ENCUENTRO DE MUJERES SOLDEPAZ 2016
BIENES COMUNES
Presenta: IRENE GARCÍA ROCES:
Gratitud a Soldepaz por seguir tejiendo resistencias encuentro feministas por el diálogo y lazos con las organizaciones de América. La represión es parte de la estrategia de control social del capitalismo para garantizar su reproducción y su ampliación a nombre del progreso, de la libertad y del desarrollo, con el fin de asegurarse su reproducción. La criminalización en lo local implica la persecución de los movimientos sociales y de quienes defienden los Derechos Humanos y políticos. Hay un hilo de continuidad entre las políticas de criminalización, la pobreza, la judicialización y la criminalización de los movimientos populares.
Presenta a:
JENNIFER BURBANO MORA,
colombiana, abogada, defensora de Derechos Humanos, refugiada política, representante de FENSUAGRO- CUT- FSM, organización muy activa en la lucha por la reforma agraria. Muchas personas de la Federación han sido desaparecidas o asesinadas.
La criminalización es una de las varias estrategias que los Estados utilizan para judicializar a quienes se oponen a sus políticas. Tiene varias etapas: La primera es el señalamiento y estigmatización muy frecuente en Colombia donde, hasta esta mesa de negociación entre el gobierno y la guerrilla, cualquier persona que saliera a movilizarse o a protestar era señalada o estigmatizada de ser guerrillera o auxiliadora de la guerrilla. Eso hace que la gente diga que es cierto, que los movimientos de estudiantes, mujeres, campesinos, están infiltrados por la guerrilla. Y entonces cabe preguntarse ¿Cómo es que siendo tantos no hemos ganado las elecciones? Porque no es cierto. Estamos siendo señalados en lugares de donde nos toca salir, en mi caso salí desplazada siendo representante universitaria, luego de un municipio y después de otro. Lo triste es que como abogada en el Chocó compartí y viví más de cuatro años con indígenas y comunidades negras, ayudaba a la gente en el ejercicio profesional y mucha gente de la comunidad creía que yo era auxiliadora de la guerrilla porque lo ha dicho RCN, o CARACOL que señalan a Marcha Patriótica y eso nos sigue costando. La población está dividida de forma peculiar, la mitad que le apuesta a la paz votaron SI y la otra mitad cree que son guerrilleros, y los que están por el NO son señalados de ser paramilitares o de uribistas. El segundo paso es la arremetida contra la protesta social. Como estaban señalados el “deber legal del Estado” es sacar la fuerza y arremeter contra la protesta.
En un paro minero en Buenaventura desde un helicóptero se bombardeaban gases, intimidaban y la gente justifica la arremetida o que los cojan presos porque “están infiltrados” o son unos vagos.
La tercera estrategia son los “falsos positivos judiciales.” En Colombia hay 9.500 hombres y mujeres en las prisiones. Son estudiantes, campesinos, sindicalistas presos por que a alguien se le ocurrió que eran auxiliadores de la guerrilla. El Estado emprendió una campaña en la que si tú denunciabas a un guerrillero -o a alguien que les ayudaba- recibías dinero. Mucha gente se dedicó en su pobreza a señalar sin saberlo y mucha gente está en prisión por falsos testimonios, como Liliani Obando, Ingrid Pinilla capturada hace menos de un año, y un referente mundial de la lucha campesina, HUBER BALLESTEROS capturado en un paro que paralizó el 70% de Colombia pues paralizó la carretera Panamericana por más de un mes.
Él lleva más de tres años detenido violándose todos sus derechos a la libertad y al debido proceso. Lo ha señalado un falso testigo que es desmovilizado y que está denunciado por eso y la Fiscalía sigue creyendo en estos testigos.
Cualquiera que quisiera resolver un problema personal, o económico te señalaba y acabó siendo una especie de suerte que te tocara o no. Luego se llega a la judicialización.
En FENSUAGRO a la que acompañé en Colombia hay de este año 96 detenidos, 10 son mujeres, 8 asesinatos -2 hace un mes- en el Cauca.
