24 DE MAYO. DIA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES POR LA PAZ Y EL DESARME.
El Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme se instauró el 24 de mayo de 1982 por grupos pacifistas de mujeres europeas, para recordar las campañas realizadas por las británicas que se opusieron a la OTAN y a la instalación de sus bases militares.
Se conmemora para tener presente la fuerza de las iniciativas de los movimientos de mujeres pacifistas.
Es oportuno realizar un reconocimiento a las mujeres pacifistas y a las premio Nobel de la Paz que han intervenido para tratar de poner fin a las violencias. Son muchas las maneras en las que las mujeres han intervenido para tratar de transformar los conflictos en oportunidades de crecimiento y desarrollo para sus sociedades. Las mujeres han denunciado las consecuencias que los conflictos armados tenían para la población civil, han creado redes de apoyo y han iniciado campañas de presión contra los actores armados para que éstos pongan fin a la violencia.
Las situaciones de conflicto bélico afectan directamente los derechos de las mujeres y las niñas: desde los matrimonios forzados hasta los sistemáticos delitos sexuales y por razones de género, así como las limitaciones a la educación, al acceso a la atención de salud y la participación en la vida pública.
El feminicidio durante la guerra es el resultado de la violencia generalizada y sistemática dirigida a la eliminación de las mujeres por su condición de tal donde se utiliza la exhibición de cadáveres en condición de desnudez, o mutilación de pechos y órganos genitales como una forma de estigmatización y humillación y cuya intención es dominar y ejercer control e impunidad sobre el cuerpo y la vida de las mujeres.
Las expresiones de violencia masculina contra las mujeres en las guerras, evidencian la existencia de una misoginia profunda entre los militares. Hasta el día de hoy la violación sexual contra las mujeres durante el conflicto armado se mantiene en la impunidad total, ya que no se han emitido ni una sola sentencia en los sistemas de justicia nacional e internacional por tales crímenes.
Estudios realizados han determinado que la participación y la inclusión de las mujeres en los procesos de paz vuelven más eficaz la ayuda humanitaria, contribuyen a la culminación y aplicación de negociaciones, a la paz sostenible y, además, aceleran la recuperación económica.
Experiencias muestran que en las negociaciones de paz en las que hay una presencia de las mujeres tienen una probabilidad mucho mayor de culminar en un acuerdo y de perdurar. También se ha constatado que las mujeres son quienes están mejor situadas para ubicar las señales tempranas de radicalización en sus familias y comunidades, y de actuar para impedirla.
Las mujeres, desde su identidad como tales y su propio orden socio simbólico, desde el que es factible trascender determinadas divisiones sociales, han demostrado que resulta posible trabajar juntas por la Paz.
Está demostrado que una inversión a gran escala en el empoderamiento económico de las mujeres genera dividendos sociales a corto y largo plazo y también en las situaciones posteriores a los conflictos. Las mujeres invierten una gran proporción de sus ingresos en la familia y el bienestar de la comunidad. Sin embargo, la población femenina queda al margen de muchos de los programas de empleo y recuperación en las zonas en conflicto a pesar de que los conflictos desencadenan un numeroso aumento de los hogares encabezados por mujeres.
Sin embargo, la participación y el liderazgo de las mujeres siguen siendo obstaculizados por la falta de inversiones, compromisos y voluntad política, así como por barreras institucionales.
Los conflictos bélicos generan un alto número de personas refugiadas. La cantidad de personas en situación de desplazamiento forzado llegó a 65 millones, una de las cifras más elevadas jamás registradas. Las mujeres y niñas son el grupo mayoritario de personas refugiadas: representan más del 60% de quienes llegaron a Grecia, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. La gran mayoría son mujeres que han sufrido guerras en Siria, el Iraq y el Afganistán. Muchas de ellas han presenciado o sobrevivido a actos de violencia sexual, torturas, bombardeos, secuestros de seres amados, esclavitud, trata u otras atrocidades relacionadas con la guerra.
