25-27 septiembre
Potentes jornadas del mundo árabe en la UniOvi.
No permitieron salir de Israel a la profesora Samia Al Botmet (investigadora en el Centro de Estudios sobre el Desarrollo de la Universidad Birzeit, con doctorado en la Escuela de Estudios Africanos y Orientales de la Universidad de Londres, que ha investigado las diferencias de género y la economía política del desarrollo bajo el colonialismo) para asistir a las jornadas sobre Retos de Futuro para el Mundo Árabe que comenzaban el lunes 25-S en la Universidad de Oviedo.
En el Milán, el decano, la directora de cooperación, la vicerrectora, la profesora de sociología Sandra Dema, daban contexto e inauguración de las jornadas, (y señalaban aspectos culturales esenciales de la influencia árabe en Europa, al tiempo que denunciaban que la destrucción este mes de la mezquita de Tinmel, en el Alto Atlas, una de las joyas más emblemáticas, no haya tenido ni de lejos la atención mediática que tuvo en su día el incendio de Notre Dame en París).
La colonización sionista ha sido desgranada en detalle por el profesor de la Universidad abierta de Israel, Ben Arie-Ronen, quien ha explicado la “doble eliminación” como táctica del sionismo para robar sin descanso las tierras palestinas, hasta cambiar completamente el MAPA, en cuanto a que la propiedad de la tierra y el control territorial forzado, ha formado parte constante de esa doctrina y práctica sionista.
El profesor hebreo ha asegurado que los kibutz como asentamientos colectivos con principios socialistas, pero sin trabajadores palestinos, permitieron quebrar el trabajo de la población palestina, siendo parte del proceso sionista de colonización, que SEPARÓ a las dos sociedades, cultural y socialmente, hasta el punto de que ahora palestinos e israelís prácticamente nunca tienen espacios comunes de convivencia, o ni siquiera se ven.
Para mantener esa situación también se ataca, jurídica y políticamente, a quienes denuncian la opresión, acusándolos de antisemitismo.
En tal contexto el profe se pregunta si la vida compartida que existía en abundancia antes de 1948 es siquiera imaginable y posible.
El papel del MURO es reforzar la separación entre israelís y palestinos y contribuir a seguir robando más tierras.
Por ello el ponente estima que se avecinan tiempos aún peores en violencia de la ocupación, de incremento de la limpieza étnica, si es que no hay movilizaciones internacionales.
Por su parte Jonny Mansour, historiador del Islam y Oriente Medio de la Universidad de Haifa, considera que estamos ante el problema más importante de la era moderna, desde el siglo XIX, para intentar explicar la Nakba, que cumplió 75 años.
Él ha contado tres historias, la suya propia cundo recientemente fue impedido de dar las conferencias previstas porque sencillamente cortaron todo el tráfico para los no hebreos, la de su padre, cuya casa construída para toda la familia en el monte Carmelo fue robada por el sionismo, y nunca le dejaron volver allugar, y la de su abuelo que poseía tierras y ganado pero en 1948 el ejército israelí le expulsó, tuvo que salir al Líbano, y sus tierras fueron robadas y ni le dejaron acercarse por su aldea natal.
Esa es la historia de todos los palestinos, asegura. 800 pueblos han sido demolidos y la población reemplazada por colonos judíos. Dos sistemas educativos se imparten para quienes son ciudadanos israelís, uno con mucho presupuesto, otro con nada, y a la población de origen palestino se le impide conocer su historia, prohibida en la educación.
Frente a ello Mansour contrapone la firmeza, la persistencia inquebrantable, como “ideología” palestina surgida frente a la opresión. La decisión de preservar las comunidades palestinas, quedarse y no renunciar a los Derechos. El SUMUD. Una especie de tercera vía para conservar la humanidad, desafiar la injusticia y mantener la sonrisa.
La ocupación destruye a la gente, a la palestina pero también a la israelí.
El profesor plantea que la única solución es política, y que ha habido la propuesta de los dos Estados (incumplida la Resolución de la ONU), o un Estado con dos pueblos que tengan los mismos derechos. El gobierno sionista no acepta ninguna de las dos y pretende mantener el apartheid.
¿El mundo va a aceptar el despojo de derechos de la gente autóctona?
Un Estado laico, que elimine la colonización y el supremacismo, puede estar en el horizonte, sabiendo que con ocupación nunca habrá paz, y el fin de la ocupación es un camino hacia la convivencia.
Mientras tanto hay una especie de tercera Intifada, no decretada, de la gente frente a la ocupación. Que muestra que no se van a SOMETER a la ocupación del sionismo.
El profesor ha concluido con cita de Martin Luther King: “La injusticia en cualquier lugar del mundo es una amenaza para la justicia en todas partes”.
Jornadas sobre RETOS en el Mundo Árabe en la UniOvi.
Tercer día y Mesa redondeada o redondeando, coordinada por la doctora Mercedes González.