El caso de la Unión Patriótica con 5 mil asesinados entre concejales, alcaldes, diputados, candidatos presidenciales. En Colombia nos hemos enfrentado a la oligarquía más criminal del continente en los últimos años con la forma de democracia, pero no hay igualdad para participar en las elecciones y más del 90% del Congreso son de los partidos tradicionales que se pintan de otro color pero es el mismo bipartidismo eterno, en un país donde los campesinos no tienen acceso a la tierra y trabajan para otro y -como en el feudalismo- les pagan con lo que producen. Esos temas nos tienen hace más de 52 años peleando, insurgencia, resistencia civil. La Marcha Patriótica fundada en el 2012 tiene 133 muertos.
La concentración de la propiedad de la tierra según el índice de GINI llega al 0,86%. El bien común, el territorio son más que tierras y ríos, es cultura, historia y memoria, costumbres. Colombia es un país diverso, y así es el bien común. En Colombia cada dos horas dos niñas son víctimas de violencia sexual, hasta septiembre de este año iban 11.333 niñas menores víctimas de violencia sexual y de ellas el 83% son niñas de 0 a 17 años; en el 2012 hubo 16.500, en el 2011 más de 19.500 por familiares o por personas cercanas a la familia. Una de cada cinco adolescentes menores de 17 años es madre. Entre el 2009 y el 2004 4 mujeres fueron asesinadas cada día y sus casos fueron no presentados como delitos pasionales, o tenía otro, o estaba celoso, o ella andaba con minifalda… La fiscalía a la fecha registra 34.571 casos de violencia contra mujeres que acaban en asesinatos, de esos 3.600 tienen procesos abiertos, el resto están en la etapa previa de investigación. Hay mucha impunidad.
En el desplazamiento forzado más del 80% son mujeres solas con sus hijos. La sociedad que vivimos ha sido permeada por la guerra que no es solo el enfrentamiento entre insurgencia y fuerza militares.
Una historia de mujeres: Leydi de 25 años, “el 24 de noviembre del 2002 cumplí los 18 años y las AUC marcaron mi vida. Vivía en el sector Bello oriente de Medellín y caminaba por la calle cuando me agarraron seis tipos armados y con brazaletes de las AUC, me vendaron y me montaron en un carro, “es el objetivo” decían, me insultaban y pegaron para que confesara quién era guerrillero, no lo sé, yo no lo soy, les decía, pero me golpearon más, luego me violaron todos, uno por uno, por turnos, hasta que casi perdí el sentido, luego con un cuchillo me cortaron las nalgas, los senos… ,gritaba, me marcaron el brazo izquierdo con las siglas de AUC, luego me soltaron y dijeron que me fuera del barrio y si me atrevía a hablar me mataban a mí y a mis hermanos.”
Así viven muchas mujeres la guerra en Colombia. A pesar de la tragedia no vengo con nostalgia de contarla, pero hay la posibilidad de otro país hoy, de una patria diferente, que acabe la guerra y silencie los fusiles y que se pueda vivir mejor, que a las mujeres se nos reconozca no como objeto sexual como en la guerra que violaban como forma de intimidar a la población. Cuando los paramilitares llegaban lo primero que hacían era violar, lo segundo era ponerlas a que les lavaran ropas y les cocinaran alimentos, luego prostituirlas.
Las mujeres tenemos el deber de contar esa historia para superarla. Está la mesa de diálogo con las FARC un poco en el limbo, pero es la única vez en los últimos tiempos en que en una negociación de este tipo se crea una comisión de género en la que se lee la guerra desde la posición de la mujer a través de la subcomisión de género que hace leer los acuerdos sobre tierra, paz con justicia social con miradas de mujeres.
