Igor Ojeda
Brasil de Fato / Minga Informativa
El ejemplo de Bolivia debe ser llevado a todos los países de América Latina. La misión fue aceptada por representantes de organizaciones indígenas de varios países del continente durante el seminario “Pueblos Indígenas, Constituciones y Estados Plurinacionales”, realizado en La Paz, Bolivia, del 15 al 17 de enero.
El propósito es dar viabilidad a sociedades basadas en nuevos paradigmas, que tengan en cuenta las cosmovisiones de los diversos pueblos originarios de la región, excluidos de la participación política desde la llegada de Cristóbal Colón. Ellos exigen ya no ser vistos más como folclore, sino como sujetos.
En la declaración final del evento, organizado por la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), creada en julio del año pasado, los participantes ratifican la “firme decisión de Pueblos Indígenas de integrar el Abya Yala [América], para reconstruir nuestros Pueblos, luchando por la inclusión y la construcción de Estados Plurinacionales y Sociedades Interculturales, con nuevos gobiernos que reconozcan nuestros territorios y derechos colectivos e implementen políticas públicas, saberes y democracias interculturales, teniendo como principio para las sociedades la Unidad en la Diversidad, y como construcción de sociedades alternativas sobre la base de las propuestas de los Pueblos Indígenas”.
Oportunidad
Para los indígenas, se abrió una ventana de oportunidad para construir sociedades alternativas, ante la quiebra de los “viejos Estados-Nación, cada vez más privatizados y desnacionalizados”.
Oportunidad aprovechada por Bolivia, donde “el movimiento indígena y la sociedad excluida de la política euro-céntrica (neocolonial) vienen luchando para conseguir cambios y es el fascismo de la derecha, que impide, bloquea, sabotea y manipula a medios de comunicación para impedir que se concreten los cambios por los cuales votó la amplia mayoría de Bolivia, a través del hermano presidente Evo Morales”. Respecto a Bolivia, el documento además convoca a la solidaridad con la lucha de su pueblo, y anuncia un alerta permanente ante cualquier amenaza “de los poderes transnacionales de siempre”.
De cara a la próxima nación que puede reflejarse en ese ejemplo, los participantes decidieron respaldar la Asamblea Constituyente de Ecuador, “que permita viabilizar el Estado Plurinacional con la participación de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas con la finalidad de construir un país solidario, recíproco y equitativo para garantizar la estabilidad institucional y política a mediano y largo plazo”.
Participaron en el seminario representantes de los pueblos Aymara, Quéchua, Poqra, Mapuche, Kichwa, Pemón, Miskitu, Guaraní, Ayoreo y Chiquitano, provenientes de Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Argentina (que junto con Chile conformaron la CAOI), Venezuela, Nicaragua, Honduras, Paraguay y Brasil.
Dominación
Luis Evelis, de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), recordó que los Estados naciones poseen características monolíticas, que tratan de establecer sociedades homogéneas, como condición para la “modernidad” y como medio de dominación. Es decir, no reconocen y buscan invisibilizar las “diferencias regionales, ambientales y culturales”.
Guillermo Churuchumbi, de la Confederación de los Pueblos Kichwa de Ecuador (Ecuarunari), enumeró los elementos de un Estado Plurinacional: economía comunitaria; reconocimiento del sistema de salud tradicional; administración y justicia comunitarias; educación bilingüe e intercultural; organización política propia, con reordenamiento territorial; principios de reciprocidad y respeto entre los pueblos; y políticas públicas interculturales.
Según él, es esencial la construcción de conceptos que aborden el Estado Plurinacional, para que las luchas no se limiten en sí mismas.
En varias intervenciones de los participantes se destacó la necesidad de la formación política, intelectual y técnica de los indígenas así como la socialización de las discusiones teóricas con las bases.
Obstáculos
Si bien la situación en Bolivia es esperanzadora, no sucede lo mismo en Argentina. De acuerdo con el mapuche Jorge Ñancucheo, vicepresidente de la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas en Argentina (Onpia), “en el futuro del país, construir un Estado Plurinacional es impensable”. Para él, el racismo en la sociedad local es muy fuerte, lo que hace que la participación política sea nula.
Grandes dificultades también se presentan en Perú. Según el antropólogo peruano Rodrigo Montoya, los pueblos indígenas locales no tienen fuerza para cambiar el rumbo de las cosas. “La política de Alan García [el presidente] está directamente inspirada en lo que sucede en Bolivia: para que no ocurra lo mismo”.
Sin embargo, en opinión de tres diputados constituyentes bolivianos, la nueva Constitución del país, aunque signifique un innegable avance, todavía no es la ideal. Según ellos, la ley de convocatoria a la Asamblea Constituyente no permitió la participación directa de los pueblos originarios; eso se dio solamente a través de los partidos políticos.
De acuerdo con uno de ellos, el constituyente por el Movimiento Al Socialismo (partido de Evo) Raúl Prada, la nueva Carta Magna todavía posee muchos preceptos liberales. “Es una Constitución de transición. No se institucionalizan totalmente las demandas indígenas”. (Traducción ALAI)
* Ver «Declaración de La Paz»: http://www.movimientos.org/enlacei/show_text.php3?key=11689