Bailes para la Paz.
El mismo periodista de Efe que realizó las fotos del 31 de diciembre en las que se veía a integrantes de la ONU y guerrilleros (al parecer también policía y ejército) celebrando el primer fin de año sin combates echándose unos bailes..
Estaba en sede de sindicato de maestras de Cartagena entrevistando a dos portavoces de la delegación asturiana. http://www.eldiario.es/politica/mision-asturiana-implementacion-acuerdo-FARC_0_617688267.html
El baile de la nochevieja pacífica tuvo las consecuencias que son conocidas: la extrema derecha bramó contra la ONU por bailar, la ministra de exteriores se hizo eco de las diatribas furibundas y exigió responsabilidades, y la ONU retiró a 4 de sus integrantes, militares de varios países.
¿nunca antes un baile por la paz había salido tan caro?
El periodista de Efe jamás se imaginó que sus fotos fuesen utilizadas de forma tan torticera y se convirtieran contra toda lógica en elementos de desvirtuación del camino hacia la paz.
En cambio cuando la ONU (con su lenguaje tan medido, tan suave y tan dejándose la mitad de sus elementos en el camino, en aras de no entorpecer el proceso) ha colocado datos y consideraciones sobre los retrasos, sobre los incumplimientos, sobre las condiciones malas para las personas que participan de la desmovilización , entonces no hay escándalo, más bien preocupante silencio: eso se tapa y oculta.
Y esa ocultación es otro incumplimiento de lo acordado; y tanta acumulación de incumplimientos bien pudiera tensar el papel de la ONU, tan comedido, pero tan desbaratado como verificador del proceso hacia la paz.
Si no se atienden heridos de la guerrilla, enfermas, parturientas, y el gobierno nada quiere hacer excepto acentuar las situaciones de humillación, y la ONU es testiga y desoye también las demandas de atención en casos graves de sanidad, y sus coches todoterreno o sus posibilidades de desplazamiento de estas personas a hospitales son negadas.. ¿no se está atentando flagrantemente contra los acuerdos?
Si una guerrillera y un guerrillero son asesinados por francotiradores, con testigos, y el gobierno dice que está bien, y la guerrilla dice que está mal, y la comunidad dice que está muy re-mal, pero la ONU templa gaitas y no contribuye a que el “Monitoreo y Verificación” sea compatible con la vida y no se permitan estos asesinatos.. ¿no está la ONU en el terreno vulnerando lo prometido para su misión en Colombia?
¿en qué condiciones, en la fase posterior de cumplir los Acuerdos, la amnistía a los presos combatientes y políticos, el indulto, las garantías de no atacar y asesinar exguerrilleros, la posibilidad pactada de que participen en la vida civil y política, y sobremanera que para todo ello sean desmantelados los grupos paramilitares que siguen haciendo la guerra sucia y se frotan las manos ante la retirada de la guerrilla.. en qué condiciones se sitúa la ONU para ejercer de verdad su cometido y no convertirse en un adorno funcional a una paz mentirosa..?
Con todo, la voluntad reiteradísima de las FARC en seguir adelante y ser campeonas en el cumplimiento de lo Acordado, el arrope de miles de organizaciones de todos los órdenes pese a las críticas que pudieran tener, y un cierto acercamiento a la realidad, más allá de la retórica, de la “comunidad internacional” para apoyar el proceso hacia la paz, constituyen fortalezas decisorias para que no se deteriore del todo el camino iniciado.
La simpleza mentirosa que se ha establecido como matriz comunicacional de que todo está ya consumado, y las campañas ya iniciadas hacia elecciones en 2018 que ponen prioridades electorales por encima de lograr la paz verdadera, suponen obstáculos de calibre alto.
Detener imperiosamente los asesinatos, uno cada dos días, de líderes sociales, puede ser el medidor más eficaz de cómo vaya derivando la situación, y en todo caso resulta una Prioridad Absoluta que el gobierno como máximo responsable debiera colocar en el punto 1 de su agenda, pero también la ONU y sus dos Misiones en Colombia, la del Alto Comisionado para los DDHH y la de Monitoreo y Verificación de los Acuerdos para la terminación del conflicto armado.