5 de julio.. después de las 21 hrs..
Y una vez formalizado el corte de la cinta.. se pasó a una etapa superior: la Ventolín invitó a pasacalles por la semana negra.
Un pasacalles libertario, solidario, internacionalista, que bien podríamos dedicar a CAROLA, capitana de barco, que se confrontó a las canalladas y los canallas que hunden a migrantes en el Mediterráneo. Carola, que cumplió con la ley del mar y devolvió la dignidad europea robada por los canallas. Y como Carola otras 158 personas que sufren persecución por salvar Vidas en el Mediterráneo.
Un pasacalles con la Ventolín, y sus ritmos para la Vida, para las luchas, contra la necropolíticas que la UE y Trump impulsan contra los derechos de las personas refugiadas, en Palestina, en el Sahara, en el Río Bravo, en el Mare Mortun.. . ¿Tal vez esas políticas de muerte, necropolíticas preponderantes, debieran tener más espacio en esta semana negra?. Un pasacalles que lo podríamos dedicar a los salvadoreños Oscar y Valeria, 23 años uno, 23 meses la otra, su hija, ahogados en el río Bravo, como antes ocurriera con el neno Aylan Kurdi en las costas europeas, fotografías de nuestro tiempo que nos estremecen media hora, y después pasan al Olvido más lejano.
Un pasacalles de fraternidad con las personas en desplazamiento forzado por las guerras, ¿por ejemplo en Colombia?, 7,8 millones según la ONU, compitiendo por el record mundial con Siria. Contra las canalladas y los canallas que alimentan las guerras.
Un pasacalles también por la Emergencia climática, para que nuestros responsables políticos dejen de mirar en el sentido contrario al que deben, para tomar Urgentes Medidas contra el desastre climático que producirá además cientos de millones de personas desterradas..
Un pasacalles de solidaridad para con las muchas-muchas Bertas Cáceres, defensoras de los territorios, del medio ambiente, asesinadas por los canallas de las transnacionales que quieren seguir robando y destruyendo Bosques y Vidas.
Con la Ventolín, internacionalista, solidaria, republicana, que coloca sus ritmos vitales para la lucha, para las resistencias, para las fraternidades, también con el pueblo Saharaui, hijas e hijos de las nubes, pueblo con Derecho a la Autodeterminación, y determinado a conseguir su pospuesta Liberación nacional.
Una palabra (Gabriela Mistral)
Yo tengo una palabra en la garganta/ y no la suelto, y no me libro de ella
aunque me empuja su empellón de sangre.
Si la soltase, quema el pasto vivo,/ sangra al cordero, hace caer al pájaro.
Tengo que desprenderla de mi lengua,/ hallar un agujero de castores
o sepultarla con cal y mortero/ porque no guarde como el alma el vuelo.
Esos versos se escribieron Cien años atrás… por la primera Premio Nobel Latina, y podrían apelar contra las políticas del odio, de la avaricia, del individualismo, de los extremistas del neoliberalismo, del racismo y la xenofobia, de los campos de concentración señalados por una diputada yanqui en yanquilandia-USA…. frente a los cuales hay que hacer Resistencia, persistencia, Solidaridades como las que aporta musicalmente la Ventolín..
La charanga Ventolín, que una vez más nos interpela con sus ritmos populares para que no decaiga la solidaridad con Palestina, con ese pueblo desterrado por el sionismo, ocupado ilegalmente su territorio, asesinado a mansalva para robarles sus tierras, su cultura, su existencia, pero con una extraordinaria capacidad de Resistencia, que si los gobiernos occidentales no son capaces de acompañar, pese a tantas resoluciones de la ONU violadas por el Apartheid criminal, serán los pueblos, las gentes y sus organizaciones quienes habrán como siempre de sustentar los abrazos, las fraternidades, como ocurrió hace poco más de un año en estos parajes, cuando dos de los Barcos Rumbo a Gaza recalaron en nuestra ciudad.
Solidaridad a mares, frente a los canallas, los militaristas, los racistas.
Puxa, Viva la solidaridad asturiana con Palestina, con Sahara, con Colombia, con las Personas refugiadas y Migrantes. Larga Vida a la Ventolín.