9-D
9 diciembre
Día Internacional de las Personas Defensoras de los Derechos Humanos.
Y el 26 aniversario de la Declaración sobre Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Es poco conocido que la ONU dedica “un día” a las personas defensoras, y que hay una DECLARACIÓN específica para “defender a los defensores”: son los gobiernos los que deberían cumplir y hacer cumplir lo que Naciones Unidas orienta.
En Asturias desde hace 24 años hay un programa específico de protección a personas defensoras, temporal y limitado (PAV-DDHH https://pachakuti.org/programa-asturiano-atencion-victimas-violencia-en-colombia/ . Este año ha tenido a 6 personas defensoras.
También Amnistía Internacional protege en Asturias desde hace un mes a un periodista mexicano junto con su familia.
Dice la ONU que:
“Los alarmantes niveles de violencia en contra de personas defensoras, incluyendo el mayor número de asesinatos a nivel mundial, son una clara muestra de los riesgos que enfrentan por ejercer su labor.
Es también preocupante el incremento de la criminalización y el hostigamiento de los cuales son víctimas a través de acciones judiciales infundadas que buscan obstaculizar su labor y que representan una grave amenaza a su libertad personal, su integridad psicológica y la seguridad de sus familias. La instrumentalización de procesos legales bajo cargos infundados, en algunos casos utilizando tipos penales ambiguos como medio de intimidación y represión, es una práctica cada vez más recurrente, que socava gravemente el Estado de derecho y los principios democráticos. Estas prácticas también envían un mensaje disuasivo y amedrentador hacia activistas y la comunidad de defensores en general.
Este panorama se ve exacerbado por la falta de mecanismos efectivos para investigar, sancionar y prevenir estos actos. La impunidad sobre los delitos cometidos contra personas defensoras sigue siendo un desafío importante, perpetuando la violencia, la represión y creando un clima de miedo y vulnerabilidad.
La situación de personas defensoras pertenecientes a grupos en situación de vulnerabilidad, como mujeres, pueblos indígenas, afrodescendientes y personas LGTBI+, es particularmente preocupante. La normalización de la violencia en su contra a través de discursos misóginos y homofóbicos ha contribuido al problema. Además, la falta de un enfoque diferenciado en la investigación de los delitos en su contra agrava la discriminación.
Observamos con preocupación una tendencia creciente de políticas regresivas que socavan el derecho a defender derechos. Esto se manifiesta en restricciones a la libertad de expresión y asociación con el cierre de organizaciones no gubernamentales, adopción de leyes que limitan u obstaculizan sus actividades, así como afectaciones al derecho a la protesta pacífica, y el uso desproporcionado de la fuerza contra manifestantes.
Se observa también que persisten discursos estigmatizantes que buscan desacreditar la labor de defensa de derechos humanos. Preocupa especialmente aquellos que provienen desde las más altas autoridades de los Estados. Los pronunciamientos públicos por parte de funcionarios del Estado generan una estigmatización y promueven un clima de hostilidad e intolerancia por parte de distintos sectores de la población.
Por otra parte, aunque la esfera digital ofrece nuevas plataformas para la promoción de los derechos humanos y la participación en los asuntos públicos, también han permitido la proliferación de amenazas, intimidación, estigmatización y actos de acoso. De igual modo, la expansión de las herramientas digitales ha permitido nuevas dinámicas de vigilancia selectiva de personas defensoras y otros actores del espacio cívico.
La defensa de los derechos humanos es fundamental para el desarrollo de sociedades justas, inclusivas y democráticas, y las personas defensoras deben ser apoyadas y protegidas en el ejercicio y desarrollo de su labor”.
Mary Lawlor es la Relatora Especial sobre la situación de los defensores de derechos humanos.
En Colombia 162 líderes sociales han sido asesinados este año. El último Lorenzo Pascal Guanga, líder y autoridad indígena awá de Nariño.
Continúan las agresiones, continúa la solidaridad con Colombia.
Este año el Programa Asturiano acogió a seis personas (cinco mujeres) defensoras de los derechos humanos, procedentes de Colombia.
Es la continuidad del esfuerzo solidario iniciado hace 24 años para ayudar a proteger la vida e integridad de personas de su dirigencia social en riesgo de caer asesinadas como retaliación por su labor.
Su regreso desde Asturias al país se está dando en un contexto peligroso.
Ya lo era cuando vinieron hace medio año y ha empeorado debido a los obstáculos que está encontrando el propósito de “paz total” del gobierno, lo que está incidiendo en la continuidad de la histórica falta de garantías.
Colombia continúa siendo el país más peligroso del mundo para quienes defienden los derechos humanos, la paz y el medio ambiente.
Una de las fuentes de mayor peligro es la expansión del paramilitarismo y la degradación del conflicto atizado por la inequidad y por el narcotráfico, junto con la impunidad estructural y la falta de presencia integral del Estado en los territorios en los que se agudizó la confrontación militar con graves afectaciones sobre la población civil y su dirigencia.
De esos territorios conflictuados llegaron DALIA (La Guajira), ZULMA (Buenaventura), AIDEE (Meta), NELLY (Tolima) y JAINER (Barranquilla), MARÍA YENNY (Valle).
El mérito de estas personas que exponen su vida para defender las vidas y los derechos de las comunidades, merece un reconocimiento y la continuidad del programa de protección astur.
A pesar de que el gobierno de GUSTAVO PETRO y FRANCIA MÁRQUEZ reconoce de manera pública que es legal, legítimo y loable defender los Derechos Humanos, hacerlo en Colombia implica peligros graves: amenazas de muerte y asesinatos precedidos de estigmatización, golpizas, secuestros, tortura, cárcel, restricciones a su movilidad y a su libertad de expresión, esto agravado por las condiciones del conflicto social y armado, generalmente por la defensa de la vida en los territorios, amenazados con ser ocupados y devastados por las multinacionales, incluida la del narcotráfico.
La situación de las mujeres defensoras de los Derechos Humanos es muy difícil y aunque no constituyen la mayoría de las víctimas de asesinato, enfrentan riesgos adicionales como la discriminación de género, la violencia sexual en contexto de conflicto armado, los ataques a familiares directos y el desplazamiento forzado.
Asturias, con el apoyo de 16 organizaciones locales de apoyo y 9 organizaciones colombianas de “selección”, seguirá el año entrante acogiendo a la dirigencia social colombiana en riesgo y apoyando los procesos sociales que impulsan la paz con justicia social, objetivo inalcanzable si no se preserva la vida de quienes exponen su vida para dar voz a las comunidades que se debaten defendiendo el derecho a vivir con dignidad, en paz, en un ambiente sano y en los territorios.
Alberto Amaro, periodista mexicano: https://www.eldiario.es/asturias/alberto-amaro-periodista-mexicano-refugiado-asturias-hijos-han-aprendido-defender-justo_1_11850267.html
En el estado español, los programas de protección temporal, que conforman la red pro TEJER, se reunían en septiembre en Asturias: https://pachakuti.org/defender-a-las-defensoras/
El gobierno español esboza la implementación de otro Programa de Protección: https://pachakuti.org/proteger-a-las-personas-defensoras/
La Declaración-Defensores: https://www.ohchr.org/es/special-procedures/sr-human-rights-defenders/declaration-human-rights-defenders
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