen la información y los elementos que permiten saberlo. Las empresas son renuentes a entregar esta información, pero cuando lo hacen, por ejemplo a empresas que les compran caro los derechos de uso para detección, es imposible garantizar que sea correcta, ya que la construcción transgénica está mostrando ser inestable, y una vez en circulación (más aún si se trata de contaminación y por varias generaciones), puede haber cambiado, por lo que no es posible reconocerla.
Un estudio reciente realizado por tres científicos de Inglaterra (Ricarda Steinbrecher, Allison Wilson y Jonathan Latham. Genome Scrambling, Myth or reality?, Econexus, UK, febrero de 2004) hace una extensa revisión bibliográfica y da cuenta de que las alteraciones imprevistas del genoma en los transgénicos son altamente frecuentes, no sólo alterando la propia secuencia transgénica, sino también otros genes de los organismos donde se insertan.
Se encontraron este tipo de alteraciones, por ejemplo, en los cultivos transgénicos más difundidos en el mercado, como la soya tolerante a glifosato Roundup Ready, de Monsanto, el maíz insecticida Yieldgard Mon810 y Mon 863 de Monsanto, el maíz Liberty Link T25 de Aventis (Bayer), y el maíz Bt176 de Novartis (Syngenta).
Esta inestabilidad dificulta o hasta puede hacer imposible su detección por algunos métodos -que además son los únicos que los científicos protransgénicos aceptan como válidos-, pero sobre todo significa que no se sabe qué efectos pueden tener esos cambios en las plantas contaminadas, ya que hay genes extraños y de la propia planta que podrían estar alterados y producir, entre muchas otras posibilidades, deformaciones, esterilidad, o activar elementos alergénicos en la planta.
Es decir, los transgénicos no aportan nada -producen menos y usan más químicos que los convencionales-, pero pueden estar dañando en forma irreversible las plantas que, a decir de Aldo González, indígena zapoteco de Oaxaca, «sí sabemos que son sanas: 10 mil años de prueba lo demuestran».
* Silvia Ribeiro es investigadora del Grupo ETC
«Si en Estados Unidos se comiera estiércol, al Sr. Garza, al PMA, y a USAID, les parecería lógico que los pobres alimentaran a sus hijos con estiércol.»
Solidaridad y alimentos transgénicos:
Cuando los diccionarios se quedan sin palabras
Mariano Cereijo Gelo
Consultor ambiental y ecologista español
16 de julio del 2003
A veces, la solidaridad se puede transformar en el peor enemigo de millones de pobres en el mundo. En una especie de prototipo de Caballo de Troya moderno y maquillado. En su interior, oscuros fines y el estereotipo del Atila Don Dinero. Por donde pasa, no crece la vida.
La «Alianza por una Nicaragua Libre de Transgénicos», abrió la caja de Pandora. Dos sorprendentes hallazgos, zarandean y muestran los grotescos fines de organismos aparentemente impecables, que enarbolan sin ningún pudor, la bandera de la solidaridad y la cooperación con los más desfavorecidos. Por una parte, dicha alianza encontró maíz manipulado genéticamente (transgénico), en la ayuda alimenticia que llega a Nicaragua, y que es donada a través del Programa Mundial de Alimentación (PMA) de la ONU.Por otra parte, dos muestreos aleatorios llevaron a esta alianza a sospechar fuertemente de la introducción de semillas transgénicas, en algunos departamentos de Nicaragua, a través del Proyecto de Mejoramiento de Semillas (PROMESA). Dicho proyecto fue cancelado recientemente, y aunque formaba parte de un programa del gobierno nicaragüense, era financiado por la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID).
Para conocer ambas historias, contacté cibernéticamente con el Licenciado Julio Sánchez Gutiérrez, coordinador del programa de biodiversidad del Centro Humboldt (una de las siete organizaciones que conforman la alianza).
Advierte primeramente, que en la ayuda alimenticia, todas las muestras de maíz que se analizaron, contenían maíz transgénico. En la Unión Europea, si la cantidad de maíz transgénico supera el 0,5% del total, se debe etiquetar o incluso puede ser retirado de mercados, tiendas y centros comerciales. Sin embargo en Nicaragua, se llegó a detectar una muestra que contenía más de siete veces este porcentaje. Y si esto no fuera suficiente, una de las variedades transgénicas halladas en las muestras, es propiedad de la controvertida multinacional Monsanto, y está totalmente prohibida en Europa, independientemente de la cantidad y porcentaje de la misma.
