Derechos de la Madre Tierra.
Ayer fuimos a la charla de Isabel Vilalba, que dirige el Sindicato Labrego Galego, al espacio Cambalache, que como es sabido es también librería y editorial, y nos encontramos entre los libros nuevos y recientes uno del ex magistrado del tribunal supremo Martín Pallín, con prólogo de la ecofeminista Yayo Herrero.
El tema abordado puede ser sorprendente: los DERECHOS de la Tierra. Y al final el veterano jurista nos propone en borrador una CONSTITUCIÓN de la Tierra.
José Antonio Martín Pallín, había sido el primer magistrado en dictar una sentencia por delito ecológico en España, y en este libro esboza y propone una constitución para proteger el planeta, a la vez que rinde tributo al movimiento ecologista y a sus queridos amigos y maestros Stéphane Hessel (¡ Indignaos !) y José Luis Sampedro.
Martín Pallín, además de abogado y magistrado emérito del Tribunal Supremo, ha sido presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, presidente de la Unión Progresista de Fiscales y portavoz de Jueces para la Democracia. Ha integrado el Comité de Bioética de España, colaborador de Amnistía Internacional y de la Comisión Internacional de Juristas en misiones de investigación sobre derechos humanos en Latinoamérica y Palestina. Fue Premio Nacional de Derechos Humanos en 2006.
La semana anterior estaba en el salón de actos del CM El Llano, junto a Javier Pérez Royo, en actividad preparada por la Sociedad Cultural Gijonesa.
Por estas fechas primaverales, pero 11 años atrás, JM Martín Pallín presidía un Tribunal de Justicia Climática que Soldepaz.Pachakuti organizó en Siero, http://www.justiclima.org/spip.php?article86 así que la relación con la temática viene de lejos.
Aunque Martín Pallín cita varias veces las iniciativas en Bolivia, que llevaron a una propuesta de Declaración de Derechos de la Madre Tierra,
(http://www.miradoriu.org/spip.php?article115 con cuyo significado trabajó de forma abundante Pachakuti en muchos colegios ) que fuera presentada para su debate a NNUU, la “Constitución de la Tierra” que propone tiene sesgos diferenciados en cuanto a contenidos, pero en el común propósito de favorecer su protección y respetando la percepción de comunidades y pueblos que le adjudican sentido de ser vivo a la naturaleza.
Se refiere también a Ecuador, a su Constitución y algunos conflictos causados por las petroleras, y allí fue donde vivió sus últimos años y fallecía el belga Francois Houtart, que había defendido en varios Foros Sociales Mundiales (ahorita se está celebrando el FSM en Oaxaca-México) su propuesta y contribución de Derechos, (declaración universal del bien común de la humanidad) http://www.pachakuti.org/spip.php?article627 en la consideración similar de herramienta o instrumento pedagógico de utilidad para la defensa de la Madre Tierra. http://www.pachakuti.org/spip.php?article626
Martín Pallín reconoce la dificultad que se está demostrando de cambiar el modelo de supuesto desarrollo que está destrozando al planeta, y que resulta lejana la posibilidad de que una Constitución de la Tierra como la que se propone, con Tribunales para enjuiciar los desmanes ambientales, sea pronto llevada a debate y aprobación y puesta en vigencia.
No obstante hay numerosos hechos en los que sustentarse como antecedentes positivos, y como apoyo a nuevas acciones para que la Tierra no siga siendo mal-tratada.
El último informe de Armonía con la Naturaleza, de las Naciones Unidas, reconoce que leyes, decisiones judiciales o políticas relativas a los derechos de la naturaleza existen actualmente en docenas de países.
Uganda añadió los derechos de la naturaleza a su legislación ambiental nacional. Los tribunales colombianos han reconocido los derechos de la selva amazónica, dos parques nacionales y al menos diez ríos (Atrato, Cauca, Coello, Combeima, Cocora, La Plata, Magdalena, Otún, Pance y Quindío).
El Tribunal Superior de Bangladés dictaminó que todos los ríos de ese país tienen derechos. En la Argentina, Brasil, los Países Bajos y España se han aprobado leyes y ordenanzas locales para proteger maravillas naturales como el mar de Wadden y el mar Menor.
Los tribunales de más alto nivel de Guatemala, la India y México han emitido dictámenes poderosos en los que se reconocen los derechos de la naturaleza. La Corte de Constitucionalidad de Guatemala reconoció el agua como una entidad viva. Las comunidades indígenas de Canadá y los Estados Unidos han publicado sus propias leyes, en las que reconocen los derechos de elementos de la naturaleza que van desde los ríos hasta el arroz silvestre.
En la Argentina, Australia, Chile, El Salvador, Francia, Nigeria, Filipinas, Suecia y Suiza se están llevando a cabo otras iniciativas encaminadas a lograr el reconocimiento jurídico de los derechos de la naturaleza.
Si el futuro de la vida en el planeta Tierra depende de cambios transformadores en la relación de la humanidad con las comunidades de especies con las que compartimos este hogar, la urgencia de tomar medidas se acrecienta.
Honrando a Salvador Allende, Martín Pallín escribe también a continuación que “la supervivencia de la Tierra, la querida e insustituible Tierra, dependerá de la capacidad de la humanidad para indignarse y reaccionar contra la avaricia y el afán depredador de los poderosos”.
Y citando a Yayo Herrero insiste:
“Es preciso soñar y establecer laboratorios de experiencias que proyecten horizontes de deseo, compatibles con los límites físicos del planeta y la justicia”.
Capítulo 1, artículo 1: la prioridad de la lucha contra el cambio climático es una obligación ética y jurídica de todas las personas físicas y jurídicas que habitan en nuestro Planeta y un compromiso moral y cívico con las generaciones futuras.
Y, constatando que este libro se escribía mientras Rusia comenzaba la invasión de Rusia, en el artículo 3 propone:
El armamentismo no solo es un factor que compromete la paz entre las naciones sino una fuente de enriquecimiento inmoral y desmesurado a costa de otras inversiones en investigación y tecnología que contribuyen a la paz y al bienestar social.
Como propuesta de bandera indica la del arco iris, y como propuesta de himno deja la Canción de la Tierra de Gustav Mahler, que en una de sus estrofas dice:
“¡ la querida tierra florece por todas partes en primavera y se llena de verdor nuevamente! ¡Por todas partes y eternamente resplandece de azul la lejanía!
Así que.. a explicar y defender por todas partes esta Constitución o Derechos de la Tierra.