El 2 de octubre se convocó a plebiscito al pueblo colombiano y por 50 mil votos -que no son nada en un país con más de 44 millones de habitantes- se perdió y ganaron los del NO. ¿Por qué? Porque la guerra es bonita desde la televisión, cuando otros están con el fusil y bombardean a otros “¡chévere, bien los compañeros están resistiendo¡” pero lo ves en las noticias. La guerra es un negocio en todas las relaciones sociales, muchas organizaciones en Colombia viven de las víctimas de la guerra, organizaciones buenas y malas, financiadas por EUA y por otros, viven de la guerra. Las encuestas daban al SI ganando con un 70% sobre el 30% del NO y la gente se confió en la campaña por el SI, pensamos que la gente estaba cansada de la guerra , pero no se hizo el ejercicio pedagógico, y no superamos la consigna, no dijimos suficientemente lo que era la paz y su contenido, el presupuesto nacional va a la guerra y era necesario invertir eso en educación, y las mentiras del NO que aprovecharon Uribe y los de la derecha que dijeron que había ideología de género y que en las iglesias evangélicas y en los colegios después de la firma todo el mundo sería homosexual, gay, una orgía nacional y que Jesús no estaba con la paz y movilizaron a gentes religiosas que fueron engañadas.
En la misma izquierda y en el movimiento social colombiano la gente no creía en el acuerdo, dijeron eso no sirve, no vale la pena, le falta, porque creyeron que se llegaba a firmar el socialismo y era una negociación en la que cada parte cedía. Está bien ya del ejercicio de resistir donde ponemos los muertos, eso estuvo bueno y estará, pero hay que avanzar hacia el poder, sólo así podremos transformar las condiciones de la gente.
Claudia Korol,
argentina, periodista, miembro del equipo de educación popular de la Universidad de las Madres de la Plaza de Mayo, integrante de Pañuelos en Rebeldía que trabaja en varios países de América Latina.
¿Porque hay que luchar como mujeres contra el capitalismo, el patriarcado y el conjunto de opresiones? Hace unos años en Guatemala en el juicio contra Ríos Montt por genocidio las mujeres Ixiles presentaron su testimonio de las violaciones durante la guerra. La condena duró una semana y de nuevo hubo impunidad, pero las compañeras que estaban allí valoraban que por primera vez ellos estaban en el banquillo acusados y no las indígenas que siempre son juzgadas por algo.
Estaban con las caras tapadas ¿Por qué? ¿Temor a los militares? NO, por lo que suceda cuando vuelva a la comunidad, cómo nos verán al saber que fuimos violadas, qué implicará eso en la cotidianidad.
En Argentina logramos apresar a muchos militares y no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos. Se acumulaban las denuncias contra militares pero en los últimos años 5 o 6, se comienza a denunciar la violencia sexual a las presas en los cuarteles de la dictadura y a plantearla como crimen de lesa humanidad.
Denunciábamos la tortura, el robo de niños/as, pero no la violencia sexual, no era falta de valor, eran mujeres con experiencia en la lucha sindical, popular, guerrilleras, pero no denunciaban la violencia sexual y luego de talleres y encuentros notamos que era porque los abogados dijeron que no hacerlo y eran compañeros abogados de derechos humanos, porque no podríamos demostrar tras tantos años una violación, para qué mover cosas íntimas, mejor no lastimar a mis compañeros, padres o hijos, y tal vez si llegaban pensar que los provoqué para sacar alguna ventaja en los campos de concentración como si fuera posible esa situación.
Y descubrimos que ¡eran las mismas explicaciones de una joven adolescente para no denunciar los abusos en su casa ¡…
Hay elementos comunes a las distintas formas de violencia que son ancestrales, el acto de la conquista fue invadir, avasallar y violar mujeres en nuestra tierra, a indígenas que fueron violadas masivamente y no iban a ser incorporadas a las familias del conquistador cuyo fin era otro, era sacar a la metrópoli el producto del saqueo y de la violación, es una historia ancestral de más de 5 siglos no denunciar, callar, y eso se repite en la guerra, en la violencia y en la servidumbre, y cortar esa cadena de violencia es necesario en Colombia, en Argentina, en todo los países, por lo que significa.
No son héroes los genocidas violadores, son abusadores de mujeres y de pueblos. Los familiares de los jóvenes de Ayotzinapa decían “sabemos por dónde los pasaron, en tal regimiento de Iguala en México”, ¿cómo lo sabían? Por un whatsapp de uno de los chicos y porque ese regimiento del ejército mexicano fue formado por los Kaibiles de Guatemala, uno de ellos apareció degollado, esa práctica era común entre los Kaibiles paramilitares que arrasaban, violaban, aterrorizaban a la comunidad en Guatemala.