Según el Sr. Sánchez, la inmensa mayoría de las muestras analizadas, provenían de ayuda alimenticia otorgada por Estados Unidos, a través de USAID y distribuida por el PMA.
No obstante, también se detectó una variedad de maíz transgénico, en una donación financiada por Alemania. Según el derecho comunitario, en Europa, dicha muestra debería haber ido claramente etiquetada. Sin embargo, esto no sucedió en Nicaragua.
Y es que según la versión del Sr. Sánchez, la Unión Europea y algunos de sus países, también podrían ser responsables indirectos de toda esta situación. Esto sucedería, si el PMA comprara con fondos europeos, ayuda alimenticia con transgénicos, en otros países donde están más permitidos. De momento, todo son hipótesis y suposiciones, que de ser ciertas, dejarían en muy mal sitio las políticas solidarias de la Unión Europea y sus países; y deberían propiciar un mejor control sobre los alimentos que obtiene el PMA con dinero europeo.
Hoy en día, existe bibliografía científica, que pone en tela de juicio la inocencia de los alimentos transgénicos en la salud humana. Es por eso, que miles de organizaciones, científicos y ciudadanos del mundo, están exigiendo a las autoridades competentes, precauciones y moratorias al comercio de estos cultivos y semillas, hasta que se conozcan con mayor profundidad y exactitud sus consecuencias sanitarias, sociales, medioambientales, políticas y económicas.Sin embargo, la sombra oculta de las multinacionales, prevalece en los políticos y se impone a la voluntad popular y al principio de precaución, que debería tenerse muy en cuenta, habida cuenta de los riesgos reconocidos de estos alimentos y cultivos.
Apunta el Sr. Sánchez, que las muestras de ayuda alimenticia en las que se encontraron los componentes transgénicos, iban destinadas a sectores muy vulnerables de la población nicaragüense. Primero que nada, porque los receptores eran personas y comunidades muy pobres. Segundo, porque los alimentos iban dirigidos a madres embarazadas y a niños en edad de preescolar. Son ellos precisamente, los que menos acceso tienen a una sanidad digna y adecuada, y a una dieta rica y equilibrada. Cualquier efecto adverso, conllevaría consecuencias más trágicas y dañinas en estas personas. Imagínense cómo una madre llevaría a su hijo a un hospital, aquejado de una alergia producida por algún alimento transgénico, si a duras penas puede comprar la comida diaria. Se ha otorgado comida basura a los hambrientos, y se ha arriesgado la salud de los que no pueden comprar ni una aspirina.
Otro agravante de esta truculenta historia, es el silencio y mutismo con el que se ha llevado a término. Nadie sabía nada. Ni los ciudadanos, ni las ONG’s, y ni tan siquiera el gobierno nicaragüense (Por lo menos, eso alegan). Se han introducido alimentos susceptibles de producir desequilibrios nutricionales y daños médicos, de una forma cobarde y ruin. Sin informar, sin avisar, y sin dar opción a nadie a poder tomar medidas para prevenir futuras consecuencias negativas en la población.La presencia de este maíz en ayuda alimenticia, es debida a dos hipótesis que nos explica el Sr. Sánchez.Por una parte, a Estados Unidos se le ha ido de las manos el control de los alimentos transgénicos. El caso más escandaloso es el del maíz transgénico StarLink, el cual, solo está permitido para consumo animal. Pero debido a las deficientes regulaciones y medidas de control, éste fue detectado en la dieta humana en agosto de 2000, provocando supuestamente, alergias a decenas de personas en Estados Unidos. Estas carencias organizativas y legislativas hubieran permitido la filtración del maíz en ayuda alimenticia.La segunda teoría, y posiblemente la más probable, es que el gobierno norteamericano ha comprado excedentes a las empresas que no pueden ubicar su producto en el mercado, para posteriormente, remitirlos como ayuda alimenticia.Sea cual sea el motivo, la sociedad se halla alarmada. En Nicaragua no existe legislación férrea que impida la entrada de transgénicos. Solo existen protocolos, menciones y acuerdos, que sumados a la gravedad del caso, deberían desembocar en una moratoria inmediata a la entrada de dichos productos, por parte del gobierno liberal del Sr. Enrique Bolaños.
