Con la Ventolín revivida, hoy en semana negra-Xixón.
SOLidaridades con los Pueblos de Sahara-Palestina-Colombia, Solidaridades con los pueblos del mundo.
Música popular, fraternidades de la charanga internacionalista, republicana, solidaria.
Con un integrante menos, en convalecencia tras reciente paso por el taller de reparaciones, el profe SanMiguel, pero con todo su apoyo e inspiración, y al que dedicaron recuerdo y canción.
Recordando que Juani Ruíz sigue presa del sionismo junto a otras y otros 5500 prisioneros del apartheid, y que exigimos su liberación.
Juani Libertad. Palestina Solidaridad.
Actualizando la solidaridad con las hijas e hijos de las nubes, pueblo saharaui que aspira a sus derechos territoriales, culturales, políticos, a su autodeterminación, vulnerada por la ocupación marroquí y por las traiciones internacionales de varios gobiernos, incluido el español, que tiene pendiente honrar sus compromisos con más de 45 años de retraso.
Referendun ya.
Libertad a los presos saharauis.
Sahara Libertad-Polisario Vencerá.
Recibiendo al combo colombiano, refugiadas y refugiados de la persecución feroz de un gobierno ultra, que ha asesinado solamente en este año a 189 víctimas en 50 masacres, la última en Ambalema (a alguna gente le sonará este municipio, porque allí fue concejal Henry Ramirez, que estuvo protegido en Asturias, y allí le asesinaron delante de sus hijos).
88 líderes sociales, el último Higinio Bailarín indígena Embera, 1204 desde la firma de paz. Al tiempo que durante el paro nacional de más de dos meses han asesinado a 80 jóvenes. Y otros 28 firmantes de paz asesinados en la mitad del año. Y como todavía les parecerá poco, exportando la violencia, 26 ex militares colombianos estaban entre los mercenarios que asesinaron al presidente de Haití esta semana. Mientras una delegación internacional de 12 países está en el terreno, lo mismo que en marzo estuvo la delegación asturiana que el domingo 18 presentará su Informe en la semana negra.
Solidaridades, Fraternidades, acompañamiento a los pueblos que luchan por sus derechos, por su liberación. Rítmos de la Ventolín, para fortalecer esas resistencias.
Para exigir a nuestros gobiernos una implicación mucho mayor en la defensa de los derechos humanos: La descolonización del Sahara, el fin de la limpieza étnica y el apartheid en Palestina, la paz y los derechos esenciales en Colombia.
“Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.”
Larga vida a la Ventolín.
Soy una mujer árabe de color,
y venimos de todas las tonalidades de la ira.
Todo lo que mi abuelo quería era
despertarse al alba y ver a mi abuela rezar ,
en una aldea escondida entra Yaffa y Haifa.
Mi madre nació bajo un olivo,
en una tierra que, como dicen, ya no es mía.
Pero yo atravesaré sus barreras, sus puestos de control,
sus malditos muros de apartheid, y retornaré a mi patria.
Soy una mujer árabe de color, y venimos de todas las tonalidades de la ira.
Fatma Galia: que estudió en Cuba y se doctoró en el País Vasco: ahora desde el exilio:
“Gacela, madre hecha de sacrificio / vuela sin alas / sientes, procreas, emigras / sobrevives a tu lucha/ feroz / eres igual que nosotras / sólo te falta / voz”.
En la ciudad del viento,
veo lo que nadie ve,
siento lo que nadie siente,
lo digo, lo repito con
el viento y no me arrepiento
El desierto me hace sentir
como una princesa
en la ciudad del viento.
En la ciudad del viento,
hay palacios de piedras
y castillos de arena,
como en los cuentos de hadas.
El desierto me hace sentir
como una princesa
en la ciudad del viento.
Ando descalza sobre una alfombra de arena,
suave como la seda
y dorada como el ORO.
Vivo bajo un cielo
grande e inmenso,
cubierto por un velo azul,
azul como el mar.
En la ciudad del viento
la libertad nació sin dueño.
En este horizonte lejano y sin límite,
como un sueño,
cuando posa la mirada,
la vista navega libremente.
En la ciudad del viento
veo lo que nadie ve,
siento lo que nadie siente.
Lo digo, lo repito
con el viento y
no me arrepiento.