De ese regimiento salió el grupo de Los Zetas, narcos que ya están en Argentina, Honduras, Paraguay… Los kaibiles de la dictadura guatemalteca fueron formados por el Batallón 601 del Ejército argentino.
Prácticas de violencia sistemática son alianzas entre narcos y el ejército, actúan juntos, presentan a los estudiantes de Ayotzinapa como una amenaza criminalizándolos, mostrándolos como un supuesto peligro. Hay una lógica común entre los crímenes de la dictadura y estos crímenes actuales, hay que parar estas prácticas comunes.
“La fase actual de la explotación involucra un tipo de retorno al trabajo servil semi-esclavo o esclavo producida por la pérdida de la centralidad del salario. Esta modalidad de sujeción de las personas como mercancías demanda de una insensibilidad particular”. El sistema nos prepara para insensibilizarnos y para oír barbaridades sin que, además de oír hagamos nada, tomamos un café y ya.
Insensibilizar es parte necesaria del avance de las lógicas de criminalización y responder desde la sensibilidad es fundamental. Las posibilidades de enfrentar simultáneamente todas las violencias y la criminalización de los movimientos sociales continúan en toda América. Colombia es un laboratorio donde experimentan y luego llevan a todos nuestros países sus barbaries, de hecho hay jueces colombianos asesorando en otros países a tribunales y a legisladores, les dan elementos del laboratorio colombiano o del de Honduras.
A pesar de esto hay resistencias que tienen que ver con pensar cómo desorganizamos la violencia hegemónica, pararnos frente a la expansión del terror y de la violencia frente a la cual todos dicen que no se puede hacer nada.
Hace poco la policía entró a tiros en la escuela Florestán Fernándes del MST y antes en Honduras mataron a Bertha, quieren hacer notar que si entraron ahí entran a cualquier sitio, por eso hay que defender a cualquier movimiento social, COPINH, MST, y masificar las respuestas organizadas en toda América.
La lucha de las mujeres en Argentina sacó a 70 mil a las calles defendiendo el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, libertad sexual, identidades diversas, ley de identidad de género, matrimonio igualitario, condenas a los genocidas, caminando hacia la libertad de nuestros cuerpos como territorios desde los cuales resistir y generar una contraofensiva.
Yayo Herrero,
antropóloga social, educadora, feminista, fue Coordinadora de Ecologistas en Acción y es Directora de FUHEN, activista de la ecología social y defensora de los bienes comunes.
En España la criminalización no puede desconectarse de la memoria histórica: venimos de una dictadura con una profunda inversión en terror e impunidad como ejes vertebradores de la historia que forman parte intangible y clara de cómo se articulan las resistencias y las amenazas.
Llama la atención como cada vez se pervierte el concepto de seguridad utilizado para criminalizar y laminar la resistencia. La seguridad es importante desde la sostenibilidad de la vida y de la comunidad humana que busca la seguridad como vida decente para las personas, pero el sistema lo fagocita y pasa a llamar “seguridad” a blindar a las élites en un contexto de guerra contra la vida como el actual y lo que hacen directamente es precarizar, someter y eliminar libertades del as personas que no son élites, entonces ley mordaza, vulneraciones cotidianas, la policía entra fácilmente en centros organizados donde hay personas por ejemplo del ámbito libertario y se les acusa con frecuencia de estar maquinando atentados, como al joven Alfon en Madrid, preso, sometido a una indefensión con la palabra del policía que lo detiene, sin pruebas de lo mínimo.
La perversión del concepto de seguridad es grande: la dinámica de corrupción es importante, hay gente luchando por décadas en Lanzarote contra la corrupción y han sido despedidas de su trabajo, condenadas al ostracismo, amenazados, aislados, en Ecologistas hay gente que ha denunciado proyectos urbanísticos ilegales y han tenido que irse del pueblo, hay una especie de connivencia entre corruptos, amenazas y jueces y fiscales, algunos abogados y empresarios que vulnerabilizan personas y territorios.