Nicaragua no ha sido el único país en donde se ha encontrado ayuda alimenticia con presencia de transgénicos. El Foro Boliviano para el Desarrollo y el Medio Ambiente (FOBOMADE), ha denunciado que en muestras de alimentos donados por USAID y repartidos por el PMA en Bolivia, se ha detectado la presencia del maíz StarLink. En Guatemala, el Colectivo Madre Selva, encontró tres variedades de maíz transgénico en ayuda alimenticia, totalmente prohibidos para consumo humano en la Unión Europea. Otros países como Ecuador y Colombia, también fueron víctimas de esta peculiar forma de solidaridad.
Según el Sr. Sánchez, la política de la FAO no impide distribuir este tipo de alimentos, siempre y cuando estén certificados en el país de origen. USAID no ha desmentido en ningún momento todo este escándalo. Simplemente se ha limitado a defenderse, aduciendo que estos alimentos son consumidos en Estados Unidos. El Sr. Oliver Garza, antiguo embajador norteamericano en Nicaragua, fue más lejos. En una actitud entre injerencista y profética, manifestó públicamente que los transgénicos son la única solución para que Nicaragua pueda sobrevivir. Además, reconoció que el 40% de la ayuda alimenticia que llega a Nicaragua, contiene porcentajes transgénicos. Al parecer, no interesa lo más mínimo la opinión, visión, testimonios, temores, sospechas y preocupaciones de los nicaragüenses en todo este asunto. Si en Estados Unidos se comiera estiércol, al Sr. Garza, al PMA, y a USAID, les parecería lógico que los pobres alimentaran a sus hijos con estiércol. Y encima, a todo esto se le llama cooperación, solidaridad, ………., (ponga Ud. una); y toda esa retahíla de palabras prostituidas y secuestradas de los diccionarios por políticos y estrategas.Pero esto no es todo. Si se ha sorprendido con lo que ha leído hasta ahora, prepárese para la segunda historia. No es menos escalofriante.
Nos cuenta el Sr. Sánchez, que la Alianza por una Nicaragua Libre de Transgénicos, detectó presuntas semillas transgénicas, en los campos de experimentación de PROMESA.Dicho proyecto se suspendió hace unos meses. Se sospecha que el descubrimiento efectuado por la Alianza, fue decisivo para la cancelación del mismo. No obstante, el Sr. Sánchez advierte que proyectos similares se pueden desarrollar en otros países bajo otros nombres.
Subraya que nunca pudieron afirmar la existencia de cultivos transgénicos. Tenían una fuerte presunción. Por eso, iban a realizar nuevas pruebas para confirmarlo en el laboratorio Genetic ID, de Iowa (Estados Unidos). El mismo que detectó maíz transgénico en la ayuda alimenticia, y el mismo que hizo sospechar de la existencia de semillas transgénicas en los campos nicaragüenses.
Su temor no se basaba simplemente en las pruebas científicas. El hecho de que en todo este asunto estuvieran implicadas algunas multinacionales, así como el propio gobierno norteamericano, les hacía llegar en esta sospecha, hasta la misma frontera de la seguridad y la certeza absoluta. Además, el top secret que envolvió esta historia, daba vía libre a cualquier opinión o hipótesis por descabellada que fuera.
