Bartolomé Clavero
http://clavero.derechosindigenas.org/?p=4343
Unos padres quechuas residentes en España con la legítima pretensión de poner a su hija nombre quechua.
Una cónsul de Bolivia absolutamente insensible para derechos acreditados por la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia.
Unos funcionarios o funcionarias del Registro Civil español que se niegan a inscribir un nombre quechua con el argumento no menos inconstitucional de que resulta ambiguo respecto a algo por lo visto tan importante en tiempos de no discriminación por razón de género como lo sea el sexo.
Tanto en el Consulado como en el Registro alegan además que el nombre quechua atenta contra la dignidad de la criatura.
Ya no se dice lo que se está en realidad proponiendo: que el nombre ha de ser cristiano para que resulte reconocible a gentes de cultura exclusiva y excluyentemente europea.
puede verse la carta abierta del padre de Ima Sumaj Wayra:
CARTA ABIERTA DE TÚPAC ADEMIR M. MUÑOZ SOLIZ
Aproximadamente un mes atrás [octubre, 2009], acudimos al consulado de
Bolivia en Murcia (España), donde se encuentra como Cónsul la Señorita María Celia
Orellana Lozano, quien dice ser abogada y todos sus subalternos la denominan
«doctora», suponemos que ha cursado algún curso o tesis doctoral.
Nosotros somos de origen Quechua y como padres de una menor recién nacida,
requerimos la partida literal de nacimiento de nuestra hija y esta partida es
imprescindible ya sea para inscribirla como boliviana o como española por territorio,
pero el Registro español se niega a otorgarnos esta partida literal de nacimiento bajo el
argumento de que no entienden el nombre asignado a la recién nacida. Reiterando
nuestra pertenencia a la identidad quechua, nuestra hija lleva el nombre de Ima Sumaj
Wayra y el registro civil nos pide que el Consulado de Bolivia nos extienda una
certificación en el sentido de que los nombres mencionados no afectan a la dignidad de
la persona, que no generen confusión en la identificación y que no confunden la
sexualidad de la persona, en el idioma quechua. Por este motivo, acudimos ante el
consulado boliviano y pedimos mediante tres notas escritas esta certificación, a lo que
verbalmente la doctora Cónsul nos sugirió que cambiáramos el nombre a un nombre
español y nos dio una recomendación indicando que dicho nombre es como sinónimo de
vergüenza y que nuestra hija sería objeto de burla en la escuela y la sociedad.
Frente a este sermón incomprensible de la Cónsul que representa a un Estado
Plural como Bolivia, reiteramos una segunda nota pidiéndole que se limite a emitir
juicios y sugerencias innecesarias, a lo que la cónsul nos respondió con una nota escrita
donde señala que el consulado no tiene porque certificar sobre tales nombre y que tal
designación es responsabilidad exclusiva de los padres.
Finalmente, reiteramos la solicitud con una tercera nota dirigida a la Cónsul y
aun así, no tuvimos respuesta, porque tuvimos que enviar una cuarta nota dirigida a la
embajadora con copia de conocimiento a la cancillería boliviana y al viceministerio de
descolonización. Recién, después de tanta espera y lucha, la Señorita Orellana Lozano,
accedió a otorgar y certificar que el nombre de Ima Sumaj Wayra no genera perjuicio ni
confusión personal en la identificación.
Después de esta ardua odisea, nos preguntamos: ¿Por qué la Cónsul Orellana se
extralimita en sus funciones y nos pide poner un nombre en el idioma español a nuestra
hija? ¿Por qué el Estado no promociona y apoya el reconocimiento de la identidad
cultural, en lugar de poner trabas y obstáculos como la Cónsul de Murcia? ¿Realmente
este gobierno tiene conciencia de la pluralidad y de la identidad indígena?
Por todas las muestras de desprecio que ha dado tanto la cónsul como los
funcionarios subalternos que la acompañan, creemos que carecen de conciencia social y
conciencia política, son gente improvisada que no entienden el proceso de cambios
sociales que vive el país o, son gente socialmente racista que se incomodan con la
presencia indígena.
Después de esta conquista por la certificación del nombre en idioma quechua,
pedimos al consulado que nos otorgara dos certificados de nacionalidad quechua, en
aplicación de la nueva Constitución Política del Estado, pero la Cónsul, como sus
asesores se negaron a otorgar tal certificación y nos certificaron como antes, o sea,
como bolivianos de nacionalidad y con esta certificación no podemos tramitar la partida
de nacimiento de nuestra hija porque deseamos que ella sea inscrita con nacionalidad
quechua por razones históricas y para este cometido, nuevamente el Registro español,
nos pide la certificación de nacionalidad quechua de los padres. Entonces, por ahora,
todo lo que está en la NCPE es simplemente lírico y la lucha por el reconocimiento de
las identidades culturales no tuvo ningún efecto para los administradores del Estado y
particularmente para el servicio exterior.
Realmente el servicio exterior es una vergüenza y una oficina cerrada o por lo
menos muy injusta para los indígenas y para todos los bolivianos en general.
Consulado de Bolivia en Murcia, España:
Cónsul:
Señor D. Nicolás Armando Dávila Cruz
Vicecónsula:
Señora Dña. María Celia Orellana Lozano
Torre de Romo, 52
E-30011 – Murcia, España
Teléfono 968352565
Email oremacel@hotmail.com
Email: ardac_emnr@hotmail.com