Sale en la prensa el juez Salvador Alba de Canarias grabando a sus compañeros y hablando con empresarios de cómo frenar a la jueza Victoria Rosell que venía denunciando la forma como persiguen y arruinan la vida de las personas que denuncian, otra forma de criminalizar arruinando la imagen de quienes denuncian, es un momento de corrupción generalizada.
La lógica sacrificial, la economía del “ progreso para todos” dice que se crece si hay sectores que deben ser sacrificados:
personas expulsadas de territorios, personas que deben respirar aire envenenado, personas que pierden las condiciones laborales, parece que hay una hegemonía cultural que justifica sacrificar a otras personas , a derechos básicos y a territorios y la vida decente al servicio de una promesa falsa de bienestar para todo el mundo que se la lógica del crecimiento económico y la lógica de los beneficios y demás. Si alguien se reúsa al sacrificio pasa a ser persona que está en contra del progreso, gentes insolidarias, atrasadas.
Pero no debe ser así, tenemos todo el derecho a rebelarnos, a no dejarnos sacrificar en los altares del crecimiento económico, pero el poder señala a esas personas como las culpables de que no haya empleo, beneficios y se genera un efecto perverso de enfrentamiento de la gente que defiende la tierra y los derechos con otras que son incapaces de ver por dónde vienen realmente los ataques.
Generan tensiones entre el ecologismo y el sindicalismo, entre personas del ecologismo social con los defensores de los proyectos urbanísticos que se suponen generarán bienestar.
Todo un reto desvelar, clarificar y hacer una defensa unida. La victoria de Donald Trump muestra el crecimiento de movimientos de corte fascista y populista, expresión de la desorientación brutal de las mayorías sociales de por dónde están viniendo realmente los problemas y cómo atajarlos.
DEBATE:
- Añado a lo expuesto a las razones del triunfo del NO en el plebiscito colombiano para los acuerdos con las FARC: el secretismo entorno a los Acuerdos es inútil dijo el comandante de las FARC Pablo Catatumbo el 25 de sep/14, y tres meses más tarde dijo que la difusión tenía serias deficiencias, luego dijo que las FARC no querían el plebiscito pero el gobierno lo impuso. No era posible en pocos días explicar un Acuerdo secreto y de cientos de folios a un pueblo envenenado por los medios de comunicación y que no lee, además lo presentaron como un acuerdo de paz para Colombia cuando allí no sólo están solo las FARC, están también el ELN y el EPL que están combatiendo y buscando una mesa de diálogo que sigue aplazada. No estamos en la década de los 80s cuando se desmovilizaban los guerrilleros y eran recibidos como héroes en las ciudades y en el campo. Eso ha cambiado. Los medios de comunicación han derechizado a la mayoría de la opinión pública colombiana, como pasa aquí en España, y no se les ve como héroes sino como bandoleros, PRISA y PLANETA se han encargado de eso. Pero no sólo se perdió el plebiscito en las ciudades, también en áreas de control histórico de las FARC como en el Sur del Tolima.
- ¿Cuál es el camino para el feminismo? En Bolivia apostamos porque el movimiento indígena y los movimientos sociales estuvieran en el parlamento y en el gobierno, pero vemos criminalizado al movimiento indígena, y crecen las divisiones desde una lógica de poder, una lógica del capitalismo que se va metiendo como una cosa oscura en todos lados. Preocupa en Bolivia qué hacer si estamos con las manos atadas, la despenalización del aborto que no se puede dar si hay movimientos muy grandes de mujeres como la Bartolina Sisa que han estado al frente de movilizaciones durante años pero que hoy en día están siendo utilizadas por los mismos compañeros del partido para otros temas como hacer comida y organizar eventos. El gobierno quiere construir la represa del Bala y quiere pasar por áreas protegidas vulnerando derechos de pueblos indígenas y de otras comunidades. Me preocupa la tentación de estar en el Estado pero las lógicas ahí nos cambian por las del sistema.
- Estamos desanimadas pues vemos al enemigo y es tan poderoso, bestial, tremendo, pero el camino es largo y tiene que ver con las conciencia de las personas, hay que poner el énfasis en lo que hay alrededor, énfasis en transformar los espacios más cercanos con creatividad, en las escuelas sobre todo donde es necesario que los profes le pierdan el miedo al alumnado y hablen, hay que cambiar a la gente desde pequeñita o es muy difícil después.
