Participación de:
Pedro Quimbiamba de Fenocín-Ecuador, Hector Mondragón de CNI-Colombia y Jesús Montilla de MAT-Venezuela.
Se resalta la impresionante riqueza que supone la Biodiversidad.
Los procesos en curso para valorar lo nuestro, como base para desarrollar nuestras semillas, y construir soberanía alimentaria.
Se recomienda que las ONG sean facilitadoras de ese proceso: en ningún caso pretendan imponer políticas foráneas.
Se plantean estrategias de luchas globales, para construir una sociedad intercultural.
El Derecho al Territorio, que todavía está recogido en algunas Constituciones, como la colombiana, choca de frente con el neoliberalismo: de ahí su pretensión de quitar de todas las normativas el que las tierras indígenas sean inembargables, imprescriptibles, inalienables.
Reconocer el valor de las Culturas es reconocer que el uso del territorio indígena es válido. Es válida su economía, su respeto a la naturaleza.
El TLC es el intento directo de destruir el Derecho colectivo, para asumir derechos de las transnacionales.
El choque es directo: Estados Unidos pretende que las transnacionales puedan ser juzgadas en su lugar de origen, y no por las leyes de los países donde operan. Para que prevalezcan los derechos individuales, frente a los derechos colectivos. Las patentes sobre los seres vivos. El intento de dominar la Vida, la implantación de transgénicos, etc.
El movimiento campesino , indígena y negro está dotándose de una estrategia. El título individual no sirve. El colectivo sí. La tierra no le interesa para venderla. Sí para vivir. Y se orienta a construir unidad entre nuestros Pueblos. La Tierra es la Vida.
En ese camino trabaja también el gobierno venezolano en esta etapa. El desarrollo endógeno supone el emponderamiento de los campesinos , basado en la territorialidad. La producción de propias semillas, tiene que hacerse en el respeto a las Culturas de los Pueblos que allí están.
Se constatan fuertes corrientes de Unidad en Latinoamérica. El miedo desaparecerá….