La ley española prohíbe exportar armamento a lugares en donde pueda ser utilizado para la “represión interna” o la “violación de derechos humanos”, pero sabemos que existen acuerdos con países del Golfo Pérsico, Arabia Saudita, con Ucrania, con Afganistán, Israel, Marruecos, México, Colombia…
Los discursos dominantes no recogen las prácticas feministas pacíficas que se apartan de las lógicas que sostienen la violencia y el poder: Las Madres de Plaza de Mayo, Rosa Parks, Wangari Matai, Angela Davis, Emma Goldman, Rosa Luxemburgo, Aminetu Haidar, Mona Polacca, Eleanor Roosevelt, Lidia Cacho, Gloria Guzmán, las Madres de los sábados o
las Madres por la Paz en Turquía…
Razonable es pues EXIGIR:
– Que se aborden las necesidades y vulnerabilidades específicas de las mujeres y niñas como respuesta a la crisis migratoria y de personas refugiadas para mitigar las graves consecuencias médicas y psicológicas que causan las migraciones traumáticas.
– Que se facilite que las mujeres tengan derecho a reclamar asilo y, dado que el dominio patriarcal de sus sociedades les niega derechos, lo puedan hacer de manera independiente.
– Que se proteja a las mujeres refugiadas frente a la violencia y se reconozca la violencia contra las mujeres como una forma de persecución de acuerdo con la Convención sobre los Refugiados de las Naciones Unidas.
– Que se den respuestas con garantías de género de acuerdo con las normas de derechos humanos tanto a los conflictos armados como al drama de las personas refugiadas y desplazadas.
– Que se destinen partidas económicas específicas para responder a las necesidades de las mujeres y para promover la igualdad de género y empoderar a las mujeres de las zonas en conflicto.
- ¡Que se traslade el dinero de la guerra a la paz! ¡Invertid el dinero donde las personas lo necesitan y no es suficiente con lo que hay presupuestado, hablamos de la dependencia, educación, salud e igualdad!
El Día 24 de Mayo será nuestro NO contundente a toda Ocupación y por ende un No a los Gastos militares porque creemos en la autodeterminación de los pueblos y en una economía en simbiosis con la vida, una economía donde brille la ausencia de violencias bélicas, sociales, sexistas y xenófobas.
La enormidad del gasto militar en nuestro país, con cifras engañosas y camufladas que se superan cada año por encima del presupuesto oficialmente aprobado, y el anuncio de la ministra de aumentarlo a petición de EEUU, pone los pelos de punta: Un total escandaloso de 33.762 millones, un 32 % de aumento en 2017, incluida la creciente deuda militar. Nuestro país se haya entre los generadores de guerra , aquellos que venden armas y que respaldan a los que se enriquecen con los conflictos y todavía es más escandaloso saber que uno de los compromisos de nuestro gobierno con la OTAN es aumentar el gasto militar. Viendo en que priorizan nuestro dinero parece relevante hacer objeción fiscal frente al gasto militar.
Los desastres de las guerras actuales, en Siria, en Palestina, en Sahara, en Colombia, en Turquía, en Kurdistán, en Afganistán, en Iraq, en Sudán, en México, en Yemen, en Congo…y la lógica consecuencia de millones de personas que huyen de la destrucción producida, actualiza la urgencia de retomar nuevamente la voluntad de desarme mundial, fortaleciendo la objeción de consciencia, la objeción fiscal y, la desobediencia civil frente a cualquier manifestación violenta.
Desmilitarizar los territorios indígenas, también, si es que no se quiere convertir a los recién inaugurados ODS, objetivos de desarrollo sostenible, en bonitos y huecos artilugios inofensivos para la guerra, en vez de, como han aprobado todos los gobiernos del mundo, instrumentos para la Paz. Las buenas intenciones de esos ODS, cuyo número 16 se refiere a Paz y Justicia, deberían tener un compromiso mucho más vinculante. ‘Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.’ ¿Sí o no?.
«Las mujeres estamos cansadas de parir vida para la guerra, desactivemos todos los artefactos de la guerra, los de hierro, los de la palabra que la incitan, los del olvido».
Expulsemos la guerra y la violencia de la historia y de nuestras vidas.
Ni una mujer, ni un hombre, ni un euro para la Guerra.
Para la Paz, defender a la MamaTierra:
Para la Paz, afianzar y desarrollar los DERECHOS de quienes defienden la Vida: www.miradoriu.org
Alcuentru de muyeres 2017: Activistes pola Paz. El xéneru importa rubrique68
Visita de Manuela, subcomisión de género Acuerdos para la Paz. 860
Día escolar de la Paz. 790
Pim Pam PAZ 858