De haberse confirmado la existencia de estas semillas, uno de los principales problemas que tendrían que haber afrontado los agricultores nicaragüenses era el de la contaminación genética. Es decir, los nuevos genes añadidos a las semillas (transgénicas), podrían ser adquiridos muy rápidamente por los cultivos de maíz autóctonos (no transgénicos); amenazando así, la existencia, características y propiedades de las especies endémicas nicaragüenses. Es como un vertido tóxico en el afluente de un río. Se propaga por otros ríos a gran velocidad. En su trayecto, contamina pozos, acuíferos, lagos, etc… Y finalmente, acaba amenazando la vida de ecosistemas y humanos. De la nada, se pasa a miles de metros cúbicos de agua contaminados en cuestión de días. En nuestro caso, de una pequeña plantación de maíz transgénico, se podrían contaminar grandes extensiones de maíz autóctono. Pero… ¿Qué sucedería si los genes contaminantes fueran peligrosos para el ser humano? (Recuerden el caso del maíz StarLink). El resultado sería trágico: Grandes extensiones de maíz, contaminadas con genes peligrosos para la salud humana, en países con importantes e inverosímiles deficiencias sanitarias y alimenticias. Llegado el caso, todas las toneladas de maíz contaminado deberían eliminarse del mercado para evitar un incremento de los problemas médicos. Las consecuencias socio-económicas en el campesinado y la sociedad podrían ser desastrosas. Fluctuaciones en el precio del maíz, tensión y pánico en la sociedad ante la nueva epidemia, más desempleo en países con tasas superiores al 50%, hambre, pobreza etc… A pesar de que el proyecto se canceló, existe la posibilidad de que durante su funcionamiento, los supuestos cultivos transgénicos contaminaran otros cultivos. Por eso, la Alianza no descarta la posibilidad de hacer estudios al respecto.
Y todo esto… ¿Por qué?. ¿Qué motivo lleva a los países ricos y a las multinacionales a pender de un hilo la salud, el bienestar y la autonomía de los pobres?. ¿Qué maquiavélico plan se esconde detrás de todo este conglomerado solidario? El Sr. Sánchez es claro y nos da la respuesta. El objetivo único y final es monopolizar la alimentación en el mundo. Que algo tan esencial, básico, importante y primario como es la comida, dependa de los intereses económicos y políticos de unos cuantos. La maquinaria de las multinacionales es muy fuerte, la información escasa, y el agricultor pobre y desesperado resulta ser presa fácil. Primero, se introducen las variedades transgénicas bajo el barniz de la solidaridad y la cooperación al desarrollo. Son promocionadas hasta sus últimas consecuencias. Se engaña al agricultor para que abandone sus semillas tradicionales. Suculentas cosechas o reducción de herbicidas, son algunas de las apologías utilizadas para tentarlo. Hay que subrayar porque es vital para entender todo este plan, que las semillas transgénicas están patentadas. Son propiedad de la multinacional que las proporciona. Por eso, cuando el agricultor se ha decidido por las variedades transgénicas y ha abandonado las suyas, empieza a depender de la multinacional que le vende las semillas. Se inicia el monopolio. La alimentación, la economía y el desarrollo de unos países ya de por si moribundos, se subordina única y exclusivamente a las condiciones, intereses, precios y caprichos de la multinacional propietaria de las semillas. Si ya hay hambre en el mundo, imagínense el futuro, cuando la comida de un niño centroamericano esté condicionada por los gritos y el estrés de los extraterrestres de Wall Street. Las agendas neoliberales completan este magnífico pastel. Con el ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas) que quiere imponer el gobierno de George Bush al resto de América Latina, se le proporciona más poder a las multinacionales que a los propios estados. Se azucaran las leyes laborales y medioambientales. Se cortan las subvenciones y ayudas. Prevalece el producto externo al local. Y se reducen los gastos sociales, entre otros muchos latigazos.Transgénicos + neoliberalismo = pena de muerte para los pobres. Apunta el Sr. Sánchez que «Quién domina el alimento, domina el mundo». Y todo esto, en el contexto de unos países cuyas creencias más ancestrales, narran que los humanos somos hijos del maíz. Hoy, en pleno siglo XXI, las fuerzas del dinero y la demencia humana más visceral e inescrupulosa, amenazan el génesis centroamericano, para introducir su dominio y sus productos llenos de contraindicaciones y minas anti-persona. ¿Hemos tocado fondo como especie? o… ¿Aún podemos cavar un agujero para hundirnos más?
CUADROS DE APOYO
¿QUE ES UN GEN?. ¿QUE ES UN ORGANISMO MODIFICADO GENÉTICAMENTE?.
Un gen es cada uno de los trozos de ADN que contiene la información sobre el funcionamiento y reproducción de cualquier ser vivo. Por ejemplo, el color de los ojos, la textura de una determinada fruta o el crecimiento de las células del estómago están determinados por los genes de cada individuo.
