Bartolina Sisa y Tupac Katari, 237 años de su asesinato.
El 15 de noviembre (o el 14, porque no hay unanimidad en la fecha) se cumplirán 237 años del bárbaro asesinato de Julián Apaza Nina, Tupac Katari, y su compañera Bartolina Sisa.
Sus figuras, sus ejemplos de rebelión, perduran para siempre en la memoria de las oprimidas, de los explotados, de los humillados.
Bolivia por sus minas de plata del Potosí, central en aquella etapa del capitalismo, se soportaba sobre la brutal explotación de millones de personas.
No es casualidad entonces que en 1780 en Bolivia (como en 1791 en Haití) se prendiera la llama de la rebelión de los trabajadores esclavizados, indios y negros contra el voraz y genocida capitalismo naciente.
Fueron derrotados. Pudieron haber triunfado y hubiera sido otra la historia de América.
Pero su rebelión perduró y perdurará históricamente como un alto ejemplo de dignidad humana. En Bolivia se logró la independencia, 34 años después de la rebelión de Katari, y liderada por algunos de los que habían mandado ejecutar a Tupac Katari y los suyos, como el que da nombre a la plaza central de la Paz, Murillo, y se erigió una república racista dominada por una pequeña oligarquía blanca.
Durante la colonia todas las riquezas que se extraían en Potosí y de las minas del Alto Perú eran conducidas a la metrópoli.
Los corregidores españoles se confabulaban con los curacas, curas y gobernadores, para oprimir a los naturales, encarcelándolos, torturándolos y violando a la mujeres que no tenían ningún derecho ya que eran esclavas.
El corregidor de Chayanta, provincia de Potosí conjuntamente con el recaudador de impuestos reales, inició una verdadera expoliación a los indígenas de aquella provincia, aumentando en forma considerable el tributo que debían pagar.
El cacique de Macha, Tomas Catari, tomó la representación de sus compañeros indígenas de la provincia de Chayanta y se fue primero a Potosí y después a Chuquisaca a reclamar por el aumento del tributo, pero fue apresado, hasta que la Rebelión logró liberarle. Julian Apaza tomó el apellido de Katari en homenaje a Tomás.
El 13 de marzo de 1781 el Ejército Aymara decide la toma de La Paz, sitiándola. En la ceja del Alto se levantó el campamento desde el cual se divisaba la ciudad.
El 21 de mayo Tupac Catari se aleja y el ejército queda bajo la dirección de Bartolina Sisa, su misión es la de cuidar que el cerco a Chuquiago no se rompa pero los españoles al ver a una mujer en la dirección envían 300 soldados para capturarla.
Bartolina dirige el ataque y a fuerza de piedras los españoles son derrotados por el ejército andino donde las guerreras aymaras lucharon a la par de los hombres aymaras: El ejército de Quiswas de Chayanta, estuvo dirigido por la viuda de Tomas Katari: Kurusa Llave, quien luchó valerosamente hasta ser derrotada por las fuerzas de auxilio que recibieron los españoles.
Bartolina organizó campamentos militares durante la sublevación en El Alto, en Chacaltaya; en Killi Killi; en el Calvario; en el valle de Potopoto y en las alturas de Pampahasi.
Después de tres meses de cerco y sin provisiones, el ejército español comenzó a debilitarse por hambre, y la Real Audiencia de Charcas, envía 1.700 hombres para destruir el cerco.
El 30 de junio, los ejércitos indios se replegaron sin oponer resistencia y los españoles empezaron a instigar a la traición y a ofrecerles el indulto si entregaban o delataban a los cabecillas
El 2 de julio, Bartolina se traslada desde El Alto hasta Pampahasi a causa de ese rumor y es apresada, torturada y humillada .
Durante un segundo cerco, Túpac Katari intentó liberar a Bartolina. El 17 de octubre llegaron otros 7.000 hombres desde Buenos Aires, para romper el cerco, y Tupac Katari hubo de replegarse, y fue hecho prisionero el 10 de noviembre en Chincayo.
Katari es conducido hasta Achachicala, rapado, coronado con una gorra de espinas y clavos es paseado y expuesto para burlas.
El 14 de noviembre, Bartolina Sisa fue obligada a presenciar el descuartizamiento público de Túpac Katari en la plaza de Peñas. Amarrado a las cinchas de 4 caballos que lo descuartizarían, después de arrancarle la lengua y luego exponen los trozos.