Tras la intensidad de contenidos de los dos días anteriores hoy se ha insistido en..
que habría que fijarse en cómo viven cotidianamente, cómo sobreviven, cómo les afecta a la población palestina la ocupación cada día, más allá incluso de los grandes temas geoestratégicos.
Los mecanismos del sionismo cada día están más apretados, y aunque la esperanza en que la ocupación acabará, sino hoy, mañana.. hay mecanismos como el apoyo cotidiano, a la sociedad civil, que habría que tratar de reforzar, en lo sanitario, en lo educativo, además del necesario apoyo político.
Los puntos de control militar impiden la atención sanitaria, de las madres, de los bebés, o quiebran el modo de vida de los beduinos.
La Unión Europea está en la obligación de aumentar la presión para acabar con la ocupación colonial: los toques de queda significan que asomarse a una ventana supone una muerte segura. Los controles militares, el Muro, la ocupación en su conjunto impide que llegue ayuda humanitaria, disparan contra las propias enfermeras.
La UNRWA nos dice hoy que .. “A pesar de sus 72 años, nadie se atreve a visitar a Kawthar. Su hogar quedó aislado hace años en el lado de la valla controlado por Israel. Lo llaman H2, y allí se asentaron cientos de colonos y las fuerzas israelíes restringen el paso con gran violencia. Miles de personas han sido detenidas en los puestos militares de la valla y, decenas, asesinadas. Sin mediar palabra, sin justificación alguna. “
El tal sentido Teresa Aranguren cuenta su vivencia cuando visitaban una zona donde habían destruido las casas palestinas y una familia estaba sentada en el suelo bajo el calor abrasador. No tenían nada de nada, pero sacaron media botella de agua para obsequiar a los extranjeros de visita, lo que Teresa interpreta como una expresión de resistencia: “estamos aquí, nos lo han destruido todo, pero este es mi territorio y sigo practicando la hospitalidad que caracteriza a mi pueblo”.
También hubo referencias a la historia en nuestro estado, la expulsión de los judíos, la persecución a los moriscos, la pervivencia de la sierra de Alkarama (dignidad), o el río Alhama, para recordarnos un pasado en que la convivencia y la ausencia de ella se dieron en contextos diferentes, que en parte pueden explicar el presente.
Permanecer. Seguir existiendo, con la cuestión clave de la unidad palestina de fondo, y con refuerzo de los vínculos de solidaridad interna, impidiendo que destruyan como pretenden por completo la Cultura.
Se han explicado las campañas de Rumbo a Gaza, https://www.rumboagaza.org/ o del BDS. https://bdsmovement.net/es
Conviene volver a pasar por el corazón (recordar) que grupos como Pandereteres Nun Tamos Toes compusieron el Chalanes de LLibertá, https://vimeo.com/275800222 y acompañaron los dos barcos-y-tripulaciones de Rumbo a Gaza que fondearon en Xixón.
Finalmente, tras el prolongado coloquio, el profesor Paco Erice a nombre de la UniOvi clausuraba con tres ideas centrales de las debatidas en las jornadas:
- La necesidad de cambiar la mirada, de superar los estereotipos.
- No olvidar el carácter colonial del régimen israelí y del sionismo, que no ha cambiado en un siglo.
- Que tanto la propuesta de un Estado de ciudadanía, o la de dos Estados, confluyen en la prioridad de la defensa de la igualdad, de la lucha por la igualdad como seres humanos.
Citando para cerrar a Bertolt Brescht en su expresión de “la rueda sigue girando, los arriba vuelven a estar abajo, y hay que seguir empujándola”.
Los poemas épicos nos dan noticia
de los grandes de este mundo:
suben como astros,
como astros caen.
Resulta consolador y conviene saberlo.
Pero para nosotros, los que tenemos que alimentarlos,
siempre ha sido, ay, más o menos igual.
Suben y bajan, pero ¿a costa de quién?
Sigue la rueda girando.
Lo que hoy está arriba no seguirá siempre arriba.
Mas para el agua de abajo, ay, esto sólo significa
que hay que seguir empujando la rueda.
Tuvimos muchos señores,
tuvimos hienas y tigres,
tuvimos águilas y cerdos.
Y a todos los alimentamos.
Mejores o peores, era lo mismo:
la bota que nos pisa es siempre una bota.
Ya comprendéis lo que quiero decir:
no cambiar de señores, sino no tener ninguno.
Sigue la rueda girando.
Lo que hoy está arriba no seguirá siempre arriba.
Mas para el agua de abajo, ay, esto sólo significa
que hay que seguir empujando la rueda.
Se embisten brutalmente,
pelean por el botín.
Los demás, para ellos, son tipos avariciosos
y a sí mismos se consideran buena gente.
Sin cesar los vemos enfurecerse
y combatirse entre sí. Tan sólo
cuando ya no queremos seguir alimentándolos
se ponen de pronto de acuerdo.
Ya no sigue la rueda girando,
y se acaba la farsa divertida
cuando el agua, por fin, libre su fuerza,
se entrega a trabajar para ella sola.
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