El grupo de migrantes Achalay Danzai (desde “la Mitad del Mundo”, territorios de Costa, Sierra y Amazonía ecuatorianas, se dijo al micro de la plaza del Campoamor), con ritmos y coloridos, acompañó la actividad de la CODOPA de los 15 años de La Declaración.
Numerosos viandantes en plena fiesta mateína, así como la concejala Marisa Ponga y varios colectivos, (las dos concejalas de gobierno PP en la ciudad justificaron por otras actividades en agenda) escucharon también “el mensaje” de la CODOPA en voz de su presidente Ana Andrés Ablanedo:
El 13 de septiembre, 15º aniversario de la Declaración de NNUU sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.
La Declaración https://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/DRIPS_es.pdf se ha convertido desde entonces en un estándar normativo con un amplio reconocimiento.
El “tiempo” indígena, la persistencia de la resistencia y capacidad de propuesta del movimiento indígena, se está mostrando cada vez como más imprescindible. Para la propia sobrevivencia del planeta.
Y bastaría con hacer cumplir aquella Declaración. Con hacerla conocer, difundir y comprender en los colegios, en las universidades. ¿acaso no es hora ya?. Con hacer cumplimiento de su articulado, en los gobiernos, en las corporaciones empresariales.
El 13-S no es un “día internacional” pero es un aniversario relevante.
Los Derechos ya han sido reconocidos en dicha Declaración. Aunque en el primer momento algunos gobiernos pusieron zancadillas a su aprobación, luego resultó que solo cuatro votaron en contra, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda , y además, sucesivamente fueron también aprobándola, así que hay máxima unanimidad mundial.
Cumplir y hacer cumplir la Declaración, ese es el reto, el desafío, la propuesta pertinente.
Los pueblos indígenas de todo el mundo tienen a partir de entonces el derecho a la autodeterminación, al control de sus tierras y sus recursos naturales y la preservación de su cultura y sus tradiciones.
La antigua Procuradora General de Asturias, se hizo eco y difundió miles de ejemplares. Hace 3 años los aytos de Llanera y de Xixón apoyaron una edición ilustrada por Alberto Vázquez. Pero claro que es insuficiente. Nuestra Universidad debiera también incluir en contenidos y programas. Incluso en masters y tesis doctorales.
El parlamento astur se ha pronunciado en dos ocasiones en su apoyo, levemente, pero apoyo.
Al gobierno, a los gobiernos les corresponde ejecutar y desarrollar, en las diversas esferas en que los Derechos del mundo indígena “nos afectan” en mayor dimensión. ¿Y acaso no es una de las mayores la llamada emergencia climática, el desastre del clima, frente al cuál las comunidades, pueblos y nacionalidades de los pueblos originarios han estado desde siglos aportando su cosmovisión, su forma respetuosa de tratar a la Tierra Madre?
¿No son acaso los pueblos indígenas quienes con sus prácticas han contribuido, y lo harán en el presente y futuro si se les deja, a enfriar el planeta?
Coincide este nuevo aniversario del 13-S con la gravísima emergencia en la Amazonía, con el SOS que hacen los pueblos amazónicos al mundo para confrontar las políticas suicidas extractivistas.
Frente a la galopante deforestación, las mujeres indígenas que han plantado campamento en Brasilia han puesto título a su movilización: Reforestación de las mentes para curar la tierra.
En tierras mesoamericanas fulguran cada vez más los ejemplos de Berta Cáceres, de Miriam Miranda. De Lolita Chávez que compartía el anterior 13-S en Xixón.
Significativo es también que la Agenda 2030 para el Desarrollo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible establezcan metas e indicadores relevantes para los pueblos indígenas y que las Naciones Unidas hayan adoptado un Plan de Acción para los Derechos de los Pueblos Indígenas.
¿Se desarrollarán dichos compromisos o quedará en mera retórica?.
El contenido de la Declaración, los Derechos de los Pueblos Indígenas, su cumplimiento cotidiano, no solamente pueden valorarse sin mucha dificultad, sino que además siguen constituyendo uno de los ejes centrales de la preservación de la VIDA.
Del respeto a gentes, pueblos, nacionalidades, pero también del respeto al planeta, su supervivencia, los ODS, la cumbre del clima de este año en Egipto, y la defensa de la Madre Tierra como centro. O su destrozo.
Los pueblos indígenas nos proponen alternativas para el buen vivir; ejercen los derechos colectivos en lo territorial, político, cultural y espiritual, incluso más allá y más antes de la Declaración.
La resistencia indígena, el avance organizativo en medio de la dispersión colonial vigente, las alianzas con sectores no indígenas y el indudable arrope de juristas del ámbito internacional llevaron precisamente a la más política de las Declaraciones, la del 13 de septiembre de 2007.
PUXA los Derechos de los Pueblos Indígenas.