El 5 de septiembre de 1782 se había pronunciado su sentencia de muerte, condenándola a ser sacada a la plaza mayor atada a la cola de un caballo y arrastrada hasta morir cruelmente: sacan a Bartolina Sisa rapada y desnuda, la hacen pasear por la calles de Chuquiago, torturada, golpeada e insultada, es arrastrada a un caballo con una soga al cuello y le ponen una corona de espinas.
El mismo trato recibió Gregoria Apaza, compañera del joven inca Andrés Tupac Amaru, ella fue igualmente paseada con una corona de clavos y espinas junto a Bartolina Sisa y ahorcada y después despedazada.
Dicen que dijo Tupac Katari.. “sólo a mi me matan…volveré y seré millones.”
El nombre de Katari y Bartolina serán posteriormente reivindicados en diversos movimientos, incluidos los guerrilleros. Uno de los movimientos de mujeres más significativos lleva el nombre de Bartolina Sisa, cuya figura da nombre también al día internacional de la mujer indígena. El nombre del rebelde se pasea también por el espacio sideral en un satélite de comunicaciones. El cerco a Chuquiago, como evento militar, ha sido reproducido de forma permanente en las movilizaciones recurrentes de los pueblos bolivianos por su emancipación: fue una de esa reproducciones en 2003 en la llamada “guerra del gas”, la que acabó con la huía a EEUU del presidente “gringo” Sánchez de Losada, y dio paso al advenimiento del Estado Plurinacional.
Dolores Arce le hace una entrevista imaginaria a Katari:
Con el espíritu de Túpac Katari más presente que nunca, procedo a una entrevista imaginaria, encontrándonos frente al Palacio Quemado. Contempla la estatua de Pedro Domingo Murillo, y por momentos se le nubla la vista: No ha olvidado que de joven, Don Pedro participó del lado de las fuerzas reales combatiendo a los indígenas sublevados. Pero luego se apacigua, porque ve flameando al lado de la bandera tricolor la gigante Wiphala y del Palacio de Gobierno como también de las Asamblea Legislativa Plurinacional, con emoción ve que entran y salen las autoridades electas: representantes que visten indistintamente traje y corbata, pollera, ponchos y ojotas, sombreros y guardatojos. Pero su júbilo llega hasta las lágrimas, cuando ve ingresar a Palacio a Evo Morales, primer Presidente Indígena que lleva su sangre y herencia.
¿Qué avances ves en esta nueva etapa de la Bolivia plurinacional?
Por fin se ha superado la sociedad de castas, antes a los indígenas se nos prohibía hasta entrar a la plaza principal. La democratización de la sociedad es un logro precioso, y la nueva forma de política de servicio a los demás.
En lo económico, hay una redistribución de la riqueza que con las elites coloniales, feudales y neoliberales era imposible pensar, porque se ha cambiado la lógica: antes era el saqueo y explotación, ahora se busca el Vivir Bien. Que importante la nacionalización de nuestros recursos naturales! Pero no menos importante la revalorización de nuestras culturas, el haber recuperado la dignidad y soberanía como pueblos.
¿Qué peligros te parecen importantes no perder de vista?
Nunca debemos olvidarnos de la amarga lección de la historia: la traición por parte de algunas personas de nuestra propia gente, que se dejan tentar por el dinero o las promesas de los enemigos de siempre.
Pero también debemos pensarlo muy bien antes de hacer alianzas, no puede ser si ponemos en peligro nuestros principios y valores
La fragmentación de la lucha y la búsqueda del interés sectorial por encima del nacional ponen en riesgo la unidad y solo nos debilitan
Las demandas irracionales que pierden de vista el bien común
¿Qué nos aconsejas para honrar tu lucha?
Nunca perder de vista esta oportunidad histórica de haber llegado al Palacio de Gobierno, de transformar al Estado colonial en un Estado plurinacional.
Por sobre todo la UNIDAD de los sectores sociales en defensa de este proceso de cambio, como única forma de frenar los intentos de resurrección de la derecha rancia que espera atacar para volver al pasado de la barbarie neoliberal y racista.
Avanzar en la consolidación de esta revolución democrática y cultural, que pasa por el nuevo modelo de economía plural pero también por la construcción del nuevo hombre (mujer) con el paradigma del Vivir bien. Debemos continuar con formación de cuadros y transformación del sistema educativo