En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, muchos millones de personas se movilizan por la igualdad de derechos.
Este #8M marchamos con el corazón en Palestina. Ante la pasividad de la Comunidad Internacional, mientras Israel comete genocidio, alzamos la voz con nuestras hermanas palestinas.
Somos mujeres
Miradnos.
Somos la luz de nuestra propia sombra,
el reflejo de la carne que nos ha acompañado,
la fuerza que impulsa a las olas más minúsculas.
Somos el azar de lo oportuno,
la paz que termina con las guerras ajenas,
dos rodillas arañadas que resisten con valentía.
Miradnos.
Decidimos cambiar la dirección del puño
porque nosotras no nos defendemos:
nosotras luchamos.
Miradnos.
Somos, también, dolor,
somos miedo,
somos un tropiezo fruto de la zancadilla de otro
que pretende marcar un camino que no existe.
Somos, también, una espalda torcida,
una mirada maltratada, una piel obligada,
pero la misma mano que alzamos
abre todas las puertas,
la misma boca con la que negamos
hace que el mundo avance,
y somos las únicas capaces de enseñar
a un pájaro a volar.
Miradnos.
Somos música,
inabarcables, invencibles, incontenibles, inhabitables,
luz en un lugar que aún no es capaz de
abarcarnos, vencernos, contenernos, habitarnos,
porque la belleza siempre cegó los ojos
de aquel que no sabía mirar.
Nuestro animal es una bestia indomable
que dormía tranquila hasta que decidisteis
abrirle los ojos con vuestros palos,
con vuestros insultos, con este desprecio
que, oídnos:
no aceptamos.
Miradnos.
Porque yo lo he visto en nuestros ojos,
lo he visto cuando nos reconocemos humanas
en esta selva que no siempre nos comprende
pero que hemos conquistado.
He visto en nosotras
la armonía de la vida y de la muerte,
la quietud del cielo y del suelo,
la unión del comienzo y del fin,
el fuego de la nieve y la madera,
la libertad del sí y el no,
el valor de quien llega y quien se va,
el don de quien puede y lo consigue.
Miradnos,
y nunca olvidéis que el universo y la luz
salen de nuestras piernas.
Porque un mundo sin mujeres
no es más que un mundo vacío y a oscuras.
Y nosotras
estamos aquí
para despertaros
y encender la mecha.
ELVIRA SASTRE
El 8M es un día importante para participar activamente, animando a las trabajadoras de todo el mundo a organizarse contra la violencia, la desigualdad y la explotación.
Si la historia de las luchas nos recuerda que en 1917 fueron las trabajadoras rusas quienes aceptaron el reto de convertir este día en una jornada de protestas y huelgas contra la guerra y el hambre,
en este momento como trabajadoras del planeta nos corresponderá impulsar un 8 de marzo internacionalista, solidario, en aras de poner fin a la opresión, la violencia y la explotación capitalista y exigir nuestros derechos y libertad.
A sabiendas de que no habrá justicia social ni ambiental, si no logramos producircambios profundos en un sistema basado en la explotación de la vida, de los cuerpos y de los territorios, animamos al diálogo entre las diferentes visiones y procesos para lograr los valores del feminismo, desde lo comunitario, desde el feminismo campesino, desde las cosmovisiones de los pueblos originarios, y si fuera posible un feminismo construido en el marco de la soberanía alimentaria, en las experiencias colectivas de mujeres, de lo local a lo global y entre lo rural y urbano.
Defensa de la Vida.
Si hace 8 años nos arrebataron a Berta Cáceres que luchaba por la justicia feminista, ambiental, indíxena, el ejemplo y perseverancia de su organización y su gente, nos sigue animando a defender a todas las Defensoras en todos los territorios, y este ocho de marzo debiera ser también propicio para caminar juntas, para fortalecer las alianzas para cuidar cuerpos y territorios.
Que Viva la Lucha de las Mujeres.
Nos adherimos a la campaña #EcofeministasPorLaPaz para celebrar el #8M2024, denunciar las guerras y los conflictos armados y exigir el fin de todas las violencias contra el territorio-cuerpo-tierra.
Poner la vida en el centro nos lleva necesariamente a dejar en la orilla de la historia al militarismo. La tarea no es pequeña ni sencilla, pero las últimas muestras de la crueldad de los Señores de la Guerra, así como la capacidad aniquiladora de sus armas nucleares, nos muestran la urgencia de la tarea, pues nos va la vida en ello.
PachaKuti: Como colectivo internacionalista hemos participado en diversas geografías mundiales, sobre todo en Latinoamérica, escuchando y arropando las demandas de las organizaciones de mujeres, sintiendo la diversidad de propuestas del feminismo (comunitario, campesino, popular, decolonial, etc) en las que confluyen desde sus pluralidades.
Poniendo el centro en la vida, numerosas organizaciones populares, indígenas, negras o campesinas, contrastan sus propuestas con el llamado feminismo liberal, y completan su visión propia en aras de las transformaciones frente a las desigualdades.
Consideran que han sido muchas las políticas de gobiernos, empresas y entidades sociales, también Ong, que llevaban incorporado un supuesto enfoque de género, para el trabajo específico con mujeres diseñado sin las mujeres y con lineamientos propios del FMI o el Banco Mundial.
Esa No es la perspectiva de las mujeres campesinas que entienden que ese enfoque tiene que incorporar estrategias que superen el capitalismo. No es viable colaborar con entidades que dicen trabajar el género, pero impiden y obstaculizan, por ejemplo, la ocupación de tierras.
Como campesinas se sienten en la condición de mujeres de la clase trabajadora del campo, con la necesidad de acceso a las tierras, de escuelas, de transporte, de salud, etc.
Y plantean un feminismo para transformar sus vidas y sus entornos, sobre los ejes de “capital, género y raza”, los tres elementos que fundamentan el sistema de explotación y dominación de las mujeres, sobre todo de las campesinas, indígenas y negras.
Organiza una nueva relación de los seres humanos con la naturaleza enfrentándose frontalmente al extractivismo y los efectos originarios de la colonización.
También aporta propuesta que supere el machismo y el patriarcado en todas sus esferas de vida: familiar, comunitaria, organizativa, etc, reivindicando frente a la opresión el valor y la rebeldía de sus ancestras.
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