Coop57, Fiare, AeR, CODOPA y CMX se pronuncian por una Cultura de Paz, sin desfile militar aéreo en Xixón.
De nuevo este año la pandemia ha vencido al festival en que se favorece la promoción, aceptación y venta de armamento pesado y de muerte en los cielos de Gijón.
Sin embargo la demanda es que se dé por finiquitado para siempre esta manera de exaltación de las armas mortíferas, en que se implican buena parte de la “banca armada”, los bancos que siguen haciendo parte de los negocios de quienes preparan las guerras o intervienen directísimamente en ellas.
La Asamblea de Coop57Asturies, y el Grupo de Iniciativa Territorial de socias y socios de Galicia Norte – Asturias de Fiare Banca Ética, como herramientas financieras de la economía social y solidaria, han decidido pronunciarse otra vez en desacuerdo con el desfile y derroche militar aéreo en Xixón, aun cuando razones sanitarias hayan impedido su realización.
Coop57 y las socias y socios de Fiare en Galiza Norte y Asturias siguen considerando perversa la relación entre Ayuntamiento, empresas privadas y el Ministerio de Defensa en aras de la propaganda militarista que supone el desfile militar aéreo y propone su supresión completa.
El aumento de la exportación de armas en nuestro país, según el Informe de 2020, debiera ser revertido de forma inmediata y destinar esos recursos a fines sanitarios.
Conocida es la posición de otros colectivos y redes -como la Coordinadora asturiana de ONGd, Acción en Red y el Consejo de la Juventud- en rechazo al festival militar aéreo, que han mostrado la contradicción del gobierno local que un día habla de paz en las escuelas, y otro promociona venta de armas pesadas en los cielos de la ciudad.
Coop57Asturies y las socias y socios de Fiare en Galiza Norte y Asturias reiteran su pública y unánime apuesta por la Cultura de Paz y de rechazo al militarismo del desfile militar.
Se promociona el comercio de armas y se financia con «la banca armada».
El Centre Delàs de Estudios para la Paz ha analizado los últimos datos de exportaciones españolas de material de defensa y doble uso 2020 publicado en un informe de la Secretaria de Estado de Comercio, que muestra que España mantiene un elevado volumen de exportaciones realizadas en 2020.
Las licencias autorizadas marcan por su parte un récord histórico, firmando ventas de material de defensa por más de € 26 mil millones en tan solo un año, de tal modo que la ministra Robles ha conseguido superar el anterior récord de autorizaciones de exportaciones de armas españolas en la despedida del Ministerio de Defensa de Pedro Morenés.
El Centre Delàs ha podido constatar que «la voluntad de convertir a España en líder en fabricación y exportación de material de defensa no depende del color político del Gobierno», España, pese al genocidio en curso del pueblo yemení por ejemplo, vende más armas que nunca y tiene la intención de seguir haciéndolo en el futuro sin preocuparle a quiénes.
Es sabido que los aviones promocionados en Gijón, como el EF-18, utilizan misiles AIM-120B/C AMRAAM estadounidenses de medio alcance, misiles de corta distancia AIM-9JULI y L Sidewinder, misiles IRIS-T, de cuarta generación; también hacen funciones de aviones de reconocimiento, con el aporte de la firma israelí RECCELITE.
Utilizan misiles Maverick y la amplia gama de bombas lisas y de frenada, que permite a los EF18 realizar ataques con bombas guiadas por láser con los israelitas Rafael FLIR-LTD/R-LST Litening II, de tercera generación. Los misiles antiradar AGM-88 HARM, y secundariamente los Maverick, los capacitan para destruir los radares y otro sistemas de las defensas antiaéreas. Utilizan bombas estadounidenses GBU-24 Paveway III, y cuenta con los misiles AGM-84D-1 Harpoon.
Pertinente resulta también la pregunta realizada en el Congreso sobre quién y cómo se hace cargo de los seguros de este festival militar aéreo, teniendo en cuenta que dos de los F-18 se estrellaron , y la lista de accidentes de estos cazabombarderos es muy amplia en nuestro país.
Solamente con el presupuesto dedicado a los aviones Eurofighter EF-2000 que sobrevolaron Xixón en años anteriores se podrían mantener 25 hospitales y 27.720 camas de hospital durante un año.
