De Putumayo a Pitalito la carretera cruza varios departamentos, Caquetá, Cauca, y llega al sur del Huila.
Allí CPDH y ANDAS han convocado una reunión con comunidades en una escuelita, con una previsión de asistencia de 30 que se convierte en 70 dizque al enterarse de la presencia este domingo de la delegación astur.
La profesora Tania León organiza “el círculo de la palabra” para poder compartir dolores y traumas que se repiten en los testimonios: desplazamientos forzados, y más desplazamientos. Siendo Pitalito lugar de recepción de esa humanidad huyente (“aquí nos hemos amañado” dicen varias de las personas víctimas del conflicto), sin embargo consideran que las instancias del estado no han tratado al Huila en general (con la excepción de Algeciras), ni al sur del Huila en particular como territorio afectado por la violencia, cosa que recomiendan corregir.
Al encuentro con la delegación acuden de distintos lugares cercanos, pero la geografía se amplía cuando mencionan los lugares de origen donde fueron expulsadas: Cauca, Puerto Rico-Caquetá, Timaná, Planadas, Gaitania, Putumayo, Corregimiento Bruselas, vereda Montecristo, y otras, estando representadas las Mesas de Víctimas, la fundación-cooperativa Utrahuilca, la fundación para los DDHH de Pitalito, el consejo de juventud, la JUCO, y hasta el propio personero de la municipalidad.
“¿somos víctimas o somos sobrevivientes”?. El debate se visualiza en una constante repetición de casos de abandonos institucionales, de la larga tramitología que el propio personero admite que actúa como barrera para que las personas no accedan a los derechos que están aprobados para atenderlas, y en la revictimización que sufren en todo el proceso, que dura demasiados años.
Constatan también que las numerosas personas “en condición de calle”, el microtráfico y la alta tasa de violencia callejera en los barrios, tiene su origen (además de las desatenciones sociales elementales) en la situación de “puerto seco” para el narcotráfico en que han convertido la zona.
El circulo de la palabra no se cierra con la retirada de la misión asturiana, sino que les queda a Andas y Cpdh un tramo largo de escuchas y organización para tratar de dar respuesta o cauce a las múltiples desatenciones que las instituciones han tenido a las miles de víctimas de la guerra que no termina.
Mary Ruth Agudelo González dice
Fue excelente la reunión con la comisión Asturiana, se revivieron duros momentos y se dejo claro que hasta ese momento el estado no había cumplido con los beneficios a que tenemos derecho las personas víctimas del conflicto.