Martín Almada, el defensor de los DDHH, el paraguayo sobreviviente e inclaudicable ante la dictadura.
“..urge la imperiosa necesidad de globalizar las luchas contra la Impunidad del Terrorismo de Estado. El capital depredador se globalizó en estos últimos años. Ahora nos toca a nosotros globalizar nuestras convicciones por una ciudadanía activa, una auténtica democracia adecuada a nuestras realidades, sobre todo a vivir solidariamente.. “
Nos ha dejado un luchador incansable, Martin Almada, enseñante y abogado, Premio Nobel Alternativo, quien descubrió los “Archivos del Terror” en Paraguay donde había documentos secretos de la Operación Cóndor.
En más de una ocasión fue presentada, explicada y defendida su candidatura al Premio de DDHH del ayto de Siero, compartiendo la historia de lucha, el asesinato de su esposa, (Celestina Pérez, propulsora de la educación popular), por la dictadura de Stroessner, y su dedicación también a la defensa ambiental («Monsanto y la soja matan, en todo el mundo, solamente dejan tierra arrasada«).
La OPERACIÓN CÓNDOR fue un pacto criminal entre los gobiernos de la década del 70 (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay y Paraguay) que asesinó, violó, desterró, quebró, desarticuló los lazos sociales que permitían proyectos alternativos, democráticos, participativos.
«Yo quería saber cómo murió mi esposa, a mí me dijeron que se había suicidado, cosa que sabía que no podía ser cierta. Y después quería saber por qué en el operativo contra mi persona había implicados militares argentinos, brasileños, bolivianos, todos operando en Asunción. Como fruto de eso hallamos en Lambaré toneladas de documentos sobre la represión en mi país a anarquistas, comunistas, socialistas y subversivos, o sea, yo y otros.
A mí me calificaron como peligroso intelectual, porque en la Universidad de La Plata había escrito Paraguay, educación y dependencia».
Los documentos (700.000 páginas secretas) prueban el pacto criminal que coordinó las acciones de represión de las dictaduras militares del Cono Sur durante las décadas del ’70 y ‘80. Desde su hallazgo, han aportado evidencia en numerosas causas judiciales internacionales. Por su valor histórico, jurídico, político y sociológico, fueron declarados “Memoria del Mundo”, y están disponibles para su consulta pública.
Durante su infancia Martín Almada vendía pasteles en la calle para ayudar a su familia a sobrevivir. Completó sus estudios y se licenció en la Universidad Nacional de Asunción en 1963. Fue profesor y se casó con una colega, Celestina Pérez. Juntos fundaron el Instituto Juan Baustista Alberdi en San Lorenzo, cerca de Asunción.
Estudió Derecho en la universidad nacional y se graduó en 1968. Gracias a una beca, viajó a Argentina a estudiar en la Universidad Nacional de La Plata. En 1974 se doctoró en Pedagogía.
Su tesis, titulada Paraguay: Educación y Dependencia, llamó la atención de la policía paraguaya. El régimen militar de Alfredo Stroessner, en el poder desde 1954, lo clasificó como «terrorista intelectual «.
Martín Almada fue secuestrado y torturado durante tres años. En ese tiempo llamaban por teléfono a su esposa para que oyera las torturas, y finalmente le dijeron que había muerto, le enviaron sus ropas manchadas de sangre y la invitaron a recoger su cadáver tras fingir que estaba muerto, macabra mentira que ocasionó el infarto en la profesora.
Martín Almada, tras estar 30 días en huelga de hambre, pudo salir al exilio por la presión internacional generada en su apoyo, y trabajar en la Unesco hasta que pudo regresar a su país en 1992.
En 1993, Almada fundó la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
En 1997, Martín Almada fue condecorado por la Asociación Argentina de Abuelas de Plaza de Mayo. Fue galardonado con el Premio Nobel Alternativo en 2002. Fue miembro del comité de patrocinio del Tribunal Russell sobre Palestina, que inició sus trabajos el 4 de marzo de 2009.
En 2020, tras ocho años de investigación, el periodista francés Pablo Daniel Magee publicó “Operación Cóndor, un hombre frente al terror en América Latina”, con prólogo del cineasta Costa Gavras.
Martín Almada fue condecorado con la Orden Nacional de la Legión de Honor de Francia en 2021.
También había recibido el Premio Chico Mendes a la Resistencia. Y la “medalla de gratitud” de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Aportó documentos probatorios y actuó como perito en los Juicios contra las dictaduras de Argentina y Uruguay en los Tribunales de París, Francia; y en Roma, Italia por las desapariciones forzadas de ciudadanos italianos en países latinoamericanos que se encontraban en dictaduras. (en 2021 el Tribunal Supremo de Italia condenaba a 14 de esos represores a cadena perpetua). Realizó sucesivas denuncias entre 1989 y 2015.
