Nosotros los Indios.
“Tomo el término indio. Es el apelativo despectivo usado contra nosotros. El látigo con que nos azotan la cara. Recojo el látigo. Me parece más apropiado en lugar de usar términos que suavizan la opresión”.
Aprovechamos parada de regreso en Lima para tener dos significativas conversaciones con dos Hugos, ambos veteranos activistas, ambos conocedores y defensores de la hoja de coca milenaria, dos “patas” (amigos-respetados), cruciales para entender los entresijos de las luchas populares en el Perú.
Hugo Cabieses fue uno de los promotores del Consejo Andino de Productores de hoja de coca, que todavía preside formalmente Evo Morales. Desde ahí se han realizado propuestas alternativas, análisis exhaustivos sobre la guerra falsa contra las drogas y movilizaciones y asesorías en varios países andinos. Como militante mariateguista fue el responsable de relaciones exteriores de la primera IU del mundo, la peruana, que gobernó Lima y tuvo el 33% del parlamento, hasta deteriorarse rápidamente durante el primer gobierno del “amigo” Alan García. Nos recuerda ahora la conmemoración de los 4 años del fallecimiento de Javier Díez Canseco, que había sido líder del PUM reconvertido en partido socialista, un personaje respetado que también hace parte de las historias rememoradas por Hugo Blanco, como cuando “se sentó sobre su barriga” intentando que no se lo llevaran detenido, cuando ya un juez había determinado su inocencia, pero los militares por orden de Alan García quisieron devolverle a Pucallpa, para de nuevo juzgarle y condenarle por “haber visto sangre en Pucallpa” en la represión enorme e inerme que se produjo en la plaza cuando el campesinado indígena había logrado vencer en una de las huelgas agrarias..
Hugo Cabieses estuvo como internacionalista en la Nicaragua Sandinista, como economista ha asesorado a varios movimientos, ha participado recientemente en los trabajos del gobierno regional de Cajamarca donde ha sido acogido como uno más , pese a pertenecer a un partido distinto al MAS que gobierna esa región, y ahora asesora a uno de los parlamentarios de Apurimac del Frente Amplio.
Hugo Blanco nos recibe en una casa humilde llena de libros y ejemplares de Lucha Indígena preparados para su distribución, se entusiasma por lo que comentamos del Foro Social PanAmazónico en Tarapoto (hacen falta nuevas Rebeliones sin caudillos como en esos Foros, apostilla), y comparte con fluidez trozos de su lucha continuada, desde las de la Reforma Agraria en la Convención (“donde yo no fui el líder y no es la “reforma agraria de Hugo Blanco”, sino que era un delegado del sindicato y cumplí con la encomienda de constituir un comité de autodefensa), hasta la “sangre que vi correr en Pucallpa, a izquierda y derecha, por la traición de Alan García, donde varios encapuchados me llevaron, me torturaron, y me salvé de la desaparición forzada porque un testigo lo vio y enseguida una acción urgente hizo llegar miles de cartas a la sede presidencial, lo que hizo desistir de su asesinato, o de cortarle las barbas a Hugo Blanco, como comentaría algún periódico”..
Hugo Blanco ha descrito el premio nobel a Vargas Llosa como un Golpe a los pueblos indígenas
http://www.sinpermiso.info/textos/carta-abierta-de-hugo-blanco-a-mario-vargas-llosa
y nos recuerda su participación nefasta presidiendo la comisión que habría de investigar los hechos de Uchurajay; Hugo era parlamentario en aquella época del asesinato de los periodistas y habría señalado como asesino y genocida al general Noel, jefe designado en Ayacucho, por lo que fue separado de su representación por varios meses.. Posteriormente, cuando Fujimori renunció por fax desde Japón donde había huído, y asumió el presidente del Supremo Paniagua, y se realizó una Comisión de la Verdad.. el general Noel fue condenado y sentenciado por criminal.. pero no por los asesinatos de Uchurajay, ya que el Informe considera que ya estaban “juzgados” por la actuación de Vargas Llosa, que consiguió y amparó su impunidad. El viejito Hugo Blanco ironiza que debieran devolverle los salarios usurpados esos meses, ya que la historia y la justicia demostró que tenía razón en el señalamiento del general. Y Vargas Llosa.. acumula otra de sus complicidades con la persecución y el exterminio indígena, con la manipulación de la memoria histórica, con la confabulación con los opresores..
