Mujeres en la alborada, en Cambalache.
Nuestra vida en la selva, nuestra vida en la guerrilla, libro de Yolanda Colom.
La lucha armada se ha considerado desde siempre como una labor casi exclusivamente masculina, pero la participación de la mujer en estas lides ha sido amplia y determinante, y no sólo en la retaguardia o en la cocina, sino en el frente mismo de batalla.
El “despertar” de una vida de comodidades a una de lucha social, y el relato de los momentos tanto cotidianos como extraordinarios en la vida guerrillera, es el núcleo del libro Mujeres en la alborada que la guatemalteca Yolanda Colom compartía este viernes en Oviedo.
Yolanda relata sus experiencias en la clandestinidad y hace una reflexión sobre los aportes de las mujeres en los procesos revolucionarios y de las actuales condiciones de su país.
Proveniente de una familia de activistas, la escritora tuvo desde siempre la inquietud de participar en la lucha. “Comencé a hacer labor cívica, pero muy temprano me cuestioné sobre las causas de tanta pobreza, yo que había tenido una niñez privilegiada en las mejores escuelas”, recuerda.
En esa búsqueda se acercó a la teología de la liberación, (y contó de su entrevista con Helder Cámara), para después trabajar como maestra rural, donde conoció de manera directa las inhumanas condiciones de vida de los sectores más pobres de Guatemala.
Ingresó en el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), donde participó más de dos décadas, en la que considera “la mayor escuela de humanismo y de cultura que pude haber encontrado en la vida”.
En esta actividad “difícil y riesgosa”, donde más de una vez se preguntó cómo pudo sobrevivir, la participación de las mujeres fue masiva, y no sólo a nivel de base, sino también en cuadros altos y medios.
“Las mujeres guatemaltecas, muchas del campo o indígenas, tuvieron un papel activo y beligerante en la lucha por sus espacios, en una sociedad que hoy día sigue siendo conservadora, patriarcal y muy machista”, señala Yolanda, hermana del que fue presidente de Guatemala, Álvaro Colom.
Para la ex guerrillera, la necesidad de escribir surgió como respuesta al desánimo que cundió entre muchos de sus compañeros tras el fracaso de diversos proyectos revolucionarios, y para ofrecer una “versión no oficial” de la cruenta lucha que vivió el país centroamericano, en la voz de quienes empuñaron las armas.
“Quiero desmitificar la lucha armada y mostrar que somos gente de carne y hueso”.
Es un libro abierta y explícitamente autocrítico, sobre las causas y motivos por las que Yolanda toma partido por la Revolución ; A pesar de que han pasado más de 40 años de los episodios relatados en esta obra, el hecho de que el libro lleve cuatro ediciones prueba la actual validez de aquella lucha por una sociedad más justa.
En el coloquio se pudieron compartir también leves referencias de la relación de Asturias con Guatemala, con sacerdotes asturianos expulsados del Quiché, con el asalto y quema de la embajada española por los militares, con un único sobreviviente, el embajador Máximo Cajal, dos de cuyos libros sobre ese crimen de estado también fueron presentados en Asturias, con los COSAL de solidaridad con Centroamérica y uno de ellos, el de Avilés, con especial dedicación a Guatemala, o con la más reciente visita a Asturias del coordinador del CUC y de la Convergencia Maya Daniel Pascual.. así como los testimonios, desde el refugio temporal en el País Vasco de Lolita Chávez.. https://www.elsaltodiario.com/guatemala/entrevista-lolita-chavez-guatemala-kiche-mineras-feminismo-comunitario
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Yolanda Colom entrevista from Jacobo Sucari y LaTrinxera on Vimeo.