Moción en Ayto Xixón.
Solamente los ultras votaron en contra.
Ya saben: en agosto 76 años transcurrían desde el lanzamiento de las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Y allí sus respectivos alcaldes, volvían a convertirse en adalides del desarme para la propiciar la paz mundial.
La novedad este año es que lo hacían cuando ya las Bombas atómicas han sido declaradas ilegales:
El 22 de enero entraba en vigor el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares.
Varios aytos asturianos se habían pronunciado previamente para que nuestro gobierno estatal ratificara ese Tratado, aprobado por la ONU en 2017, y cuya campaña ICAN recibía ese año el Nobel de la Paz.
Ahora le toca a Xixón.
en aras a contribuir a ese nuevo clima en pro del desarme y de la construcción de la paz, y también animar desde Gijón a la posible incorporación a la red mundial de Alcaldes/sas por la Paz a otros municipios: hay 397 en España, y solamente Xixón en Asturias.. desde septiembre de 2005. (red Impulsada también desde la FEMP) http://www.mayorsforpeace.org/english/index.html
(“ ..una red global de ciudades por la paz, compuesta por más de 8.000 ciudades miembros en todo el mundo. Al expandir nuestra membresía, estamos estableciendo una base concreta para que los municipios compartan desafíos más directamente relacionados con las actividades de los gobiernos locales, como se resume en nuestro objetivo de «realización de ciudades seguras y resilientes», y para promover una mayor colaboración en una amplia gama de campos hacia la abolición de las armas nucleares”.)
El horror del mayor atentado terrorista de la Historia se muestra parcialmente en el museo de Hiroshima, pero también las grullas de papel, convertidas en bronce, como aspiración y propuesta de desarme atómico.
Y las hibakhusas, hombres y mujeres que padecieron los efectos de las radiaciones, y, aunque poquitas, algunas quedan vivas todavía, han sido parte activa de conseguir que se aprobara y entrara en vigor en enero de este año el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares.
Una de esas hibakushas fue la niña Sadako Sasaki, y su intento de hacer con sus manos mil grullas de papel..
y cuando no pudo terminar porque falleció, inspiró un movimiento amplio de mucha gente que terminó por hacer esos miles de grullas de papel en simbología de paz y contra las guerras y las bombas, del mismo modo que todos los alcaldes de Hiroshima y Nagasaki han sido (incluso en contra de la opinión del Gobierno japonés) activistas de la paz invitando cada año a tomar iniciativas concretas, entre ellas este tratado que ya prohíbe las armas nucleares, que las hace ilegales… Tanto si están o no en alguna de las bases extranjeras, como la de Rota, como si pasan cerca en uno de los barcos de guerra, o si están en la colonia de Gibraltar. O sea, que nos afecta siempre, y nos queda cerca… demasiado cerca.
En el mundo tenemos un arsenal de 13.400 o 14.465 armas nucleares, en 9 países, que equivaldrían a 100.000 explosiones como las de Hiroshima y Nagasaki.
El uso de cualquiera de estar armas dejaría una huella en el planeta tan profunda que miles de años después los efectos y sus consecuencias podrían ser estudiadas por los paleontólogos de otros planetas tal y como hoy estudian la desaparición de los dinosaurios.
Este año en el aniversario del bombardeo de agosto, se presentaba una nueva variedad de rosas en Valencia. Y le pusieron el nombre de Setsuko, una de las hibakushas japonesas.
La investigadora Matilde Ferrer dedicó la flor como homenaje a la activista por la paz y la prohibición de las armas nucleares, sobreviviente de las bombas atómicas, que había estado en el Congreso español con la campaña ICAN, premio Nobel de la paz 2017.
Al parecer la rosa Setsuko es una flor «de apariencia delicada, pero resistente», que no pierde las hojas durante el invierno y muta del tono anaranjado al rosado en las épocas de poca luz; no se marchita ni en los tiempos más oscuros.