Se ha constatado asimismo la contradicción entre que Liberbank haya cerrado tantos centros culturales, y sin embargo siga colaborando con esta propaganda de guerra en Xixón.
Nada hay más contradictorio con la economía social…que el armamento, la propaganda militar de destrucción, y los valores militaristas que sustentan esta parafernalia de la muerte.
Por ello Coop57Asturies y las socias y socios de Fiare en Galiza Norte y Asturias, que ponen sus acumuladas experiencias de financiación ética al servicio de colectivos, asociaciones, cooperativas, de tipo social, cultural, productivo, solidario o de comercio justo, etc., no pueden sino lamentar que el ayuntamiento, el ministerio y las empresas no hayan declinado para siempre este «festival de la guerra» en los cielos de Xixón.
De ninguna manera es defendible apropiarse de recursos públicos para tratar de normalizar la destrucción que provocan los aviones de combate y de bombardear poblaciones y países en conflicto, provocando expulsión y diáspora masiva de personas que intentan llegar a nuestras fronteras, de dónde son rechazadas por normas que vulneran de nuevo los derechos humanos.
Coop57 y Fiare Banca Ética como cooperativa de servicios financieros, y banca ética que destinan sus recursos a dar préstamos a proyectos de economía social que promuevan la ocupación, fomenten el cooperativismo, el asociacionismo y la solidaridad en general, e incentiven la sostenibilidad sobre la base de principios éticos y solidarios… no pueden sino estar en completa contradicción con actividades que se sustentan en los “créditos de destrucción” que benefician a los grandes bancos, que contribuyen al negocio de la Guerra, de varios conflictos armados y de la militarización de fronteras, y aumentan vertiginosamente la Deuda Militar española, por encima de los 30.000 millones de euros.
Las socias y socios de Fiare en Galiza Norte y Asturias y Coop57Asturies consideran que el dinero, los recursos (de cooperativas, del municipalismo, del erario público…) deben destinarse a fomentar actividades sociales y económicas que pongan a las personas en el centro. En el centro de sus necesidades sociales, económicas, culturales, pero nunca en el centro de la diana de la destrucción y el despilfarro militar.
Por ello, la clásica consigna de “/gastos militares para escuelas y hospitales/”, vuelve a tener la mayor actualidad, y se acrecienta la necesidad de profundizar en las pedagogías de la paz, de la convivencia, de lo comunitario, de lo colectivo, de la resolución cooperativa de los conflictos.
Fiare Banca Ética y Coop57 en consonancia con sus principios éticos tienen estrictamente prohibido financiar proyectos que puedan favorecer la industria armamentista, las centrales nucleares, la especulación financiera, la vulneración de derechos laborales, humanos, de las mujeres o el medio ambiente… Por ello se considera que este desfile militar supone también una flagrante vulneración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por la ONU, y que el Ayuntamiento de Xixón ha ratificado en Pleno y ha asumido asimismo como orientación directa de sus políticas.
Coop57Asturies y las socias y socios de Fiare en Galiza Norte y Asturias proponen a la corporación gijonesa dejar para el pasado esta funesta promoción de las guerras y se ofrecen para sustentar los argumentos positivos de iniciativas pacifistas y civiles que promocionen la vida y no la muerte.
La alternativa ha sido y es… gastos militares para escuelas y hospitales. Menos bombas, más sanidad. La alternativa es la Cultura de Paz, la resolución pacífica de los conflictos, el respeto a la soberanía de los pueblos. No se puede matar el virus con bombas. Pero sí con una sanidad pública, de calidad, universal, que hay que potenciar, restando gastos militares para hospitales.
Coop57Asturies y Grupo de Iniciativa Territorial de Galicia Norte – Asturias de Fiare Banca Ética .
CODOPA + AeR+CMX:
Por segundo año consecutivo, y como consecuencia de la pandemia de COVID19, el Festival Militar Aéreo de Gijón ha tenido que cancelarse.
