Mientras Mohamed Safa presentaba en Oviedo su libro «la segunda Nakba», en Naciones Unidas se aprobaban 4 resoluciones.. y el gobierno español se abstenía..
La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó cuatro resoluciones en favor de Palestina, incluida una para conmemorar la ‘Nakba’, término árabe que significa “catástrofe” y hace referencia al éxodo palestino provocado por la ocupación israelí en 1948.
La votación sobre la celebración en 2023 del aniversario 75 del crimen fue aprobada con 90 votos a favor, 30 en contra y 47 abstenciones –entre ellas, la de España–.
Entre las otras resoluciones aprobadas hay peticiones al régimen ocupante para detener todas las acciones contrarias al Derecho Internacional destinadas a alterar la composición demográfica y estatus de los Territorios Palestinos Ocupados y el fin de las actividades en asentamientos.
La asamblea también subrayó la necesidad urgente de realizar esfuerzos colectivos para lanzar negociaciones creíbles sobre todos los asuntos de estatus final y lograr una paz justa y duradera, fundamentada en las resoluciones del organismo internacional.
Antes de la votación, el representante palestino ante la ONU, Riyad Mansour, pidió reconocer la “injusticia histórica” hacia su pueblo.
El dirigente hizo hincapié en que 2022 es el año más mortífero para los palestinos en Cisjordania desde la Segunda Intifada. Hasta la fecha asesinaron a 210 personas en Cisjordania y Jerusalén ocupadas.
Las resoluciones de la ONU ocurren justo cuando “Israel” emprende una nueva ofensiva contra los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania. Estas acciones causaron decenas de muertes de civiles de Palestina.
Magistral lección anticolonial en Oviedo:
El doctor Mohamed Safa presentaba su libro «La segunda Nakba» en la Lila.
La Nakba —término árabe que se traduce como «catástrofe»— se refiere a la limpieza étnica llevada a cabo por Israel en 1948, durante la guerra que culminaría con el definitivo asentamiento del Estado judío en Oriente Medio.
No obstante, aquello no sería sino el comienzo de un prolongado calvario para Palestina, que ha visto en el tan anunciado e interminable «Proceso de Paz» un terrible escenario cuyos efectos dañinos superan al conflicto mismo.
El sueño de la población palestina de una paz justa fue sustituido por el mito de las negociaciones, que no parecen sino querer prolongar una situación de conflicto que ha convertido a Israel en uno de los Estados más ricos e influyentes del mundo; un Estado que además, tras veintinueve años, está a punto de culminar su ambicioso proyecto colonial.
El tercer libro de Mohamed Safa nos ofrece un análisis de las causas, consecuencias y motivaciones políticas, sociales y económicas que se esconden tras el velo del Proceso de Paz, y realiza un recorrido histórico por la construcción de un Estado colonial sobre una base de injusticia e ilegalidad internacional.
Palestina en Oviedo. (el mismo día en que un hecho consumista –¿de energía y de relato colonial?– colapsaba el tráfico en la capital astur.. pues ¿no tiene acaso supuesto origen lo de las luces navideñas en un lugar llamado Belén, actualmente ocupada ilegalmente por el ejército sionista?)
Sí, en Belén trabajaba la española Juani Ruíz, la que fue encarcelada por 18 meses en las mazmorras del régimen del apartheid por trabajar en los comités de salud.
Con claridad afirmó Safa que los dos grandes crímenes de lesa humanidad contemporáneos son.. el holocausto, que rechazamos con rotundidad, y la Nakba o desastre palestino propiciado por la límpieza étnica practicada por 75 años por el sionismo.
Pero que, mientras un israelí que renombre con frecuencia el holocausto es ensalzado y su estatus crece, a un palestino que rememore la Nakba se le ataca, y se pretende acallar su propuesta de justicia universal.
No faltaron las comparaciones, como método científico: los comportamientos encomiables de occidente para con la guerra en Ucrania en cuanto a reconocer su derecho a la resistencia, y sin embargo los silencios, los negocios, la complicidad con Israel pese a sus políticas coloniales de asentamientos robatierras, y la negación del derecho a la resistencia del pueblo palestino.
Rotunda asimetría que requiere de mayores esfuerzos en los gobiernos para no seguir siendo cómplices de las barbaridades de la ocupación.
Preguntado por las “esperanzas” en la resolución del derecho palestino a su territorio y su libertad, Safa dijo que si no las tuviera no escribiría libros, no militaría, no estaría proponiendo e instando a la solidaridad entre los pueblos, y que esa su esperanza se sustenta en los hechos cotidianos heroicos de los jóvenes, de los adultos, de las mujeres palestinas, en su resistencia frente a la crueldad de la ocupación sionista.