Na mañana del martes 7 de xunu
inauguración del xardín-parque del Movimientu Indíxena
Contrueces. Xixón
xuegos. «la oca de los pueblos indíxenes»
teatru. Carlos Alba “Cellero”.
Sema un texu, una araucaria.
Mural, con Alberto Vázquez
música
ceremonia (con acompañamiento de representante quechua (Bolivia) y tzeltal (Chiapas).
Y autoridades del Ayto de Xixón.
inviten
Soldepaz.pachakuti y Conceyu Xixón
-5519 años, marcará el 21 de junio el año-nuevo de los pueblos andinos.
-12.477, en el conteo del Pueblo Mapuche, cuyo año nuevo se celebra la noche del 23 al 24 de junio.
Hoy siete de junio inauguramos este jardin-parque con el nombre del Movimiento Indígena, y hemos estado haciendo algunas actividades divulgativas en el barrio, para tratar de entender un poco más la importancia, la diversidad, la riqueza, las aportaciones fértiles del mundo indígena en la época presente.
Y el siete, es un número con muchas especificidades entre los pueblos indígenas.
el simbolismo del número 7..
por ejemplo..
– entre los Quiché, el Dios-Siete, es representado jeroglíficamente como Osa Mayor y Orión, aparece trazado sobre el ombligo de la Diosa tierra.
– La estructura dominante del centro sagrado de Tiahuanaco era la Akapana, una pirámide truncada de más de diecisiete metros de altura, llamada por Kolata «la montaña sagrada de Tiwanacu». La pirámide Akapana tenía siete niveles. El número siete aparece asociado con el «padre cielo», que equivale al uso de las coordenadas polar y ecuatorial, expresadas mediante referencia a las direcciones cardinales.
El antiguo sistema aymará de orientación tenía siete direcciones, empleando cuatro direcciones cardinales junto con el centro y el nadir. La Akapana está orientada en las direcciones cardinales.
LA HISTORIA DE LOS 7 ARCOIRIS
“Muy en el principio de los mundos que luego caminaron nuestros más grandes abuelos, los más grandes dioses, los que nacieron el mundo, los primeros, se bajaron a platicar con los hombres y mujeres de maíz. Era una tarde como ésta, de frío, lluvia y sol que parpadea. Se sentaron los más primeros dioses a platicar con los hombres y mujeres de maíz para hacer los acuerdos de los caminos que debían caminarse los hombres y mujeres verdaderos. Porque estos dioses, que eran los más primeros, los que nacieron el mundo, no eran mandones como los dioses que fueron llegando luego. No eran mandones los primeros dioses, buscaban el buen acuerdo entre ellos y con los hombres y mujeres de maíz. Buscaban siempre llegar al buen camino juntos, con buen acuerdo y buena palabra. Y entonces estaban esta tarde, que era de las primeras del mundo más primero, platicando los dioses más grandes con los hombres y mujeres de maíz, con sus iguales.
Acuerdo hacían de buscar los acuerdos buenos con otros hombres y mujeres, con otras lenguas y con otros pensamientos. Tenían que caminar los hombres y mujeres de maíz hasta muy lejos adentro de su corazón para buscar las palabras que otros hombres y mujeres, que otros colores, que otros corazones entendieran.
Y entonces sacaron acuerdo de los trabajos que debían hacer los hombres y mujeres de maíz para hacer un mundo bueno. Y entonces sacaron el acuerdo de que siete eran los trabajos más primeros, los más importantes para hacernos nuevos. Y hablaban los 7 primeros dioses, los que nacieron el mundo, diciendo que 7 eran los trabajos que debían cumplirse para que el mundo fuera bueno y nos hiciera nuevos. Decían los más grandes dioses que 7 debían de ser porque 7 eran los aires o los cielos que techo le ponían al mundo y así decían los dioses primeros que estos eran los siete cielos; el séptimo aire el de NOHOCHAACYUM, el gran padre Chaac. En el aire sexto los CHAACOB o dioses de la lluvia. En el quinto los KUILOB KAAXOB, los señores del yermo. En el cuarto aire los guardianes de los animales.