HB rememora sus primeras experiencias de lucha en La Convención, donde se daban condiciones de feudalismo implantadas desde la colonia, y colonización de emigrantes de la sierra a zonas de entrada a selva, con sindicatos agrarios que son declarados fuera de la ley pero actúan consiguiendo movilizaciones potentes, ocupaciones y autodefensas que, pese a la represión, obligan a los militares a actuar, y considerar esas demandas para el siguiente gobierno, del general Velasco Alvarado.
Hugo es capturado, enjuiciado y.. aunque se pide pena de muerte es condenado a 25 años, de los cuales pasa 7 en las cárceles, Velasco le ofrece trabajar para “su” reforma agraria, él se niega o propone una reforma agraria que tenga consulta popular, y finalmente es amnistiado pero deportado a México.
Nosotros los Indios , el libro, y Lucha Indígena, la revista, son términos con los que Hugo Blanco se identifica y utiliza para darle a la vuelta a su significado racista, insultante, despreciativo del movimiento campesino, e incorporar las luchas del presente: el robo del agua y de la vida, la minería extensiva a cielo abierto en la Sierra, la agroindustria en la Costa, las petroleras en la Selva.. el principal ataque de las transnacionales, ahorita, es el calentamiento global y eso obliga a luchar por la supervivencia, incluso por encima de la lucha de clases, porque hay un ataque contra la humanidad y contra la naturaleza.
Sin militar en ninguno de los partidos Hugo Blanco “se dejó” convencer por Diez Canseco para ser candidato al parlamento andino, y ahora simpatiza con las propuestas de Tierra y Libertad, uno de los componentes del Frente Amplio que lidera Marco Arana, mientras Hugo Cabieses, (que nos asesoró sobre AMAzonía , en un Alcuentro celebrado en Siero «187» «188» ) desde el PS, colabora con otro de los componentes del FA, el que lidera Verónica Mendoza, Nuevo Perú, cuya constitución formal comienza esta semana.
El 24 de mayo estaría presentándose una reedición de Nosotros los Indios. En la anterior edición Galeano escribía que..
“Estas páginas, escritas a borbotones, desordenadas, jubilosas y desesperadas, cuentan las aventuras y desventuras del hombre que encabezó la lucha campesina en el Perú, el organizador de los sindicatos rurales, el que impulsó una reforma agraria nacida desde abajo y desde abajo peleada.
Hugo Blanco ha caminado su país al revés y al derecho, desde las sierras nevadas a la costa seca, pasando por la selva húmeda donde los nativos son cazados como fieras. Y por donde pasaba, iba ayudando a que los caídos se levantaran, y los callados dijeran.
Las autoridades lo acusaron de terrorista. Tenían razón. Él sembraba el terror entre los dueños de la tierra y de la gente.
Durmió bajo las estrellas y en celdas ocupadas por las ratas. Hizo catorce huelgas de hambre. En una de ellas, cuando ya no aguantaba más, el ministro del Interior tuvo un gesto cariñoso y le envió, de regalo, un ataúd.
Más de una vez, el fiscal exigió la pena de muerte, y más de una vez se publicó la noticia de que Hugo había muerto.
Y cuando un taladro le abrió el cráneo, porque una vena estalló, Hugo se despertó con pánico de que los cirujanos le hubieran cambiado las ideas.
Pero no. Seguía siendo, con el cráneo cosido, el mismo Hugo de siempre.