CLAUDIA KOROL: caminando, luchando encontraremos respuestas. Tratar de de plantear otro camino, pensar las formas de desorganización de la violencia, la no violencia contra violencia, pero atender las formas de seguridad, la autodefensa feminista es necesaria para enfrentar la violencia patriarcal que es violencia diaria en diversas formas.
La intervención violenta contra las defensoras de la tierra: a las mujeres luchadoras se les ejerce una violencia específica desde fuera y desde adentro, hay que denunciar sus formas dentro de los movimientos para transformar esas realidades sociales que intentan domesticarnos.
¿Cuánto esperamos del Estado? En la última década esperamos demasiado en los cambios desde el Estado, puntualmente puede ser útil llegar al gobierno y al parlamento, pero desconfiar de la capacidad del aparato burocrático de triturar nuestros movimientos más progresistas, no apostar todo a las transformaciones desde el Estado, fortalecer formas de poder popular, luchas desde otras valores y otras prácticas: soberanía alimentaria, soberanía sobre los cuerpos, soberanía sobre los territorios, para transformar la vida, rechazar el “esto es jodido pero lo único que hay” ¡No¡, hay otras formas de vivir, de transformar, de relacionarse, hay experiencias concretas que nos dan fuerza para cambiar realidades desde los territorios sin dejar de pensar que la revolución suma pequeñas cambios pero sabemos que hace falta transformar el sistema, es fundamental transformar en los territorios o “zonas de sacrificiales” de donde quieren sacarnos.
Si nos sacan del territorio y abandonamos esas soberanías es difícil encontrar alternativas. Una forma de desorganización de la sociedad hoy, además de la militarización y de la represión, es la presencia del narco en la comunidad pues se instala y desorganizan a la comunidad, a la infancia, a la juventud.
Los únicos lugares a donde eso no entra es donde hay poder popular, control efectivo del territorio que se le oponga, como en Colombia en algunas zonas indígenas y en el MST o en las áreas del EZLN. Es dura lucha y con sacrificios que no queremos pero hay que defender las comunidades, darles horizontes de organización y de transformación social, y teniendo en cuenta aciertos y errores, poniendo la organización popular y la formación política y el control territorial en la dimensión de lucha de masas. Como feministas estamos haciendo la huelga contra Macri en Argentina y les decimos a los sindicatos y a los jubilados que estamos movilizadas contra las políticas de precarización de nuestras vidas.
JENIFER. Las mujeres avanzan pero no hay que reproducir las formas de organización y de movilización que se han hecho por organizaciones no femeninas y que tendemos a reproducir. Hay que repensar la movilización, no solo salir muchas a gritar consignas, sino en el barrio en la casa construir poder popular que es dar poder a las mujeres en el barrio, cargar la agenda política de las mujeres que hacemos parte de movimientos pero que necesitamos una agenda propia que hemos dejado por luchar por salud, educación y por eso los temas de aborto y la sexualidad han quedado atrás.
Hay que marcar una nueva agenda con tiempos nuestros que no son los de los movimientos sociales del cual somos parte y nuestra dinámica y tiempos deben ser nuestros, y hacer esfuerzos unitarios que es la capacidad de juntarnos diferentes aunque mujeres, y unirnos y sacar adelante mejores procesos.
A Piedad Córdoba la sancionaron mucho tiempo para cargos públicos, pero ella siguió peleando en las comunidades y hoy la preferimos en el parlamento para que salga del país a Europa o a EUA a decir qué pasa. Las mujeres debemos tomarnos las instituciones, no solo la calle sino el poder, pelearnos esos espacios.
YAYO: también hemos tenido éxitos, paramos la reforma de la ley del aborto que pretendía restringir el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, eso es importante y le costó el puesto a un ministro muy fascista, Ruiz Gallardón. Hay movilizaciones sociales integradas, mixtas, y las hay de mujeres con efectos y resonancia y cuando nos movemos eso se nota y pesa.