Fallo del Premio Juan Ángel Rubio Ballesteros 2016
La Sociedad Cultural Gijonesa se complace en anunciar que el Jurado del Premio Juan Ángel Rubio 2016 constituido por la periodista de la TPA Natalia Alonso, el escritor Xandru Fernández, Rubén Medina, responsable de la sección sindical de CCOO en el Ayuntamiento de Gijón, la artista y cantante Anabel Santiago, Ana Carpintero en representación del colectivo “Mujeres de IKE”, premio en la edición anterior y Antonio Rubio, como representante de la familia Rubio y presidido por Pedro Roldán, presidente de la Sociedad Cultural Gijonesa, ha decidido otorgar este galardón, que honra la memoria de uno de nuestros más destacados presidentes,
al Colectivo de Refugio Temporal Luciano Romero.
El Colectivo Luciano Romero es un programa de refugio para activistas colombianos en favor de los derechos humanos, líderes campesinos y sindicalistas colombianos que han tenido que buscar refugio en España al sufrir persecución política y ver amenazadas sus vidas. La persona que da nombre al colectivo, Luciano Romero, fue precisamente un refugiado que resultó asesinado a su regreso a Colombia, al igual que Henry Ramírez, tras ser torturado por efectivos policiales y paramilitares.
El Colectivo Luciano Romero, radicado en Gijón, ha desarrollado una amplia labor de concienciación y difusión de las violaciones reiteradas de los derechos humanos ocurridas en Colombia, y de la persecución y la represión sufrida por los sectores populares y elementos progresistas de la sociedad, ejercida tanto por las fuerzas armadas, como por elementos paramilitares y por los cárteles del narcotráfico. Una labor orientada a promover y cimentar la solidaridad entre los pueblos, los derechos humanos y las libertades políticas y sociales.
Esa labor cobra especial significación ante los acuerdos de paz entre las FARC y la administración Santos. Confiamos en que un país hermano como Colombia pueda alcanzar al fin un escenario de paz, en el que pueden cristalizar movimientos capaces de encarrilar al país por la senda de la justicia social y la equidad en el acceso a la riqueza. No podemos olvidar la profundidad del conflicto colombiano, que hunde sus raíces en el periodo de La Violencia desatado tras el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, los sucesos del Bogotazo o la invasión y represión de la Marquetalia. Tensiones sociales derivadas de la desigualdad social, una injusta estructura agraria y diversas contradicciones socioeconómicas que ha dejado un reguero de millones de muertos, desplazados y miles de delitos de lesa humanidad.
Sin bien continúan arreciendo los asesinatos y abusos contra activistas en Colombia, y pesa la memoria del genocidio político sufrido por ejemplo por los activistas de la Unión Patriótica, como los candidatos presidenciales, Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo, así como cerca de 5000 de sus militantes y el descarrilamiento de anteriores tentativas de paz, confiamos en que esta vez se alcance un escenario de convivencia, y pueda haber justicia y reparación para quienes han sufrido las penurias de cincuenta años de guerra.
La entrega del premio tendrá lugar el viernes 16 de diciembre a partir de las 20:00h. en el transcurso del tradicional acto festivo que se organiza con motivo del 48 aniversario de la fundación de la Sociedad Cultural Gijonesa.
La Sociedad Cultural Gijonesa ha determinado que la XXIII edición del Premio Juan Ángel Rubio Ballesteros cuyo objeto es el de distinguir a una persona o colectivo que, vinculado con Asturias, haya defendido los sentimientos de respeto a los derechos humanos, preservando el principio básico de igualdad y defendiendo los conceptos éticos y morales que dignifican a la persona, este año tenga sesgo de Paz y Derechos Humanos. De Solidaridad muy concreta.
Y ha escogido al Colectivo de refugio Luciano Romero.
El espíritu de este premio, que tiene carácter anual, es hacer pública la labor de personas o entidades que, entregadas a la colectividad, luchan por alcanzar el sueño de una sociedad más justa, libre e igualitaria. Un espíritu inspirado en la figura de uno de los presidentes de la Cultural, profesional de la sanidad, activista del humanismo y las solidaridades, que si físicamente viviera tendría 102 años, cuando la Cultural se acerca al medio siglo de existencia y creación colectiva.
Pero.. ¿quién es el Colectivo Luciano Romero?
Mucha gente lo conoce y mucha gente ha visto murales por los concejos de Asturias con esa denominación.
Se relaciona con las personas amenazadas de muerte en Colombia que hallan un tiempo de refugio en Asturias gracias a la confluencia de 12 organizaciones asturianas y las sinergias positivas entre el gobierno asturiano, el español y el ayto de Xixón que ofrece la vivienda. Además 9 organizaciones colombianas de prestigio internacional reconocido conforman un comité de selección para las personas, dirigentes sociales, sindicalistas, abogadas, activistas en materia de derechos humanos, que llegan hasta Gijón por seis meses tratando de salvaguardar su integridad.
El nombre de Luciano proviene de una de estas personas, que habiendo estado acogida y protegida en Asturias fue asesinada a su regreso a Colombia por una alianza entre fuerza pública y paramilitares. E inmediatamente el colectivo adoptó su nombre que ahora se repite y se honra al recibir este galardón.