Sus amigos estábamos seguros de que ningún trasplante de ideas iba a funcionar. Pero sí temíamos que Hugo despertara cuerdo.
Y a la vista está: él sigue siendo aquel loco lindo que decidió ser indio, aunque no era, y resultó ser el más indio de todos.”
Hugo Blanco:
Las luchas actuales
La mayor parte de las luchas actuales del campesinado indígena son contra el asesinato de “Pacha Mama”, la Madre Naturaleza, la depredación desarrollada por las grandes compañías, fundamentalmente mineras, pero también petroleras y gasíferas. Así como los gobiernos peruanos antes eran sirvientes de los señores feudales, ahora lo son de las grandes compañías multinacionales, contra la población peruana y contra la naturaleza.
Otra razón de las luchas es por las condiciones de la forma de vida, cada día hay más desocupación y crece el deterioro del nivel de vida; en el campo esto se da por los precios excesivamente bajos de los productos agrícolas. Parte de esto es la lucha contra el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos que hundirá más nuestra agricultura en beneficio de las grandes empresas imperiales subsidiadas..
El movimiento indígena junto con el resto de la población peruana combate contra la corrupción de las autoridades y por tener representantes suyos en los gobiernos locales: como no hay un sistema de auténtico control democrático, son frecuentes las traiciones que el pueblo sufre.
El sentido de nuestra lucha
Defendemos nuestra cultura en sus diversos aspectos: Cosmovisión, organización social, nuestros rituales y saberes agrícolas, medicina, música, lenguaje, y muchos otros aspectos.
No pretendemos que nuestra cultura es superior a las otras, luchamos para que no se considere inferior. Queremos que se nos respete como a iguales.
Hemos sido educados en la armonización de igualdad en la diversidad. El Perú es un país megadiverso, tanto geográfica como demográficamente hablando. Contamos con 82% de las 103 zonas de vida natural que existen en el mundo y con habitantes que hablamos 45 diferentes lenguas. La gran celebración incaica del Dios Sol no era excluyente, había un desfile de los diferentes pueblos con sus diversos dioses, no existía la noción del “Dios único”. Estamos por la igualdad de lo diverso, en contra del igualitarismo.
Por una parte respetamos las diversas individualidades y particularidades. Por otra estamos en contra del individualismo, nuestra cultura es solidaria.
No buscamos volver al pasado. Sabemos que debemos aprovechar los avances de la cultura humana en general.
Eso no está en contradicción con que pretendamos volver a nuestras raíces, nuestro pasado estará vívidamente presente en nuestro futuro:
Amamos y cuidamos a “Pachamama”. Anhelamos fervientemente que la base de la economía vuelva a ser el aprovechamiento de nuestra rica biodiversidad a través de la agricultura y la medicina natural, con todos los adelantos modernos que no sean nocivos.
Buscamos que nuestra organización social no esté basada en el profundo individualismo antisocial traído por los invasores. Pretendemos fortalecer y recuperar a todos los niveles la vigorosa fraternidad colectivista solidaria del “ayllu”, también aprovechando los conocimientos universales que no sean nocivos.
Soñamos con que los 500 de aplastamiento sean sólo una pesadilla pasajera en los 10 mil años de construcción de nuestra rica cultura.
Hay dos grandes avances en la lucha indígena de los últimos tiempos:
Rondas Campesinas
Uno es el surgimiento y fortalecimiento de las rondas campesinas o comités de autodefensa. En las zonas donde no había comunidades, en el norte, luego de haber surgido como organización para defenderse de los ladrones de ganado protegidos por el Poder Judicial y la policía, han extendido sus actividades a los otros aspectos sociales que tienen las comunidades campesinas, son la organización campesina que se ocupa de la justicia interna, los trabajos colectivos y el desarrollo colectivo en todos los aspectos. En las zonas donde subsistía el “ayllu” o comunidad campesina son una función dentro del “ayllu” que se ocupa de la protección contra los ladrones y de la justicia interna.