«Ella lo llama la rosa de la esperanza», cuenta Ferrer, en referencia a la correspondencia mantenida con la señora Setsuko.
Podría instarse a plantar esta variedad de rosas en nuestros parques, para que se nos contagie la perspectiva pacífica, la Cultura de Paz, y entre todas logremos, inspiradas en las y los hibakushas, eliminar el enorme peligro de las bombas nucleares.
El 28-S era plantada en el Botánico de la Universidad de Valencia: entre los asistentes, el médico y activista costarricense Carlos Umaña, copresidente de IPPNW, la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear.
Umaña, en el marco de la campaña ICAN, había estado reunido con el presidente asturiano, Adrián Barbón, el año pasado.
Esta campaña está muy activa en 106 países, 1300 parlamentarias se han adherido, 634 organizaciones (de médicos, de mujeres, religiosas, pacifistas, estudiantiles, de investigadores, de hibakushas..) hacen parte de ella.
Esta campaña también nos ilustraba en que durante la pandemia “Mientras las camas de los hospitales se llenaban de pacientes (…), nueve países descubrieron que tenían más de 72.000 millones de dólares a mano para armas de destrucción masiva”.
“Que se gastaron más de 137.000 dólares cada minuto en 2020, 1300 millones más que el año precedente”.
El Tratado, que prohíbe el uso, desarrollo, producción, ensayo, estacionamiento, almacenamiento y amenaza del uso de ese tipo de arsenal, fue aprobado por la Asamblea General de la ONU en julio de 2017, con el voto favorable de 122 países, y como queda dicho entró en vigencia al ser ratificado por 50 países. Ahora ya son 57, el último esta semana Mongolia.
Mongolia tiene una larga historia de oposición a las armas nucleares. Con los estados con armas nucleares de China y Rusia compartiendo sus fronteras, Mongolia se convirtió en una zona libre de armas nucleares de un solo estado en 1992, y siempre ha apoyado abiertamente el tratado #nuclearban.
Y esta semana, se nos ha adelantado Nueva York a Xixón: ¡La Ciudad de Nueva York se acaba de unir al Llamamiento de Ciudades de ICAN, pidiendo al gobierno de los Estados Unidos que se una al tratado #nuclearban y también pidiendo a su Contralor que desinvierta los fondos públicos de pensiones de los productores de armas nucleares!
Un día antes la ciudad de Boston hizo lo propio.
Y ayer lo hizo Minneapolis.
Lo de los fondos de pensiones que invierten en armamento nuclear es más común de lo que se dice, y la campaña ICAN acaba de anunciar otro logro: Hostplus, uno de los fondos de jubilación más grandes de Australia, acordó desinvertir en todas las empresas productoras de armas nucleares. El camino está indicado.
Conseguir la paz no pasa únicamente por eliminar los conflictos, sino que es necesario superar las causas estructurales que los originan y alimentan. Es por eso que la paz no se puede entender aislada de la construcción de la democracia, de la lucha por la libertad, de la práctica de los derechos humanos, de la cohesión social o la sostenibilidad. Todo ello iba, que lo vimos, en los programas y compromisos electorales de la mayoría de los grupos municipales.
Así que a trabajar, todas nosotras, todas ustedes, para la Paz.
Las armas nucleares son las armas más inhumanas e indiscriminadas jamás creadas. Violan el derecho internacional, causan graves daños al medio ambiente, socavan la seguridad nacional y mundial y desvían enormes recursos públicos de la satisfacción de las necesidades humanas básicas. Deben eliminarse con urgencia.
También la ONU establecía el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares –que se conmemora el 26 de septiembre–(aniversario también de la masacre de estudiantes de magisterio de Ayotzinapa.) . Según La ONU ese día “se alienta a los Estados Miembros, al sistema de las Naciones Unidas y a la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales, el mundo académico, los parlamentarios y los medios de comunicación, a conmemorar y crear conciencia pública sobre la amenaza que representan para la humanidad las armas nucleares y la necesidad de su eliminación total.”