‘Con el Informe Nacional de Pueblos Indígenas entenderán que tenemos otras formas de vivir, de hacer paz y de entendernos con la naturaleza’
Marzo 2020: cuando la 16ª Delegación asturiana se reunía con el equipo de DDHH de la ONIC en su sede en Bogotá, y con saludo especial de su Consejera Mayor Aida Quilcué, recibía también ejemplares del libro, que la ONIC ha editado junto al Centro Nacional de Memoria Histórica: Tiempos de Vida y Muerte. Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia.
Este no es un informe que registre únicamente violencias contra nuestros pueblos, no se queda allí. Quienes se aproximen al texto verán las alternativas de vida que tenemos para enfrentarnos a las afectaciones que ciertos actores han querido infringir contra nosotros. Esas alternativas han sido como nuestros “canastos” para poder seguir sobreviviendo. La espiritualidad, la Minga como ejercicio de defensa política, la incidencia a través del diálogo con lo internacional, son algunos de ellos.
Alguien que lea el Informe se va a encontrar con una diversidad fuerte y grande, de múltiples concepciones que los pueblos indígenas en Colombia han venido construyendo con relación al tema del conflicto, al tema de la paz.
También puedo decirles que el conflicto nos ha llevado a ser más fuertes, a pensarnos mucho más nuestros procesos organizativos indígenas, y a proteger nuestros principios del territorio, la autonomía y la unidad.
Tejer el tiempo desde las memorias vivas comprende la larga duración, que relaciona las violencias contra los Pueblos Indígenas en el proceso histórico de construcción de la nación colombiana en su diversidad regional.
La memoria al igual que la vida se teje. El informe hila con la larga duración la historia de luchas de los Pueblos Indígenas, el surgimiento de los principios UNIDAD, AUTONOMÍA, TERRITORIO Y CULTURA y cómo el conflicto armado nos ha llevado extermino físico y cultural: el genocidio.Las implicaciones de la violencia contra la Madre Tierra, los extractivismos, los modelos de desarrollo y la estructura racista del Estado que altera, interrumpe e intenta administrar la Red Vital asfixiando la vida en los territorios indígenas.La mala muerte nos permite entender la brutalidad del conflicto, el sangrado de la tierra y la apuesta por la justicia, la verdad, la reparación y la no repetición.
http://justiciarural.com/el-telar-que-defiende-la-vida-y-denuncia-la-violencia/
El ENTRAMADO I
corresponde a los 3 primeros Tejidos donde se hace un recorrido desde las memorias vivas, las bases de datos y las publicaciones indígenas sobre memoria histórica: La “conquista” no ha acabado, la “conquista” continúa; Unidad, Territorio, Autonomía y Cultura: tiempos de vida e injusticias sentidas; Guerra abierta, genocidio encubierto. Estos configuran una historia política de los Pueblos Indígenas y las formas en que las violencias atacan los principios de lucha del movimiento.
TEJIDO 1.La conquista no ha acabado. La Conquista continúa.
Nos acercamos desde una perspectiva de memoria en la larga duración de las violencias contra los Pueblos Indígenas.
Encontramos que la reiteración de estas, lleva consigo formas de subordinación, sujeción, desigualdad, discriminación y racismo estructural: una conquista que continúa.
Las memorias en la larga duración nos hablan de distintos puntos en la espiral del tiempo que conectan la discriminación, la búsqueda por administrar la vida de los Pueblos Indígenas pero sobre todo, su negativa a desaparecer.
LAS CIFRAS DEL GENOCIDIO
125 masacres: 680 víctimas Desplazamientos: 228.406 víctimasAmenazas: 2.299 víctimasAsesinatos selectivos: 3.058 víctimas70 Pueblos Indígenas en exterminio físico y cultural.
TEJIDO 2
TERRITORIO, UNIDAD, CULTURA Y AUTONOMÍA.
Tiempos de vida, injusticias sentidas.
La relación entre conflicto armado y Red Vital, desde los caminos de construcción de los principios de Unidad, Autonomía, Territorio y Cultura configuran la lucha y la resistencia indígena. De esta forma establecemos una comprensión del tiempo del conflicto armado y sus alteraciones, interrupciones e intentos de administrar la vida indígena.
Este Tejido busca describir el proceso de configuración de los principios de Territorio, Autonomía, Cultura y Unidad, cómo se convierten en las formas de luchar y resistirse a las violencias. En otras palabras, expresar como desde los Pueblos Indígenas es posible construir una historia política marcada por el conflicto, porque son las constantes interpelaciones con el Estado, los terratenientes, las empresas, las agroindustrias, las iglesias, las guerrillas o los paramilitares, lo que va dando claridad y constituyen sus significados. Estos últimos significados se enriquecen también, frente al lugar que se ocupa dentro del movimiento y la reivindicación de la vida campesina y la interpelación de lugares de diferencia como con las comunidades negras. El ir y venir, el estar aquí y regresar, cambiar de lugar, ver desde otro sitio, son caminos por los cuales nos llevan las palabras, los gestos y los silencios de comuneros, lideresas, líderes, autoridades y mayores. Desentrañar la memoria y hacerla nuestra historia exige abrir campos de comprensión, disponernos a viajar, a caminar, a recorrer el tiempo con la imaginación y el pensamiento. Las tramas de la memoria sobre la violencia vienen desde la “conquista”, no se puede explicar sin ella, pero no es un relato fijo.