Un organismo modificado genéticamente, es un ser vivo de una determinada especie al que se le ha cortado uno o más genes de su cadena de ADN, y se le ha añadido uno o más genes de otra especie para darle propiedades y características inéditas en su especie. Por ejemplo, existe un tomate al que se le añadió un gen de otra especie con la finalidad de que su piel tardara más en madurar y pudrirse, dándole así una propiedad extraña y nueva en su especie. Ese tomate pasa a ser transgénico.
NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE
Numerosas campañas publicitarias, proclamaban años atrás, que los cultivos transgénicos iban a enterrar el hambre y la pobreza en el mundo. Era la imagen que multinacionales y políticos serviles querían dar a la sociedad, para que ésta, acabara aceptando este nuevo invento. Alimentos con mejores propiedades nutritivas, cultivos con menos necesidades hídricas, o cosechas más productivas. Eran (y siguen siendo) algunos de los argumentos esgrimidos para humanizar lo que a duras penas se puede humanizar.
Lejos de traer el cielo a la tierra, las multinacionales siguen buscando como maximizar sus intereses por encima de todo. Primero, porque las semillas transgénicas no son patrimonio de la humanidad. Están patentadas. Tienen amo. Hay que firmas contratos y cláusulas. Hay que comprarlas. Segundo, porque el grupo de cultivos transgénicos más numeroso, no es el del «milagro de los peces y los panes». El 60% de la investigación agrobiotecnológica, intenta desarrollar plantas que resistan herbicidas en altas dosis. Mientras las «malas hierbas» perecen por los efectos del herbicida, estos cultivos están modificados para resistir altas cantidades. Lo paradójico del caso es que la misma multinacional vende la semilla y el herbicida. El beneficio de la multinacional es doble, la dependencia del agricultor también, y en unos años, la pobreza y el hambre en el mundo, puede que lo mismo.
SALUD Y ALIMENTACION EN NICARAGUA
En Nicaragua, la alimentación y el sistema sanitario presentan graves deficiencias. La población tiene derecho a un servicio médico elemental, pero no a las medicinas básicas. Eso depende del bolsillo de cada uno, y Nicaragua, es el segundo país más pobre de América Latina después de Haití. Por lo tanto, no es difícil ver a enfermos abandonando los centros de salud, conscientes de que no van a poder costear las recetas del médico; o a personas sufriendo graves dolores en las camas del hospital, porque no pueden pagarse los analgésicos. Las instalaciones hospitalarias presentan carencias inauditas. Por eso, resulta habitual que dos enfermos convalecientes ocupen una misma cama. La falta total de medios, conlleva que el paciente se vea obligado a proporcionar desde las sábanas de la cama, hasta el alcohol, algodón y gasas para sanar una determinada herida.
Según UNICEF, la tasa de mortalidad infantil para el año 2001, fue de 38 por cada 1.000 niños nacidos vivos en Nicaragua. Mientras que las más bajas en América, correspondieron a Canadá con 6, Cuba con 6,2, y Estados Unidos con 7.
La esperanza de vida al nacer, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), era en 1995, de 66,22 años en Nicaragua. Mientras que en el periodo 1995-2000, y según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los dos primeros lugares los ocuparon Costa Rica y Cuba con 76 años.
Referente a la tasa de mortalidad materna, en Nicaragua el índice era de 127 madres muertas por cada 100.000 nacimientos vivos, en 1996 según la OPS. En el periodo 1996-2000 y según la CEPAL, Cuba registró el índice más bajo con 32, siguió Panamá y Costa Rica con 55, y Uruguay con 86.
En cuanto al perfil nutricional, la FAO indica que el 14% de los niños nicaragüenses menores de 5 años, estaban desnutridos en 1998. La población de Nicaragua enfrenta problemas de retardo en el crecimiento, deficiencias de vitamina A, y anemia por falta de hierro en niños, escolares y mujeres adultas. Posee un deficiente consumo de calorías, proteínas y productos de origen animal, así como otras fuentes de hierro y vitamina A como frutas y verduras. El consumo general de calorías en Nicaragua, es de aproximadamente 2.190 Kcal/Día por persona, cuando el mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud es de 2.700.
