la mayor Rebelión anticolonial
Hoy 4-N se cumplen 241 años del levantamiento indígena tal vez de mayor calado de las resistencias de los pueblos originarios frente a la colonia española.
Es una fecha clave para interpretar posteriores rebeliones, la más inmediata la de Tupac Katari y Bartolina Sisa, y otras que darían lugar a las independencias latinoamericanas.
Incluso se relaciona como parcialmente inspiradora de la posterior Revolución francesa, al haber decretado Tupac Amaru la abolición de la esclavitud, como síntesis de la igualdad, fraternidad y libertad de la revolución francesa.
Tupac Amaru era doctor en derecho canónico, teología y civil, con cultura política, políglota: dominaba el castellano, latín, quechua, aymara.
“.. Más nosotros infelices indios, con más suspiros y lágrimas que ellos, en tantos siglos no hemos podido conseguir algún alivio; será la razón porque el Faraón que nos persigue, maltrata y hostiliza no es uno sólo, sino muchos, tan inicuos y de corazones tan depravados como son los corregidores, sus tenientes, cobradores y demás corchetes. hombres diabólicos y perversos, que presumo que nacieron del lúgubre caos infernal y se sustentaron de los pechos de arpías más ingratas, por ser tan impíos, crueles y tiranos; a los Nerones y Atilas, de quienes la historia refiere sus iniquidades y de sólo oir se estremecen los cuerpos y lloran los corazones«.
La preparación de la rebelión duró cerca de 10 años, movilizó más de 100,000 personas en una extensión de más de 1.500 kilómetros; se desplazaban con salvoconductos otorgados por su lugarteniente y esposa Micaela Bastidas.
Los objetivos de la revolución de Tupac Amaru eran eminentemente sociales y económicos: abolir la mita, los repartimientos, obrajes, la desaparición de los corregidores; en síntesis, anticolonial, antiesclavista y antifeudal.
En el lugar donde firmó Tupac Amaru la abolición de la esclavitud debiera levantarse un altar antiesclavista.
Junto a la llama que incendió
los senderos de América
y la arrancó de su letargo
floreció tu amapola
Micaela Bastidas
Sí, el 4 de noviembre de 1780 comenzaba la rebelión de masas más grande desde el inicio de la conquista española.
En 1780 la revolución encabezada por Tupac Amaru II fue el intento más ambicioso de convertir a la utopía andina en un programa político. El levantamiento encabezado por Túpac Amaru había sido en el territorio del virreinato peruano y sus golpes mayores ocurrirían cuando los jefes rebeldes se trasladaran al Alto Perú (Bolivia) para unir sus fuerzas con la de los aymaras dirigidos por Túpac Katari y Bartolina Sisa desencadenando así la llamada “gran rebelión de los Andes”.
Tupac Amaru y los suyos disfrutaban de una ventaja que no se ha superado con el tiempo, y es la existencia todavía en aquella época de Rebeldía de la infraestructura comunicacional de los Incas, sus caminos y rutas, diseñados por lo alto de las montañas, y no por los valles y curso de ríos como después y ahora se construyen las carreteras, destrozando las mejores áreas de cultivo, y estando más a merced de aludes y cambios de humor en la naturaleza.
La ruta andina, por añadidura, era algo más que caminos de ágil comunicación, para chasquis-correos y llamas de suave pisada..
La ruta que marca una diagonal sobre la cruz cuadrada de Tiahuanaco, y sobre la que se construyeron la mayoría de ciudades y templos de aquella fértil civilización, marca también un «camino de sabiduría», una ruta de los cabales, Qhapac-ñan.
Tupac Amaru y Micaela Bastidas fueron atrozmente torturados y matados para castigar ejemplarmente la Rebelión: y todo lo que sonaba a andino, en la comida, en la lengua, en la cosmogonía, o el solo hecho de atreverse a transitar por el «camino del inca» fue brutalmente reprimido por el ejército ocupante español, que a punto ha estado de acabar con una cultura milenaria.
El prestigio de Túpac Amaru ha crecido en el Perú y el mundo cada vez más.
Lo han recordado los pueblos.
Ha sido estudiado por los historiadores, los analistas de la política.
Otras diversas rebeliones han tomado su nombre. Y
lo han ensalzado los poetas.
Querrán volarlo y no podrán volarlo. / Querrán romperlo y no podrán romperlo. / Querrán matarlo y no podrán matarlo /
Querrán descuartizarlo, triturarlo, mancharlo, pisotearlo, desalmarlo /
Querrán volarlo y no podrán volarlo. / Querrán romperlo y no podrán romperlo. / Querrán matarlo y no podrán matarlo…».
Se ha dicho que si hubiera seguido el consejo de Micaela Bastidas, y hubiese dirigido sus tropas hacia la Ciudad del Cusco, la hubiese tomado con facilidad, y el curso de los acontecimientos podría haber sido diferente, y los avatares del independentismo también habrían seguido distintos derroteros, al establecerse esa Independencia desde el Qosqo y no desde Lima como posteriormente ocurriría.
Tras la derrota Tupac Amaru y su familia son detenidos en abril de 1781, y en mayo se dicta sentencia de pena de muerte que ordenaba que debía ser descuartizado en vida y los otros presos debían ser mutilados y luego ejecutados. Los hechos de crueldad incluían que debía presenciar todas estas ejecuciones.
Solamente se salvó el hijo menor de 10 años, expulsado del país (junto a su abuelos, tías, tíos, su hermano Mariano, primos, es decir todas las ramas de la familia Túpac Amaru /Bastidas) deportado a África, y posteriormente recluido en varias mazmorras en España (San Sebastian, Sta Catalina, Cádiz, Getafe.. hasta su muerte a los 31 años, 19 después de la insurrección tupacamarista: Por ello voces peruanas (y 50 alcaldías) reclaman el regreso de los restos de Fernandito a su patria.) (Al no haberse realizado sino muy tardía preocupación por esos restos mortales del “hijo del Inca”, se considera improbable su recuperación certera, ya que parece que fue enterrado sin nombre, “de limosna”, en la iglesia S.Sebastián de la calle Atocha, (donde están también los restos de Lope de Vega) registrándose una defunción con nombre españolizado de Tupamaro.)
https://ctxt.es/es/20200801/Culturas/33161/fernando-tupac-amaru-lavapies-destierro-daniela-ortiz.htm
De Tupac Amaru a Pedro Castillo: la distancias en significados históricos de estos dos líderes es muy grande, pero lo que ambos muestran son las raíces de la resistencia indígena y campesina peruana contra el colonialismo imperial y el imperialismo colonialista.