Los zapatistas dicen que no se trata de tomar el poder sino de construirlo, ésta es una forma de construcción de poder alternativo, es el desplazamiento cada vez mayor de los corruptos Poder Judicial y policía y el ejercicio de sus funciones por la colectividad en forma democrática.
Así como en el caso de la reforma agraria que iniciamos en La Convención, en este caso también el poder del sistema ha tenido que retroceder legalizando las rondas, pero pretendiendo quitarles fuerza. Cuando surgieron las rondas campesinas, el Poder (ejecutivo, legislativo, judicial, policial, prensa, etc.) hizo un gran escándalo, calificándolo de “usurpación de funciones” que cometía “secuestros” y reprimiéndolo con encarcelamientos. A pesar de la represión esas organizaciones se extendieron geográficamente obligando al sistema a dar la “Ley de Rondas Campesinas” que estipula la obligación de dar a las autoridades la relación de los “ronderos”, esto es rechazado y muy pocos acatan.
Durante la guerra interna el régimen formó rondas campesinas a su servicio. Muchas de ellas subsisten, enfrentadas ahora al sistema, pocas quedan al servicio de él.
Extensión de la Democracia Comunal
El otro gran avance es la extensión de la democracia comunal a nivel de municipio. El alcalde tiene cada vez menos poder, éste pasa cada vez más a la colectividad. Este fenómeno que se dio en forma fuerte en el distrito indígena de Limatambo y la provincia de Anta, Cusco, se va extendiendo geográficamente en diversos grados.
En cuanto a los municipios, el Poder, retrocediendo, agregó en la ley el concepto de “presupuesto participativo”, aunque pone requisitos para la presentación de proyectos difícilmente alcanzables por la población indígena.
PROLETARIADO Y MOVIMIENTO INDÍGENA
La clase obrera fue la vanguardia en los países industrializados porque el proletariado no tenía “nada que perder, sólo su miseria” y la única forma de liberarse definitivamente sería la colectivización de los medios de producción, las fábricas.
En el Perú el neoliberalismo ha atacado fuertemente al proletariado arrebatándole la estabilidad laboral.
El rol de nuestro país en la división internacional del trabajo hace que no se industrialice y por lo tanto, el ser obrero, a pesar de los miserables salarios, es un privilegio ante la grave desocupación. Actualmente en el Perú el obrero tiene mucho que perder: un trabajo permanente que es ya un privilegio.
En este país, el campesino en general, especialmente el comunero, está económicamente por debajo del obrero. No es un pequeño burgués del campo como el campesino europeo.
El comunero, a pesar de la gran presión individualista del sistema y del ataque al “ayllu”, continúa manteniendo las costumbres colectivistas de este organismo: La “faena” es el trabajo colectivo para beneficio colectivo. El “ayni” es el trabajo colectivo para beneficio individual que se practica rotativamente en las tareas agrícolas de los comuneros. La “mink´a” es la súplica que se hace solicitando un servicio, que en casos mayores va acompañada de un obsequio.
El campesinado indígena extiende el colectivismo geográficamente como sucedió en el municipio del distrito de Limatambo y ahora de la provincia de Anta y en menor grado en muchos otros municipios rurales, algo con lo que ni sueñan los habitantes de los barrios aristocráticos de Lima. Hay comuneros que piensan que así debieran funcionar el departamento y el país. Esto ven ellos como extensión del sistema de su milenario ayllu (en “occidente” a esto se le llama socialismo).
También extiende el colectivismo a otros ámbitos, como las actividades policiales y judiciales que ejercen las “rondas campesinas” o “comités de autodefensa”. Antes de la guerra interna el sistema de rondas se había extendido a los barrios marginales urbanos.