La Megacausa Cóndor (Argentina) con sentencia en mayo de 2016 se apoyó en documentos microfilmados del Archivo presentados por los familiares querellantes para establecer que “el Cóndor fue un plan sistemático de eliminación de personas que actuó mediante la coordinación de los gobiernos de la región”.
La Comisión de Verdad y Justicia, propuesta por las víctimas en Paraguay, reconoce la existencia de 130.000 víctimas y más de 20.000 personas sometidas a torturas, similar cantidad de personas enviadas al exilio, 500 personas detenidas desaparecidas, el genocidio del Pueblo Originario Aché, además de 8.000 hectáreas de tierras mal habidas mayoritariamente cedidas a militares, personeros de la dictadura y extranjeros. El documento produjo Conclusiones y Recomendaciones que hasta la fecha ningún gobierno asumió la responsabilidad de avanzar en su cumplimiento.
“No hay muerte donde hay MEMORIA porque la MEMORIA ES EL RESORTE DEL ALMA y SEGUNDO: Defendimos cosas muy serias como la VIDA y TERCERO Jamás me despedí de Celestina porque sigue presente en mi corazón todos los días y porque sigo enamorado de nuestro proyecto social de la educación liberadora inspirado en la pedagogía de Paulo Freire y del Techo propio para cada educador paraguayo”.
Martín Almada nos deja su ejemplo, y su impulso insobornable de seguir la lucha por la defensa de los derechos humanos.
¡Martin Almada, Presente! Ahora y Siempre.
SUEÑA, MATILDE. Poema de Martín Almada.
En un calabozo obscuro
una niña sollozaba
una fiebre incontrolable
el cuerpo le devoraba
la vocecita clamaba
por su papá y su mamá.
Duerme, Matilde, duerme
que tus padres ya vendrán
duerme, Matilde, duerme
que tus padres ya vendrán.
Y los padres de la niña
José y Rosa Bobadilla,
nuevas torturas sufrían
y las profundas heridas
espantaron la criatura
¡qué terrible pesadilla !
Sueña la niña con fiesta
con fiesta de Reyes Magos
y pide un juguete caro
un cochecito veloz
para poder escapar
de ese maldito lugar.
Un cuchillo de mesa
y una cuchara de lata
ella se lleva en las manos
con ansias de perforar
la roca de la prisión
para poder escapar.
Los niños de la prisión
escuchan con interés
tu proyecto de evasión
la fuga se cumplirá
citando la guardia se duerma
ésa fue la decisión
La ilusión se esfumó
es imposible la fuga
la guardia está más feroz
teme también de los niños
teme también de sus padres
y el control se duplicó.
Sueña, Matilde, sueña
sueña la libertad
tus padres ya están llegando
el cambio cercano está.
Sueña, Matilde, sueña
sueña la libertad.
Martín Almada, sobre la Operación Cóndor:
En síntesis, la Operación Cóndor funcionó sobre tres pilares. El primero fue Henry Kissinger, entonces Secretario de Estado norteamericano, cerebro intelectual del mal que asoló la región y que facilitó los recursos económicos y armamentos mas apropiados, supuestamente para salvar la civilización occidental y cristiana de las garras del comunismo ateo y apátrida. Prácticamente, podemos decir que Kissinger lanzó una bomba atómica sobre el Cono Sur de América Latina, dejando más de 100.000 víctimas fatales entre 1975 y 1989 así como ocurrió en Japón durante la segunda guerra mundial, cuando el Presidente Truman ordenó el bombardeo atómico contra las poblaciones civiles inocentes de Nagasaki e Hiroshima con más de 100.000 muertes.
El segundo pilar fue Augusto Pinochet, Presidente de facto de Chile, que tenia que limpiar el aparato de estado, la sociedad civil y política de comunistas, inspirado en el modelo aplicado por Interpol. Y el tercer pilar fue Hugo Bánzer, Presidente de facto de Bolivia, de perfil bajo, ya que en la división del trabajo criminal se encargó principalmente de “limpiar“ la iglesia católica de sus religiosos de izquierda comprometidos con la Teología de la Liberación. Metodología aplicada luego en toda la región.
Para la implantación del neoliberalismo, los Estados Unidos tuvieron que recurrir a una enérgica intervención militar en los países del Cono Sur, que dio como resultado un retroceso del movimiento obrero, en el que se impuso una era de Terrorismo de Estado, la destrucción de los espacios de participación democrática, la destrucción física de los militantes y líderes de los movimientos sociales.
CAMPESINO SIN TIERRA
Letra: MARTÍN ALMADA Música: RUBÉN DOMÍNGUEZ https://vimeo.com/929618127
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