Un año más el coronavirus nos pone ante el espejo devolviéndonos una imagen distorsionada de nuestra supuesta invulnerabilidad: quién iba a decirnos que un virus pondría en jaque nuestro modelo de vida y arrojaría tanta luz sobre las profesiones más precarizadas, que iban a convertirse en los “trabajos esenciales” que sostienen el andamiaje del país en tiempos de incertidumbre: personal sanitario, auxiliares de dependencia y del sector de los cuidados, transportistas, equipos de mantenimiento y limpieza, repartidores, cajeros/as de supermercado, etc, que, en definitiva, nos demostraron la importancia de situar la vida y el bienestar de las personas en el centro.
Con este convencimiento, desde el Conseyu de la Mocedá de Xixón (CMX), Acción en Red y la Coordinadora Asturiana de ONGD (CODOPA) queremos seguir mostrando nuestro rechazo por este espectáculo que se presenta ante la ciudadanía como una atracción turística, pero enmascara propaganda militar para mejorar su imagen pública. La atracción de las acrobacias aéreas y de la alta tecnología es la excusa para acercar a la sociedad el poder militar del ejército español, tratando de convencer al público de que las armas no son tan peligrosas y que son necesarias para defender la paz.
A pesar de la crisis sanitaria, la inversión militar sigue aumentando
Pese a la crisis sanitaria, España aumentó en 2020 su gasto en defensa, al pasar del 0,91% en 2019 al 1,17% del Producto Interior Bruto. En términos absolutos, España destinó un total de 12.293 millones de euros, frente a las 10,820 millones dedicados a este capítulo en 2019 y los 10.864 millones en 2018. Amnistía Internacional, Greenpeace, Fundipau y Oxfam, en su campaña “Armas bajo control”, critican que España continúa con el negocio de venta de armas a países que vulneran los derechos humanos, como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Colombia o Israel, advirtiendo que el Gobierno puede ser cómplice de la comisión de crímenes de derecho internacional. Además, asistimos en estos días a la confirmación de que la fortuna del rey emérito Juan Carlos I no se asienta en las comisiones por un porcentaje del crudo importado como se nos hizo creer, sino en el tráfico de armas. Mientras tanto, la pandemia ha puesto de manifiesto el colapso del sistema de salud, al tiempo que muchos recursos que sirven para responder a amenazas de carácter militar inexistentes se han mantenido intactos. Las pandemias o el cambio climático sí son amenazas reales a las que hay que responder con todos los medios al alcance.
Un pequeño paso
El pasado 22 de enero entraba en vigor el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares, el primer instrumento de derecho internacional humanitario que mitiga las consecuencias humanitarias catastróficas causadas por el uso de armas nucleares. Desde ese día la humanidad ha conseguido una victoria y el mundo es un poco más seguro, gracias a este pacto multilateral que prohíbe el uso, desarrollo, ensayo, producción, fabricación, adquisición, posesión y almacenamiento de armas nucleares, y que es jurídicamente vinculante para los 51 estados firmantes. El gobierno español, lamentablemente, sigue sin asumir este compromiso.
El CMX, Acción en Red y la CODOPA nos ratificamos en que no es admisible presentar como una fiesta un evento en el que aparecen aviones de guerra que están segando vidas humanas en otros países. No queremos una sociedad que comercializa con la muerte, ni un festival forjado con instrumentos para matar.
Queremos reivindicar unos principios de paz y no violencia, en los que fundamentamos nuestra repulsa hacia el belicismo que se oculta tras este festival, y bajo el que subyacen los mismos valores de violencia, obediencia acrítica y desprecio por la vida humana que constituyen la base de los ejércitos. Y creemos que no es coherente que una ciudad abierta como Gijón, que manifiesta públicamente su preocupación por la solidaridad, la paz, el medio ambiente o la interculturalidad, albergue este tipo de actos, especialmente cuando nos consta que existen alternativas sanas, ecológicas y pacifistas. Este festival supone un gasto muy elevado, prima la falta de transparencia en su gestión y es totalmente superfluo para las arcas públicas. Por más que se quiera justificar como una inversión que traerá beneficios a la ciudad de Gijón, en estos últimos meses hemos sabido lo que es realmente importante.
La vida y el bienestar de las personas al centro, allí donde los cazabombarderos no tienen lugar.