Otra persona más del colectivo, Henry Ramírez, también fue asesinada delante de sus hijos y en su propia casa, cuando tenia responsabilidades de concejal por el partido Liberal, y había denunciado la corrupción en el municipio de Ambalema.
Otros varios integrantes a su regreso desde Asturias sufrieron prisión sin cargos y cinco de ellos atentados de los que salieron heridas o ilesos.
Es decir que estamos hablando de un colectivo numeroso, 104 personas, 105 si consideramos al coordinador, que en su tiempo asturiano han desarrollado un increíble activismo de diplomacia ciudadana por la paz y los ddhh, y que en su mayoría han regresado a su tierra y organizaciones para seguir en la lucha social, en la defensa de los derechos.
Y para profundizar en qué consiste eso de la diplomacia ciudadana por la paz y los ddhh, que bien podría tener cualquier otra denominación, bastaría con enumerar, a modo de ejemplo, la relatoria de acciones y actividades cotidianas que se suele presentar a final de año en la evaluación del programa.
Este año dicha reunión de evaluación se pudo hacer a primeros de noviembre, ( 481 ) antes de que las 5 personas que nos acompañaron este año regresaran a sus territorios colombianos a seguir las luchas, que es una de las coincidencias con los objetivos del premio Juan Angel Rubio Ballesteros.
Los derechos humanos, los violan en todas partes, en América Latina, domingo, lunes y martes… cantaba en la zamba del Che el inolvidable Víctor Jara. Y en Colombia, este reconocimiento cultural gijonés nos permite y nos obliga a recordar el operativo de exterminio que este año ha seguido su curso y el año próximo se avecina como peor, exterminio de activistas sociales pese a las perspectivas de la paz.
Y la Paz, que debiera tener todos los apoyos, todas las solidaridades, todos los abrazos, todas los acompañamientos, sale también reforzada con este aporte moral del premio de la Cultural, lo mismo que ha tenido el refuerzo del pronunciamiento municipal y el rechazo a todas las zancadillas a esos procesos de paz, con las FARC que ya se ha firmado y refrendado pero falta lo fundamental, hacerlo cumplir, posibilitar su cumplimiento y desarrollo, con el ELN, cuya formalización se ha pospuesto varias veces por el temerario tacticismo del gobierno, con el EPL, con el que ni siquiera se han iniciado contactos.
Zancadillas que provienen, está claro ¿no?, de quienes se benefician de la guerra, del robo de tierras, del militarismo, de la dependencia colonial de USA, y de su herramienta consolidada del terror, el paramilitarismo, que actúa cada día, pero que el gobierno no determina su desmantelamiento, haciendo un juego también perverso de sus amenazas y actuar criminal contra los movimientos sociales, contra los movimientos populares que debieran ser la parte central de la construcción cotidiana de la paz.
Así que este premio al colectivo Luciano Romero: se dirige en verdad a un programa con más de 16 años de existencia en Asturias que ha acogido a 105 personas; se comparte con 12 organizaciones asturianas que dan fortaleza al programa y con 9 instancias de Colombia que amparan y colaboran en una alianza fértil para seguir defendiendo los derechos humanos y la paz.
Un programa que recibió también el premio internacional DDHH del ayto de Siero en el 2006, y otros reconocimientos como la investigación realizada por la universidad Politécnica de Valencia, y que ha demostrado que se puede realizar solidaridad efectiva desde la fortaleza unitaria, desde el respeto escrupuloso a las diversidades.
El premio de la Cultural es un premio también a la Memoria de Luciano Romero y Henry Ramírez, revictimizados y asesinados a su regreso a la lucha en Colombia.
El premio Juan Ángel Rubio Ballesteros al refugio temporal en Xixón de una larga lista de mujeres y hombres que han llevado el nombre de esta ciudad en sus corazones y a sus territorios de vida y esperanzas, formaliza asimismo un reconocimiento colectivo al coordinador del programa asturiano de ddhh, exdirigente sindical de los funcionarios del instituto de la reforma agraria, una instancia de técnicos y funcionarios, que, contradictoriamente (¿?), ha sido desmantelada por los diversos gobiernos colombianos, y estos días incluso los sobrevivientes sindicales de esa estructura han sido desalojados de las oficinas, con su extenso prontuario y documentación de una fertilísima alianza entre funcionarios y sindicatos agrarios. Precisamente esa determinación técnica-política de ponerse al servicio del campesinado ha constituido el núcleo de la venganza de la oligarquía colombiana que, con color modernizante en el gobierno, o con aspecto de latifundistas retrógrados en la oposición, se reparten los papeles para seguir sacando provecho de los recursos del país, con una insaciable avaricia que hasta ahora ha preponderado sobre los deseos de convivencia y paz de la mayoría de las gentes colombianas.
Paz y Justicia Social y que este premio cuyos contenidos éticos y culturales habrán de enviarse a Colombia, sirvan para reclamarle al ejecutivo colombiano que dejen de matar, que cumplan con lo pactado en los acuerdos para la paz, que desmantelen rápido a todas las estructuras paramilitares.