en Rosario.
Y un dÃa como hay nacÃa el CHE.
Retratado en las balas
Con voz perfecta
Con la mano larga pa´ tocar la estrella
El Comandante de este barrio ha dejado huellas
Ve por lo que quieras con actitud
Pa´ onde sea, haga lo que crea, pero lea
Vea, infórmese, fórmese, no se duerma
Tome el mando de su rumbo, camine libre por el mundo
No pierda un segundo más
Queda tanto por hacer
Nada que perder
Solo como el Che, renacer una y otra vez
Trabajo digno p´al obrero
Del continente entero
Es lo que espero
No le doy color, le pongo esmero
No hay peros, ni pelos
Y no es por los ceros
Es por algo que yo hago, lo que amo y quiero ¡ahhh!
(Quilapayun)
Mirta Aguirre:
Gaucho de oro fino,
Flor de aguapé
Por un rato vino,
Vino y ya se fue
Gira el torbellino
De iré y volveré:
BolÃvar, Sandino,
Sandino y el Che.
Nos dejó un camino,
Nos dejó una fé.
Gaucho de oro fino,
Flor del aguapé.
Nicolás Guillén: Che Comandante
No porque hayas caÃdo
tu luz es menos alta.
Un caballo de fuego
sostiene tu escultura guerrillera
entre el viento y las nubes de la Sierra.
No por callado eres silencio.
Y no porque te quemen,
porque te disimulen bajo tierra,
porque te escondan
en cementerios, bosques, páramos,
van a impedir que te encontremos,
Che Comandante,
amigo.
Con sus dientes de júbilo
Norteamérica rÃe. Mas de pronto
revuélvese en su lecho
de dólares. Se le cuaja
la risa en una máscara,
y tu gran cuerpo de metal
sube, se disemina
en las guerrillas como tábanos,
y tu ancho nombre herido por soldados
ilumina la noche americana
como una estrella súbita, caÃda
en medio de una orgÃa.
Tú lo sabÃas, Guevara,
pero no lo dijiste por modestia,
por no hablar de ti mismo,
Che Comandante,
amigo.
Estás en todas partes. En el indio
hecho de sueño y cobre. Y en el negro
revuelto en espumosa muchedumbre,
y en el ser petrolero y salitrero,
y en el terrible desamparo
de la banana, y en la gran pampa de las pieles,
y en el azúcar y en la sal y en los cafetos,
tú, móvil estatua de tu sangre como te derribaron,
vivo, como no te querÃan,
Che Comandante,
amigo.
Cuba te sabe de memoria. Rostro
de barbas que clarean. Y marfil
y aceituna en la piel de santo joven.
Firme la voz que ordena sin mandar,
que manda compañera, ordena amiga,
tierna y dura de jefe camarada.
Te vemos cada dÃa ministro,
cada dÃa soldado, cada dÃa
gente llana y difÃcil
cada dÃa.
Y puro como un niño
o como un hombre puro,
Che Comandante,
amigo.
Pasas en tu descolorido, roto, agujereado traje de campaña.
El de la selva, como antes
fue el de la Sierra. Semidesnudo
el poderoso pecho de fusil y palabra,
de ardiente vendaval y lenta rosa.
No hay descanso.
¡Salud, Guevara!
O mejor todavÃa desde el hondón americano:
Espéranos. Partiremos contigo. Queremos
morir para vivir como tú has muerto,
para vivir como tú vives,
Che Comandante,
amigo.
VÃctor Jara
(que en septiembre cumplirá 50 de su asesinato vil por los Golpistas pinochetistas).
Vengo cantando esta zamba
con redoble libertario,
mataron al guerrillero
Che comandante Guevara.
Selvas, pampas y montañas
patria o muerte su destino.
Que los derechos humanos
los violan en tantas partes,
en América Latina
domingo, lunes y martes.
Nos imponen militares
para sojuzgar los pueblos,
dictadores, asesinos,
gorilas y generales.
Explotan al campesino
al minero y al obrero,
cuanto dolor su destino,
hambre miseria y dolor.
BolÃvar le dió el camino
y Guevara lo siguió:
liberar a nuestro pueblo
del dominio explotador.
A Cuba le dió la gloria
de la nación liberada.
Bolivia también le llora
su vida sacrificada.
San Ernesto de La Higuera
le llaman los campesinos,
selvas, pampas y montañas,
patria o muerte su destino.
Che esperanza
Egon Kragel
Duerme, duerme, niño indio,
Aquà viene el Comandante.
Con el humo de su puro
Siembra estrellas en la noche.
Abuelita, abuelita
¿Quién es?
Duerme, duerme, indiecito,
Acordate de su nombre.
¡Sus huellas en el camino
Son una flor que se abre!
Abuelita, abuelita
¿Quién es?
Es el llanto del viento,
La caricia del alba.
¡La esperanza, mi niño
Se llama Che Guevara!
Es un hombre de lucha y pasión,
El alma de la Revolución,
El hombre Nuevo,
El hijo guerrillero
Que siempre, siempre vivirá en mi
canción.
Araceli RuÃz, la presidenta de la asociación de neñas/os de la guerra :
(que fue de traductora de ruso-español a Cuba)
«El Ché me preguntó por todo, por cómo era ser niño de la guerra, por dónde vivimos, por mis padres… Le dije que estaban en Gijón y llevaba sin verlos casi 30 años. … El Ché lo organizó y en una semana estaban mis padres en Cuba».
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