En el aire tercero los malos espíritus. En el segundo los dioses del viento. En el primero, inmediatamente por encima de la tierra, los BALAMOB que guardan las cruces del pueblo y de las milpas. En las profundidades estaba KISIN, el dios del temblor y el miedo, el diablo.
Y también decían los primeros dioses que 7 eran los colores y 7 su número en que se contaban. Y la historia de los colores ya te la conté en otro día y la de los 7 trabajos te la cuento después si es que hay tiempo y modo que la escuches y que yo te la hable ¬apura el Viejo Antonio al mismo tiempo que se agota el último resplandor en su cigarro.
Después viene el silencio en el que el Viejo Antonio reforja humo y sueños. Un diminuto relámpago en el cerillo de su mano y se sigue el fuego:
“Y entonces los hombres y mujeres de maíz se estuvieron de acuerdo en cumplir con los 7 trabajos para que el mundo fuera bueno y miraron al lugar donde el sol y la luna se turnan su duermevela y preguntaron a los dioses primeros que cuánto debían caminar para cumplir esos 7 trabajos que sirven para hacer el mundo nuevo y entonces los dioses primeros dijeron que 7 veces 7 se caminaran el 7 porque así había salido el número que recuerda que no todos pueden ser pares y que siempre puede haber lugar para el otro. Y entonces los hombres y mujeres del maíz dijeron bueno y volvieron a mirar hacia la montaña que cajita era para guardar los pechos de la madre tierra por turnos, uno de día, de noche la otra. Y mirando los hombres y mujeres de maíz se preguntaron que cómo saben cuántas veces es 7 veces 7 caminar el número 7 y los dioses primeros dijeron que no lo sabían tampoco porque eran dioses primeros pero no todo lo sabían y tenían todavía que estudiarse mucho y por eso no se iban luego sino que se quedaban con los hombres y mujeres de maíz para aprenderse juntos lo nuevo. Y entonces se hicieron una reunión entre los dioses primeros y los hombres y mujeres de maíz y se pusieron a pensar juntos para juntos encontrar el buen camino que nuevo hiciera el mundo.
Y en eso estaban, o sea que pensándose, o esa que sabiéndose, o sea que hablándose, o sea que aprendiéndose, o sea que estándose cuando la lluvia se colgó en la mera mitad de la tarde sin caerse ni levantarse, nomás estando ahí y los hombres y mujeres de maíz se quedaron mirando y también los primeros dioses y ahí nomás que se empieza a pintar un puente de luz y nubes y colores y de la montaña venía el puente y al valle iba al puente y luego clarito se veía que el puente de colores, nubes y luz no iba a ninguna parte ni se venía de ningún lado sino que nomás se estaba ahí, encima de la lluvia y el mundo. Y tenía el puente de luz, colores y nubes 7 colores como franjas y entonces los dioses primeros y los hombres y mujeres de maíz se miraron otra vez y se volvieron a mirar el puente que no iba ni venía sino nomás se estaba y entonces se entendieron que el puente de colores, nubes y luz no va ni viene sino que sirve para ir o para venir y entonces se pusieron muy alegres los todos que se estaban pensándose y aprendiéndose y supieron que eso era lo bueno, ser puente para que vayan y vengan los mundos buenos, los nuevos que nos hacemos. Y rápido sacaron los musiqueros sus instrumentos y rápido se sacaron los pies los dioses primeros y los hombres y mujeres verdaderos y a bailar se pusieron porque ya estaban un poco pensándose y sabiéndose y hablándose y aprendiéndose. Y ya que se acabaron de bailarse, se reunieron otra vez y encontraron que 7 veces 7 era que 7 arcoiris de 7 colores tenían que hacerse caminando para que pudieron