AYUDA ALIMENTICIA: LA GRAN FARSA
Una de las cláusulas especificadas en el ALCA, prohíbe las «políticas estatales orientadas a favorecer el uso de los bienes nacionales o el desarrollo local y sectorial». Este tipo de reglas del juego, impiden subsidios y subvenciones a los agricultores locales, dejándolos así a la suerte del mercado.
Estados Unidos, el país más interesado en firmar Tratados de Libre Comercio e imponer el ALCA en América Latina y el Caribe, es curiosamente, el primero que incumple todas estas premisas. Simplemente porque por ejemplo en agricultura, no podría competir en buenas condiciones con el resto de países americanos. De esta manera, Estados Unidos adopta medidas proteccionistas, subvencionando a sus agricultores o comprando excedentes de cosechas, a fin de evitar caídas de precios y crisis.
El Sr. Sánchez no tembló ni un momento al afirmar claramente que la ayuda alimenticia, no es más que la producción excedentaria de los países que las donan. Recorre miles de kilómetros por mar y tierra, para llegar a municipios y comunidades pobres, en las cuales, se siembra el tipo de alimentos que llega en forma de ayuda desde Estados Unidos. La lógica y el verdadero espíritu solidario, implicaría que la ayuda alimenticia que se da a las personas necesitadas, se obtuviera en los mismos municipios y países donde se va a consumir. Si así fuese, se podrían obtener más toneladas de alimentos, se fortalecería la agricultura local, se crearían puestos de trabajo entre los mismos pobres, crecería la economía, se ahorrarían costos en el transporte, etc…
Alguien cercano al PMA, me explicaba que la ayuda alimenticia ha llegado algunas veces a los mercados locales, compitiendo en clara ventaja con la producción local. Este hecho ha provocado fuertes protestas de los agricultores y ganaderos locales.
Bajo la aureola de ayuda alimenticia, también se esconde una especie de «camión de la basura». Ciertos países se deshacen de aquello que no les sirve proporcionándolo a otros países en forma de ayuda alimenticia. Recientemente, numerosos organismos denunciaron que Estados Unidos se estaba deshaciendo del maíz StarLink en forma de ayuda alimenticia.
ONG’S: COOPERACIÓN AL SUBDESARROLLO
Háganse la siguiente pregunta: ¿De qué sirve que una ONG construya un hospital en Nicaragua, si la introducción de transgénicos puede aumentar vertiginosamente el número de enfermos y la necesidad de medicinas?
En unos meses, se requeriría de una nueva ONG para construir un nuevo hospital, que diera atención a los enfermos de alergias u otras enfermedades, ocasionadas supuestamente por el consumo de maíz transgénico. A ese ritmo, no se avanza en el desarrollo de los hermanos países del sur; al contrario, se retrocede con más fuerza y velocidad. Esta situación es agravada por las medidas y acuerdos neo-liberales, que hunden cada día más a los países pobres.
Entonces, ¿Es efectiva la línea de trabajo de algunas ONG’s?, ¿Es real el compromiso con el desarrollo de algunas ONG’s? Evidentemente no.
Algunas ONG’s juegan dentro del sistema. También hay otras, que aparte de realizar proyectos de desarrollo en los países del sur, denuncian y trabajan por evitar situaciones como la que sucede actualmente en Nicaragua. Entienden perfectamente que el desarrollo íntegro de estos países, no solo está en el asistencialismo y en las intervenciones mediante proyectos. Hay que ir más lejos. Se requiere de un cambio en el sistema y en las relaciones entre el norte y el sur.
Son precisamente estas ONG’s, las que actualmente en nuestro país (España) vienen sufriendo la persecución y censura del gobierno. Estorban porque denuncian todos sus movimientos sucios y los de sus colegas de las multinacionales. Ellos apuestan por las otras ONG’s. Las más famosas. Las más ricas. Las que solo construyen hospitales. Las que rinden pleitesía y callan cuando ven a una multinacional ahogando y engañando a los agricultores. Las que lavan conciencias y venden somníferos solidarios a los ciudadanos de los países ricos, para que éstos duerman, callen y se piensen que apadrinando a un niño, están arreglando el mundo.
El mejor pack que ofrece el primer mundo a los países del tercero. 2X1. Primero se crea la crisis y luego viene la supuesta solidaridad de algunas ONG’s. Detrás de toda esta parafernalia, nuevos packs esperando en las puertas del tercero.