Ante el cambio de rumbo del gobierno español, la RASD y el Polisario expresan:
En el contexto de guerra que vive el Sáhara Occidental, España anunciaba su apoyo a la autonomía marroquí para concluir el proceso de descolonización del Sáhara Occidental, antigua colonia española de la que sigue siendo potencia administradora según las Naciones Unidas, pero que Marruecos ocupa militarmente desde el 1975.
Ante esta preocupante decisión, el Frente POLISARIO, único y legítimo representante del pueblo saharaui, expresa lo siguiente:
Con mucho asombro, el gobierno de la República Saharaui y el Frente POLISARIO recibieron esta tarde el contenido de las dos declaraciones emitidas por el ocupante marroquí y el Gobierno de la potencia administradora; España, y en consecuencia desea expresar lo siguiente:
1.- La posición expresada por el gobierno español está absolutamente en contradicción con la legitimidad internacional. Las Naciones Unidas, la Unión Africana, la Unión Europea, la Corte Internacional de Justicia, el Tribunal de Justicia Europeo y todas las organizaciones regionales y continentales no reconocen ninguna soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
También España, junto con Francia, el país que trazó las fronteras entre el Sáhara Occidental y sus tres vecinos; Marruecos, Argelia y Mauritania, tiene más responsabilidades jurídicas y políticas que otros en la defensa de las fronteras internacionales reconocidas, así como detener la expansión marroquí además de sus responsabilidades junto a las Naciones Unidas hacia el pueblo saharaui. Esta responsabilidad no caduca mientras el pueblo saharaui no haya podido ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación e independencia.
La posición emitida en ambas declaraciones carece de credibilidad, seriedad, responsabilidad y realismo, porque es una desviación peligrosa, contradice la legitimidad internacional, apoya la ocupación, alienta la agresión, la política de hechos consumados y es una huida hacia adelante que pretende legitimar la represión, los crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el saqueo de los recursos saharauis en violación de las resoluciones de la legitimidad internacional.
Esto se produce en un contexto más grave por el que atraviesa el conflicto del Sáhara Occidental tras el estallido de la guerra en noviembre de 2020, y el estado de tensión en la región por la persistencia del Reino de Marruecos en sus políticas expansionistas.
2.- Esta transformación parece ser el resultado de intensos meses de chantaje marroquí contra España para restablecer las relaciones diplomáticas a su estado anterior. Desgraciadamente, en lugar de que Madrid pretendiera restablecer sus relaciones bilaterales con su vecino del sur sobre bases sólidas y fundamentadas, optó por someterse, una vez más, al chantaje marroquí.
3.- La posición expresada contiene elementos muy peligrosos, como referirse a la propuesta marroquí como “la más seria, realista y objetiva… etc…para resolver el conflicto del Sáhara Occidental”, en claro apoyo al enfoque unilateral, en contradicción con el derecho internacional y la libre práctica democrática. La declaración del Gobierno español no se quedó ahí, sino que fue más allá a lo más peligroso al referirse al acuerdo de «respeto a la integridad territorial de los dos países», que, en el contexto del conflicto del Sáhara Occidental, no es nada sino una clara adopción de la tesis expansionista marroquí.
4.- Esta posición, de forma significativamente negativa, afecta a cualquier posible papel de España en la solución del conflicto de descolonización en el Sáhara Occidental y los esfuerzos actuales para reactivar y revitalizar el proceso de paz por parte de las Naciones Unidas. Esperábamos que España, por imparcialidad y sentido de sus responsabilidades legales e históricas, acompañaría a las dos partes y al nuevo enviado personal para revitalizar el proceso político. Es lamentable que Madrid opte, una vez más, por someterse al chantaje marroquí y disipar las esperanzas que existían, alimentando la tensión, la escalada y empujando hacia más inseguridad.
5.- A pesar de todo ello, España no puede sustraerse unilateralmente de sus responsabilidades jurídicas frente al Sáhara Occidental y su pueblo, siendo potencia administradora del Territorio a la espera de la descolonización del mismo. Tampoco puede dar la espalda a sus responsabilidades políticas, ya que es el principal responsable del sufrimiento del pueblo saharaui, y de hecho de todos los pueblos de la región, que hasta ahora no han podido disfrutar de la estabilidad debido a la herida abierta por España en 1975, y que sigue envenenando las relaciones de los pueblos y países de la región.
6.- El pueblo saharaui, su gobierno y el Frente POLISARIO hacen un llamamiento urgente a las fuerzas políticas españolas y a todos los pueblos de España, para que presionen al gobierno español para que corrija este grave error, y obliguen a Madrid a asumir sus responsabilidades originarias, que no prescriben, de erradicar el colonialismo del Sáhara Occidental de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, especialmente en lo que respecta al disfrute del derecho de los pueblos sometidos a una dominación colonial a la autodeterminación e independencia.