En el inicio de la jornada en el segundo día de alcuentru de muyeres en Xixón..
se presentaba la guía..
espacio de acciones por la justicia climática
o sea.. la Justicia climática y las Consecuencias socioambientales del consumo..
“Condena a una madre”
Las personas formamos parte de la Madre Tierra, ella es la que nos alimenta y alumbra nuestras vidas. Es esta la madre de todas las madres, la fuente primaria de vida. De ella nacemos y a ella nos abrazamos cuando finalmente dejamos de ser.
Pero esta madre, este hogar de la vida, está condenada a las injusticias que van de la mano de la acción humana. Nuestro actual sistema ha generado la destrucción y ha alterado los ciclos vitales de la vida en la Naturaleza, condenándola así a sufrir los siguientes SUPLICIOS:
1. Explotación y expolio de recursos.
2. Contaminación.
3. Deforestación.
4. Calentamiento global.
5. Deshielo.
6. Plagas y enfermedades.
7. Extinción de especies.
8. Agotamiento de recursos naturales.
9. Contaminación química.
10. Destrucción de la soberanía alimentaria.
11. Pérdida de la biodiversidad.
12. Producción de “organismos transgénicos”.
13. Destrucción de la diversidad de culturas y de las economías alimentarias locales.
14. Abuso, manipulación y gobernabilidad de las multinacionales y grandes corporaciones.
………
Aunque la gravedad de los hechos es evidente y pone en serio peligro la salud de nuestra madre, aún existe la posibilidad de revocar su condena, tal y como establece el “Tribunal Internacional de Justicia Ecológica y Climática”. Esta revocación solamente se lograría con el cumplimiento de la siguiente cláusula:
El Buen Vivir. “La alternativa al sistema de desarrollo capitalista, es un nuevo paradigma (el Buen Vivir) que reemplace al modelo imperante de desarrollo. Significa recuperar los saberes ancestrales de los pueblos y vivir en armonía con la Naturaleza, con las demás personas y con una misma.
Si realmente queremos revocar la condena infringida a nuestra madre, debemos cumplir esta cláusula, para lo cual será necesariamente obligatorio el reconocimiento y el respeto de la «Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra”.
Soldepaz Pachakuti
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