con La Caracola. En el Ateneo de Villaviciosa.
Representación
AL LÍMITE Cuerpos, danza y periferias (desde la frontera norte del mapa).
Al límite de la pandemia y la realidad, un grupo de 30 alumnas de La Caracola Iniciativas Sociales investiga sobre la peor de las guerras: la guerra contra la vida.
La deshumanización, los discursos de odio, el individualismo, el cambio climático y los límites en los recursos, el consumo como arma de guerra.
Mientras, en la periferia: los cuerpos y territorios que sostienen toda la barbarie, y también sostienen la vida.
Al frente la alegría, las ganas de poner lo que importa en el centro y de imaginar vidas que merezcan la pena ser vividas para todas.
Una obra entretejida por mujeres que van del silencio a la palabra:
Yayo Herrero, jornaleras en lucha de Huelva, Movimiento Sin Tierra de Brasil, un canto de ida y vuelta, de norte a sur y de este a oeste, que pone a danzar los cuerpos al servicio del planeta.
#ComeVisteBaila
Lo que está realmente cuestionando es, entonces, el modelo de producción, económico, comercial y de consumo que lleva años saqueando la naturaleza y modificando el clima, lo que, como se está viendo, tiene consecuencias sanitarias nefastas.
#ComiVistiBailla
O la necesidad de cambiar el modelo de producción y consumo alimentario, textil y energético vigente por modelos más sostenibles, justos y equitativos.
Un proyecto de sensibilización ciudadana que quiere contribuir a denunciar el modelo de producción y consumo alimentario, textil y energético promovido por las grandes transnacionales, en concreto “las españolas”, que, lejos de reportar beneficios a las personas, se enriquecen a costa de la deslocalización, el saqueo de los ecosistemas, la violación de los derechos laborales y la perpetuación de un sistema capitalista patriarcal que aumenta la brecha de la desigualdad y la pobreza.
Pretende, también hacer un llamado a la responsabilidad individual y colectiva sobre los modos de producción y consumo vigentes y sobre el compromiso transformador hacia un modelo más solidario, socialmente integrador y ambientalmente sostenible, que desvincule el crecimiento económico de la degradación medioambiental, desde los planteamientos de la soberanía alimentaria y el ecofeminismo.