TEJIDO 3
Guerra abierta. Genocidio encubierto.
En Ecuador, Bolivia, Guatemala y México, entre otras naciones, la voz indígena sigue levantándose frente a la amenaza de desaparición que no se detiene y que se instrumentaliza mediante políticas económicas como el libre comercio, los extractivismos minero-energéticos o incluso la abierta persecución y guerra contra las luchas de los pueblos y sus visiones de mundos.
ENTRAMADO II:
Corresponde a los Tejidos que abordan la concepción de la vida y del conflicto desde los Pueblos Indígenas, bajo los conceptos de: red vital, interrupciones, alteraciones y administraciones impuestas y la mala muerte. Así: el Tejido 1 se relaciona con lo que propone la noción de Red Vital del Tejido 4; el Tejido 2 con la definición de interrupciones, alteraciones y administración de la vida que se desarrolla con el Tejido 5; y el Tejido 6, aborda la noción de mala muerte que expresa de manera profunda y diversa lo provocado por la violencia y lo que debe ser esclarecido y al darle la vuelta, reparado.
TEJIDO 4. Red vital
Tras caminar la palabra, los Pueblos Indígenas nos han permitido entender y sentir que la vida, en Emberá, Jauri, integra lo físico y lo espiritual desde la Ley de Origen, el Derecho Mayor y la Ley Natural.
TEJIDO 5
Interrumpir, Alterar y Administrar la Red Vital
Los procesos de esta compleja manera de entender el conflicto son los de interrupción, alteración y administración de la vida. Los primeros tienen que ver con la letalidad de la violencia, es decir toda aquella acción violenta que provoca la mala muerte, tanto de los seres humanos como de todos los seres que existen en el territorio, (asesinatos selectivos, desapariciones, explotaciones a cielo abierto, monocultivos, masacres, envenenamiento/contaminación de ríos etc).
El segundo tiene que ver con la violencias no letales (confinamientos, desplazamientos, atentados a infraestructura, detenciones arbitrarias, maltrato) que afectan la posibilidad de circulación de la vida en las redes vitales del territorio: caminarlo, hablar con él, visitar los sitios sagrados, pedirles permiso, saludarlos, de alimentarlos física y espiritualmente para sostener la reciprocidad de los mundos; de la transmisión cultural shitan ria para los Pueblos Indígenas Awá.
Y el tercero tiene que ver con las disposiciones administrativas, de imposición de poder que terminan por reorientar la vida en los territorios indígenas por fuera de la ley de origen y subordinan la vida a la producción capitalista, el control estratégico militar e incluso el mismo desarrollo de la guerra (Políticas públicas de seguridad, órdenes armados de hecho, explotaciones y exploraciones para extractivismos en el territorio, imposición de dinámicas sociales contrarias a la ley de origen) .
TEJIDO 6
La Mala Muerte
Para los Pueblos Indígenas el problema no es la muerte o widama, como se nombra en la lengua Dumuna del Pueblo Wiwa. Se alude a un sentido de la muerte que está integrado a la vida como trascendencia, como ciclo-espiral y como parte de una existencia espiritual enunciado por la Ley de Origen, el Derecho Natural o el Derecho Mayor. La kuama o vida es una lucha y la muerte es parte central de la manera en que los territorios y las comunidades se mantienen en movimiento. La guerra trae algo que se llama la mala muerte, que desafía las buenas maneras de morir, sus ritualidades y el campo espiritual con el cual se interrumpe el flujo que existe entre la vida y la muerte, o sea, la red vital.
Para seguir perviviendo los Pueblos Indígenas nos hablan de paz.
Exigimos garantías para la verdad, la justicia, la reparación integral y la no repetición que permitan acabar el genocidio al que hemos sido sometidos los Pueblos Indígenas de Colombia.
Esclarecer las responsabilidades con respecto a las interrupciones, alteraciones e intenciones por administrar nuestros recursos.
Implementar políticas públicas que logren erradicar el racismo estructural contra los Pueblos Indígenas.
Realizar reparaciones integrales a la Red Vital, que garanticen la pervivencia y el buen vivir de los Pueblos Indígenas.
Adecuar la institucionalidad del Estado a la diversidad étnica, cultural y regional del país, tal como lo dispone el Estado Social de Derecho consagrado en la Constitución Política.
Cumplir con el restablecimiento de la armonía y el equilibrio para proteger la vida de la Madre Tierra y la Humanidad para sanar y detener la Mala Muerte.
https://memoria.onic.org.co/
http://centrodememoriahistorica.gov.co/tiempos-de-vida-y-muerte-memorias-y-luchas-de-los-pueblos-indigenas-en-colombia/