Hay otros aspectos de la extensión del espíritu del “ayllu” a los barrios marginales de las ciudades: Las zanjas para el agua potable, los parques y otros trabajos de beneficio colectivo se realizan colectivamente, en “faena”. Cuando una familia necesita dinero extra, por ejemplo ante la emergencia que significa la enfermedad de uno de sus miembros, hace una “pollada” (venta de trozos de pollo asado), los vecinos colaboran yendo a comer y pagar, cuando otro vecino haga una “pollada”, los que hicieron la anterior irán a consumir (es la versión urbana del “ayni”).
El movimiento indígena está a la vanguardia
No en el sentido amplio de que ha de ser guía del resto del pueblo oprimido (cada sector social será su propio guía; cada uno de ellos, a través de su lucha, forjará su propia dirección), está a la vanguardia en el sentido restringido de que es el sector más avanzando en la lucha contra el sistema y en la construcción de la organización alternativa de la sociedad. Contra el individualismo neoliberal, el colectivismo del “ayllu”.
Se enfrenta contra la principal potencia económica imperialista en el país en su lucha en defensa de “Pachamama” (la Madre Naturaleza), contra la minería depredadora del medio ambiente.
Los indígenas cocaleros, en defensa de “Cocamama” (la Madre Coca) se enfrentan a la penetración imperial yanqui y a sus sirvientes gobiernos que con la mentira de “coca=cocaína” usan el pretexto de “lucha contra el narcotráfico”.
El pueblo indígena es portador y defensor de una cultura que choca, se enfrenta con la cultura impuesta por el sistema.
– El colectivismo contra el individualismo.
– La defensa de Pachamama contra la depredación minera y de hidrocarburos.
– El sistema agrícola indígena de cultivos asociados y rotación de cultivos, contra las normas de la “revolución verde” que mata el suelo al practicar el monocultivo, no aplicar la rotación de cultivos y usar los agroquímicos.
– El uso benéfico y la defensa de la hoja de coca.
– Lucha contra el TLC con EEUU que hunde a la agricultura nacional.
– La medicina tradicional contra los negocios de los grandes laboratorios imperiales.
– Los hábitos alimenticios con los saludables y nutritivos productos nativos.
– El sistema de justicia indígena frente al corrupto Poder Judicial y a la podrida policía.
– La música.
– Las lenguas. Etc.
http://www.luchaindigena.com/2009/05/cartas-entre-jose-maria-arguedas-y-hugo-blanco/
Es cierto que por la fuerte presión del sistema opresor racista hay gran aculturación: Indígenas que son individualistas, que usan agroquímicos, que prefieren las medicinas de farmacia, que por el precio se ven obligados a alimentarse de fideos y arroz, que se avergüenzan de nuestras lenguas, de nuestra música, de sus facciones, de sus apellidos, etc.
Reconocemos que es así, precisamente nuestra lucha consiste en reivindicar lo indígena, en combatir la deformación individual y social que significa la aculturación.
Por todas estas razones una tarea fundamental hoy, para lograr otro Perú, es apoyar el avance del movimiento indígena en sus diversos aspectos: En la recuperación de su política colectivista frente al individualismo neoliberal. En el respeto a “Pachamama” y el entendimiento de que nuestro gran tesoro es la biodiversidad. En el retorno a nuestros alimentos nativos, entre ellos la coca. En la práctica de nuestra medicina. En defender el derecho de las poblaciones indígenas a ser educadas en su propia lengua y a usarla. En defender el derecho de nuestros pueblos a ejercer su cultura en todos sus aspectos.
“LUCHA INDÍGENA”
Ahora, un grupo, con mayoría de cusqueños, que editamos mensualmente “Lucha Indígena” vemos la dinámica del movimiento indígena peruano, continental y mundial, comprendemos su importancia para la construcción de otro Perú dentro del otro mundo posible por el cual luchamos. Nos esforzamos por contribuir con hacer conocer esa dinámica en nuestro país, colaborar en su extensión, su continuidad, su coordinación, etc. ..y en nuevas ediciones, nos dice HB, la revista incorpora la imagen de Máxima Acuña, como exponente de las luchas indígenas contra la gran minería.. breve97