Hace 25 años se concedía el primer Nobel a una indígena.
Rigoberta Menchú Tum, del pueblo maya quiché de Guatemala, también era la más joven en recibir el premio nórdico. “Considero este Premio, no como un galardón hacia mí en lo personal, sino como una de las conquistas más grandes de la lucha por la paz, por los derechos humanos y por los derechos de los pueblos indígenas”.
Varios de sus hermanos, su madre y su padre, habían sido asesinados por el ejército .
Recibió el Premio de la UNESCO “Educación para la paz”, medallas y 30 Honoris Causa, Premio Iberoamericano José Martí , el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional , el Internacional Libertad , y la Legión de honor de la República Francesa. Fue Embajadora de la Buena Voluntad de la ONU y de la UNESCO, Presidenta de la Iniciativa Indígena por la Paz, miembro de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas, Presidenta de la Compañía Salud para todos, y Presidenta de la 1ª Cumbre de Mujeres Indígenas de América.
El 31 de enero de 1980, su padre Vicente fue una de las 37 personas que el gobierno de Guatemala quemó vivas con en la llamada Masacre de la embajada española en la ciudad de Guatemala. De esa quema se salvó de puro milagro el embajador Máximo Cajal , (libro “Saber quién puso fuego ahí. Masacre en la Embajada de España”) porque el campesino guatemalteco Gregorio Yujá fue otro superviviente del asalto, pero fue secuestrado dos días después y su cuerpo, torturado, fue encontrado después.
El juicio, 34 años después, (libro de Yago Pico de Coaña “Treinta y cuatro años después-el asalto a la Embajada de España en Guatemala”) culminó con la condena a 90 años de prisión para el acusado Pedro García Arredondo, exjefe de la Policía.
La Audiencia Nacional española lleva el Caso de Genocidio en Guatemala, con la fundación Rigoberta Menchú como una de las acusadoras, un caso que surge de un periodo en la larga guerra civil de este país donde violencia contra no-combatientes, indígenas Maya, llegó al nivel de genocidio. Más de 200,000 personas fueron asesinadas o desaparecidas entre 1960 y 1996 en el conflicto interno. Según la Comisión del Esclarecimiento Histórico(CEH) de las Naciones Unidas, el ejército guatemalteco y paramilitares indistintamente perseguían a comunidades indígenas, líderes sindicales, estudiantes, personas religiosas y otros civiles bajo la teoría que formaban un ‘enemigo interno’ subversivo.
Varias calles, en Avilés, en Gijón, llevan el nombre de Rigoberta Menchú.
Las Segovias fue la asociación asturiana que promovió la campaña para el premio nobel, y se realizaron gloriosos actos con la presencia de Rigoberta Menchú, cuyo recuerdo desempolvamos con su foto en la Junta General del Principado junto a la Presidenta de entonces, Laura González, y que tuvo el final feliz de que le dieran en efecto el Nobel de la Paz en el año del Quinto Centenario, como para compensar los fastos empresariales de aquel año.