26 octubre.

DÃa Nacional de la Mujer Palestina 26 de octubre.

El 26 de octubre de 1929 se realizó en Jerusalén la primera conferencia de mujeres palestinas.
En los últimos dos años, el costo humano soportado por las mujeres palestinas en Gaza y en Cisjordania ha revelado el núcleo profundamente marcado por el género del genocidio y la ocupación en curso. Solo en Gaza, más de 68.234 personas palestinas han sido asesinadas —entre ellas 33.000 mujeres, 20.179 niñas y niños y 4.813 ancianas-os—, mientras que 10 mil permanecen desaparecidas y 170.373 han resultado heridas, el 70% de ellos mujeres y niñas-os.

Cada 26 de octubre rendimos homenaje a la valentÃa y la resistencia de la mujer palestina frente al genocidio en Gaza y a la violencia constante de la ocupación. Son ellas quienes, bajo los bombardeos y la hambruna impuesta, hacen lo imposible por mantener con vida a sus hijos y proteger a sus familias en medio de un sufrimiento indescriptible. Mujeres que cargan con la pérdida, la humillación y el despojo, pero que aun asà levantan comunidades, sostienen la esperanza y transmiten dignidad.
Enfrentan desplazamientos forzados, agresiones, encarcelamientos y la amenaza permanente contra su existencia, pero no se rinden. Que este dÃa sea un reconocimiento a su sacrificio y un llamado a que su voz, su dignidad y su protagonismo sean el faro de un futuro libre e igualitario para Palestina.


Más de 1,93 millones de palestinos, en su mayorÃa mujeres y niños, han sido desplazados por la fuerza de sus hogares en Gaza —muchos de ellos varias veces—, mientras que 1,5 millones viven ahora sin refugio adecuado ante la llegada del invierno. En Cisjordania, al menos 50 mil palestinos, en su mayorÃa procedentes de aldeas beduinas y campamentos de refugiados, han sido expulsados de sus tierras. El hambre se ha convertido en un arma de guerra: 250 mil mujeres y niñas están siendo sometidas a inanición, mientras que otras 500 mil enfrentan niveles de hambre catastróficos. Más de 132 mil niños y 55.500 mujeres embarazadas o en periodo de lactancia sufren desnutrición aguda, con 41 mil niños en estado de hambruna severa.

Sin embargo, la mujer palestina en Gaza no es solo testigo de la destrucción: es el alma viva de Palestina, su latido que nunca se detiene. En cada hogar destruido y en cada rincón cubierto de polvo y dolor, hay una mujer que enjuaga sus lágrimas con una mano y reconstruye la vida con la otra.
La ocupación israelà ha convertido el cuerpo de la mujer palestina en un campo de batalla: un espacio de control, humillación y resistencia. Sin embargo, las mujeres de Palestina se niegan a desaparecer.
Cada una que reabre una panaderÃa, una clÃnica o una escuela está reconstruyendo la paz.


En este DÃa Nacional de la Mujer Palestina, el llamado es claro y profundamente polÃtico: el mundo debe respetar la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y sus obligaciones de proteger a las mujeres en tiempos de conflicto. La comunidad internacional debe poner fin a la impunidad, investigar los crÃmenes de guerra y hacer que los responsables rindan cuentas. El silencio es complicidad; la neutralidad, un fracaso moral.
Mientras una sola mujer palestina siga respirando, enseñando, cuidando o creando, Palestina seguirá viva.
(tomado de un texto más amplio de la señora embajadora de Palestina en Chile Vera Baboun. )






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