Comunidad de Paz en aniversario.
COMUNICADO del Espacio de coordinación y solidaridad- Estado español-con Colombia.
Aniversario 27 de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó – defensa de la Vida y el territorio
23 de marzo 2024
El 23 de marzo de 1997, un domingo de palmas, un grupo de campesinas y campesinos habitantes de San José de Apartadó (Colombia) se declararon públicamente Comunidad de Paz con el compromiso de no participar de ninguna manera en la guerra, no portar armas, no dar información a ninguno de los actores armados, combatir la impunidad mediante la denuncia de los abusos contra ellos y ellas, y optar por las alternativas de construcción de la paz desde abajo. En un contexto en el que resistir a las armas era duramente castigado.
Después de la declaración bastaron 72 horas para que el Estado, como si se tratara de un rito de iniciación, desplegara toda su violencia contra la comunidad: “A las veredas nos dieron plazo de tres días para abandonar nuestras tierras y el que no cumpliera la orden sería asesinado. Esta amenaza era real ya que a los tres días entraron y asesinaron a quienes se encontraron en los caminos; entretanto, los helicópteros y aviones bombardeaban y ametrallaban. Los que pudimos salir nos ubicamos en el caserío y desde allí comenzamos a resistir”.
Su lema, “un campesino sin tierra no es nadie” les ha mantenido firmes para seguir defendiendo la vida y su territorio, a pesar de las más de 500 violaciones a Derechos Humanos y dolorosas masacres a líderes y familiares de sus miembros.
Hoy la Comunidad de paz es reconocida internacionalmente por su coherencia y resistencia civil noviolenta y defensa del territorio, a pesar del estado permanente de asedio y agresiones contra su proyecto de Vida.
El asesinato de Nallely Sepúlveda de 30 años y el niño Edinson David de 14 años, esposa y hermano del coordinador de la vereda La esperanza el martes 19 de marzo, los ataques a las finca Las Delicias en la semana precedente y todas las agresiones sufridas durante el 2023 demuestran el control paramilitar que hay en la región.
¿Detrás de todo esto qué hay? El interés por la riqueza de sus tierras, los minerales en el subsuelo y la abundancia del agua que las recorre.
Ante nuestra imposibilidad de estar presentes allí, en San Josesito, lugar de dignidad, las organizaciones que conformamos este espacio, damos nuestro sentido de pésame y reiteramos nuestro compromiso a seguir caminando junto a la Comunidad y continuar amplificando en cada rincón de las ciudades y regiones del Estado español su petición: “queremos vivir en Paz en nuestro territorio libre de economías extractivistas”.
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