Artículo sobre las estimaciones sobre la población indígena y los intereses que ocultan dichas cifras
Cuando el 9 de agosto se convocaron y organizaron numerosas actividades mundiales, y muchas desde territorio asturiano, se estaba tratando de promover Derechos, facilitar divulgación de propuestas, sacar de la invisibilidad a que obligan a las gentes resistentes, rebeldes, constructivas que están organizadas en comunidades, pueblos, nacionalidades indígenas.
¿Elemental? Por eso, en esa tarea en que se acompañan demandas, se fortalecen lazos, se apoyan propuestas, resulta elemental también respetar en general ¿no? los criterios de esos pueblos.
Incluso en el número estimado de personas.
Y es que eso del número que tanto gusta a occidente.. siempre hay un debate, unos intereses, unas intenciones nada ocultas: Ocultar es precisamente lo que se pretende. Disminuir el número de Pueblos. Hacer más pequeñas las cifras de personas que integran cada pueblo. Buscar artificios, censos falsos, modos de medir para que «no parezca tanto» el norme acumulado, de cultura, de pueblo, de derecho a la autodeterminación.
Hacer un pan como unas hostias puede resultar, por ello, el que en un día de reconocimiento de derechos aparezca en algunos medios que la cifra de indígenas es menor, que la que indica la ONU (370 millones), y muchísimo menor todavía que la que indica el «autoreconocimiento» de las organizaciones indias (más de 500 millones, 5000 pueblos. Casi nada ¿eh?)
Cada vez, en estos tiempos, que se realiza un censo adecuado, es decir donde no va implícito el desprecio, las desventajas, el racismo institucional más o menos soterrado, resulta que las cifras salen mayores.
Cada vez que se mide «de sentimiento» y no sólo de colores y genes, y se coloca la cultura y el autoreconocimiento de los pueblos indígenas, la cifra que tanto gusta en la cuantificación (que en otras épocas servía para cuantificar también el gasto en el exterminio planificado), las indias e indios, los indígenas, los pueblos originarios, suben en los números, y eso le duele al capitalismo antidiversidad.
Y cada vez que hay procesos de reconocimiento a través de las movilizaciones, que logran culminar en algunos espacios políticos (dígase Estado Plurinacional de Bolivia, dígase alzamiento zapatista en Chiapas..) entonces, las personas que pertenecen a esas comunidades elevan el orgullo de pertenencia, y las «encuestas» se rompen hacia arriba.