representantes de los pueblos Pech, Lenca, Chorti, Tolupan, Tawaka, Garífuna, Misquito y negros se auto convocaron a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria, en San Juan Durugübuti, Tela, …por la refundación de Honduras
*Honduras: Pueblos indígenas y negros se declaran en Asamblea Constituyente
Refundacional*
Cerca de 1500 representantes de los pueblos indígenas y negros de Honduras
(Pech, Lenca, Chorti, Tolupan, Tawaka, Garífuna, Misquito y negros de habla
inglesa) se auto convocaron a una Asamblea Nacional Constituyente
Originaria, en San Juan Durugübuti, Tela, con la finalidad de consensuar
propuestas concretas para la refundación de Honduras.
Rostros negros, mulatos, cobrizos y blancos, unidos por una misma historia
de exclusión y de dominación, se reúnen, por vez primera, en mucho tiempo,
para compartir sus historias inéditas y soñar juntos y juntas otra Honduras
posible.
El festivo pueblo garífuna de San Juan, Tela, recibió y acoge con algarabía
a sus hermanas/os venidos de las montañas y playas hondureñas como si
siempre los hubieran conocido. Aunque históricamente el colonialismo interno
del Estado separó a los pueblos indígenas y negros, condenándolos a vivir
como grandes desconocidos entre sí en su propia tierra.
Este encuentro de los pueblos en Asamblea Constituyente Originaria y
Refundacional comenzó con una experiencia espiritual intercultural.
Garífunas y lencas encabezaron un ritual policromático pidiendo permiso a la
Madre Tierra y al Mar para dar inicio a este histórico encuentro sin
precedentes en el país.
Bajo un sol radiante, y al compás del chasquido de las olas marinas, las y
los excluidos/as por el sistema estatal e imperial, se impregnaron de la
presencia fecunda de las divinidades y del espíritu de las y los ancestros.
Así, una energía inédita de empatía y hermandad entrelazó a las y los
presentes de colores diversos.
Diferentes idiomas desconocidos se pronunciaron en la palestra del evento al
momento del esperado saludo y presentación oficial de los pueblos presentes.
Evidenciando, de esta manera, la esquizofrenia cultural del Estado
Hondureño, que jamás tuvo el valor de reconocer su realidad multicultural y
plurilingüe. Este encuentro nacional exterioriza la insubordinación de los
pueblos por más de cinco siglos en resistencia, y muestra el fracaso del
fallido proyecto monocultural del Estado Nación mestizo.
Todas las demandas de las delegaciones presente coincidieron en la unísona
demanda mayor de la refundación de Honduras, con la participación activa de
todas y todos, mediante un proceso constituyente originario. Éste es el
actual objetivo trascendental que mueve a estos pueblos empobrecidos de
tanta exclusión y dominación. Con este mandato salieron de sus lugares de
origen, superando todas las dificultades del largo viaje. Y no están
dispuestos a volver a sus lugares de origen sin propuestas concretas
consensuadas para los contenidos de la nueva Constitución Política del
Estado. Por eso, desde San Juan, Tela, los pueblos indígenas y negros le
gritan al país y al mundo: ¡Honduras, nunca más sin los pueblos indígenas y
negros!
El día de hoy, 21 de Febrero de 2001, y tras rendirle un homenaje a los
ancestros, las ancestras, a los mártires, a los espíritus de la tierra, al
aire, y al mar; invitándolos a sumarse, (en todas las lenguas de Honduras),
a la lucha de los pueblos por sus ríos, por sus bosques, por sus playas y
por el aire que nos pertenece a todos y todas. Dio inicio, en la comunidad
Garífuna de San Juan Tela de Durugubuty, y con la participación de más de
1300 representantes hombres y mujeres de los ocho grupos étnicos del país,
(Maya Chortí, Tolupanes, Pech, Tawahkas, Miskitos, Garífunas, Isleños y
Lencas), la Asamblea Nacional de Pueblos Indígenas que busca, entre otros
puntos, conocer la realidad de los pueblos originarios de Honduras: sus
luchas y las problemáticas que enfrentan. Pero más importante aún, sentar
las bases para la construcción de un nuevo país, incluyente, justo,
democrático y participativo, que incorpore a los hombres y las mujeres por
igual y que reconozca la cosmovisión indígena como parte de la riqueza de la
nación.
El evento cobra un valor simbólico muy importante si recordamos, porque
debemos recordar, que fue en estas mismas playas en donde un 18 de junio de
1937, bajo la dictadura de Triburcio Carías Andino, se declararó a todos los
«morenos» como culpables de traición a la patria, por haberse organizado
sindicalmente en contra de las condiciones de explotación de las bananeras,
sacando a punta de fusil a los 22 hombres que en ese día se encontraban,
para luego fusilarles.
Hoy, el espíritu de lucha de los y las mártires está presente. ¿Dónde más
podrían estar? Y se han sumado a los de todos y todas las caídas en las
luchas de los pueblos indígenas por todo el continente.
Organizar una asamblea de tal magnitud, no solo representa un reto logístico
para el comité organizador compuesto por COPINH y OFRANEH, (que han hecho un
trabajo impresionante), sino un acontecimiento trascendental para la
historia hondureña, pues pocas han sido las oportunidades que hemos tendido
en este país para reconocernos multiculturales y multilingües.
Es muy temprano aún para dar un informe de los resultados del evento, pues
es apenas el primer día de los tres que están programados. Podemos asegurar
sí, que servirá de mucho para el país que desde abajo se construye.
Honduras
está cambiando, puedo sentirlo esta tarde cuando escucho lenguas que
ignoraba, cuando veo rostros que desconocía, cuando conozco de todas las
luchas que son una sola y que como una sola se les harán frente.
Oscar Estrada