Des-arma tus impuestos.
No pagues la guerra: haz objeción fiscal al gasto militar
Campaña asturiana pola oxeción fiscal al gastu militar. Para un mundo realmente sostenible, es imprescindible estar en paz con el planeta y con los pueblos. ¿Qué es la objeción fiscal? Es una campaña de desobediencia civil que grupos pacifistas y antimilitaristas proponen desde 1982 y en la que participan miles de personas cada año. En ella se invita a quienes realizan la declaración de la renta a expresar su rechazo a sostener el gasto de preparación de las guerras y del mantenimiento del ejército y otros cuerpos armados negándose a pagar a Hacienda una cantidad igual a la que en proporción va a estos destinos (según los Presupuestos Generales del Estado), y desviando ese dinero hacia una finalidad socialmente beneficiosa. Con ello exigimos el derecho de objeción de conciencia al pago de impuestos con fines militares de forma pública, colectiva, pacífica y consciente. Además de recortar el presupuesto de guerra se pretende también suscitar un debate sobre la militarización social, cultural y económica y rescatar el protagonismo social en las decisiones que afectan a estos temas. Es un gesto cívico y comprometido, por la paz, por un mundo sin violencia, sin guerras, sin ejércitos. Es un gesto de desobediencia civil. ¿Cómo se hace? http://www.grupotortuga.com/Campana-de-Objecion-Fiscal-al%2c305 Si quieres saber más, o estás interesas@ en organizar un taller de OFGM, escríbenos al correo electrónico de la campaña: asturiesofgm@gmail.com https://www.elsaltodiario.com/industria-armamentistica/arcadi-oliveres-izquierda-nunca-se-ha-planteado-seriamente-parar-desmadre-industria-guerraPronunciamiento ejército fuera de las escuelas 2018.pdf
Industria armamentística Arcadi Oliveres: “La izquierda no se ha planteado parar el desmadre de la industria de la guerra” El economista Arcadi Oliveres habla de la industria armamentística durante su visita a Bilbao para dar comienzo a la campaña por la objeción fiscal al gasto militar Arcadi Oliveres (Barcelona, 1945) tiene una larga trayectoria en el movimiento pacifista. Ejerció como profesor de economía en la Universidad Autónoma de Barcelona y en sus trabajos se ha dedicado a estudiar, entre otras cuestiones, el comercio internacional, las relaciones Norte-Sur y los ciclos armamentísticos en el Estado español. En 1999 fundó junto con otras activistas el Centro de Estudios por la Paz J.M. Dèlas, que desde entonces investiga sobre temas relacionados con la industria armamentística como el gasto militar, el comercio de armas y la financiación de la guerra. Con motivo del inicio de la campaña de la renta, fue invitado por la plataforma por la Objeción Fiscal al Gasto Militar – Eragozpen Fiskala, compuesta por diferentes colectivos, sindicatos y ONG, para dar una charla en Bilbao. Según un informe del SIPRI el comercio mundial de armas ha crecido un 10% en los últimos cuatro años. ¿Es un buen momento para la industria y el comercio de las armas? Siempre es un buen momento para la industria del armamento, que debería estar prohibida. Es una industria que cuesta mucho dinero a los estados, que casi siempre infla los bolsillos de aquellos que dirigen las empresas, aunque los de sus accionistas, que a veces pierden dinero. A partir de ahí, se están beneficiando ejércitos, sistemas políticos, etc. Recientemente la ministra de defensa, María Dolores de Cospedal, se ha comprometido a aumentar el gasto militar español en siete años para cumplir con los compromisos con la OTAN. ¿Hacia dónde se dirige el gasto militar español? Hacia el abismo. Esta señora nos está engañando. Ha dicho que quiere subir 10.000 millones de euros el gasto militar para atender a las recomendaciones de la OTAN, que dictan que esas partidas deben representar el 2% de PIB de cada país. Primero hay que preguntarse por qué razón la OTAN ha impuesto ese porcentaje. Incluso suponiendo que esta recomendación hubiera tenido que ser cumplida por el gobierno español, lo que es evidente es que en España el gasto militar se esconde en otros ministerios. Desde el movimiento pacifista estamos hartos de reproducir cifras en las que atendiendo, no a lo que dice el gobierno español sino a los criterios de la OTAN, habría que añadir una serie de partidas que nos acercarían muy pronto a ese porcentaje. De manera que lo que hace la señora Cospedal es servir exclusivamente a los intereses del ejército y de la industria militar, en ningún caso a los de los ciudadanos.