cumplirse los 7 trabajos principales. Y entonces ya se supieron también que terminados los 7 se seguían otros 7 porque los puentes de nubes, colores y luz no van ni viene, no tienen principio y final, no empiezan ni acaban, sino que se la pasan siempre cruzando de un lado a otro. Y así quedó el acuerdo que sacaron los dioses primeros y los hombres y mujeres verdaderos. Por eso, desde esa tarde de alegría y saber, los hombres y mujeres de maíz, los verdaderos, se pasan la vida haciendo puentes, y en la muerte también se hacen puentes. Puentes siempre de colores de nubes y de luz, puentes siempre para ir de uno a otro lado, para hacer los trabajos que nacen al mundo nuevo, al que buenos nos hace 7 veces 7 se caminan el 7 los hombres y mujeres de maíz, los verdaderos. Haciendo puentes se viven, haciéndose puentes se mueren…”Se calla el Viejo Antonio. Yo me le quedo mirando y estoy a punto de preguntarle que qué tiene que ver eso con mi pregunta de hasta cuándo nos vamos a estar escondiendo, cuando una luz le renueva la mirada y sonriendo me señala hacia la montaña, a occidente. Yo me giro y veo un arcoiris que no va ni viene, que se está ahí nomás, puenteando mundos, puenteando sueños…
Hoy, en el séptimo día del amanecer del año, hasta 6 arcoiris fueron apareciendo en el camino. Contradiciendo la angustia en el pecho y la resaca la asfixia del desvelo anterior, un puente curvo de luz, de nubes y de colores 6 veces recordó al Viejo Antonio y su historia de los 7 arcoiris. Pasé el camino esperando la aparición del séptimo y el frío coleto me trajo otros recuerdos de unas madrugadas de hace 2 años cuando con bombas y soldados se pretendía apagar el Ya Basta! moreno que amaneció el mundo. Hace dos años, en estos mismos suelos, la dignidad indígena despertó y nos despertó. No fue poco el dolor ni pequeña la muerte. Pero ésa es otra historia y yo nomás quería decirles que aquí nomás se estaba el séptimo arcoiris, en esta reunión o foro en el que estamos pensándonos, hablándonos, aprendiéndonos, sabiéndonos. Y yo quería decirles que éste, el suyo y el nuestro, es el séptimo arcoiris, el séptimo puente que tenemos que hacernos para nacernos nuevos mundos. Así que ya nomás nos faltan 7 veces 7 caminar el 7 para decir y decirnos que hemos terminado los 7 trabajos que nacen al mundo bueno, al que nos hace nuevos.
Los numerosos Pueblos Indígenas, en verdad
¿Qué son,
qué proponen,
cómo viven,
cuál es su forma de relacionarse con la naturaleza..
cuales son sus Derechos: Pueblos Indígenas.?
1) COSMOVISION
2) COMUNITARIO
3) RESPETO A LA PACHAMAMA
4) ARMONIA
5) IDENTIDAD / DIVERSIDAD
6) SABIDURIA ANCESTRAL
7) ESPIRITUALIDAD
8) LUCHA Y RESISTENCIA.
9) REBELDIA
Esas inquietudes quedan “plantadas” en este parque para desarrollarlas, para desentrañarlas,
Para profundizar en el significado de su relación armoniosa, respetuosa con la Naturaleza, convirtiendose por milenios en las y los mejores Guardianes y Guardianas de la Pachamama.
Los árboles que aquí plantamos:
El carbayu: guardian de la justicia y la veracidad.
El texu es, por excelencia, el árbol sagrado de la mitología asturiana, pues representa el vínculo del pueblo asturiano con la tierra.
Canelo: Es el árbol sagrado de los mapuches, quienes lo veneran, atribuyéndole propiedades mágicas. La rama del canelo constituye, además, símbolo de paz, y los tratados importantes se concertaban a la sombra de una de estas especies.
Araucaria o Pehuen: El hermoso pewen es un árbol bueno, suministra alimento a los indigenas y su espíritu interviene para que se multipliquen los rebaños en la Cordillera.